sábado, 3 de abril de 2010

FUERA DE LA IGLESIA, NO HAY SALVACION

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¿Dios discriminará? ¿Puede un Dios que es Bueno discriminar, o mandar al infierno a las almas? La respuesta es sí, porque no solamente es Bueno y es Caridad al infinito, sino también es infinita Justicia. Porque además todo lo bueno que exista en otras religiones e incluso entre los cismáticos es sólo una sombra de la plenitud de la Iglesia Católica. Dios, que te ha creado sin tí, no te salvará sin tí. No existe salvación que no se deba a Jesucristo y a la Iglesia Católica.

CONOCER SIN ERROR

La necesidad de pertenecer a la Iglesia para salvarse es una verdad de fe: "Fuera de la Iglesia Católica, Apostólica, Romana, nadie puede salvarse, como nadie pudo salvarse del diluvio fuera del Arca de Noé, que era figura de esta Iglesia" (Catecismo de San Pío X, n. 170).

La afirmación de que fuera de la Iglesia Católica no hay salvación, dice el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, “formulada de modo positivo significa que toda salvación viene de Cristo-Cabeza por la Iglesia que es su Cuerpo”. (N° 846)

La Fe no se compra en la góndola de un supermercado, sino que es un Don, una Gracia de Dios que debe ser aceptada por cada persona para elevar su alma hacia El. Es una opción vital que Dios ofrece a cada persona, quien tiene la posibilidad de aceptarla y también de rechazarla, con las consecuencias que tal decisión implica.

ERROR DEL SINCRETISMO

Hoy predomina una mentalidad modernista sincrética, en que muchos piensan que la Iglesia Católica es un camino de los tantos posibles para la salvación del alma, y se equivocan en tal apreciación. La Iglesia Católica es la única vía de salvación del alma, como uno es Dios, como una es la Verdad, como uno es Jesucristo.

¿Y los demás no se salvan? Claro que existe una salvación para quienes jamás han podido ver la Verdad de Jesucristo en el Evangelio y la Iglesia Católica, pero indudablemente no ha de ser la misma que en el caso de los bautizados. Lo mismo que la responsabilidad de los bautizados de perseverar en la Fe, porque a quien más se le ha dado más se le exigirá, y por tanto los pecados mortales, incluyendo las herejías y cismas son actos de tal relevancia que condenan al alma. Efectivamente, para los no creyentes hay una salvación, que proviene de Jesucristo, de la Iglesia Católica y en su caso de la Revelación Natural, pero la salvación es del mismo tenor que la vida de quien es ajeno al Evangelio o de quien vive en unión al Cuerpo Místico de Jesucristo.

¿Por qué hay que bautizarse y vivir como católico si a Dios se lo puede alabar en cualquier religión y si todos nos salvamos? Esta es una pregunta que muchos se hacen falsamente, porque el infierno existe, y porque solamente la Verdad está en la Iglesia Católica de forma completa. Es cierto que algunas herejías son más graves que otras, algunas deforman la Fe más que otras, pero aun la herejía menos mala que ha recibido condena desde que Jesucristo fundó la Iglesia no abandona su esencia herética, y por tanto condena el alma de quien la sustenta. Aquel “pequeño detalle” de la Fe que Jesucristo y los Papas han condenado se convierte en un pecado mortal que condena el alma de quien lo sostiene a sabiendas de que deforma la Revelación enseñada por Jesucristo.

EL INFIERNO EXISTE

El mismo Jesucristo en la Última Cena expresó que son muchos los que se salvarán (por lo tanto, no son “todos”). Tal afirmación implica la condena de quienes no lo siguen, de quienes no lo aceptan. “Quien no está conmigo está contra Mí, y quien no siembra, desparrama”, expresó Jesús en una clara alusión a la existencia de “Dos Banderas”, al decir de San Ignacio de Loyola.

¿Y el que está en la Iglesia Católica se salva? Quien vive en pecado mortal después de haberse bautizado, se encuentra fuera de la Iglesia. Por tanto, en la Iglesia solamente puede haber personas que creen y viven según el Evangelio, y de allí que la Iglesia es Santa (excluyendo la posibilidad de que sea pecadora). Efectivamente, hay personas pecadoras que forman parte de la Iglesia Católica, pero ésta no está compuesta de los pecados de las personas, sino de obras de santidad, siendo su Cabeza Jesucristo mismo.

