Por María Delicia Rearte de Giachino
DRA. CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER
Sra. Presidente:
Me tomo la libertad de volver a escribirle, con el objeto de hacerle
llegar algunos comentarios y reflexiones sobre sus palabras al reasumir
su importantísimo cargo en la Casa Rosada el 25 del corriente. Ante
todo, me impactó su aparición con esa horrible cicatriz cicatrizando, en
su cuello. Al estupor siguió en mí algo que me hizo cerrar los ojos,
una impresión muy fuerte de repulsa. Admiré su audacia, porque siendo
usted, como lo manifestó, “esclava de la estética”, exhibir tal trofeo
debió resultarle muy duro.
Después me dio lástima y entendí su sacrificio ante la “política”. No
sé a qué se refería. Yo, más que a la política, lo atribuiría al
“cholulaje”. ¿Tanto la asusta “el qué dirán”?
Ya debería estar por encima de estos chismes. Si usted fue la que
sufrió el quirófano, ¿qué le importa lo que digan las malas lenguas
opositoras? Seguro que algún infiltrado de esos se lo aconsejó. Muy
valiente su actitud, pero a mi poco entender, de pésimo gusto. Con su
perdón…
Pero como se refirió al tan vapuleado tema de la GUERRA DE MALVINAS, debo transmitirle mi pensamiento sobre sus palabras.
Con dolor debo decirle que me ofendió profundamente con sus
expresiones y hago extensiva esa ofensa a todos y todas los que de una u
otra forma constituimos una gran familia tocada por el dolor y el honor
y el orgullo de haber sido protagonistas de una de las acciones más
significativas de la Historia Argentina, cual fue la DECISIÓN DE
RECUPERAR LAS ISLAS MALVINAS, después de 150 años de oprobiosa
usurpación.
La reapertura del Informe Rattenbach es, ciertamente, innecesaria.
Cualquier argentino medianamente interesado en el tema MALVINAS conoce
tal informe, lo leyó, lo comentó, lo discutió. Incluso no creo que usted
lo desconozca y su público aplaudidor o no sabe de qué se trata o son
una manga de adulones…
En cuanto a su referencia a la necesidad de la Junta de tapar
episodios dolorosos de una guerra fratricida, sórdida, cruel, es, por lo
menos, aberrante. Como Comandante en Jefe de las FFAA de la Nación que
gobierna, jamás debería menoscabar la grandeza de una GUERRA JUSTA,
militar e institucionalmente librada por hombres que, vistiendo el
uniforme se su PATRIA, sin otro incentivo que la JUSTICIA y el DEBER,
sin ideologías ni fanatismo, dieron de sí lo más precioso: su vida, su
sangre, sus amores, sus familias, su futuro…
Dijo al pasar que a los muertos de MALVINAS “se los recuerda y se los
homenajea” ¿le parece suficiente? A mi entender, les está diciendo que
fueron unos “idiotas útiles” y a sus familias, ¡QUE DIOS LAS AYUDE! ¡Qué
distinto, Señora, a cómo reivindica el dolor, muy respetable por
cierto, de las Madres de Plaza de Mayo! Las comparaciones son siempre
odiosas, pero ésta, además, es denigrante.
Debió ser más sincera y decir que las FFAA que comanda no tienen ni
hondas para tirar piedras, mal que nos pese, y por lo tanto,
humildemente pedir al usurpador que negociemos, porque seguro que a
ellos les va a ir mejor que a nosotros. Esgrimen la “autodeterminación
de sus súbditos” y… listo. Como mostró su cicatriz, así ahora le estamos
mostrando al enemigo las heridas purulentas de una ARGENTINA que ni
siquiera valora a sus HÉROES. No sé si sabe que el Reino Unido ha
decretado por 90 años la apertura de sus secretos de la GUERRA DEL
ATLÁNTICO SUR. Son viejos guerreros, no se equivocan. Aprendamos…
Respecto al poco feliz epíteto de “colonialistas”, tómelo como un
elogio. Nos comparan con ellos, a nosotros, que nos avergonzamos de
haberlos enfrentado. Y los mandan su canciller y su vicepresidente a
estudiar historia, a ellos que la escribieron por esos mares del Globo. Y
ellos, todavía nos elevan de categoría reforzando sus defensas, contra
nosotros… Realmente debería sentirse orgullosa. Pero le advierto, así
como piensa que la RECUPERACIÓN DE MALVINAS fue el manotón de ahogado de
un gobierno que se caía y que el pueblo no tuvo nada que ver, el
enemigo sabe que los argentinos “no somos empanadas que se comen con la
boca abierta” (GRAL. JOSÉ DE SAN MARTÍN) y toma sus recaudos… Para su
mejor asesoramiento, le recomiendo la lectura de “LOS CIEN DÍAS”, del
ALT. SANDY WOODWARD, y “NO PICNIC”, del BRIGADIER JULIÁN THOMPSON,
importantes jefes militares ingleses que pelearon MALVINAS y reconocen
el valor y la gallardía del soldado argentino y lo que usted llamó
“SUICIDIO” fue la admiración del mundo entero.
Señora, si usted pretende que reneguemos de la GESTA, que nos
avergoncemos de las auténticas cicatrices sin cicatrizar, que
despilfarremos nuestros recursos, que nos sintamos poderosos porque los
indiferentes y traidores de 1982 hoy son convenientemente amigos, está
en tremendo error. La sangre de MALVINAS aún está fresca y bulle en el
corazón de los argentinos de bien, de los cuales formo parte, y no le
permito su ofensa…
¡¡¡AL GRAN PUEBLO ARGENTINO, SALUD!!!
RESPETUOSAMENTE,
María Delicia Rearte de Giachino
DNI 1605228
Mendoza, 29 de enero de 2012
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