A modo de balance del 2009
Por Alejandro Pérez Unzner
TRIGO: “Molido” en precios, y con incierto futuro
“La peor cosecha del siglo”, pero no de este siglo XXi que recién camina su primera décima parte sino del siglo considerando 100 años del 2010 hacia atrás. Una catástrofe para el otrora “granero del mundo”, aquél que ilusionara a varios en el Centenario, en 1910. Unos 2,5 mill./ha de siembra, con seca en el momento de decidir la implantación, pero una trilla más que demorada por las intensas lluvias a destiempo, con rindes que no gustan y una perspectiva de producción poco estimulante, a decir verdad. Igual, al menos no se dio tan fuertemente como en los dos años anteriores “ola” helada tan tenida, esa de mitad de noviembre…
Para Navidad (y su semana posterior), deberíamos estar hablando del final de otra cosecha triguera, pero el atraso está y se piensa que recién en 15 días habrá un panorama claro de con cuánto trigo se cuenta, finalmente. Dicen los que andan en plena campaña que resta ingresar a plaza nada menos que 4 mill./t del cereal. Un cereal que viene sin tener precios desde hace tiempo, que no presenta compradores definidos a la vista
Los exportadores salieron al cruce del descontento reinante en gran parte de la cadena comercial triguera (acusados de no contribuir a que hubiera precio real). Y los molineros “hacen la plancha”, cazando en el zoológico, pues el gobierno (el otro primer actor de este melodrama en varios actos, aunque no se sabe en cuántos, exactamente) les juega en parte a favor, dejándolos como casi únicos actores de un mercado desvirtuado desde hace tres años.
Eso sí, el trigo (como la soja) también tiene su paradoja; cuando la administración se empezó a meter en el mercado defendía el tope de $ 360/t para, justamente, defender la “sagrada” mesa de los argentinos. Resulta que ahora estamos al revés, o sea a 630. Decir que se va a comprar una millonada de trigo para garantizar el sostén de su cotización cuando no se paga ni el monto de las compensaciones que se han legalmente establecido, suena a utopía. O a fracaso, como el de (otra más) una nueva cosecha en la franja oeste del cultivo, que sufre un tiempo como el de los peores períodos del siglo XX, con voladura de suelos, seca feroz, ausencia de horizontes benignos…
En este contexto, con Brasil buscando cada año producir más para, alguna vez, decirle a la Argentina que la quiere mucho pero que ya no necesita de su antes preciado grano dorado, ojalá surjan alternativas como para evitar que, si hay precio concreto, éste se caiga por una oferta ávida de liquidez y de esperanzas.
GIRASOL: Buscando despegar en plena tormenta
El rubro girasol transitó un año bastante complicado, con sus habituales características en cuanto al mercado interno, es decir, un oligopsonio sin mayores cambios, escasísima operatoria en el Término y las cuestiones normales de almacenaje y demás aspectos post-cosecha. Si sumamos la fuerte seca que afectó hasta entrada la primavera a gran parte de su región de cultivo, seguida de lluvias excesivas que arruinaron varios planes de siembra, se ve que el panorama no fue del todo deseable.
En materia de precios, estamos hablando de $ 900 y 250 dólares, disponible y adelantado a cosecha, respectivamente. Nada mal, dadas las circunstancias, Aunque, lógicamente, esto es girasol y hay que saber buscarle la vuelta a la logística y la comercialización. A buen entendedor…
El fin de año encuentra al cultivo sembrado en apenas 1.260.000 ha, aproximadamente, con chance de pérdida de lotes por las citadas intensas lluvias últimamente. Dicha área se ubica entre las más bajas del último cuarto de siglo, mostrando el desaliento imperante entre los productores de este oleaginoso.
Lo que debe destacarse es que, siendo el del girasol un mercado relativamente pequeño a nivel mundial, la Argentina (contra todo y todos) sigue siendo uno de los cuatro jugadores de mayor peso, junto con el bloque “norteño” (Unión Europea, Rusia y Ucrania). Ante la reducción dada en la cosecha de dicho bloque, los ojos del mercado se posan ahora en nuestra área, en nuestro cultivo y en nuestra potencial oferta. Es tiempo del hemisferio Sur, al menos hasta el otoño que viene, y Rotterdam y las demás plazas en mayor o menor medida referentes lo saben.
El mercado internacional de grasas y aceites no es ajeno a los efectos negativos que la crisis económico-financiera ha traído en general, pero tampoco soslaya el hecho de que los grandes países consumidores, tanto de Norteamérica como de Europa o Asia, se han reacomodado en sus cuentas y hábitos, que el frío invierno boreal “apreta” y que la demanda no puede dejar de ser considerada en análisis como éstos, porque siempre, a la larga o a la corta, surge y decide buena parte de los números de ese sufrido productor argentino que, pese a todo, sigue apostando al noble girasol aunque las noticias le jueguen en contra.