Por lo tanto, hay que vivir y morir por Cristo, con El y en El, como miembro de la Iglesia Católica, en lo cual se halla la santidad que abre las puertas a la Gloria de Dios. Por tanto, la santidad para el católico no es una opción, sino un deber.

CONVERSIÓN

Tal enseñanza de que fuera de la Iglesia Católica no hay salvación, es sostenida hasta el presente en una continuidad ininterrumpida.

Quien no es católico debe convertirse para salvar su alma, ingresando a la vida de la Iglesia mediante el Bautismo y aprendiendo cómo debe ser la vida de un católico para seguirla con coherencia. Y quien vive en pecado mortal debe abandonar el pecado, pues se encuentra en grave peligro de que en algún momento llegue la muerte sin avisar y no tenga la oportunidad de acceder a los Sacramentos como la Confesión, la Comunión o la Extrema Unción.

Por ello, haremos una breve reseña de declaraciones ex cathedra de los Papas, en que hacen alusión a este principio. Los decretos del Papa formulados ex cathedra son la enseñanza de la Iglesia Católica de Jesucristo y los Apóstoles, con enseñanzas que son inalterables, como parte del Magisterio Solemne. A continuación haremos referencia a las enseñanzas de los Papas, comprobando así la continuidad del Magisterio.

El Papa Juan Pablo II, durante la Audiencia General del miércoles 31 de mayo de 1995, dijo lo siguiente: “El axioma extra Ecclesiam nulla salus ("fuera de la Iglesia no hay salvación"), que enunció san Cipriano (Epist. 73, 21: PL 1.123 AB), pertenece a la tradición cristiana y fue introducido en el IV concilio de Letrán (DS 802), en la bula Unam sanctam, de Bonifacio VIII (DS 870) y en el concilio de Florencia (Decretum pro jacobitis, DS 1.351). Este axioma significa que quienes saben que la Iglesia fue fundada por Dios a través de Jesucristo como necesaria tienen la obligación de entrar y perseverar en ella para obtener la salvación (cf. Lumen Gentium)”

EL MAGISTERIO

El Papa Inocencio III, en el Cuarto Concilio de Letrán (Constitución 1, 1215), ex cathedra afirmó que: “Hay de verdad una Iglesia universal de los fieles, fuera de que absolutamente nadie es salvo, en que Jesucristo es ambos sacerdote y sacrificio.”

También el Papa Bonifacio VIII, en Unam Sanctam, el 18 de Noviembre de 1302, expresó ex cathedra: “Por apremio de la fe, estamos obligados a creer y mantener que hay una sola y Santa Iglesia Católica y la misma Apostólica,y nosotros firmemente lo creemos y simplemente lo confesamos, y fuera de ella no hay salvación ni perdón de los pecados… declaramos, decimos, definimos y pronunciamos que someterse al Romano Pontífice es de toda necesidad para la salvación de toda humana criatura.”

Papa Clemente V, en el Concilio de Vienne, (Decreto N° 30, 1311-1312), declaró ex cathedra que: “Puesto que hay …una Iglesia universal, fuera de que no hay ninguna salvación, por todos quienes hay un Señor, una fe, y un bautismo...”

Además, el Papa Eugenio IV, en el Concilio de Florencia, (Ses. 8, 22 Nov. 1439), pronunció ex cathedra que: “Todo aquél que desee salvarse debe, ante todo, guardar la Fe Católica; pues, a menos que una persona guarde esta Fe entera e inviolada, sin duda alguna se perderá para siempre.”

El Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, “Cantate Domino” (que es la bula contra los Jacobitas, del 4 de febrero de 1441, (fecha florentina) ó 1442 actual), también habló ex cathedra diciendo que “La Santa Iglesia Romana …firmemente cree, profesa y predica que nadie que no esté dentro de la Iglesia Católica, no sólo paganos, sino también judíos o herejes y cismáticos, puede hacerse participe de la vida eterna, sino que irá al fuego eterno que está aparejado para el diablo y sus ángeles [Mt. 25, 41], a no ser que antes de su muerte se uniere con ella; y que es de tanto precio la unidad en el cuerpo de la Iglesia, que sólo a quienes en él permanecen les aprovechan para su salvación los sacramentos y producen premios eternos los ayunos, limosnas y demás oficios de piedad y ejercicios de la milicia cristiana. Y que nadie, por más limosnas que hiciere, aun cuando derramare su sangre por el nombre de Cristo, puede salvarse, si no permaneciere en el seno y unidad de la Iglesia Católica.”

