Por Carlos Manuel Acuña
Algunos le dan importancia a la
noticia; otros, tal vez más realistas, consideran que no tendrá la menor
influencia en los movimientos políticos que tiene previsto realizar la
Presidente de aquí en adelante. El caso es que luego de una ausencia de varias
semanas, Florencia, la hija de Cristina
W. Fernández, resolvió dejar las comodidades de su departamento de Nueva
York y las conversaciones que mantenía en Madrid con nuestro embajador Carlos Bettini.
El diálogo con éste resultó
fecundo, pues el diplomático y socio del ex jefe político de España, Felipe González - una fuente de grandes
negocios para el kirchnerismo - fue uno de los grandes amigos de Cristina a la
que inútilmente la desaconsejó de llevar adelante los planes que puso en marcha
para su futuro personal y del País. Como recordarán nuestros lectores, apenas
murió Néstor y el luto se mantenía
con todo su potencial propagandístico, Cristina lo tentó para que ocupara el
cargo de Jefe de Gabinete o algún otro de similar importancia, para manejarse
en el complejo centro del poder en la Argentina. Bettini había aceptado hasta tal punto que alquiló un coqueto
departamento en la avenida Figueroa Alcorta e inició una serie de
conversaciones con su amiga de la juventud. Sin embargo, no necesitó mucho para
rechazar el nuevo cargo y regresar a las seguridades de la Embajada. Sin que
trascendiera mayormente, quien había asesinado al capitán Bigliardi cuando se iniciaba la guerra desatada por la subversión,
se asombró por los alcances del proyecto cristinista al mismo tiempo que,
convencido de la imposibilidad de su intento disuasivo, tomó distancia de lo
que ahora ocurre en la Argentina. De esta manera, algunos funcionarios del
Frente para la Victoria pudieron enterarse de lo que se construía en la mente
de Cristina Fernández, del tenor de
sus consultas con el importante hombre de negocios Carlos Slim, residente en México y en fin, de su imaginado destino
histórico con trascendencia latinoamericana.
Por su parte, Florencia, sin mayores profundidades en
sus reflexiones pero con la intuición de los riesgos que abrían para la familia
gobernante, también intentó convencerla para que se aleje de las tensiones y
dificultades de la vida política. El esfuerzo fue tan reiterado como inútil.
Entonces se despidió de Olivos, de los avatares que generaba su hermano Máximo con su problema de adicción y
pensó que su Madre meditaría sobre las razones de su alejamiento, lo que
claramente no sucedió y ahora, después de varias consultas con los más
allegados que le trasmitieron detalles de la salud de su progenitora, resolvió
volver para instalarse en Olivos. Su amor filial se había impuesto ante el
cuadro que ofrecía el comportamiento de la presidente de la ex República
Argentina.
De acuerdo con las mejores
informaciones, si se diera el supuesto de un intento por aconsejar que se
someta a las recomendaciones médicas, esto será en vano. Cristina persistirá en
sus avances políticos, manejará los tiempos de determinados proyectos de manera
tal que superen las resistencias que provocarán - el delicado y sensible tema
de la propiedad, por ejemplo - y aprovechará el poder legislativo para instalar
el ideologismo que ya es conocido. Consecuentemente, habrá que esperar las
negociaciones con las provincias para que senadores y diputados se avengan a
votar favorablemente las iniciativas que están en carpeta y por cierto, que no
duden en coincidir con la necesidad de una reforma constitucional sobre la base
de temas específicos.
Por la seriedad de los
trascendidos, no podemos dejar de lado este asunto de tanta trascendencia y
diremos que con toda lógica se ha previsto que si todo esto prospera, será la
misma Asamblea Constituyente - que sin duda se declarará soberana, como siempre
sucede en estos casos - la que incorporará normas llamadas a colocar a la
sociedad argentina en una situación de debate continuo y enfrentamientos
agudos. Por ejemplo, existen propuestas para atar a la eventual Constitución
reformada, temas como el reconocimiento expreso de la homosexualidad, la
protección irrestricta a los llamados "casamientos igualitarios", el
aborto y otras cuestiones que hacen a los valores y principios tradicionales
que, suprimidos o modificados, figurarían bajo el eufemismo de "derechos y
garantías individuales". La verdadera revolución prevista y en marcha, se
impondría bajo un manto de legalidad que daría más fuerza a las
transformaciones que se propondrían al votante mediante palabras y frases
globales. En buena medida, esto explica la intensidad de los movimientos que
despliega el oficialismo que quiere llegar a los niveles más jóvenes y a las
familias mediante la incursión de La Cámpora y otras organizaciones en los
establecimientos educativos. Otorgarles el derecho al voto universal a menores de
16 años, no es ajeno al intento que comentamos.
Asimismo, la llamada
"Justicia Transicional" quedaría incluida en la reforma cuyas bases
aún no están concluidas, pero no todas son sonrisas fáciles y felices. Quedan
por delante varios meses hasta que pueda plasmar esta verdadera planificación
transformadora obligada a superar una grave situación económica expresada a
través de numerosos rubros que son conocidos por nuestros lectores, además de
la conjunción de estos factores con uno que se destaca y ocupa un lugar de
privilegio en el alarmante escenario que está en formación: las consecuentes
tensiones sociales. Como se sabe, éstas dependen de subsidios que se reducen o
eliminan, la desocupación que crece al ritmo de la desinversión y los
conflictos derivados de la inseguridad y el crecimiento del narcotráfico.
De todos modos, con o sin Florencia, la inestabilidad emocional
de Cristina Fernández podría
profundizarse durante los meses por venir, sobre todo cuando deba afrontar los
movimientos políticos que se negocian y conversan todavía con reservas y
cambios, algunos inesperados y otros de tanta magnitud como que permitirían un
acuerdo para organizar una oposición única cargada de posibilidades. Por algo
los jóvenes revolucionarios que se reclutan todos los días, quieren apurar el
paso y convertirse en los referentes obligados y excluyentes del futuro
cercano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.