jueves, 17 de enero de 2013

MIGUEL ETCHECOLATZ: ALEGATO FINAL





No podemos menos que estar de acuerdo con el alegato final del señor Comisario General (R) don Miguel Osvaldo Etchecolatz, el que podrán leer completohaciendo click aquí.

A continuación el mismo Etchecolatz describe la situación que vivió en el TOF N° 1 de La Plata en la oportunidad de su oposición.

El proceso judicial al que fue sometido el comisario Etchecolatz, es igual que el de resto de los Presos Políticos, plagado de “Aberraciones Jurídicas” y condenados de antemano… todo lo actuado a contramano del derecho se encuentra viciado de nulidad absoluta.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre



A mis compatriotas:

Antes de explicarles lo sucedido el 19 de diciembre de 2012, quiero hacer lo quelos magistrados del TOF N°1 me impidieron cuando por la fuerza me expulsaron de la sala. Esto era, simplemente, hacer público mi sentido homenaje a los ciento sesenta y dos policías asesinados a mansalva por el terrorismo sin haber tenido participación en esta guerra.


Esos servidores públicos eran hijos de esta tierra y en ella dejaron un día su sangre. Si hay un cimiento firme para que la Nación repose sobre él es el ejemplo que ellos nos dieron.

El TOF N°1 de La Plata alquiló para estas sesiones, quizás por el carácter exhibicionista que le imprimen a sus juicios, el teatro de la AMIA de La Plata. Nunca hubo mejor escenario para un tribunal que en sus actuaciones espectaculares tiene el doble significado de circo. Circo como el ominoso lugar donde se largan a la arena víctimas sin derechos ni garantías a merced de los arbitrios de querellantes y fiscales y circo como lugar donde malabaristas, payasos, equilibristas y animales amaestrados, pueden, dado el carácter judicial de los procesados, ultrajar y pisotear todas las reglas que regulan la Justicia y la legalidad.

El TOF N°1 fue integrado por los jueces Carlos RozanskiMario Portela y Roberto Falcone.


No obstante, conforme al derecho que la ley me otorga decidí pronunciar mi alegato final sobre el juicio seguido contra mi persona por el TOF N°1 de La Plata.

Si bien los integrantes del tribunal al principio me escuchaban sin poder ocultar su antipatía, la hostilidad de los mismos fue creciendo a medida que me adentraba en mi alegato hasta llegar a niveles de exasperada intolerancia. En verdad, los integrantes del tribunal no podían soportar que se les criticara la metodología espuria que habían empleado en las audiencias, donde a partir de inmorales gestiones encarcelaron sin apelación a la verdad, al derecho y a la justica bajo siete llaves.


Era, sin lugar a dudas, interesante observar los cambios de humor que se iban dando en los miembros del tribunal hasta que, en un punto determinado de mi alegato el Dr. Falcone con el rostro desencajado y a los gritos me interrumpe advirtiéndome que de seguir humillando y desacreditando a los “magistrados” y al “agente fiscal” sería expulsado de la sala. Como ni siquiera ellos sabían que rumbo tomar deliberaron durante un largo tiempo hasta que se me autoriza -por decisión mayoritaria- continuar con mi exposición con la especial advertencia de abstenerme de formular cargos contra el “tribunal” en general o a sus“magistrados” en particular.

Lo que hasta ahí había sucedido no era otra cosa que el uso indiscriminado de las consabidas metodologías que en general emplean los TOF, donde primero tratan de desconcertar y luego intimidar a los procesados, lo que me obligó a explicar que no era mi estilo agraviar a la verdadera Justicia sino expresar lo que había observado a lo largo del desarrollo del “juicio”. Al agregar que no podía considerar a ellos -RozanskiPortela y Falcone- como jueces justos e independientes y merecedores de respeto ya que a todo lo largo de todo el “juicio” actuaron fuera de los límites del derecho en total discrepancia con la realidad y con la exigencia natural de un juez que es la de impartir justicia, porque siempre trataron de convertir a los procesados en un conjunto de mudos para que con su silencio no pudieran interrumpir la nefasta acción que estaban llevando a cabo.