Papa León X, Quinto Concilio de Letrán, Sesión 11, 19 Dec. 1516, ex cathedra: “Así que regulares y seglares, prelados y súbditos, exentos y no exentos, pertenecen a la una Iglesia universal, fuera de que absolutamente nadie es salvo, y todos ellos tienen un Señor y una Fe”

En el mismo sentido, el Papa Pío IV, en el Concilio de Trento (Iniunctum nobis, del 13 de Noviembre de 1565), ex cathedra manifestó que “Esta verdadera fe Católica, fuera de que nadie puede ser salvo... Ahora profeso y verdaderamente mantengo...” (Denzinger, 1000)

A su vez, el Papa Benedicto XIV, en Nuper ad nos (16 Marzo 1743, Profesión de Fe): “Esta Fe de la Iglesia Católica, sin la cual nadie puede ser salvo, y que de motu propio ahora profeso y sinceramente mantengo...” (Denzinger, 1473)

El Papa Pío IX, en la Sesión 2 del Concilio Vaticano I, formuló la Profesión de Fe (1870), donde ex cathedra proclama que “Esta verdadera fe Católica, fuera de que nadie puede ser salvo, que ahora voluntariamente profeso y verdaderamente mantengo...”

A su vez el Papa San Pío X (1903-1914) en la Encíclica Jucunda Sane expresó que "Es nuestro deber el recordar a los grandes y pequeños, tal como el Santo Pontífice Gregorio hizo hace años atrás, la absoluta necesidad nuestra de recurrir a la Iglesia para efectuar nuestra salvación eterna."

En el mismo sentido, el Papa Benedicto XV (1914-1922), en la Encíclica Ad Beatissimi Apostolorum declaró que "Tal es la naturaleza de la fe Católica que no admite más o menos, si no que debe ser sostenida como un todo, o rechazarse como un todo: Esta es la fe Católica, que a menos que un hombre crea con fe y firmemente, él no podrá ser salvado."

También el Papa Pío XI (1922-1939), en la Encíclica Mortalium Animos estableció que "Por sí sola la Iglesia Católica mantiene la adoración verdadera. Esta es la fuente de Verdad, esta es la casa de la Fe, ésta es el Templo de Dios; Si cualquier hombre entra no aquí, o si cualquier hombre se aleja de ella, el será un extraño a la vida de Fe y salvación. ...Es más, en esta única Iglesia de Cristo, no puede haber o permanecer un hombre que no acepta, reconozca y obedezca la autoridad y la supremacía de Pedro y la de sus sucesores legítimos."

El Papa Pío XII (1939-1958), en su Discurso a la Universidad Gregoriana del 17 de octubre de 1953, manifestó que "Por mandato divino la intérprete y la guardiana de las Escrituras, y la depositaria de la Sagrada Tradición que vive en ella, la Iglesia por sí sola es la entrada a la salvación: Ella sola, por sí misma, y bajo la protección y la guía del Espíritu Santo, es la fuente de la verdad."

EL CONCILIO VATICANO II

Finalmente, el Concilio Vaticano II en la Constitución Dogmática Lumen Gentium: expresa en el N° 14 que “El sagrado Concilio pone ante todo su atención en los fieles católicos y enseña, fundado en la Escritura y en la Tradición, que esta Iglesia peregrina es necesaria para la Salvación. Pues solamente Cristo es el Mediador y el camino de la salvación, presente a nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia, y El, inculcando con palabras concretas la necesidad de la fe y del bautismo (cf. Mc., 16,16; Jn., 3,5), confirmó a un tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que los hombres entran por el bautismo como puerta obligada. Por lo cual no podrían salvarse quienes, sabiendo que la Iglesia católica fue instituida por Jesucristo como necesaria, rehusaran entrar o no quisieran permanecer en ella”. Cabe destacar que estas palabras del Concilio Vaticano II deben ser entendidas e interpretadas según todos los textos previos anteriores, ya que este Concilio (que fue pastoral y no dogmático) no puede alterar dogmas ni la Tradición.

