miércoles, 11 de julio de 2012

LA JUSTICIA A LA INTEMPERIE



Por María Lilia Genta

Martes 10 de julio de 2012, en la porteña Plaza Lavalle. La Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia realiza su acto de homenaje al asesinado Juez Quiroga. Frente al Palacio donde alguna vez reinó la Justicia, bajo el cielo gris y la llovizna. A la intemperie. Tal como un día José Antonio puso a la Falange. Y a la intemperie unos hombres tenaces, persistentes, inflaman con su palabra la gélida mañana. Increpan, directamente, a la cabeza de un Poder Judicial prevaricador y perverso. Palabras exactas revestidas de coraje y dignidad. Reclaman la justicia perdida. Salen por los fueros del Derecho conculcado. No es hora de estar cómodamente sentados en los bufetes ni en las cátedras. La hora es brava y como aquel joven y exitoso abogado español hay que ganar las calles y acampar a la intemperie.
La patriada que estos abogados están llevando a cabo en los ámbitos más diversos no tiene parangón con nada que haya conocido en mi ya añosa vida. Es “distinto”; y eso que los distingue es lo admirable.
Esta mañana me encontré con muchos rostros que me son familiares desde aquellas militancias juveniles. Por supuesto, también estaban presentes señores, compatriotas, amigos, que proceden de otros círculos o sectores con quienes hoy marchamos juntos en el amor común a la patria en peligro. Pero, y perdóneseme en todo caso, no puedo dejar de evocar, frente a estos abogados, la figura, la vida y la palabra del joven abogado, que dejó su bufete para morir por España, y recordar aquella expresión suya que tan bien cuadra a los nuestros: son inasequibles al desaliento.

ACTO EN HOMENAJE Y DESAGRAVIO AL JUEZ JORGE QUIROGA EN TRIBUNALES


Ayer, la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, en un acto realizado en la Plaza Lavalle, frente al Palacio de Tribunales, que reunió alrededor de 600 personas, rindió homenaje y desagravió al ex Juez Jorge Quiroga, quien fuera asesinado por terroristas del ERP el 28 de abril de 1974.

El Dr. Quiroga se había desempeñado como Juez de la Cámara Federal en lo Penal, que tuvo competencia para los casos de terrorismo en todo el ámbito de la Nación. En su cometido fueron procesados y encarcelados más de 2.000 integrantes de los grupos subversivos, que luego recobraron la libertad gracias a la amnistía sancionada el día de la asunción del Dr. Cámpora.

El desagravio obedeció a que el 25 de junio pasado, el Presidente de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, Dr. Gustavo Bruzzone, a cuya firma se agregó tan sólo la de un vocal integrante de ese tribunal y actuando a pedido del Secretario del sindicato de la Unión de Empleados de la Justicia Nacional, ordenó retirar de la puerta del edificio donde funciona la Cámara, la placa que recordaba y rendía homenaje a este hombre de la justicia, mediante la siguiente resolución: “…. teniendo en cuenta la solicitud originaria, las opiniones vertidas por los colegas, algunas de ellas informalmente, y los antecedentes del caso, considero que la placa debe ser retirada y así habré de disponerlo para el día de la fecha, toda vez que los motivos que justificaron su colocación han cesado.”

En el acto usaron de la palabra el Dr. Alberto Solanet, presidente de la entidad, quien leyó una carta abierta dirigida al Presidente de la Suprema Corte, Dr. Lorenzetti, cuyo texto se adjunta, y el Dr. Gerardo Palacios Hardy, vicepresidente de la entidad, quien se refirió a los motivos del desagravio y a la corrupción existente en la justicia.   



Buenos Aires, Julio 10 de 2012
Señor Presidente de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación
Dr. Ricardo Jorge Lorenzetti
Palacio de Justicia