Como era de esperar, fui expulsado de la sala, no sin antes mostrar un cartel donde resumía mis opiniones.

Miguel Etchecolatz
Prisionero de guerra

EL REVISIONISMO HISTÓRICO, UN MANDATO PATRIÓTICO





Por Edgardo Atilio Moreno

“Cada pueblo, como cada hombre, 
tiene en la historia su destino, 
su carga, su misión”
(Federico Ibarguren)
              
En el nº 1 de la revista del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, Ernesto Palacio escribió un articulo titulado “La historia oficial y la historia”. En su introducción este notable historiador se preguntaba por qué los alumnos de las escuelas manifestaban tan poco interés por la historia patria. La respuesta esbozada fue que ello no se debía a una falta de patriotismo de los mismos sino a que los escolares intuían que en esta materia existía una “enorme mistificación” por lo que la misma no servía para solucionar los grandes problemas nacionales.

En efecto, la historia oficial que durante más de un siglo se enseñó a generaciones de argentinos se construyó para cumplir la función de un mito, o mejor aún, para crear una falsa tradición que sea capaz de sostener un proyecto político, económico y cultural de matriz antinacional. Por ende no le permitió a nuestro pueblo tener conciencia de su identidad y proyectar su continuidad histórica como nación. Es decir, no le permitió a la Argentina salir del estado de postración y de fracaso en el que  cayó desde que dejó de ser soberana. El mencionado autor lo decía claramente en otro de sus trabajos: “no hay Patria sin historia, que es la conciencia del propio ser… no sabemos que hacer por que no sabemos lo que somos”.

Y todo ello fue consecuencia de un hecho trágico en nuestro devenir, la derrota nacional de Caseros. A partir de entonces quienes derrocaron a Rosas comenzaron con la falsificación de nuestra historia.

Los primeros que se abocaron a esa innoble tarea fueron Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López, y lo hicieron con una flagrante deshonestidad heurística, seleccionando maliciosamente las fuentes documentales, ocultando o prescindiendo de todo aquello que no les convenía; y sobre todo aplicando una hermenéutica falaz y antinacional que interpretaba los hechos conforme a una ideología y a unos intereses espurios.

Ese relato que hicieron, lleno de “mentiras a designio” como quería Sarmiento; e inspirado en los “nobles odios” que recomendaba Mitre, se impuso a los argentinos de manera absoluta, y constituyó la versión consagrada y canónica de nuestro pasado, con más cualidades que en el derecho tiene la “cosa juzgada”.

Toda crítica o disenso con esta historia oficial fue tomada como si se tratase de una herejía o una injuria a los “próceres”; tal es así que el mismísimo Juan B. Alberdi —volviendo de su liberalismo apátrida— supo decir con razón que  “en nombre de la libertad y con pretensiones de servirla, nuestros liberales Mitre, Sarmiento o cía., han establecido un despotismo turco en la historia”.

Con esta historia falsificada se pretendió ocultar el accionar del imperialismo en nuestra patria y justificar todas las traiciones perpetradas por los enemigos del Caudillo, sobre quienes pesaba la ignominia de haber actuado en permanente connivencia con las potencias extranjeras.

Por otro lado, con este relato se procuró legitimar el nuevo modelo de país a instalar, a saber, un modelo centralista, oligárquico, laicista y agroexportador dependiente.

Ese modelo de país se inspiró básicamente en las ideas de Alberdi y Sarmiento, resumidas en la dicotomía “Civilización o barbarie”; y según la cual lo “bárbaro” era todo lo autóctono, lo criollo, lo americano con todo el bagaje cultural hispano-católico. En cambio lo “civilizado” era lo extranjero, lo europeo y especialmente lo anglosajón.

Esa dialéctica que en definitiva repudiaba todo lo que fuera nuestro, originó un sentimiento de autodenigración en los argentinos, y una falta de confianza en nuestras fuerzas que aún perdura.

Fue ese pensamiento base el que permitió la subordinación de nuestra Patria a la potencia hegemónica que desde siempre quiso dominarnos.