Por su parte, muchos que interpretaron erróneamente el Concilio Vaticano II, pretendiendo hallar un sentido sincretista de la Fe Católica, se vieron desilusionados con la Declaración Dominus Iesus de Juan Pablo II, en tanto que otros dieron por terminado el Diálogo Ecuménico e Inter-religioso: “Este patrimonio de la fe ha sido propuesto una vez más por el Magisterio de la Iglesia: «Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos (cf. 2 Co 5,15), da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima vocación y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que sea posible salvarse (cf. Hch 4,12)».” (N° 13 in fine).

También en la misma Declaración afirmaba Juan Pablo II: “Ante todo, debe ser firmemente creído que la « Iglesia peregrinante es necesaria para la salvación, pues Cristo es el único Mediador y el camino de salvación, presente a nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia, y Él, inculcando con palabras concretas la necesidad del bautismo (cf. Mt 16,16; Jn3,5), confirmó a un tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que los hombres entran por el bautismo como por una puerta »… La Iglesia es « sacramento universal de salvación »79 porque, siempre unida de modo misterioso y subordinada a Jesucristo el Salvador, su Cabeza, en el diseño de Dios, tiene una relación indispensable con la salvación de cada hombre” (N° 20). Y en el N° 22 de Dominus Iesus expresa que “queda claro que sería contrario a la fe católica considerar la Iglesia como un camino de salvación al lado de aquellos constituidos por las otras religiones” (puesto que se trata de “el Camino”, que es Jesucristo mismo).

Juan Pablo II aclaró que las diferentes tradiciones religiosas fuera de la Iglesia Católica son más bien “un obstáculo para la salvación”, al afirmar que a “las diferentes tradiciones religiosas …no se les puede atribuir un origen divino ni una eficacia salvífica ex opere operato, que es propia de los sacramentos cristianos. Por otro lado, no se puede ignorar que otros ritos no cristianos, en cuanto dependen de supersticiones o de otros errores (cf. 1 Co 10,20-21), constituyen más bien un obstáculo para la salvación” (Dominus Iesus, N° 22).

Coincidentemente, el Papa Benedicto XVI expresó que “Cristo ha constituido en la tierra una sola Iglesia. Ella continuará existiendo en el curso de la historia y solamente en ella han permanecido y permanecerán todos los elementos instituidos por Cristo mismo. Esta es la única Iglesia de Cristo”.

Toda persona tiene derecho a escuchar, conocer y vivir con coherencia el Evangelio, derecho que tiene la faceta de que también es un deber el anunciarlo. Los católicos no tenemos dudas, ni “inseguridad” en la Fe: estamos seguros de que Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida, y que la Iglesia Católica es el único medio para conocer y vivir la Fe, para alcanzar la santidad y salvar el alma. Así es el testimonio de los mártires.

NOTIVIDA: SANTAS Y FELICES PASCUAS

a Cruz

Cristo convirtió a la Cruz, signo de oprobio, en estandarte triunfal.

Su Muerte ignominiosa nos dé la fortaleza para no desistir la lucha cotidiana.

Su Resurrección gloriosa ilumine todo cuanto hagamos.

Que el Rey victorioso nos sostenga en la guardia ansiando ir a su Fiesta, esa que nunca acaba.

Santas y Felices Pascuas. Notivida

UN EMPRESARIO JUDIO DICE QUE LOS CATOLICOS DEBEN SENTIRSE ORGULLOSOS DE SERLO

a antivida

En la foto: Los católicos debemos defender la Fe ante los ataques que falsamente responsabilizan a la Iglesia Católica y a la castidad como origen de la pedofilia, y hay que saber que si bien el 1,7% del clero católico fue hallado responsable de pedofilia, según encuestas el 12% de los clérigos protestantes tuvieron relaciones sexuales con algún feligrés, el 38% tuvo contactos sexuales inapropiados, el 17% de las mujeres laicas sufrieron hostigamiento sexual, y el 10% de los ministros protestantes han sido encontrados culpables de pedofilia.