MAÍZ: Embretado, no afloja ni ante la adversidad
Cada año, a miles de productores (y atención, que este año habrá más de 1.100 menos haciendo maíz, si comparamos con 2008/9) les pasa por la cabeza la disyuntiva de “el arte de cultivar maíz o la realidad del número sojero”. Es una cruda faceta de las circunstancias, pero la inversión que viene demandando cultivar maíz aumenta año tras año, la semilla está más que cara, etc., etc., No obstante, al suelo hay que cuidarlo y las rotaciones deben ser respetadas donde sea factible. Y, al fin y al cabo, el forrajero da satisfacciones, aunque no parezca. Pese a los desaciertos de ciertos funcionarios…
El área que se estima terminará cultivándose para destino comercial (grano) estará cerca de 1,95 mill./ha. Las recientes precipitaciones han demorado algunas intenciones de siembra, en la décima parte final de esta labor. Es un hecho que “El Niño” que arribó después de mitad de este “año de la gripe porcina” (un factor que pareció iba a impactar en los mercados pero que, al final, terminó siendo de relativamente poca importancia, al menos contra otros de la coyuntura) perturbó más de un cálculo productivo, tanto como que “las lluvias hacen granos”, según el viejo dicho estadounidense. De manera que, si bien con atraso en el ritmo, la implantación del maíz continúa, al mismo tierpo que finaliza la trilla en EE.UU., una cosecha “de podio”, récord, impresionante, superior a los 300 millones de toneladas y que, a priori, nos hacía hablar de chatura en los precios, pero…
…Estamos cerca de 500 pesos y de 125 u$s/t, en maíz viejo y nuevo, y Chicago no ha bajado lo que muchos esperaban. Evidentemente, los diversos componentes de la demanda están vivos y coleando, Argentina pierde por vez primera su lugar como segundo exportador mundial a manos de Brasil (que encima vende maíz no transgénico) y el rubro no da para demasiado más en materia de incorporación de países vendedores.
La asociación representativa de la cadena hace lo que puede, las gestiones se multiplican aunque los interlocutores no escuchen, el consumo se va recuperando tras algún “parate”, los engordes en corral andan bastante complicados y la exportación hace las cosas a su manera. En suma, y pese a ciertos lineamientos oficiales que lo han “embretado” (y hay muchos que temen que termine como el trigo, sin precio cierto), el maíz siempre resurge.
SOJA: A pesar de todo, ¨firme en la brecha”
Indudablemente, el complejo más afectado por la política gubernamental de cobro de derechos de exportación, debido a que el destino del poroto y sus derivados (harinas proteicas en sus diversas formas y, como colateral, aceite) es mayormente el mercado internacional.
Los coletazos de la crisis global influyeron en el desarrollo de la operatoria sojera anual, pero entendemos que localmente más lo hizo el clima creado a partir del conflicto gobierno-campo de 2008, que lejos estuvo de terminar de resolverse.
La paradoja de la soja es que, dadas las desacertadas medidas que la administración nacional toma con respecto a rubros como el trigo o el maíz, y estando el girasol supeditado a variables ambientales y hasta diríamos anímicas en cuanto a su decisión de siembra, se trata de un rubro que, a pesar de todos los errores, no cesa de crecer. Solamente la caída de rindes, producto de la sequía, por ejemplo, hace que no se vean traducidos en millones de toneladas los miles y miles de hectáreas que cada año se suman a su cultivo.
Tras una sensible reducción productiva en 2008/9, que llevó a achicar estimaciones a cada momento, aun a partir de una superficie importante bajo cultivo y por causa de la sequía imperante en más de la mitad del presente año, ahora la tendencia de siembra no varió (el área, como es sabido, viene creciendo constantemente hace años en nuestro país). Rehecho, se está entre 18 y 19 mill./ha, según la fuente, y prácticamente el 90% de la intención se ha ya implantadas, gracias sobre todo a la humedad acumulada después de las lluvias de una primavera que costará olvidar.
Con respecto a los precios, desde lo externo hacia nuestro mercado, la acción de los fondos especuladores, sumada a una demanda física (caso, de China), ha venido impidiendo que se produjeran caídas lógicas, dada la magnitud de la cosecha estadounidense y lo que se espera de la del Mercosur en 2010. Es así que en los últimos tres meses, contra varios pronósticos, anduvimos orillando los $ 1.000 por t. disponible y los 240 u$s/t a cosecha, cuando casi todo hacía prever que el poroto estará a $ 900 o menos a 200 dólares. Además, el productor argentino supo financiarse a través de la soja vieja, ante la escasez de alternativas, compensando menor oferta 2008/9 con aportes de mercadería, para evitar mayores caídas en la industrialización.
