Por Silvio H. Coppola
Hace
poco más de un par de años, se repetía por la prensa argentina, que la película
filmada en el país “El
secreto de sus ojos”, con la participación estelar del actor Ricardo Darín, podía merecer
importantes premios en el certamen anual de Hollywood. Lo que así sucedió,
cumplimentándose la expectativa pública, permanentemente incentivada antes del
suceso. Desde luego que me llamó la atención, que se pudiera saber tanto antes
de los premios, sea cual sea la calidad de la película, porque es muy raro y
excepcional, que en Estados Unidos se premie a películas de otros países y
mucho menos de países de los que integran el tercer mundo. Y me quedó la
intriga de saber el porqué, ya que según comentarios, la trama sucedía en el
ámbito de tribunales de justicia argentinos, donde supuestamente un par de
abogados y empleados de la misma, luchaba paradójicamente, para que se hiciera
justicia. Todo esto al margen de la calidad mayor o menor de la película o si
se quiere excepcional. Y me hice a la idea de que tendría que haber un porqué
al margen de esto último. Un porqué que hiciera de la película algo más que una
trama de interés policial, sino que debería tratarse de otra cosa. Por ejemplo
una película de marcado contenido político.
Por eso en
la noche del sábado 1ro.del cte, cuando pasaron por televisión la referida
película, me dispuse a verla, para saber si podía o no estar en lo correcto (piensa mal y
acertarás). No me equivoqué. Se trataba indudablemente de atacar casi y sin el
casi subliminalmente, al último gobierno peronista antes del golpe de estado de
1976 y principalmente en la cabeza de Isabel Perón. Y aquí me pregunto, si
entre nosotros varias personas que la vieron no la entendieron, qué podría
esperarse de extranjeros y mucho menos de extranjeros que la premiaron. Así, muestra la trama que producido un
asesinato alevoso de una mujer casada en la ciudad de Buenos Aires, interviene
la justicia local, donde en uno de sus juzgados penales, recae la respectiva
causa. En una de las secretarias del mismo, trabaja como primer oficial o algo
por el estilo, Benjamín (Darín), quien mantiene relaciones de simpatía con la
secretaria. Lo que no sucede con el otro secretario, el que a fin de resolver
el crimen cuanto antes, detiene a dos albañiles, a los que siendo inocentes, se
les quiere achacar el delito. A lo que se opone Benjamín, logrando la
liberación de los mismos y el traslado a un lugar no determinado del otro
secretario. Benjamín piensa, como el viudo de la asesinada, que el culpable del
crimen no es otro que un antiguo condiscípulo de la misma en la ciudad pampeana
de Chivilcoy, quien aparece en una fotografía de entonces de un grupo colegial,
mirando torvamente a la misma. Eso da nombre a la película. Siguiendo con el
relato, Benjamín y el viudo, están convencidos de que el asesino es el de la
foto (un tal Gómez) y lo buscan por toda la ciudad de Buenos Ares e incluso investigan
en Chivilcoy, llegando a infringir la ley, buscando pruebas para que se haga
justicia. Finalmente lo apresan y con argucias sicológicas, logran hacerlo
confesar. Por lo que es evidentemente condenado, aunque la película en esos
momentos se queda con la confesión y el espectador debe suponer esto y muchas
cosas más, que se van entrelazando en la trama. Lo mismo que relaciones de
tiempo y espacio, que hacen más difusa la historia.
Y ahora
viene el tema, del porqué del carácter digamos político, de la película. El
crimen, como se muestra de entrada, sucede a finales de julio de 1974, es decir
a pocos días de la muerte
de Perón y estando en la presidencia Isabel. Entonces es cuando Benjamín y la
secretaria entre los cuales hay una especie de amor platónico, descubren en un
noticiero de televisión, la figura de la presidente Isabel, teniendo detrás de
ella como custodia, nada menos que al asesino Gómez. Y se preguntan ¿no es que
está condenado y cumpliendo su condena? Van entonces a ver al otrora secretario
defenestrado por sus irregularidades, que ahora ocupa un puesto importante en
la justicia, para que se haga cargo de la situación y explique el porqué Gómez
está aparentemente liberado y nada menos que como custodia de la presidente. Este
asegura que era necesario dada la situación política de entonces, tener gente
decidida que esté dispuesta a jugarse y por eso lo han liberado, para actuar en
una especie de defensa del gobierno. Desairados se van, no sin antes que se les
aparezca como de casualidad Gómez, haciendo ostentación de armas. Aquí caben
varias acotaciones respecto a la película: 1) Hacen
aparecer a Isabel como una especie de gángster, que necesita de pistoleros para
su protección. 2) Estos gozan de impunidad, son sacados de las cárceles y no
dudan de matar, amparados por funcionarios judiciales, de la peor calaña. 3) La
fecha de la supuesta aparición televisiva de Isabel, deberá fijarse a fines de
1974 o 1975. Y aquí acoto, que si la situación la hubieran presentado a fines
de 1973 o principios de 1974, en
el mismo caso lo hubieran podido poner a Perón. Creo que no se animaron, porque
ya les habían advertido varios sindicalistas por situaciones parecidas: Con Perón no se metan. 4) Pienso que ningún
extranjero podrá haber captado todo esto, que comienza con el rostro de la
desconocida Isabel y mucho
menos nuestros jóvenes. Así queda el gobierno peronista de entonces, en su
momento jaqueado por la subversión y los militares, no obstante haber sido
elegido por más del 60% de los votos de la ciudadanía, como delictual, frente a
aquellos, abogados o no, que bregan a riesgo propio por una justicia efectiva
(en el caso, Benjamín y sus amigos). Al respecto no pueden ser engañados como
los jóvenes y los extranjeros, los contemporáneos que vivieron esa época, salvo
que quieran dejarse engañar.
Continúa la
película y Benjamín se escapa de la ciudad, porque piensa que va a ser
asesinado como lo fue antes su compañero de trabajo y de investigaciones,
ametrallado por los pistoleros que supuestamente envió el otro exsecretario y
así desaparece por varios años de Buenos Aires. Ya veinte años después y de
vuelta, se preocupa para saber cómo terminó el caso Morales o sea el asesinato
de la bella mujer. Y lo logra ubicando al marido, que vive tranquilamente y
solo en el campo, recordando lo pasado y queriendo olvidar. Presionado por
Benjamín le confiesa que al
fin ubicó a Gómez y que lo mató como venganza. Y eso es todo y la secretaria ya
casada y Benjamín, continúan aparentemente con su amor platónico, no desechando
la amistad.
¿Qué pudo
haber entendido de todo esto y el porqué se hacía, el tribunal que otorgó los
premios?. Si se hubiera ensalzado en la película la figura de Perón, con la
misma calidad que tuvo o no tuvo la misma, nunca seguramente en Estados Unidos
hubiera sido premiada. Pero se toca la figura patética de Isabel Perón y de los
últimos años del peronismo en el poder en
la década del setenta, presentando así todo como una especie de dictadura para la cual no
había defensas y subliminalmente queda ensalzada de esta manera la subversión
elitista de entonces. Eso al margen de la calidad de la película, puede
explicar muchas de estas cuestiones que al público en general, le penetran por
las grietas del cerebro. Y aún más, si se puede pensar mal –o no tan mal-que
desde Buenos Aires seguramente habrán corrido muchos millones de dólares para
que así sea.
LA PLATA,
septiembre 2 de 2012.
SILVIO H.
COPPOLA
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