"SIÉNTETE ORGULLOSO DE SER CATÓLICO, Y NO SEAS CÓMPLICE CON TU CONDUCTA DE AQUELLOS QUE QUIEREN DESTRUIR LA SANTA IGLESIA"

(Esto  que  lo  escribió  un  judío...  dice  mucho  de  si.   Es pura realidad que  los  católicos,  no  sabemos  o  no  queremos  reconocer  y  nos  dejamos  empujar  por  los  que  denigran  a  la  Iglesia...)

SIÉNTETE ORGULLOSO DE SER CATÓLICO  (Escrito por un judío )
Extractos de un artículo escrito por Sam Miller, prominente empresario  judío  de  Cleveland.


¿Por qué se ensañan los periódicos en continuar una vendetta, sobre una de las más importantes instituciones  hoy en  los Estados Unidos de nombre Iglesia Católica ?
¿Sabía usted que la iglesia católica educa a 2.6 millones de estudiantes, costándole a su Iglesia 10 mil millones de dólares, y por ende ahorrándole a la contraparte de contribuyentes norteamericanos 18 mil millones de dólares? Sus estudiantes terminan sus estudios universitarios a razón de 92%,  todos con cargo a ustedes como católicos… Para el resto de los americanos es gratis.
La Iglesia Católica cuenta con 230 Colleges y Universidades en los Estados Unidos con un reclutamiento de 700,000 estudiantes. La Iglesia Católica tiene un sistema de 637 hospitales sin fines de lucro, en los cuales se atiende hoy en día a 1 de cada 5 personas (no solo católicos) en Estados Unidos.
Pero la prensa está ensañada, y tratando por todos los medios posibles de denigrar totalmente a la Iglesia Católica de este país. Han culpado de enfermedad de la Pedofilia a la Iglesia Católica, lo cual es igual de irresponsable que inculpar el adulterio sobre la institución del matrimonio.

Déjenme darles algunas cifras que ustedes como católicos deberían recordar.  Por ejemplo, 12% de 300 miembros del clero protestante encuestados, admitieron haber tenido relaciones sexuales con algún feligrés;  el 38% reconoció algún otro tipo de contacto sexual inapropiado.

En un estudio llevado a cabo por la United Methodist Church, el 41.8% de las mujeres del clero encuestadas reportó abusos en comportamientos sexuales no deseados;  el 17% de las mujeres laicas han sufrido hostigamiento sexual.
Mientras que solo el  1.7 %  del clero católico ha sido encontrado culpable de Pedofilia, el 10% de los ministros protestantes han sido encontrados culpables de Pedofilia.  Este no es un problema de los católicos.  Un estudio acerca de los sacerdotes norteamericanos mostró, que la mayoría se encuentra feliz desempeñando su sacerdocio,  y  que lo han encontrado mejor aún de lo que suponían. 

Y que la mayoría si se les presentara la alternativa, volverían a escoger el sacerdocio de cara a todos estos ataques infames que ha estado recibiendo la Iglesia Católica.
La iglesia católica se encuentra sangrando de heridas auto-infligidas. La agonía que los católicos han sentido y sufrido, no es necesariamente culpa de la Iglesia.  

Ustedes han sido dañados por un pequeño número de sacerdotes desviados quienes para ahora probablemente han sido removidos.
Caminen con sus hombros rectos y su frente en alto.  Siéntanse muy orgullosos de ser miembros de la  Agencia  No  Gubernamental  más  importante  en  los  Estados  Unidos.   Y  luego recuerden lo que dijo el profeta Jeremías... "Permanezcan en los caminos, busquen, y  pregunten por las rutas ancestrales dónde se encuentra el bien, caminen por ellas, y encuentren descanso a sus almas".

Defiendan su Fe con orgullo y reverencia, y comprendan lo que su Religión  hace por todas las demás religiones.

SIÉNTETE ORGULLOSO DE SER CATÓLICO

HAVGUETAJAG EN ZADIK, LOS HUEVOS EN LA PASCUA ARMENIA


 

Entre los armenios, durante la Pascua, los huevos se pintan de color rojo (garmir havguit), y se hace el Havguetajag (el juego del huevo), en el cual cada uno toma un huevo y lo chocan entre sí como si fueran copas de champagne, y el último que queda intacto resulta el ganador.

