En la foto: Al pie del avión. La Torre es director de la Escuela de Aviación y está también a cargo de la Guarnición Aérea Córdoba (José Gabriel Hernández/LaVoz).
DIRECTOR ESCUELA AVIACIÓN MILITAR
Realmente es raro ver a esta
altura de nuestras vidas, a un señor BRIGADIER como Director de la Escuela de
AVIACIÓN MILITAR Eduardo de la Torre
delante de un avión Tucano en un diario como La Voz del Interior.
Les ruego tomen esta nota como la
de un viejo aviador retirado y permítanme expresar que la actividad del señor
BRIGADIER con todo el mundo, civiles y militares es espectacular, puesto que ha
logrado con sus actitudes y bonanzas que la gente civil vuelva a llenar nuestro
querido Instituto, puede haber alguna
crítica, pero si puedo decir que es un gran Director, un gran piloto héroe de
Malvinas y… Sabe escuchar a la gente.
Al señor Brigadier como
viejo aviador e instructor de la escuela,
lo felicito y le deseo el mejor de los éxitos en sus funciones, usted enaltece
a la Fuerza Aérea Argentina.
AJ. SESIN
Aviador Militar. F.A.A
"NUNCA SE REPUSO EL MATERIAL PERDIDO EN MALVINAS"
El jefe militar Eduardo La Torre
admite que hay restricciones presupuestarias, pero que ello no altera la
instrucción de vuelo de los alféreces aspirantes a piloto.
El director de la Escuela de Aviación Militar, brigadier Eduardo La Torre, admitió que desde la
Guerra de Malvinas, en 1982, la Fuerza Aérea nunca recuperó la capacidad
operativa, aunque afirmó que en la actualidad, y pese a las carencias
económicas, se brinda normalmente la instrucción a los alféreces que optan por
la carrera de piloto.
Resguardando
datos sensibles en materia de cantidad de material disponible para la aviación
militar, La Torre sostuvo que la Escuela de Aviación hoy tiene capacidad para
muchas más actividades, pero los “lineamientos” que baja el Ministerio de
Defensa obligan a cumplir una retracción.
El
jefe militar mantuvo una entrevista con La Voz del Interior en coincidencia con
el año del centenario de la Escuela de Aviación y con una fecha emblemática: el
1° de mayo se cumplen 30 años del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea
Argentina en la contienda bélica con Gran Bretaña.
–En Malvinas perdieron 100 aviones. ¿Cuántos aviones
representa esa cifra del total de la flota?
–Fue
un golpe muy duro.
No puedo pasar
muchos datos por lo sensible que es la información. Fue un número importante.
–¿Y cuánto se recuperó desde entonces?
–De
la recuperación de ese número importante, todavía no alcanza las necesidades
operacionales que la Fuerza realmente tiene. Por una cuestión estratégica no le
puedo dar datos, pero sí, ese centenar lo doy porque fue un valor muy conocido
por todo el mundo. Hubo no sólo pérdida de material; cuando uno vuela un avión
en condición de combate lo vuela más allá de los límites operacionales ideales
y ese esfuerzo de la máquina con el tiempo se paga. El avión se resiente y trae
también sus complicaciones. Ustedes saquen sus propias conclusiones: si no hubo
una reposición de aquel material que se perdió
y lo poco que hemos podido
aggiornar ha sido sobre
la base de aviones ya usados, imagínese cuál es la situación.
–Se dice que la Escuela de Aviación no puede adiestrar a
sus pilotos por falta de material de vuelo. ¿Qué opina?
–De
una manera equivocada, la nota periodística decía que los pilotos se
encontraban haciendo cualquier otra actividad, como un curso de inglés, porque
no había qué volar. Debo decirle que el curso de inglés para un aviador es
obligatorio; le va a permitir desempeñarse en los escenarios nacionales e
internacionales.
–¿Y la parte material del adiestramiento?
–Por
el efecto pos Malvinas, el material ha ido envejeciendo y no hubo puertas
abiertas en el mercado internacional. Quizás por otras prioridades en el país,
como en las áreas de salud, educación, seguridad, se relegó la reposición del
material a otros proyectos, como tomar el Pampa y modernizarlo. Era lo que el
país podía hacer en su momento. En lo que hace al material de vuelo de la
Escuela de Aviación Militar, nos encontramos en un proceso de renovación y remodelación.
El viejo Mentor está en un estudio de factibilidad para ver cuánto más puede
seguir volando; pero la buena nueva es que de la mano de Fadea (Fábrica
Argentina de Aviones) nace la esperanza de un avión entrenador que sea capaz de
reemplazar al Mentor. Hoy es una realidad y se llama IA-73 que ha presentado
Fadea en sociedad.
–¿Está garantizada la preparación de los aspirantes a
piloto?
–Está
garantizada no sólo en las habilidades necesarias para ser aviador militar,
sino además para definir la especialidad
que va a seguir: piloto de helicóptero, piloto de caza o piloto de
transporte. Los aviones de adiestramiento están volando.
–Se dice que los aviadores militares terminan en la aviación
comercial civil por razones económicas. ¿Es así?
–Es
un hecho consumado. Medible hasta económicamente para el país por lo que
representan esas pérdidas. Las llamamos pérdidas, pero son éxodos. Esos éxodos
tienen sus orígenes en diferentes motivos, algunos vocacionales. De pronto el
hombre se queda con sus expectativas truncas porque no ve proyección, no ve
material nuevo para poder aggiornarse a sus pares de otros países, no ve
incentivos desde el punto de vista económico, y eso genera crisis en el ser
humano. Algunos dudan y se van y otros, como el caso mío, más aún después de la
experiencia de la Guerra, que comprendemos el “para qué” de manera cabal, nos
mantenemos firmes, incólumes.
–Éticamente lo veo mal;
pero es un fenómeno mundial.
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