Por Alejandro Pérez Unzner
TRIGO: “Molido” en precios, y con incierto futuro
“La peor cosecha del siglo”, pero no de este siglo XXi que recién camina su primera décima parte sino del siglo considerando 100 años del 2010 hacia atrás. Una catástrofe para el otrora “granero del mundo”, aquél que ilusionara a varios en el Centenario, en 1910. Unos 2,5 mill./ha de siembra, con seca en el momento de decidir la implantación, pero una trilla más que demorada por las intensas lluvias a destiempo, con rindes que no gustan y una perspectiva de producción poco estimulante, a decir verdad. Igual, al menos no se dio tan fuertemente como en los dos años anteriores “ola” helada tan tenida, esa de mitad de noviembre…
Para Navidad (y su semana posterior), deberíamos estar hablando del final de otra cosecha triguera, pero el atraso está y se piensa que recién en 15 días habrá un panorama claro de con cuánto trigo se cuenta, finalmente. Dicen los que andan en plena campaña que resta ingresar a plaza nada menos que 4 mill./t del cereal. Un cereal que viene sin tener precios desde hace tiempo, que no presenta compradores definidos a la vista
Los exportadores salieron al cruce del descontento reinante en gran parte de la cadena comercial triguera (acusados de no contribuir a que hubiera precio real). Y los molineros “hacen la plancha”, cazando en el zoológico, pues el gobierno (el otro primer actor de este melodrama en varios actos, aunque no se sabe en cuántos, exactamente) les juega en parte a favor, dejándolos como casi únicos actores de un mercado desvirtuado desde hace tres años.
Eso sí, el trigo (como la soja) también tiene su paradoja; cuando la administración se empezó a meter en el mercado defendía el tope de $ 360/t para, justamente, defender la “sagrada” mesa de los argentinos. Resulta que ahora estamos al revés, o sea a 630. Decir que se va a comprar una millonada de trigo para garantizar el sostén de su cotización cuando no se paga ni el monto de las compensaciones que se han legalmente establecido, suena a utopía. O a fracaso, como el de (otra más) una nueva cosecha en la franja oeste del cultivo, que sufre un tiempo como el de los peores períodos del siglo XX, con voladura de suelos, seca feroz, ausencia de horizontes benignos…
En este contexto, con Brasil buscando cada año producir más para, alguna vez, decirle a la Argentina que la quiere mucho pero que ya no necesita de su antes preciado grano dorado, ojalá surjan alternativas como para evitar que, si hay precio concreto, éste se caiga por una oferta ávida de liquidez y de esperanzas.
GIRASOL: Buscando despegar en plena tormenta
El rubro girasol transitó un año bastante complicado, con sus habituales características en cuanto al mercado interno, es decir, un oligopsonio sin mayores cambios, escasísima operatoria en el Término y las cuestiones normales de almacenaje y demás aspectos post-cosecha. Si sumamos la fuerte seca que afectó hasta entrada la primavera a gran parte de su región de cultivo, seguida de lluvias excesivas que arruinaron varios planes de siembra, se ve que el panorama no fue del todo deseable.
En materia de precios, estamos hablando de $ 900 y 250 dólares, disponible y adelantado a cosecha, respectivamente. Nada mal, dadas las circunstancias, Aunque, lógicamente, esto es girasol y hay que saber buscarle la vuelta a la logística y la comercialización. A buen entendedor…
El fin de año encuentra al cultivo sembrado en apenas 1.260.000 ha, aproximadamente, con chance de pérdida de lotes por las citadas intensas lluvias últimamente. Dicha área se ubica entre las más bajas del último cuarto de siglo, mostrando el desaliento imperante entre los productores de este oleaginoso.
Lo que debe destacarse es que, siendo el del girasol un mercado relativamente pequeño a nivel mundial, la Argentina (contra todo y todos) sigue siendo uno de los cuatro jugadores de mayor peso, junto con el bloque “norteño” (Unión Europea, Rusia y Ucrania). Ante la reducción dada en la cosecha de dicho bloque, los ojos del mercado se posan ahora en nuestra área, en nuestro cultivo y en nuestra potencial oferta. Es tiempo del hemisferio Sur, al menos hasta el otoño que viene, y Rotterdam y las demás plazas en mayor o menor medida referentes lo saben.
El mercado internacional de grasas y aceites no es ajeno a los efectos negativos que la crisis económico-financiera ha traído en general, pero tampoco soslaya el hecho de que los grandes países consumidores, tanto de Norteamérica como de Europa o Asia, se han reacomodado en sus cuentas y hábitos, que el frío invierno boreal “apreta” y que la demanda no puede dejar de ser considerada en análisis como éstos, porque siempre, a la larga o a la corta, surge y decide buena parte de los números de ese sufrido productor argentino que, pese a todo, sigue apostando al noble girasol aunque las noticias le jueguen en contra.