Los huevos son pintados o hervidos con cáscara de cebolla para que tome color un día antes, el Sábado de Gloria, que adornarán la mesa durante la cena.

El huevo simboliza el mundo, y el rojo la Sangre de Jesucristo, el Cordero Pascual. La rosca de Pascua, que tiene forma circular como símbolo de la Vida Eterna en Dios, es también infaltable en la mesa pascual.

A su vez, la Semana Santa se llama Zadik en armenio. En este tiempo, todos los armenios saludan en Pascuas diciendo: “Cristo resucitó entre los muertos”, recibiendo por respuesta “Bendita es la Resurrección de Cristo”.

Durante la Cuaresma, en el ayuno de 40 días antes de la Pascua, las familias armenias colocan lentejas o granos de germinación en una bandeja cubierta con una capa fina de algodón, guardándola en un lugar luminoso de la casa hasta la Pascua, momento en que aparecen los brotes, que son el símbolo de la primavera en el Hemisferio Norte, y que a su vez son el “pasto” en que se colocan los huevos de colores para decorar la mesa de Pascua.

Los armenios conservan la tradición bíblica que se refiere a los huevos rojos y el chorég (pan dulce) hasta la actualidad. “Cuando Cristo fue crucificado, su madre tenía unos huevos y un pan envueltos en un chal. Cuando la madre vio a su Hijo crucificado y sus brazos sangrando, se arrodilló y lloró. Las lágrimas de la madre y la Sangre de su Hijo cayeron en el chal, coloreando los huevos y el pan. Luego se puso el chal en la cabeza, y a partir de ese día la gente comenzó a colorear los huevos rojos de Pascua, y las mujeres empezaron a usar chales al visitar la iglesia”.

CELEBRACION Y ELOGIO PARA UN CORTE DE MANGA

En la foto: El Tte Primero Carlos Federico Domínguez Lacreu, jefe de Compañía del Regimiento de Infantería N° 25, haciendo un “corte de mangas” a las cámaras de TV inglesas.

Por Juan Luis Gallardo

Te vi en una película llegada de Inglaterra
con la versión británica respecto a nuestra Guerra.
No importa la película pues haré referencia
de su extensión tan sólo a una breve secuencia.

El Gral. Menéndez, la historia ha de juzgarlo,
ya resignó su sable sin llegar a empuñarlo,
bajo cielo plomizo bajo custodia armada
avanza una columna para ser embarcada.

Marchan nuestros soldados arrastrando las botas,
envueltos en sus mantas y masticando derrotas,
y marchabas con ellos en el extremo izquierdo,
de una fila marchabas según lo que recuerdo.

Caminabas a largas zancadas desparejas
y llevabas el casco metido hasta las cejas;
los dientes apretados el ceño de tormenta,
tu bigote era hoguera despeinada y violenta.

Bigotes colorados de bárbaro insepulto;
bigotazos propicios al alcohol y al insulto.
Caminabas con largas zancadas insolentes;
las cámaras siguieron tus pasos con sus lentes.

Caminabas ajeno a tales circunstancias,
la mirada sombría perdida en las distancias.
Al frente la mirada y en los tímpanos ecos
de cien mil estampidos repetidos y secos.

Sin embargo, de pronto, después de haber pasado
delante de las cámaras feroz ensimismado,
reparaste en el rol, el rol involuntario
que protagonizabas para el bando adversario.

Desandaste lo andado y altivo, compadrón
te plantaste delante de la televisión.
Registró el celuloide tu estampa socarrona,
con los brazos en jarras, la sonrisa burlona.

Tus bigotes de lacre a la sombra del casco,
dibujan un visaje de humor, de bronca, de asco.
Entonces, lentamente, cincelaste en un gesto
la actitud inequívoca de quién conserva resto.

Fue el tuyo un admirable corte de manga clásico,
planetario, doméstico, académico y básico.
Fue un gran corte de manga, armonioso directo,
superlativo homérico, delicioso, perfecto,

sublime, cosmogónico, excelso, escatológico,
musical, metafísico, ejemplar, pedagógico.
Te agradezco soldado tu arrebato atrevido,
aunque ignore tu nombre e ignore tu apellido.