Y es que, como diría Julio Irazusta en “Balance de siglo y medio”: “los dirigentes formados por Sarmiento y Alberdi, responsables de la tradición que prevalece en el país, no podían recibir de aquellos maestros, ni de sus obras ni de sus vidas, las enseñanzas necesarias para tener fe en el país y voluntad de engrandecerlo”.

Por eso la historia fundada sobre esa dialéctica y sobre la ideología liberal, no sirvió ni para consolidar nuestro Ser Nacional, ni para tener una política auténticamente soberana. Sólo sirvió para aquello para lo cual en realidad fue concebida; para  ocultar al pueblo que teníamos una clase dirigente cipaya, que cometió incontables crímenes, que descristianizó nuestra cultura, que acabó con el federalismo, y que arruinó la economía del país, para beneficio propio y del extranjero.

En definitiva la historia así escrita solo resultó funcional para los intereses de la oligarquía, de la masonería, y del imperialismo.

                       Como reacción a esta amañada y nefasta historia oficial surgió, alrededor de los años 30, el revisionismo histórico.

Un primer antecedente —a fines del siglo XVIII— de lo que sería esta escuela lo dio Adolfo Saldías, un hombre salido de la misma riñonada del liberalismo pero de notable honestidad intelectual.

Luego vendrían los brillantes historiadores que dieron origen y nutrieron al Revisionismo, Carlos Ibarguren, Alberto Ezcurra Medrano, Julio Irazusta, Roberto de Laferrere, Vicente Sierra, Ernesto Palacio, Manuel Gálvez, Federico Ibarguren,  y Ramón Doll, entre otros.

Estos autores sufrieron desde el comienzo lo que se dio a llamar la conspiración del silencio; y a pesar de la innegable calidad científica de su producción historiográfica fueron marginados de los ámbitos culturales, excluidos de las cátedras, ignorados por las editoriales, y perseguidos por el Estado liberal.

Sin embargo no fue el rédito personal o la vanagloria lo que buscaban los revisionistas, el solo hecho de adherir a esta escuela era la renuncia expresa a ello.

Los principales objetivos que tenían quienes adhirieron a aquel revisionismo fundacional fueron dar a conocer nuestra verdadera identidad, develar la verdad histórica, e interpretar los hechos conforme al interés nacional; concientes de que con esos objetivos la historia cumpliría con su función de ser maestra de vida.

Lamentablemente dentro del revisionismo no hubo desde el principio una unidad doctrinal, y algunos de sus exponentes dieron origen a una expresión populista y clasista que encontró un gran impulso ligada al fenómeno político del peronismo. Tampoco faltaron los autores confesamente marxistas que se autotitularon revisionistas sin serlo en realidad.

Antonio Caponnetto, en un reportaje publicado en la revista “Verbo” Nº 297, se refiere a estas cuestiones con claridad y contundencia: “El revisionismo original procuró en todo momento, mediante la rectificación de los errores a designio, el redescubrimiento y la consiguiente revalorización de nuestra estirpe hispanocatólica… los móviles políticos eran inocultables pero enteramente legítimos. Por la rehabilitación de la verdad histórica llegar a la reivindicación de la política cristiana al servicio de la identidad nacional… Pero llegó el populismo y las aguas se enturbiaron. Enancado en él el socialismo nacional y el tercermundismo, el análisis marxista de los hechos y el ideologismo más craso campeando a sus anchas. Llegaron los Ortega Peña y Duhalde, los Cooke y Hernandez Arregui, los Artesano y los Puigróss. Llegó Abelardo Ramos y José María Rosa. Y no quisieron dejar de llegar Jauretche o Fermín Chavez”.

Efectivamente, el revisionismo al develar la verdad sobre el significado de Juan Manuel de Rosas en nuestra historia, encontró en él al máximo exponente de una política cristiana al servicio de los intereses nacionales.

Rosas es el César de las pampas, es el príncipe cristiano, el dictador honrado, que impone el orden, que reivindica nuestra identidad, y defiende los intereses de la nación. Por ello Rosas fue el hombre más odiado por el liberalismo y la masonería; por eso su obra y su significado se tergiversó; y por ello también el revisionismo se centró en el estudio de su figura.

