NOTA
DE DIARIO PREGÓN DE LA PLATA: Ya hemos realizado
las consideraciones previas en el artículo que presentara la Proclama del “Comando
Jorge Rafael Videla”, nombre de quien asumió la responsabilidad de haber
derrocado al gobierno de María Estela Martínez de Perón y de quien venciera
militarmente a los ejércitos terroristas subversivos que actuaron en nuestro
país en la década de 1970. También hemos efectuado las debidas aclaraciones
sobre los excesos en la Guerra Antisubversiva, así como las nefastas políticas
llevadas a cabo por dicho Expresidente. Esta vez, un nuevo comunicado del “Comando”
(comandogeneralvidela@gmail.com) nuevamente llega a nuestro medio, y reproducimos el
mismo de manera objetiva, por considerarlo de interés periodístico, cuando el
mismo es prácticamente desestimado por todos los medios de Comunicación y
estratos sociales y gubernamentales. También hemos expuesto nuestra postura provida y de defensa del Derecho Natural que toda persona tiene por el solo hecho de haber sido concebido como tal. La lectura y análisis del mismo se deja a
la madurez de los lectores:
A
TODOS LOS CAMARADAS MILITARES Y CIVILES:
En este cuerpo de
Comando, que está iniciando sus primeros ajustes, junto con la creciente aunque
por el momento, silente adhesión de muchos uniformados de todas las Fuerzas
Armadas y de Seguridad, nos hemos propuesto tomar la iniciativa de ultimar a
esta administración -utilizando una ironía gramatical- al consignarla de tal
modo, en vista a que la dirigencia política, anestesiada y cómplice a la vez,
se encuentra enderezada, por su inacción, a cohonestar la continuidad de este antipatriótico
y malsano "modelo" de gobernar con el pillaje del dinero de los
Contribuyentes.
Para ello, estamos
delineando, la captación de más adherentes del sector Civil, a los efectos que
en el futuro no se nos etiquete como un simple grupo faccioso de uniforme. Ya
que la que tenemos por delante en este brumoso horizonte, debe ser una gesta de
toda y/o la mayoría del Pueblo Argentino, que advertimos, se encuentra inconexo
con la realidad, que a diario nos golpea, aplicando la sumisión, como la única
forma de protesta colectiva.
Los que dicen saber
mucho, sostienen en cambio, que los tiempos de pronunciamientos cívico-militares
han cesado, que la política de los derechos humanos prevalece hoy como una
norma internacional e institucional y que el concierto de las Naciones, rechaza
toda alteración al orden democrático.
Un pequeño país como Honduras,
no hace mucho demostró que las políticas garantistas, si bien existen, no son
las únicas que deben y pueden prevalecer. Infortunadamente, el caso testigo
hondureño, nos exhibió que, a diferencia de nuestra realidad, ellos estuvieron
a la altura de sus dirigencia, que supo poner las cosas en orden, sin disparos
ni atentados; tan solo con la utilización del sentido común, tan inexistente en
esta Argentina desgarrada por los excesos de una mujerzuela y su organizado
elenco de malvivientes.
La Presidente está
pergeñando una reforma de la Carta Magna, sostenida en un clamor popular -el de
los micros y los viáticos-, según sea el resultado electoral de octubre próximo.
Como cuenta con el
inefable "perturbador electrónico" del conteo de votos, se asegurará
una victoria en dichos comicios, que tendrá la misma silueta fraudatoria del
2011.
Con esa victoria, que
burlará de la manera más burda, la verdadera voluntad popular del rechazo a su gestión,
alquilará más estadísticas engañosas de la intención reformista constitucional
y luego, inmediatamente irá por otro mandato.
En una fórmula con
Carlos Zannini como su segundo de abordo, quien abandonara su low profile, para
que este sistema K, se endurezca de tal manera, hasta que todos perezcan por
causas naturales, que era el plan de Chávez, de no habérsele introducido en su
simia anatomía, el virus del HIV, con un fulminante cáncer coetáneo.
Pero el caso Venezolano
es muy diferente al nuestro, porque cuenta con sus ejércitos bien equipados,
que están puliendo la toma del poder compartido con el pseudo hebreo de
Capriles. Lo que los detiene, por ahora sine die, es la cuestión iraní, que está
demasiado entrometida en su política exterior y su búsqueda de predominio en la
OPEP.
Pero pronto le llegará
su hora a Maduro, cuando advierta que la explotación intensiva que los EE UU, están
haciendo de su estratégico crudo, es el preámbulo, del fin de la era petrolera
en menos de diez años.
En poco tiempo,
asistiremos a la revelación de un universo mundial muy cambiante, además de
inestable. Las reglas de juego futuristas, serán otras muy distintas a las
actuales, y cuando esos cambios, arriben prontamente, deberemos estar
preparados para recibirlos, tal como el resto del orbe se verá forzado a
hacerlo.
