Por SILVIO H. COPPOLA
Juzgando a que si son 60.000, 50.000, 5.000 ó 2.000 habitantes la población mínima para crear nuevos municipios en la provincia de Buenos Aires, existen varios proyectos al respecto en las cámaras legislativas. En general y en particular.
La autarquía municipal, como todos sabemos, hace al concepto republicano de gobierno y supuestamente desde ese nivel enseña a los ciudadanos a desempeñarse con relación a la cosa pública, a interesarse por el bien común y a trabajar de acuerdo a esos principios.
Todo eso está muy bien y una ley orgánica de las municipalidades es necesaria al respecto, la que tiene que estar perfectamente actualizada y debe permitir sin mayores trabas y en caso de corresponder, la creación de nuevos municipios.
Pero cuando uno se entera del interés de tantos legisladores en esa creación, no se puede evitar una sonrisa de escepticismo. Nuevos municipios significan también nuevas municipalidades, nuevos intendentes, nuevos concejales, nueva burocracia. Y seguramente mucho mayor dispendio de dinero de los contribuyentes. ¿No sería entonces conveniente, para evitar suspicacias acerca de intereses particulares, que por lo menos las funciones de los concejales sean ad-honorem? Pero claro, esto de ser así, debería extenderse a toda la provincia y así poder demostrar con hechos, la existencia de austeridad republicana en los funcionarios municipales. Aunque desde luego, en tal caso, se pondría el grito en el cielo, porque se tocarían bolsillos. Caso particular de los concejales de nuestra ciudad, cuya especialidad y principal trabajo, es rendir homenajes y declarar ciudadanos ilustres.
El corolario y el augurio, es que seguramente, pronto habrá en nuestro territorio provincial nuevos municipios y en consecuencia, mayor número de cargos electivos, que pronto estarán en disputa entre la más variada gama de postulantes. Y la política seguirá siendo un buen negocio.
LA PLATA, julio 7 de 2008.
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