jueves, 11 de abril de 2013

VAMOS A DAR BATALLA - GOLPE DE ESTADO




Reacciona la opinión pública contra el golpe de Estado que apunta a la Justicia
El “Vamos por Todo” son los proyectos de Reforma Judicial. Se llevan puesta la autonomía, la independencia y la República. @noalajusticiak
NO LO DEJEMOS PASAR, A ORGANIZARNOS CONTRA LA KIRCHNERIZACION DELA JUSTICIA.
ESTA LEY MODIFICATORIA DEL FUNCIONAMIENTO DE LA JUSTICIA OBEDECE A UN CAPRICHO DE LA PRESIDENTE. NOS DEJA SIN JUSTICIA
Me cuentan que por la TV habla un joven secretario de justicia que está presentando la ley a los parlamentarios y está justificando. Me gustaría que todos tuviéramos la lista completa con las caras/fotos de los que impulsan y votan esta ley. Por favor, nosotros necesitamos saber quiénes están terminando con la justicia para reconocerlos por todos lados donde se encuentren y poder darles nuestro reconocimiento.

HA COMENZADO LA RESISTENCIA.

La oposición se ha retirado de la sesión. Un grupo de jóvenes desconocidos dispuestos a cualquier cosa, sin ningún antecedente comprobable están legislando, lo que nos regirá la vida. Nos quitan la defensa de los ataques del estado al desaparecer la división de poderes. Avasallan la constitución.
Esto es un hecho muy grave para todos los ciudadanos del primero al último. ES UN GOLPE DE ESTADO al que tenemos que oponernos materialmente con todas nuestras fuerzas y de todas las formas posibles.
Fuente: Un envío de Tábano Consultora

HAY QUE CAMBIAR DE OPINIÓN CUANDO UNO SE EQUIVOCA



Por el Dr. Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 10 de Abril del año 2013 - 1152

Las decisiones políticas son casi todas materia opinable. Por lo tanto, nadie puede pretender tener razón más allá de toda duda. Sin embargo, siendo que lo que está en juego en la política es el bien común y en alguna medida no despreciable, la salvación de las almas, es necesario considerar muy atentamente los fundamentos de las diversas opiniones para alcanzar una razonable certeza que nos permita actuar, especialmente en situaciones graves como la que estamos viviendo.

Lo primero a tener en cuenta es que no es lo mismo la opinión de un iletrado frívolo que la de un señor culto y serio que habitualmente piensa sobre los asuntos políticos. El hecho de que la opinión del iletrado frívolo sea compartida por 10.000.000 de otros como él, no le agrega ni un miligramo de peso a su opinión, porque la cantidad no puede nunca modificar la calidad de una idea. Así como tampoco el hecho de que la opinión de un señor culto y serio caiga en el más impenetrable silencio y que nadie la comparta, le quita nada a su valor.

Luego del argumento de autoridad -que no es despreciable, como bien lo sabían los antiguos griegos, vienen los raciocinios y las pruebas de los hechos observados con ojos desprejuiciados.  Si sobre un mismo asunto hay dos opiniones contradictorias, hay que ver cuál de las dos tiene a su favor los mejores argumentos y las mejores pruebas. Sólo un fanático puede descartar este criterio basándose en un puro partidismo: "Lo dijo mi jefe, luego eso vale más que lo dicho por el otro". Semejante idiotismo sólo puede aceptarse en tribus de salvajes pero nunca en países civilizados.

Alguien me preguntará si esta argentina (con minúscula) en que sobrevivimos puede considerarse un país civilizado o si cae en la sub-categoría de las tribus aludidas. Es uno de los asuntos discutibles sobre el que no tengo opinión formada. Me inclino a pensar que hasta hace un tiempo todavía era un país civilizado pero que se va convirtiendo rápidamente en una toldería. Sin embargo, como quedan todavía algunos restos dispersos de cultura, tal vez pueda impedirse la caída final hasta llegar al taparrabos, aunque en las playas veraniegas el personal femenino ya está más allá del taparrabos y una parte del masculino no se distingue del no masculino, todos con taparrabos...

Dos opiniones contradictorias no valen por igual. Es falso dejar esa dicotomía en pie diciendo: "cada uno tiene su verdad". Esta suele ser la posición que adoptan los que tienen poder. La opinión de estos prevalece por la fuerza, como decían los antiguos "quia nominor leo" (¡porque soy el león!). En una sociedad relativista como es la de hoy, la fuerza es la que vale, no la razón.

Sin embargo, entre personas decentes ese estilo prepotente no debería aceptarse y todos los hombres serios deberían tener interés en dialogar y aún polemizar sobre los asuntos políticos para mejorar sus posibilidades de opinar con rectitud. Cerrarse en la propia opinión, sin querer oír o sin querer responder a la opinión contraria es una prueba infalible de mala fe y descalifica al que lo hace y, por ende, a su opinión.

