Una delegación de representantes de la lechería entrerriana viajó a Brasil para conocer la experiencia que se desarrolla en el Estado de Paraná. Se trata de la aplicación de un sistema para determinación del precio de referencia de la leche, y la incidencia que tiene tal valor en toda la cadena láctea. Brasil implementó el sistema en el Conseleite (Consejo de productores e industriales lecheros).
Se trata de la aplicación del sistema de cálculo para determinar los precios, tanto de la producción como de la industrialización de la leche.
Por otra parte, lo primero que se debe determinar es qué calidad de leche se toma como “patrón” para determinar luego su costo. Los tenores graso y proteico, el contenido de células somáticas, la reductosa y la temperatura, entre otros aspectos, se deben establecer claramente, con registros de referencia en la leche patrón. Es decir, en base a parámetros de calidad química e higiénico-sanitaria. En tal aspecto, es el Control Lechero una herramienta fundamental en la labor.
El patrón lácteo
En Brasil, en la década de 1990 la situación es similar a la que Argentina desde hace décadas: actividades desreguladas con un permanente conflicto entre productores e industriales. Por eso, lo primero que se debe establecer es qué se entiende por leche, y por tanto cuál es la calidad de leche que es base de cálculos. La situación fue superada aplicando un precio de referencia de la leche
La aplicación del precio de referencia de la leche estándar, del patrón lácteo, logró previsibilidad en los precios y la posibilidad de calcular los costos en toda la cadena productiva e industrial, brindando además una calidad estable de los productos.
En el caso brasileño, la información sobre el precio de referencia es generada desde la Universidad Federal de Paraná, por un equipo técnico integrado por profesionales, ingenieros agrónomos, especialistas en economía, coordinando a estudiantes que trabajan directamente con productores e industriales.
Se trata de una labor que equilibra y fortalece a dos integrantes fundamentales de la cadena láctea: la producción y la industria, pero a la cual debe sumarse el factor del transporte y la comercialización, lo cual abarcaría el ciclo económico total de la lechería en la sociedad.
Definir el patrón lácteo en forma mensual mejora la transparencia de la cadena de económica, y optimiza la competitividad y el posicionamiento de los productos lácteos.
Por otra parte, es una base que colabora incluso a planificar la producción y el diseño de políticas de mediano y largo plazo.
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