Con la lenta pero
inexorable desaparición de USA como la policía mundial, que ejercitó sin
alteraciones desde el fin de la Segunda Guerra, China y sus satélites del
sudeste asiático serán los que diriman la política mundial, por la irrefrenable
autoridad del número de consumidores de alimentos.
Rusia y sus ex repúblicas,
hará lo propio en el corredor europeo, que carece de salida para su enorme caos
financiero y su población envejecida por la alarmante disminución de su tasa de
natalidad.
Como podrán apreciar,
estamos inmersos en un escenario demasiado delicado e imposible de auscultar,
como para postergar indebidamente un inmediato saneamiento de nuestra forma de
vida, turbada innecesaria y ardidosamente, por un pequeño grupo de vagabundos que
se creen ungidos con el derecho Divino de gobernarnos.
Las internas dentro del
Justicialismo, según algunos, nos auguran la resurrección de Duhalde, como
unificador del contramodelo, con las bendiciones de Magneto, la Unión
Industrial, los Gordos, Moyano, Rico, De la Sota, Macri, Massa y Scioli en el
papel que más le acomoda, esto es, el de bufón y buhonero presidenciable.
Si descontamos que ello
no solo será probable, sino también posible, con los mismos métodos de saqueos
direccionados por el pope de los camioneros, como en los tiempos del débil de Alfonsín
primero y de su discípulo De la Rua después, pues entonces estaremos reeditando
un capitulo repetido de la historia reciente.
Ya es hora que la gente
común, deje de optar entre una mafia y la que se antepone a ella. Arriba la
hora en que deberemos suscribir un contrato fundacional de la República
Argentina, en la que deberán acceder a la función pública, los más probos y
honestos, sin que importen sus convicciones e ideología.
Pero se deberá requerir
de ellos que sean y demuestren haber sido buenos Cristianos en su devoción a lo
justo, a lo armónico, y a lo que subyace en los espíritus templados por la fe;
la buena fe.
Por ello nos
consideramos Soldados de Nuestro Señor y reconocemos como única e inapelable
autoridad a Su Santidad Francisco I, sin considerarnos por ello misticistas
religiosos. Solo así emergeremos de esta sucesión ininterrumpida de catástrofes
partidarias, anodinas y engañosas.
Es por ello, que deseamos
que esta arenga sea incluyente a los partidos políticos, para que de sus
actuales cenizas puedan rescatar algo, aunque mínimo sea, en aras de la reconstrucción
de la Patria.
Alemania y Japón, pudieron
hacerlo con el desolador panorama de la destrucción de sus ciudades e
industrias y con sus habitantes aturdidos por las secuelas de los bombardeos. ¿Cómo
no podríamos hacerlo nosotros con nuestra inagotable riqueza aun intacta? Con más
de tres millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, siendo nada más que el
fermento del ocio, formativo de la ulterior delincuencia, con más de veinte
millones de hectáreas fiscales, esparcidas en todas nuestras provincias, asimétricamente
pobladas y explotadas.
La solución que
procuraremos encontrar, para eyectar al espacio exterior a todos estos K, que
creen ser adjudicatarios de toda la propiedad privada, como lo son a través del
servilismo de la AFIP, que está turbando nuestros derechos y tornando en abstracto
el dominio de nuestros bienes, deberá ser tan cruel como ejemplarizadora.
Para que nunca más
validemos que los Menem, Duhalde, Kirchner y cualquiera otro de esa especie típicamente
lombrosiana, ambicionen tomar el poder en nombre del Pueblo, como tantas veces
pontificaron hacerlo.
Se acerca también el
momento, de sacar caretas, de castigar la pedofilia laica y religiosa, de
evangelizar a las ovejas descarriadas, de insertar la armonía en la
convivencia. De erradicar con topadoras, todos los asentamientos y villorrios,
que atentan contra la estética de un país, otrora pujante y benéfico con el
sacrificio y aporte equitativo individual. De repatriar a todo extranjero, que
munido o no de documentos de identidades apócrifos, salvo que demuestre contar
con un oficio honesto de servicio a la Comunidad, como lo hace cualquier país
civilizado, ya que necesitamos de nuestros menguados recursos hospitalarios y
educativos, para ponerlos al servicio de todos nuestros Compatriotas.
Queda mucho, o mejor
dicho, todo por hacer, y para ello necesitamos de nuestro lado y en nuestras
filas a cualquier Argentino que desee contribuir a la desinteresada función de
reedificar a nuestra bendita Argentina.
A todo el que desista de
hacerlo, fatalmente le llegará su momento: el de juzgarlo de modo sumarísimo,
por haberle dado la espalda al País, que le reclama su compromiso.
¡VIVA LA PATRIA CARAJO!