MAÍZ: Embretado, no afloja ni ante la adversidad
Cada año, a miles de productores (y atención, que este año habrá más de 1.100 menos haciendo maíz, si comparamos con 2008/9) les pasa por la cabeza la disyuntiva de “el arte de cultivar maíz o la realidad del número sojero”. Es una cruda faceta de las circunstancias, pero la inversión que viene demandando cultivar maíz aumenta año tras año, la semilla está más que cara, etc., etc., No obstante, al suelo hay que cuidarlo y las rotaciones deben ser respetadas donde sea factible. Y, al fin y al cabo, el forrajero da satisfacciones, aunque no parezca. Pese a los desaciertos de ciertos funcionarios…
El área que se estima terminará cultivándose para destino comercial (grano) estará cerca de 1,95 mill./ha. Las recientes precipitaciones han demorado algunas intenciones de siembra, en la décima parte final de esta labor. Es un hecho que “El Niño” que arribó después de mitad de este “año de la gripe porcina” (un factor que pareció iba a impactar en los mercados pero que, al final, terminó siendo de relativamente poca importancia, al menos contra otros de la coyuntura) perturbó más de un cálculo productivo, tanto como que “las lluvias hacen granos”, según el viejo dicho estadounidense. De manera que, si bien con atraso en el ritmo, la implantación del maíz continúa, al mismo tierpo que finaliza la trilla en EE.UU., una cosecha “de podio”, récord, impresionante, superior a los 300 millones de toneladas y que, a priori, nos hacía hablar de chatura en los precios, pero…
…Estamos cerca de 500 pesos y de 125 u$s/t, en maíz viejo y nuevo, y Chicago no ha bajado lo que muchos esperaban. Evidentemente, los diversos componentes de la demanda están vivos y coleando, Argentina pierde por vez primera su lugar como segundo exportador mundial a manos de Brasil (que encima vende maíz no transgénico) y el rubro no da para demasiado más en materia de incorporación de países vendedores.
La asociación representativa de la cadena hace lo que puede, las gestiones se multiplican aunque los interlocutores no escuchen, el consumo se va recuperando tras algún “parate”, los engordes en corral andan bastante complicados y la exportación hace las cosas a su manera. En suma, y pese a ciertos lineamientos oficiales que lo han “embretado” (y hay muchos que temen que termine como el trigo, sin precio cierto), el maíz siempre resurge.
SOJA: A pesar de todo, ¨firme en la brecha”
Indudablemente, el complejo más afectado por la política gubernamental de cobro de derechos de exportación, debido a que el destino del poroto y sus derivados (harinas proteicas en sus diversas formas y, como colateral, aceite) es mayormente el mercado internacional.
Los coletazos de la crisis global influyeron en el desarrollo de la operatoria sojera anual, pero entendemos que localmente más lo hizo el clima creado a partir del conflicto gobierno-campo de 2008, que lejos estuvo de terminar de resolverse.
La paradoja de la soja es que, dadas las desacertadas medidas que la administración nacional toma con respecto a rubros como el trigo o el maíz, y estando el girasol supeditado a variables ambientales y hasta diríamos anímicas en cuanto a su decisión de siembra, se trata de un rubro que, a pesar de todos los errores, no cesa de crecer. Solamente la caída de rindes, producto de la sequía, por ejemplo, hace que no se vean traducidos en millones de toneladas los miles y miles de hectáreas que cada año se suman a su cultivo.
Tras una sensible reducción productiva en 2008/9, que llevó a achicar estimaciones a cada momento, aun a partir de una superficie importante bajo cultivo y por causa de la sequía imperante en más de la mitad del presente año, ahora la tendencia de siembra no varió (el área, como es sabido, viene creciendo constantemente hace años en nuestro país). Rehecho, se está entre 18 y 19 mill./ha, según la fuente, y prácticamente el 90% de la intención se ha ya implantadas, gracias sobre todo a la humedad acumulada después de las lluvias de una primavera que costará olvidar.
Con respecto a los precios, desde lo externo hacia nuestro mercado, la acción de los fondos especuladores, sumada a una demanda física (caso, de China), ha venido impidiendo que se produjeran caídas lógicas, dada la magnitud de la cosecha estadounidense y lo que se espera de la del Mercosur en 2010. Es así que en los últimos tres meses, contra varios pronósticos, anduvimos orillando los $ 1.000 por t. disponible y los 240 u$s/t a cosecha, cuando casi todo hacía prever que el poroto estará a $ 900 o menos a 200 dólares. Además, el productor argentino supo financiarse a través de la soja vieja, ante la escasez de alternativas, compensando menor oferta 2008/9 con aportes de mercadería, para evitar mayores caídas en la industrialización.
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