Como en dos ocasiones anteriores desde nuestro  surgimiento como Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia nos dirigimos al señor Presidente del alto Tribunal para reclamar, precisamente,  por ambos bienes superiores: la justicia y la concordia. La justicia que se omite y la concordia que se rechaza, en buena parte, por obra de la Corte que usted preside.
El poder Judicial, ha perdido los dos pilares fundamentales para su recta actuación: autoridad e independencia. Ambos aspectos, están unidos, ya que la autoridad de los jueces se funda, a su vez, en la independencia, con la cual pueden juzgar y concretar así el derecho en los conflictos, acerca de lo suyo de cada uno. La independencia del juez, junto con la objetividad y generalidad  de la ley, sostienen la libertad del ciudadano. Pero la ley ha perdido objetividad y generalidad y ya no es fuente del derecho.  Las leyes, hoy traducen la presión de  los intereses, especialmente asociados a la fantasía ideológica del grupo gobernante, a la que usted se ha encolumnado decididamente y es copartícipe fervoroso de la reforma del Código Civil. En su texto se plasmará ese conjunto de leyes que apuntan a destruir los fundamentos de nuestra organización social tradicional, como el matrimonio entre homosexuales, la llamada “ley de género” que permite cambiar el sexo mediante sofisticadas  operaciones, o tan solo mutando el documento. También se admite la más libérrima experimentación en los laboratorios donde se permite hacer lo que le venga en gana al científico, respecto de los embriones humanos, ya que para la ley no son personas sino cosas. La identidad de las personas, como derecho fundamental será un hecho del pasado, en el futuro, la ley argentina reconocerá como única nota distintiva de la persona  que se trata de un mamífero.
Señor Presidente, su funcionalidad a la ideología “progresista”   del grupo gobernante, lo llevó a apostatar  del principio básico que inhibe al Poder Judicial de ejercer la facultad de legislar, cuando, en forma unánime, el alto Tribunal, dictó una sentencia aberrante en la que virtualmente despenalizó el aborto en la Argentina, alzándose contra toda la normativa vigente, que ampara la vida inocente desde la concepción.. Con el proyecto  de reforma de nuestro Código Civil, del que usted y otros juristas son autores, se consolidará todo este esperpento que hace tabla rasa con el orden natural y es violatorio de la Constitución y los tratados internacionales como el Pacto de San José de Costa Rica y la Convención de los Derechos del Niño.    
Presenciamos la exacerbación de los fenómenos entrelazados de la judicialización de la política y de politización de la justicia. El Poder Judicial no puede considerarse “independiente” cuando el nombramiento, la promoción, el monitoreo disciplinario de su ejercicio y la destitución de sus miembros  depende, en  buena parte, de las otra ramas del Estado. Es lo que ocurre con el Consejo de la Magistratura en su actual conformación en cuanto a número de miembros y alcance sus comisiones. Predomina el componente político, en el cual oficialismo y oposición suelen coincidir en criterio, mucho más de lo que aparentan. Ello sirve, de una parte, para asegurar la impunidad de los jueces dóciles y la persecución y asedio de los que no resultan sumisos. Y aún los dóciles, como se sabe, por las dudas, acostumbran conservar en sus gavetas como “rehenes” algunos expedientes referidos a personajones de renombre.
Una de las principales misiones que le adjudicó el gobierno Kischnerista al alto Tribunal que usted preside, fue demoler el proceso de composición política de las profundas heridas que dejara la guerra de los años setenta. En un camino vacilante, que no estuvo exento de críticas, se habían dictado las leyes de “Punto Final” y de “Obediencia Debida”, que fueron declaradas constitucionales y equiparadas a leyes de amnistía por la Corte y los indultos posteriores que involucraron tanto a guerrilleros como  a militares y fuerzas de seguridad, que también fueron declarados constitucionales. Lo cual, de un modo imperfecto, fueron las bases propicias para recomenzar la amistad política.
Luego esta Corte, en cumplimiento sumiso de aquella misión, arrasó con su propias decisiones mediante los fallos “ Lariz Iriondo, Simón y Mazzeo” y se llevó por delante las claves de bóveda de las garantías constitucionales: principio de legalidad, con la exigencia de ley previa y escrita, irretroactividad de la ley penal, ultraactividad de la ley más benigna, prescripción como integrante del principio de ley penal, cosa juzgada  revocada en la misma causa donde se había declarado la constitucionalidad, etc. A partir de ello se produjo una verdadera sustitución del derecho por la llamada “Política de Derechos Humanos” que usted no deja de repetir que es “la política de estado”, y no deja de ser una entelequia viscosa bajo cuyo amparo se suprimieron los derechos y garantías constitucionales para los imputados de delitos  denominados de “lesa humanidad”.
Esa política ha servido para discriminar entre réprobos y elegidos. Los réprobos no son únicamente los miembros de las fuerzas armadas y de seguridad que combatieron contra el terrorismo marxista, sino cualquier ciudadano a designio de la tiranía. Como lo venimos repitiendo, ante la violación del principio de legalidad, todos los ciudadanos estamos en libertad condicional
Esta derogación de los pilares del debido proceso penal, del proceso justo, que han realizado los ministros de la Corte, ha servido para que los jueces inferiores cometan toda clase de atropellos contra los presos políticos, manteniendo prisiones preventivas de duración indefinida como pena anticipada ; procesos que se arrastran mas allá de todo plazo razonable; denegando la prisión domiciliaria a quienes les corresponde por edad o por estar seriamente enfermos, sometiéndolos a penurias absolutamente innecesarias, para los cuales la cárcel se asemeja a las cámaras de la muerte. Ya han muerto 150 presos políticos en cautiverio, y de todo ello les cabe responsabilidad a usted y a quienes lo acompañaron en sus injustísimos votos.
Señor Presidente, hoy nuestra Asociación quiere desagraviar la memoria del Juez Jorge Quiroga, vilmente asesinado por el terrorismo marxista.
 En un episodio que solo beneficia a la perduración del odio entre los argentinos, el Presidente de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, sometido a la imposición de la dirigencia del Sindicato de Judiciales, ordenó el retiro de la placa recordatoria de quien fuera mártir de la justicia y la mandó arrumbar en un depósito penitenciario, con nota a la Corte que usted preside, para su debido conocimiento.
Quizás usted sostenga, doctor Lorenzetti, que quitando  la placa que recordaba el asesinato de un digno magistrado cuya falta fue cumplir con su deber, se daba cumplimiento a esa “política de estado” consistente en “reactivar el pasado”, esto es, el odio que al juez Quiroga le costó la vida. Resulta desgraciado, señor Presidente, que una “política” semejante pueda alentarse y sostenerse desde una instancia suprema de justicia.
Con el protagonismo de la Corte se ha tapiado la vía recorrida hacia la paz interior y se desentierra continuamente el hacha de guerra en expedientes judiciales. Con el protagonismo de la Corte se lleva adelante con prisa y sin pausa la revolución cultural que padecemos.
Seguiremos desde esta plaza, porque es nuestro deber de abogados, señalando a usted Sr. Presidente y a quienes lo acompañan en el Alto Tribunal, sus demasías y sus deberes conculcados.
Un día, Dios mediante, estamos seguros, doctor Lorenzetti, pese a todo, habremos de recuperar la justicia perdida y ha de ser devuelta la concordia a la vida ciudadana.  Hasta que ese día llegue, tenga por seguro que no habremos de callar.-
Saludamos al Señor Presidente con la consideración que merece su alta investidura.
              Mariano Gradin                  Alberto Solanet
                   Secretario                           Presidente