Ni siquiera llevabas distintivo ninguno,
anónimo guerrero del sarcasmo oportuno.
Agradezco tu gesto repentino y audaz;
agradezco tu gesto patriótico y procaz.

Simbólico exabrupto, dirigido tal vez
no solo al enemigo, al vencedor inglés,
sino a la cobardía de aquel jefe prudente
que jamás ocupó su lugar en el frente;

al superior cobarde y al gobernante inepto;
al cálculo fallido y al errado concepto;
al cauto periodista que retaceó su aliento
al especulador que aprovechó el momento;

Al político dúplice, al literato críptico,
al abogado cómplice, al ideólogo elíptico,
al funcionario escéptico, al mendaz catedrático
al ámbito soviético y al mundo democrático.

Al este y al oeste, al imperio británico,
las Naciones Unidas y su Estatuto Orgánico,
a la Comunidad mercantil europea,
a cada voto adverso emitido en la OEA,

Al modo como actuaron los norteamericanos,
a las Ligas que agitan los derechos humanos.
Celebro, combatiente, tu gesto simple y gráfico,
tu rotundo ademán docente y pornográfico.

Tu gesto dirigido hacia todos los vientos,
Que involucra no obstante opuestos sentimientos,
Pues implica un arranque de gratitud primaria,
que puede establecerse por deducción contraria.

Tu repudio, en efecto, también es expresión
de apoyo para quienes te dieron su adhesión.
Expresión paradójica de afecto transitivo
Abrazo recato, tangencial, primitivo.

Escueta acción de gracia al pueblo solidario
Y al generoso impulso de cada voluntario,
y a cada escarapela que adornó una solapa,
y a cada plaza llena que animó nuestro mapa.

Al aporte entregado en la colecta pública,
A la emoción patriótica de toda la República,
A los tantos rosarios desgranados en coro,
Pidiendo la victoria o una paz con decoro,

A la voz espontánea, diferente y genérica,
de apoyo que elevaron las naciones de América,
al piloto esforzado y al marino cabal,
al conscripto, al gendarme, al cabo, al oficial,

que suplieron cumplir con su deber de soldados
en aquellos lejanos parajes desolados,
al jovial camarada que segó la metralla,
a la sangre fraterna derramada en batalla.

Por éstas y otras cosas que tu gesto delata,
lo celebro guerrero del bigote escarlata.
Celebro tu ademán, celebro tu talante,
celebro el alegato inscripto en tu desplante.

Y propongo que el bronce conserve en alegórico
monumento tu gesto canyengue y metafórico.
Tu brazo proyectado en trunca trayectoria
nos estará indicando el rumbo de la Historia.

Con su órbita inconclusa, tu antebrazo ascendente
dirá de la existencia de un asunto pendiente.
Plástico y elocuente tu ademán detenido
gritará que la guerra no es asunto concluido.

Pues allí, circundadas por espuma revuelta,
LAS MALVINAS esperan, esperan nuestra vuelta.
Y tu corte de manga nos señalará el camino
Que nos lleve otra vez hasta PUERTO ARGENTINO.


VETERANOS DE GUERRA DEL BEAGLE

Beagle 

Recuerdo y reconocimiento adeudado por la Nación.

Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila. (*)

Juráis a la Patria, seguir constantemente su bandera y defenderla hasta perder la vida…¡¡¡¡¡-Como olvidar el poderoso SI JURO con que respondimos a esa demanda de soldado a soldados.¡ Nunca imaginamos que en un momento de la historia, la Patria nos demandaría su cumplimiento…..Eso fue en el Beagle y, luego, Malvinas.

En las últimas semanas de aquel año 1978, cuando las noticias decían que el conflicto por el Beagle no tendría solución, las autoridades dispusieron el inicio de la “Operación Soberanía”. Las Fuerzas Armadas pusieron en marcha sus planes de movilización y el personal incorporado en las unidades recibió a los convocados para alcanzar con el complemento las organizaciones de guerra. Argentina entraba en su faz bélica y al otro lado de la frontera, Chile hacia lo propio. Soldados argentinos y chilenos se preparaban para el combate cumpliendo las órdenes de sus gobiernos respectivos. Todos sabían que tenían que estar preparados para morir y convencidos que una causa justa los llevaría a matar.