Es cierto que la Verdad absoluta sólo existe en asuntos de Fe o filosóficos. En los juicios sobre los hechos y sobre las cosas por hacer no se puede alcanzar esa certeza porque como bien dice la definición escolástica "opinión es una afirmación con temor de que la contraria sea verdadera". El "temor" aludido, sin embargo, no nos debe arredrar, como ningún otro temor, de afirmar o hacer con entusiasmo lo que pensamos, excepto que alguien nos demuestre que estamos equivocados.

El hombre de buena fe busca ser corregido. Pretendo ser uno de esos y me he pasado la vida buscando ser corregido. He intentado tender puentes de diálogo o de polémica con todos los que me son afines y aún con los contrarios. Pero siempre he obtenido "la callada por respuesta" o el insulto como réplica, pero el insulto nunca es un argumento. Eso me hace sospechar que mis opiniones son las correctas, aunque respetando la definición escolástica no descarto que me equivoque. Sin embargo, tantos años opinando y tantos años viendo que los hechos confirmar mis previsiones me obligan a seguir opinando como lo hago.

* * *

Todo esto viene a cuento porque mis muy queridos amigos los Abogados por la Justicia y la Concordia, a quienes admiro por su caridad de visitar a los secuestrados políticos, ignoran sistemáticamente mis objeciones a su propuesta de "concordia" con esta tiranía y sus sicarios. En sus casi cinco años de antigüedad no han conseguido ningún gesto de "concordia" por parte de la tiranía, y entretanto los secuestrados aumentan en número y los que mueren en las mazmorras son cada vez más (y la argentina marcha inexorablemente hacia el comunismo).

Ellos dicen que la "concordia entre los argentinos" es la "premisa indispensable para alcanzar la plena vigencia del estado de derecho", pero la verdad es que la cosa es exactamente al revés.  

La discordia que nos separa de los sectarios adueñados del poder tiene profundas raíces doctrinarias de Fe y de razón. Es imposible la concordia con enemigos tan radicales.  Sólo sería posible una especie de armisticio si tuviéramos una posición de fuerza política que los obligara a ello. Sin eso, la bonhomía de la Asociación no sirve sino para envalentonar a los tiranos.

Por lo tanto, es necesario que los 500 o más abogados que la forman se decidan a combatir y a movilizar la opinión pública para que advierta la enormidad del crimen que se está cometiendo contra los secuestrados. Sin eso, la mejor buena voluntad se estrellará siempre contra la decisión sectaria de la tiranía.

No sólo está en juego la libertad de los secuestrados sino también el futuro de nuestra Patria a la que quieren convertir en un Estado marxista-leninista.  

Nuestra única posibilidad de éxito es alertar a la opinión pública sobre el gravísimo peligro que implica la política en la que está embarcado el gobierno. Privados del apoyo de los partidos políticos "opositores", de la fuerza armada, de la prensa, sólo nos queda la opinión pública a la cual hay que recurrir por todos los medios a nuestro alcance. Pero eso es imposible sin que empecemos por tomar una actitud alerta, combativa e intransigente o sea, lo contrario de la "concordia" unilateral y sin posibilidad alguna de correspondencia de la otra parte.

¿Existe alguna manera de mover la opinión pública? Le sugiero que lea el plan de los homosexuales para conseguir el apoyo de esa opinión para su campaña de legalización de su vicio contra natura (ver nro. 4290, del 8/4/2013, de la Sección "Correo del Lector" de este periódico). Mutatis mutandi, eso es lo que hay que hacer para “deslegitimar” la tiranía.

Todo empieza con una decisión personal de cada uno de los dirigentes de la Asociación para lo cual no se necesita ni financiación, ni apoyo político, ni votos: sólo tener la inteligencia y el coraje de cambiar de opinión y decidirse a hacer otra cosa.

Cosme Beccar Varela  


e-mail: correo@labotellaalmar.com

SOBRE NUESTRA DEUDA PÚBLICA



Por Rubén Peretti
Mendoza, 10 de Abril de 2013

Sobre nuestra deuda pública el Lic. Héctor Giuliano dice en sus conclusiones (resumiendo):
Que la deuda pública es el principal factor determinante del déficit fiscal argentino.
Que en el marco de la nueva crisis de deuda el gobierno está tomando medidas extra-ordinarias en materia monetaria, cambiaria y bancaria.
Hay cierta trampa metodológica al no computar los vencimientos de capital como gasto del ejercicio fiscal (Presupuesta Nacional). Este procedimiento genera una poco clara y muy discutible forma de presentación de la deuda pública en la Ley de Presupuesto anual que vota el Congreso.
Como regla general el gobierno está pagando a su vencimiento toda la deuda que cae correspondiente a acreedores privados y organismos multilaterales de crédito (Banco Mundial, BID y CAF); y lo hace fundamentalmente con fondos del Estado tomados del propio Sector Público y con refinanciamiento continuo de préstamos de organismos internacionales. Es decir, que se privilegia el pago de la deuda de terceros aumentando la Deuda intra-Estado.
Pero, además se produce una refinanciación de los vencimientos de capital que no se cancela, produciéndose nuevas deudas con obligaciones adicionales. Así la deuda en el año 2011 fue de 14.600 MD. Aunque todavía no se conocen los resultados fiscales del 2012, según el presupuesto el aumento sería de los 11.700 MD. Y para el 2013 – también según presupuesto – la deuda aumentaría otros 12.100 MD. En consecuencia, no es cierto que la Argentina se esté des-endeudando: por el contrario, el ritmo de aumento de la deuda es superior a los 10.000 MD por año.
Al analizar el presupuesto y la realidad, el Lic. GIULIANO manifiesta que en el incremento del Déficit Fiscal es la deuda el principal motivo de su aumento.

