Hola, mi nombre es Víctor y soy de Mendoza
Leí un artículo en la pag web del diario pregón, escrito por Emilio Nazar Kasbo, sobre la unión de los movimientos nacionalistas cristianos. Creo que es muy cierto, cada uno se cree un cacique y por lo mismo es imposible unirlos en un plan común.
Sin embargo, es lo que yo me he propuesto desde Mendoza. Unir a esas personas que creen en un país mejor, una Argentina grande, libre y soberana. Mas allá de pequeñas esas pequeñas diferencias de índole religioso, filosófico o ideológico, son las grandes metas y destinos en común la que nos deberían unir.
La Argentina no se hace sola, debemos hacerla entre todos. La Argentina no es un ente ficticio, una suposición o abstracción metal. Es una realidad tangible. Argentina esta compuesta por esta tierra que nos ha visto crecer, que nos da trabajo, paz, pan y un hogar. Es esa gente que día a día sale a trabajar con esfuerzo y que está convencido de que con voluntad y perseverancia esta sociedad, este país puede mejorar. Argentina son los millones de habitantes que esperan eternamente que un buen dirigente los guíe por buenos caminos, que no les mienta y rompa sus ilusiones cuando llega al poder. Argentina es la historia en común que nos une, nuestra cultura, nuestra pasada grandeza, es la búsqueda de una identidad continua que nos ata al pasado. Porque a pesar de ser un pueblo de descendientes de inmigrantes de diferentes lugares del mundo, todos nos sentimos orgullosos cuando recordamos a esos grandes hombres que lucharon por la libertad y se nos ensancha el pecho cuando vemos a nuestra bandera flamear sobre los mástiles de las escuelas o en aquellos lugares tan lejanos y recónditos como en la Antártida, o en aquellas viejas fotos de nuestra querida Malvinas.
Desde el norte y los Valles Calchaquíes hasta las heladas tierra patagónicas, en toda nuestra extensión, nos une el ser nacional. Más allá de toda diferencia social, religiosa, dogmática y geográfica nos une un destino común.
Nuestro padre augusto, José de San Martín luchó y lo entregó todo para darnos un futuro, un país libre, la oportunidad de ser autores y directores de nuestros propios destinos. Y luego se sintió decepcionado cuando vio que entre hermanos se mataban en guerras civiles y luchas intestinas. Se subió a un barco y partió para nunca más pisar aquella tierra que tanto amo.
Dicen que la historia es maestra de la vida. Pues basta mirar hacia atrás para darse cuenta que ya hemos cometido demasiados errores, que en realidad son siempre los mismos, repetidos una y otra vez hasta el cansancio. No hemos sabido aprovechar las oportunidades. No hemos sabido dejar de lado cuestiones personales, no hemos aprendido a dejar el egoísmo patético y nos hemos dejado llevar por discusiones absurdas o que nada importan comparado a todo aquello que sí nos une. Ya se ha derramado demasiada sangre hermana a lo largo de la historia por estas cuestiones.
Es hora de que nos dejemos de deliberar y comencemos a actuar. Es hora de que dejemos las diferencias de lado y nos unamos, para buscarle una salida a todo este caos. Para cumplir con nuestros destinos. Muchos se dieron cuenta de esta penosa situación de división interna. Perón dijo: “unidos o vencidos” (sin embargo fue uno de los que alentó la división cuando perdió el rumbo), José Hernández lo dijo en su Martín Fierro “Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera. Si entre hermanos se pelean, los devoran los de afuera”.
Ya una vez decepcionamos las expectativas del noble General. Fracasamos en la unidad nacional. ¿Lo volveremos a hacer?
Es el momento de no decepcionarnos a nosotros mismos. Podemos ser mejores que esto, solo tenemos que unirnos y demostrarlo.
Esta carta es también una invitación a que vean el proyecto nacional de Adrián Salbuchi. Un hombre que viene desde hace ya muchos años exponiendo de forma práctica y simple los problemas que aquejan a la Nación. Ahora propone conformar un partido político. Pero para eso necesita gente que colabore.
Yo me propuse ayudar y aportar lo que fuera necesario. Y a pesar de que difiero en algunas cosas con el pensamiento de Salbuchi, también creo que es una oportunidad única para cambiar este país. Todo cambio debe tener un principio, tal vez sea este. Pero no lo sabremos si nos quedamos estancados en disputas internas y ninguno se mueve hacia ninguna parte. Comenzar el movimiento es lo difícil, romper la inercia. Pero cuando la máquina camina no hay quien la pare si todos los que empujamos tenemos la decisión y la voluntad firme de cambiar nuestros destinos.
En Mendoza, estoy organizando lo necesario para que el Sr. Salbuchi pueda dar una de las tantas charlas que piensa hacer por las distintas provincias de la República. Y así exponer su programa político. Los invito a que escuchen lo que tiene que decir, a que participen. A que le brinden minutos de su tiempo.
http://www.asalbuchi.com.ar/2011/01/plan-de-accion-2011/
http://es.metapedia.org/wiki/Movimiento_por_la_Segunda_Rep%C3%BAblica_Argentina
Gracias.
Dejo mi mail por si les interesa la propuesta o por si quieren hacer comentarios victordari@gmail.com
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