Ya desde el 28 de octubre de 2010, a horas del fallecimiento de Néstor Kirchner, los rumores hablaban de que el sucesor presidencial sería Carlos Bettini o Aníbal Fernández.
Carlos Bettini, embajador argentino en España, amigo de la presidenta desde su infancia, podría ayudarla en la dinámica de su gestión. Mientras que el ex jefe de Gabinete, que conserva lazos con gobernadores e intendentes, se puso a su disposición. Expectativas sobre su reacción y sus ambiciones reales y el rol de De Vido como regente de la Economía.
La relación con Bettini remonta al pasado de la Presidente.
Cristina Fernández nació, el 19 de febrero de 1953, cuando Ringuelet era todavía el suburbio de un suburbio: un caserío humilde, en las afueras de La Plata, con quintas y baldíos, según relata el periodista Carlos Pagni. ¿A qué escuela primaria asistió la Presidente? Una gran incógnita queda en el aire sobre ese tema.
Su madre es descripta como una mujer fuerte, Ofelia Wilhem, militante sindical en la Asociación de Empleados de Rentas e Inmobiliario (AERI) y reconocida “tripera”, fanática de Gimnasia y Esgrima La Plata.
La señora Wilhem fue el eje de esa casa, y el papá Eduardo fue un colectivero ausente que se integró a la familia cuando Cristina tenía dos años y estaba en camino su hermana, Giselle. Entonces se formalizó el matrimonio. Eduardo Fernández murió en 1982. “Con su hija mayor tuvo siempre poco diálogo y escasas manifestaciones de afecto”, dice alguien que lo conoció. Su lugar en la vida de Cristina lo ocupó, especula Olga Wornat en su libro “La reina Cristina”, el tío Osvaldo Fernández, que murió bajo la balacera circunstancial de un enfrentamiento entre guerrilleros y policías, en 1974. l abuelo materno y una tía soltera completaron el entorno inicial de la nueva Presidenta.
En una foto del pasado de “La Reina Cristina”, un niño rico y casi hermano de Raúl “Lagarto” Cafferata, el primer novio de Cristina, Carlos Bettini, sostiene un paraguas cerrado entre las manos. La chica que está a su lado lo tendrá como su embajador en España. Pero faltan más de 30 años.
Muchos especulan que si Cristina Fernández Wilhelm viuda de Kirchner abandona el poder y éste queda en manos de opositores, una lluvia de causas judiciales múltiples la llevarían a la cárcel. Su único remedio es continuar indefinidamente en el poder, con el desgaste que ello implica, o designar un sucesor que estuviese tan comprometido como ella y su familia en gravísimos actos de corrupción y narcotráfico, conforme las especulaciones periodísticas actuales informan.
De salir “La Reina Cristina”, el estilo gubernamental en medio de un grave colapso institucional, económico y cultural podría acabar en un recrudecimiento de las actuales políticas.
Pero lo cierto es que la Presidente tarde o temprano deberá abandonar el Gobierno, y aunque designe sucesores tan involucrados como ella en sus problemas, tampoco gobernarán de modo indefinido y para ganar deberán recurrir nuevamente al fraude, y una vez concluido su mandato se reabrirán las causas judiciales… que hoy son meras denuncias sin trámite alguno.
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