Al cumplirse el centésimo vigésimo noveno aniversario de la creación de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Institución que tanto ha dado a la Patria, un Comisario Retirado ha solicitado la publicación de un saludo y recordatorio a los Camaradas en situación de Retiro y en actividad, que por haber recibido el llamado del Eterno supieron aceptar su destino aquí en la tierra y se sostienen en la Verdad; a esos Caballeros de Cristo, interpretando el espíritu que animara a los que han partido de la forma en que donosamente lo hayan hecho: sea en el frío del asfalto, sea en el barro, en el monte o la pradera, sea en la cárcel o en un lecho que nunca alcanzará para transmitir la razón del sacrificio. Vaya a esos valientes que aún están vivos estas estrofas que alguna vez supieron llenar las almas las aulas de amada y original instrucción Policial.
A ellos, VIVA CRISTO REY.
Cuando Patrulles la ciudad y sientas que es tu deber sagrado custodiarla;
Cuando veles por el sueño de los otros y creas en el apostolado de tu guardia;
Cuando el eco de tus pasos en la noche lleven tranquilidad y den confianza;,
Representando la paz en cada esquina bajo el sereno control de tu mirada;
Cuando el frío y el sol muerdan tu carne, sin que se mueva un solo músculo en tu cara;
Cuando el miedo penetre en tus entrañas y encuentres allí un altar de fe Cristiana…
Cuando tengas la humildad de los valientes para ordenar hacer lo que más cueste y losa hombres te sigan por ti mismo, aunque vayan incluso hacia la muerte;
Cuando impongas respeto y disciplina con tu sola presencia ante quien sea;
Cuando nadie juzgue tu conducta porque no das lugar para que puedan y el código de honor que guía tus pasos, marque el norte vital de tu existencia;
Cuando en cada amanecer mires el cielo agradecido a Dios poder decir ¡¡ PRESENTE !!
Cuando la lista de muertos día a día signifique para ti deudas pendientes y en el llanto de huérfanos y viudas encuentres para luchar un aliciente;
Cuando el surco caliente de una bala rompa el espejo negro del silencio;
Cuando aparezca un clavel ensangrentado en el pecho de tu compañero y eleves al Señor una plegaria , sin rencor, sin quejas ni lamentos;
Cuando debas tirar y tu disparo sea sin odio y a la vez certero;
Cuando aceptes morir en una calle teniendo por mortaja el firmamento y aspires a formar junto a los otros que hacen guardia en los luceros;
Cuando seas imparcial contigo mismo, sin creerte poseedor de las verdades;
Cuando puedas reprimir impulsos propios desechando egoísmo, envidia y vanidades logrando irradiar sin falsas poses esa hombría de bien con que se nace;
Cuando estés compenetrado totalmente de tu hermosa misión en esta tierra;
Cuando no te encandilen los honores, ni el poder se te suba a la cabeza y el dinero no pueda doblegarte, ni ponerle precio a tu decencia; entonces habrá llegado el día en que puedas gritarle al Universo: ¡¡ POR LA GRACIA DE DIOS, SOY POLICÍA !!
A ellos, VIVA CRISTO REY.
SEÑOR DE TI MISMO
Cuando Patrulles la ciudad y sientas que es tu deber sagrado custodiarla;
Cuando veles por el sueño de los otros y creas en el apostolado de tu guardia;
Cuando el eco de tus pasos en la noche lleven tranquilidad y den confianza;,
Representando la paz en cada esquina bajo el sereno control de tu mirada;
Cuando el frío y el sol muerdan tu carne, sin que se mueva un solo músculo en tu cara;
Cuando el miedo penetre en tus entrañas y encuentres allí un altar de fe Cristiana…
Cuando tengas la humildad de los valientes para ordenar hacer lo que más cueste y losa hombres te sigan por ti mismo, aunque vayan incluso hacia la muerte;
Cuando impongas respeto y disciplina con tu sola presencia ante quien sea;
Cuando nadie juzgue tu conducta porque no das lugar para que puedan y el código de honor que guía tus pasos, marque el norte vital de tu existencia;
Cuando en cada amanecer mires el cielo agradecido a Dios poder decir ¡¡ PRESENTE !!
Cuando la lista de muertos día a día signifique para ti deudas pendientes y en el llanto de huérfanos y viudas encuentres para luchar un aliciente;
Cuando el surco caliente de una bala rompa el espejo negro del silencio;
Cuando aparezca un clavel ensangrentado en el pecho de tu compañero y eleves al Señor una plegaria , sin rencor, sin quejas ni lamentos;
Cuando debas tirar y tu disparo sea sin odio y a la vez certero;
Cuando aceptes morir en una calle teniendo por mortaja el firmamento y aspires a formar junto a los otros que hacen guardia en los luceros;
Cuando seas imparcial contigo mismo, sin creerte poseedor de las verdades;
Cuando puedas reprimir impulsos propios desechando egoísmo, envidia y vanidades logrando irradiar sin falsas poses esa hombría de bien con que se nace;
Cuando estés compenetrado totalmente de tu hermosa misión en esta tierra;
Cuando no te encandilen los honores, ni el poder se te suba a la cabeza y el dinero no pueda doblegarte, ni ponerle precio a tu decencia; entonces habrá llegado el día en que puedas gritarle al Universo: ¡¡ POR LA GRACIA DE DIOS, SOY POLICÍA !!
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