SE COMPLICA LA SITUACIÓN EN LA PLATA




Por Carlos Manuel Acuña

Como siempre sucede en oportunidad de los grandes cataclismos, el impacto social que producen puede derivar en severas complicaciones políticas, especialmente cuando existen motivos que los justifiquen. Las grandes marchas cívicas que comenzaron a darse desde el año pasado, fueron o son algo así como el preámbulo de otros acontecimientos que tienden a ser mayores y anticipadores de un futuro que empieza a dibujarse en el escenario político. El lanzamiento de la reforma judicial efectuado por Cristina W. tiene algo de distractivo respecto de las repercusiones del desastre sucedido en La Plata, al margen del sentido que tiene en si misma esta propuesta de controlar en términos absolutos el ejercicio del poder. Tanta es la importancia potencial que tiene la inundación sobre la opinión pública, que desde las altas esferas del Ejecutivo se juzgó oportuno avanzar con esta propuesta que tendrá más resistencias que las que supone el oficialismo, tantas, como para alertar acerca de las consecuencias que tendrá la pulseada de lo que será una muestra la nueva manifestación prevista para el cercano 18 de abril.

A medida que pasan las horas, en La Plata aparecen más cadáveres y las cuentas parecen acercarse a esa cifra que comenzó a bailar con su carga de alarma frente a los ojos cristinistas: más de 300 ahogados por la desidia oficial. En la morgue judicial había hasta el momento de escribir estas líneas, 109 cadáveres que deberían sumarse a los 51 del primer momento, número que ya se amplió desde la madrugada de ayer. Para colmo - y para alimentar la susceptibilidad de la gente - al juez que investiga se le impidió el ingreso al lugar y ya circula la noticia de que se le pedirá juicio político como "castigo", "amedrentamiento" y, agregamos nosotros, como anticipo de la "democratización" de la justicia cuyos proyectos ya ingresaron al Congreso de la Nación.

Todo se mezcla y no se amalgama. Salen disparadas las partes de la crisis argentina y los pedazos golpean paredes, embajadas, redacciones y ahora llegan al exterior donde preocupan a los analistas; hasta la nota que el Papa Francisco le hizo llegar a Lorenzetti para agradecerle las felicitaciones que éste le envió, es mirada como una pátina significativa del problema que se acumula en el escenario institucional de nuestra ex República. No es para menos. Al cúmulo de mentiras que salen del riñón del oficialismo se agrega la situación económica que tiende a agravarse, a los reveses que el gobierno recibe desde todos los ángulos y ahora a los 12 cuerpos aparecidos en un desagüe platense, con lo cual ya no es fácil determinar con exactitud la cantidad de ahogados. Más aún, desde fuentes seguras nos dicen que aparecen cadáveres de chicos y de ancianos con lo cual el tema ya supera los calificativos más o menos moderados con que se hacen referencias públicas al desastre.

Entre tanto, los damnificados reciben con asombro los términos de la pretendida ayuda financiera ofrecida por el gobierno, pues se asegura que los famosos subsidios no son tales sino que se limitan a créditos especiales, es cierto, pero bajo ciertas condiciones de cumplimiento ineludible. Entre ellas, tener al día el pago de los impuestos urbanos que en numerosos casos son aquellos que jamás pueden atender quienes viven en casillas, carpas u otras construcciones precarias. Lo que sí se sabe es que si se contabilizan más de cien muertos, deberá calificarse como catástrofe a la inundación y en tal caso, eximir del pago de impuestos a un amplio porcentaje de habitantes platenses y de los alrededores de la capital de la provincia de Buenos Aires sometida, decimos de paso, a un proceso político determinante del futuro en la materia. Y ya que hablamos de impuestos, adelantaremos brevemente un comentario que es motivo de estudio contable. Se sostiene con bastante aproximación a la realidad, que en los diez años de kichnerismo se recaudó una cifra superior a los 800 mil millones de dólares que producen el siguiente interrogante que se relaciona con las obras que no se hicieron: deducidos los gastos administrativos, el saldo ¿dónde está?