S.E.R. MONS LONA HABLARÁ SOBRE LA "AUTODESTRUCCIÓN DE LA ARGENTINA"



La Comisión Directiva del Instituto de Filosofía Práctica tiene el agrado de invitar a usted a la conferencia que pronunciará Monseñor Jorge Luis Lona, Obispo emérito de San Luis, el próximo miércoles 11 de julio a las 19 horas, acerca del tema:"Autodestrucción de la Argentina: La despenalización del consumo de drogas".

Nuestro invitado se referirá a un hecho que, de concretarse, constituirá un nuevo y deplorable hito en el proceso de demolición de las murallas morales y culturales de la Argentina: la despenalización total y completa del consumo de drogas.

Como todos sabemos (o deberíamos saber), existe ya un proyecto de ley al respecto que tiene estado parlamentario. Como ha sucedido en los demás casos que son parte del proceso mencionado, el proyecto promete maravillas, tales como más y mejor libertad y respeto de los derechos individuales.

Informarnos debidamente es una condición necesaria para saber obrar en consecuencia. Y Monseñor Lona ha estudiado y analizado el proyecto y sus implicancias como pocas personas lo han hecho hasta el momento.

Lo esperamos pues ese día, en nuestra sede, Viamonte 1596 piso 1º, rogándole tenga a bien confirmar su asistencia por este medio o llamando al 4371 3315, de 15 a 19hs.

