En su reflexión semanal en el
programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV), Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, reflexionó sobre el sentido de
“las verdaderas vacaciones” comentando que “se pueden hacer muchas cosas sanas,
divertidas y, sobre todo, se puede descansar en vacaciones, que ese tendría que
ser el objetivo principal. Hay mucha gente que vuelve de las vacaciones más
cansada que cuando se fue”.
Explicó que “la cuestión de las
vacaciones no necesariamente hay que identificarla con el turismo” y destacó
que entre las cosas que se pueden hacer, también es posible “apuntar a lo
espiritual de la propia vida” pues “a veces estamos tan absorbidos por el
vértigo de la exigencia cotidiana durante el año que no tenemos tiempo como
para respirar espiritualmente, para visitar amigos que hace mucho tiempo que no
vemos, para entregarnos a algunos de los hobbys o de las cosas que nos recrean
y que nos resultan gratas. Hay tantas cosas que se podrían imaginar”.
Además comentó que ahora “hay
muchos feriados durante el año, aunque lamentablemente ya hace muchas décadas
se suprimieron algunos feriados religiosos que eran muy significativos para el
pueblo argentino” y, en su lugar, se han impuesto “distintos feriados nuevos de
carácter civil. Pero ahora también con esta costumbre de trasladarlos hace que
la conmemoración en el fondo queda evaporada, porque la conmemoración se hace
rápidamente para poder tener ese día ¡libre!”.
El prelado aclaró que entraría
“en la discusión acerca de si esto está bien o no” aunque ha notado que “en
realidad no es tanta la gente que se traslada con estos feriados largos un poco
un poco artificiales. La última vez decían 800.000 personas lo que sería el 2%
de la población. Por tanto la inmensa mayoría se queda en su casa y simplemente
sin hacer nada descansa”.
Reconoció que es “es un gran
incentivo a la actividad turística pero ya he visto las protestas de otros
sectores de la producción y de servicios porque ellos se ven menoscabados. Ante
esta cuestión tienen que cerrar sus negocios, las distintas oficinas y demás”.
Luego dijo que “todo esto es muy
discutible” y que cree que “lo que tendríamos que pensar, detenidamente, es el
efecto en lo que hay que llamar la cultura del trabajo, necesaria para que una
sociedad progrese, crezca verdaderamente, alcance un nivel de desarrollo
integral”.
Por último Mons. Héctor Aguer dijo que espera que
estando “tan aferrados al feriado, al feriado largo, a la vacación, nos vayamos
olvidando de que la vacación verdadera, la vacación larga, es la del Cielo. Sí,
así tal cual, es la del Cielo y acá en la Tierra hay que trabajar y sobre todo
hay que trabajar si uno quiere progresar, si uno quiere contribuir efectivamente
al bien común”.
“Estas cosas son un poco
delicadas porque, en realidad, nuestra profunda vacación es el descanso. Digo
el descanso de la vida eterna pero al descanso de la vida eterna llegamos
gracias al trabajo meritorio que hacemos aquí todos los días”, culminó.
Adjuntamos el texto completo de
la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
“El período de vacaciones ya se
aproxima a su fin. Muchas personas habrán ido a los lugares clásicos de
veraneo, otras todavía lo harán en marzo y muchos se habrán quedado en su casa,
en su pueblo, en su ciudad. La cuestión de las vacaciones no necesariamente hay
que identificarla con el turismo”.
“Se pueden hacer muchas cosas
sanas, divertidas y, sobre todo, se puede descansar en vacaciones que ese
tendría que ser el objetivo principal. Hay mucha gente que vuelve de las
vacaciones más cansada que cuando se fue”.
“¿Qué cosas se pueden hacer? Un
poco apuntar a lo espiritual de la propia vida. A veces estamos tan absorbidos
por el vértigo de la exigencia cotidiana durante el año que no tenemos tiempo
como para respirar espiritualmente, para visitar amigos que hace mucho tiempo
que no vemos, para entregarnos a algunos de los hobbys o de las cosas que nos
recrean y que nos resultan gratas. Hay tantas cosas que se podrían imaginar”.
“Nosotros en la Argentina, y en
el mundo ocurre más o menos lo mismo, tenemos también las vacaciones de
invierno, que son un receso escolar pero
de suyo tiende a extenderse, un poco a federalizarse, se crea una especie de
ánimo generado de vacación”.
“Y después hay muchos feriados
durante el año, aunque lamentablemente ya hace muchas décadas se suprimieron
algunos feriados religiosos que eran muy significativos para el pueblo
argentino; por ejemplo el 15 de Agosto que es la Fiesta de la Asunción de la
Virgen que era llamado clásicamente el Día de Santa María, que es la fiesta por
excelencia de la Virgen Santísima. Otro es el 6 de Enero que es la Fiesta de la
Epifanía del Señor o de los Reyes Magos. Los Reyes han sido eliminados ya por
Papá Noel”.
“También el 1° y el 2 de
Noviembre que son la Solemnidad de los Santos y la Conmemoración de los Fieles
Difuntos que eran días de reflexión y de visita al cementerio, de recordación
de nuestros muertos y demás”.
“En su lugar se han impuesto, con
el tiempo, distintos feriados nuevos de carácter civil. Pero ahora también con
esta costumbre de trasladarlos hace que la conmemoración en el fondo queda
evaporada, porque la conmemoración se hace rápidamente para poder tener ese día
¡libre!. Se han inventado también los llamados feriados “puente” o sea que
tenemos pequeños ciclos de vacaciones a lo largo del año”.
“Yo no voy a entrar en la
discusión acerca de si esto está bien o no. He notado que en realidad no es
tanta la gente que se traslada con estos feriados largos un poco un poco
artificiales. La última vez decían 800.000 personas lo que sería el 2% de la
población. Por tanto la inmensa mayoría se queda en su casa y simplemente sin
hacer nada descansa”.
“Además, claro, esto es un gran
incentivo a la actividad turística pero ya he visto las protestas de otros
sectores de la producción y de servicios porque ellos se ven menoscabados. Ante
esta cuestión tienen que cerrar sus negocios, las distintas oficinas y demás”.
“Por eso todo esto es muy
discutible. Yo creo que lo que tendríamos que pensar, detenidamente, es el
efecto en lo que hay que llamar la cultura del trabajo, necesaria para que una
sociedad progrese, crezca verdaderamente, alcance un nivel de desarrollo integral”.
“No sea cosa que tan aferrados al
feriado, al feriado largo, a la vacación, nos vayamos olvidando de que la
vacación verdadera, la vacación larga, es la del Cielo. Sí, así tal cual, es la
del Cielo y acá en la Tierra hay que trabajar y sobre todo hay que trabajar si
uno quiere progresar, si uno quiere contribuir efectivamente al bien común”.
“Estas cosas son un poco
delicadas porque, en realidad, nuestra profunda vacación es el descanso. Digo
el descanso de la vida eterna pero al descanso de la vida eterna llegamos
gracias al trabajo meritorio que hacemos aquí todos los días”.
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