Los planes de equipamiento y transporte se pusieron en marcha y las unidades fueron embarcadas hacia las zonas de operaciones que bordeaban a lo largo la Cordillera de los Andes. En cada parada, una multitud abrazaba y vivaba emocionada a sus hijos que marchaban a la guerra por la soberanía territorial de la Nación. Los aprestos se completaron con los planes de reconocimiento y la ordenes preparatorias para la acción. La crisis crecía en la medida que las respuestas no llegaban. La duda, si es que la podía haber, se convirtió en certeza, la solución parecía estar solo en el efecto de las armas.

El trauma de “ansiedad del combatiente” se posesiono de todos, en algunos florecía el heroísmo dispuesto a la lucha, en otros la prudencia ante el riesgo peligrosos, pero nadie soñaba en dejar de cumplir su deber. Cuando se recogen los antecedentes de aquel entonces, se comprueba que, si bien las armas estaban silenciosas, el conflicto enardecía a argentinos y chilenos, mientras la opinión publica de Chile y Argentina se fortalecía para no ceder y apoyar sin claudicación la imposición por medio de las armas. La guerra psicológica alcanzaba a ambos pueblos y movía a decisiones sin retorno. Ese sentimiento de la comunidad, era el convencimiento de los soldados. Había llegado el momento de concretar aquello que se juro con emoción. La Patria lo demandaba.

Aquel atardecer del 22 de diciembre de 1978 significo la antesala de la batalla. Las tropas salieron de sus alojamientos y se desplazaron a sus posiciones. Los minutos se hacían horas, la tensión crecía junto con la llegada de la noche, cuando las luces al frente desaparecían, los soldados argentinos y chilenos “sabían” que el momento del combate estaba por llegar…. Alguna radio encendida hablaba de reuniones y decisiones. La presencia de la guerra era real y concreta. Los Ejércitos de Argentina y Chile, que había nacido unidos en el pasado, se ensangrentarían con las heridas de aquellos que fueron sus históricos hermanos en búsqueda de la libertad. De pronto, la frontera se volvió a iluminar y llenarse de ruidos mientras se ordenaba el repliegue. Algunos dudaban, otros sonreían, la misión aparentaba haber sido cumplida. Alguno recordaba a San Martín que vencía, sin atacar, Lima. Se había logrado la “disuasión” y evitado el choque, las fuerzas armadas argentinas y chilenas habían cumplido con su deber y ofrendado su posible sacrificio. La razón se impuso a la fuerza.

La Navidad llego a los campamentos y junto a los fogones, rodeados por soldados, se sentía el sabor de la paz y el dolor por aquellos que lejos en los hogares pensaban en el regreso de los soldados que aun estaban en el frente. Ya en los cuarteles, las Fuerzas Armadas, en tocantes ceremonias castrenses, despidieron a sus soldados que con la frente alta y el corazón rebozante, dejaban sus uniformes para vestidos de paisanos volver a la vida civil. Años después, en 1982, muchos de aquellos del Beagle, repitieron las jornadas y esta vez si llego la ofrenda de sangre en las tundras de nuestras Islas Malvinas. Como la Nación fue tardía en reconocer a los héroes malvinenses, ella ha olvidado a los que sin pelear ofrecieron sus vidas por la soberanía cumpliendo su deber, en la “Operación Soberanía”. Gloria y honor a los veteranos de guerra del Beagle….¡¡¡¡¡.

*Nota: El suscripto tuvo el honor de culminar la vida militar convocado a formar parte del Grupo de Artillería Blindada 1 que, desde su alojamiento en Covunco Centro, se alisto para dar apoyo de fuego a las unidades que penetrarían en Chile cumpliendo el plan de operaciones dispuesto por la Superioridad. Ello lo hace testigo presencial con directa participación que lo mueve a la redacción de este trabajo, como un homenaje de reconocimiento a los jefes, oficiales, suboficiales y soldados con los que compartió el “Operativo Soberanía”.