Lo saludamos cordialmente.

INFIP
Comisión Directiva

HAY QUE PROPONER UN CANDIDATO PRESIDENCIAL





Por el Dr. Cosme Beccar Varela

Buenos Aires, 10 de Julio del año 2012 - 1115

Hoy estuve en el acto de la Asociación por la Justicia y la Concordia. El Dr. Alberto Solanet leyó una clara invectiva contra Lorenzetti, indigno presidente de la indigna Corte Suprema, que nombro así, a secas, porque no creo que puedan agregarse a su designación las palabras "de Justicia de la Nación", tal es el engendro injusto que constituyen él y el resto de sus miembros. Y el Dr. Gerardo Palacios Hardy pronunció un apasionado discurso contra la injusticia de los jueces y contra la prepotencia del gobierno de la Sr. Kirchner, y dijo, entre otras cosas: "esto tiene que acabar".

Felicitaciones a los dos. Estoy de acuerdo. El asunto es cómo puede acabar "esto", cuando “esto” no es sólo está constituido por la usurpadora presidencial sino también toda la "dirigencia" corrupta e inepta. Ninguno de los políticos actuales merece confianza como para pensar que alguno de ellos podría gobernar para el bien común y terminar con la hegemonía nefasta del peronismo, escuela de latrocinio, demagogia igualitaria y vulgaridad.

El mismo Dr. Palacios Hardy mencionó que la usurpadora, en el acto para celebrar el 9 de Julio que se hizo en Tucumán, convocó a la "unión nacional", con lo cual, dijo, plagió el lema de la Asociación que pide "concordia".

Me llamó la atención que el Dr. Palacios Hardy no celebrara ese plagio porque de alguna manera implica un triunfo para la Asociación. La propia Sra. Kirchner parece haber aceptado públicamente la propuesta del grupo de abogados que aquel integra. Que este sea un gobierno de ex-terroristas, de tiranos y de ladrones no debería sorprenderlos puesto que ya lo eran antes de que la Asociación fuera fundada, de manera que debería haber estado previsto que la "concordia" implicaba un llamado a esa misma gente para "concordar" puesto que excluirlos haría imposible toda pacificación. Tampoco debería negarse al llamado de “unión nacional” alegando, como lo hizo, que es precisamente la Sra. de Kirchner la que atiza el odio con su política. Ellos tienen el poder y la Asociación no lo tiene, de manera que la paz social y política debe incluir de alguna manera al actual gobierno.

Por lo tanto, la Asociación en vez de disputar la autoría de la idea de pacificación, debería hablar con los personeros del régimen para analizar de qué forma y en qué condiciones puede alcanzarse la "unión nacional" sugerida por la Sra. de Kirchner.

* * *

Sin embargo, es evidente que ni los de  la Asociación, ni la tiranía creen que sea posible semejante mescolanza. Los tiranos sólo usan el argumento porque les conviene reinar sin oposición real, y los de la Asociación saben que cualquier invitación de paz que provenga de los fautores del odio y de la injusticia, es falsa e inaceptable.

Entonces, me quedo con la idea del Dr. Palacios Hardy de que "esto tiene que acabar". ¿Qué quiso decir con eso? Acabo de descartar que él y sus amigos realmente crean que la "concordia" acabará con "esto". Como acabo de decir, muy por el contrario, sólo servirá para consolidarlo. ¿Entonces qué se debe hacer?

* * *

Creo que la única forma de "acabar con esto" es organizarse políticamente para terminar con la tiranía lo cual exige necesariamente proponer un candidato a Presidente que reúna las condiciones necesarias para gobernar con Justicia al servicio del bien común.

Hay que descartar a los actuales políticos, porque todos forman parte de este "sistema" corrupto, más o menos peronista, totalmente inmoral y sin las mínimas cualidades necesarias para recuperar la Patria.

Ni se le ocurra decirme que Macri puede ser ese candidato. Es público y notorio que Macri es un oportunista, que rechaza la moral cristiana y la ha ofendido de varias maneras, que no hace mucho dijo: "cada día soy más peronista" cosa obvia, por otra parte porque su partido fue creado con la indispensable colaboración de uno de los peores peronistas de Buenos Aires (Miguel Angel Toma), muchos de los militantes, legisladores y funcionarios macristas son de la misma filiación, es un campeón del "far niente" que se divierte tanto cuanto puede (y puede mucho) y trabaja lo menos posible. ¿Moyano, Scioli o algún otro peronista "disidente"? La pregunta se contesta a sí misma por un NO sin atenuantes.

