El
domingo 7 de octubre, comenzó la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo
Mundial de los Obispos que aborda el tema “La Nueva Evangelización para la
transmisión de la fe cristiana”.
Desde
el año 2009 se pensó este tema y se le propuso al Santo Padre que está
presidiendo la mayoría de las largas sesiones diarias donde los Padres
Sinodales tienen 5 minutos de exposición individual y luego, en las últimas
jornadas, trabajan en grupos para elaborar las propuestas que elevaran al
Pontífice
El
pensamiento del Santo Padre es que el Sínodo renueve la riqueza del Concilio
(iniciado el 11 de octubre de 1962) y del Catecismo de la Iglesia Católica
(promulgado en 1992); quizá también una evaluación de la puesta en práctica del
Concilio, retomar los grandes temas de las constituciones conciliares buscando
nuevos modos de anuncio y enseñanza para una mayor excelencia de la acción
evangelizadora.
Síntesis
de la intervención de Mons.
Héctor Aguer
El
Arzobispo de La Plata y Gran Canciller de la UCALP, Mons. Héctor Aguer –que fue uno de los 36 Padres Sinodales nombrado por Benedicto XVI- expuso sus 5 minutos,
tiempo asignado a cada uno de los Padres Sinodales para sus intervenciones, y
la síntesis difundida por la Sala Stampa de la santa Sede es la siguiente:
“Entre
las causas de la situación actual de la fe hay que considerar los errores
teológicos y filosóficos que circulan en los centros académicos, seminarios y
noviciados y que se divulgan mediante la predicación y la catequesis para
confusión del pueblo de Dios. La nueva evangelización requiere superar esos
defectos que debilitan la certeza de la fe; para ello, hay que cuidar que la
formación de los agentes pastorales se ajuste al magisterio de la Iglesia”.
“Ante
la emergencia de la cuestión antropológica, importa destacar la mediación de la
filosofía, de una consideración metafísica de la persona que recoja y
trascienda los válidos aportes científicos. Desde allí, por vía de
participación, se abre el acceso al fundamento absoluto, a Dios. En el
pensamiento cristiano se armonizan teocentrismo y centralidad del hombre, como
alternativa al antropocentrismo radical que proponen algunas corrientes
contemporáneas”.
“Se
hace necesario desarrollar una nueva apologética, un discurso en favor de la fe
cristiana, tanto de nivel académico cuanto catequístico-popular, que sea un
itinerario propuesto a la inteligencia y al corazón de los hombres y las
mujeres de hoy”
Hasta
aquí las precisiones formuladas por Mons.
Héctor Aguer en la sala Sinodal donde, dada la importancia de su
designación, está ubicado en el Centro de la Sala de Sesiones del Sínodo, en la
segunda fila, justo frente al lugar que habitualmente ocupa el Papa Benedicto XVI.
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