¿Entonces, qué? Entonces hay que reunir a los buenos patriotas sobre la base de un programa mínimo de restablecimiento de la Justicia y de la vigencia de la moral cristiana, con un criterio, ese sí de concordia y de lealtad, dejando de lado las diferencias personales y apreciando a cada uno según sus calidades y sus antecedentes y, entre todos, elegir un candidato presidencial para proponerle al país. De esa forma, organizarse y empezar una intensa campaña de verdadera oposición a la tiranía y de recuperación nacional.

Sin un candidato presidencial no existe posibilidad de "hacer política". La Historia argentina nos muestra que en todos los tiempos la política se hizo en torno a candidaturas. Casi todas las impuso la masonería anticristiana, eliminando a los argentinos de bien que podían derrotarlas. Esa eliminación llegó hasta el asesinato, cuando la difamación no era suficiente. Así terminaron Don Santiago de Liniers, el gran José Manuel Estrada y muchos otros en nuestra malhadada historia

Ese sistema viene desde 1810 hasta la fecha. Es hora de que los argentinos de bien dejen de ser esclavos sin derechos políticos activos, y para eso es necesario que tengan la generosidad de aceptar un "primus inter pares" es decir, un candidato presidencial moral e intelectualmente capaz que no por eso deje de considerarse, con hidalga modestia, más o menos igual que quienes lo proponen.

En otra parte de su discurso el Dr. Palacios Hardy dijo que la Argentina tiene todas las condiciones para ser uno de los países más ricos y felices del mundo y que no lo es por culpa de los argentinos. 

Estoy totalmente de acuerdo, sólo que me parece justo repartir esa culpa y adjudicarla en primer lugar a los argentinos de las "clases cultas", especialmente a los de las familias más antiguas y a los que tienen una buena formación que han desertado de sus deberes patrióticos y han dejado la política en manos de esa banda de delincuentes que Duhalde denominó la "dirigencia" y que calificó como una m...

No basta haberse dedicado a campañas sobre asuntos puntuales por nobles que sean, aunque se ubiquen de alguna manera en el plano político. Política es aspirar al gobierno y gobernar. Y no se puede aspirar al gobierno sin tener un candidato presidencial.

De nada sirven las críticas, por severas que sean, a quienes hoy nos tiranizan y nos empuercan. Hay que intentar por todos los medios lícitos reemplazarlos. Y como el vacío no existe, no puede reemplazarse a alguien sin que otro ocupe su lugar. Una usurpadora presidencial y los otros pseudo-candidatos opositores, no se reemplazan sino por medio de una candidatura auténtica y valiosa.

Casi oigo que alguien me objeta diciendo. "¡No hay nadie para eso!". A esa objeción cínica respondo diciendo. "Hay argentinos de bien que podrían ser candidatos, pero no se los conoce porque sus "pares", por falta de generosidad, por falta de patriotismo, por falta de inteligencia y hasta por envidia, se han negado siempre a proponerlos públicamente. A veces, esos mismos candidatos posibles se retraen por las mismas razones con lo cual se convierten en tristes desertores. ¿No le parece que es hora y ya se va haciendo tarde, de que ese círculo vicioso sea quebrado con decisión y valentía?"

Me acuerdo de un verso de Eugenio D,Ors en el que dirigiéndose a Eduardo VIII, el rey de Inglaterra que abdicó para juntarse con la norteamericana Simpson, le decía más o menos lo siguiente: "Vergüenza debiera darte, aborto de monarquías, tú traicionaste a Dios, a Dios que rey te quería."

Eso mismo podría reprocharse, salvando las distancias, a los promotores posibles de candidatura justas y a los candidatos posibles que se retraen.

Lo malo es que la pena de esa deserción la pagamos todos, especialmente los pobres, que son los que más sufren el desorden criminal de las tiranías. Dios nos pedirá cuentas de los talentos que nos dio y que hemos abandonado miserablemente. 

Cosme Beccar Varela

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