De ahí el radical rechazo y el desdén de los historiadores “profesionales” por el verdadero revisionismo histórico. Enfeudados con el poder establecido y las ideologías dominantes, les espanta la posibilidad de que el “tirano” gane batallas después de muerto. Como dice Caponnetto en el tomo I de su obra “Los críticos del revisionismo histórico”, “moléstales… que se pueda colegir del revisionismo la licitud de un gobierno fuerte y aristocrático…”

Pero no sólo desde la historia oficial se desfiguró la imagen del Restaurador. El revisionismo populista cometió el grave error de adulterar al verdadero revisionismo, haciendo de Rosas un demócrata, un adelantado del socialismo, un emergente de las masas populares que interpreta y ejecuta los deseos de ésta.

Aquellos vientos trajeron las actuales tempestades. Del revisionismo ideologizado que desvirtuó a Rosas para hacerlo compatible con las políticas populistas y clasistas; llegamos al engendro historiográfico que promueve el gobierno actual.

En efecto, hoy el kirchnerismo ha exacerbado las heterodoxias dando origen a un pseudo y falso revisionismo que abreva directamente en el marxismo, el indigenismo, y paradójicamente en la misma historia oficial mitrista.

Ocuparnos de él excede el propósito de este artículo, sólo dejamos aquí consignado que eso no tiene nada que ver con el revisionismo en ninguno de sus matices.

Y volviendo al principio digamos que si la Argentina quiere reencontrarse consigo misma, sacudirse el yugo que la agobia, y recuperar su destino de grandeza, debe empezar por conocer su verdadera historia.

Una verdad dijo Miguel Cané en “Juvenilia”, cuando en las primeras páginas del libro describió a un personaje triste, apodado “Binomio”, ducho en las matemáticas pero ignorante en cuanto al conocimiento histórico, cuyo destino terminó siendo el trazado manual de las líneas de los cuadernos que los alumnos usarían. “El que no sabe historia, no hace camino”, diría el novelista liberal; como alertándonos sobre lo que hacían sus conmilitones. Y es cierto, un país que no conoce su historia, que vive creyendo en mentiras, tiene un triste final, como Binomio.

Para salvarnos de ese oprobio vino el verdadero revisionismo, y aunque la obra que nos dejaron sus principales expositores sea suficiente para derribar todas las falacias de la historia oficial, el combate aún continua.


COMO SER UN BUEN CATÓLICO




He aquí algunas reglas básicas y obligatorias que todos los católicos deberían conocer. Lamentablemente, hay algunos católicos que las desconocen, o simplemente no quieren hacerles caso.
  

Asista a Misa cada semana. Es un pecado mortal deliberadamente no ir a Misa el Domingo o el Sábado de Vigilia.

Asista a Misa en los Días Santos de obligación. Estamos obligados a ir en ciertos días de Fiesta. El boletín semanal de su Iglesia a y un buen calendario católico enumera estos días de obligación.

• Vaya a confesarse frecuentemente, y por lo menos una vez al año si esta en pecado mortal. Un pecado mortal es un pecado en contra de cualesquiera de los Diez Mandamientos. El Catecismo tiene referencias especificas acerca de pecados mortales y veniales.

Crea con todo su corazón en la presencia verdadera, del Cuerpo, Sangre, Alma, y Divinidad, de Nuestro Señor Jesucristo en la Sagrada Eucaristía.

• Haga visitas frecuentes al templo para adorar a Cristo en la santa Eucaristía. 

NO reciba Santa Comunión si sabe que se encuentra en pecado mortal. Esto constituyera un pecado mortal peor aun que se llama Sacrilegio.

• Haga un examen de conciencia cada día,  especialmente antes de la Confesión.

• "Obedezcan a sus dirigentes y estén sumisos, pues ellos se desvelan por sus almas, de las cuales deberán rendir cuenta. Ojala esto sea para ellos motivo de alegría y no un peso, pues no les traerá a ustedes ventaja de ninguna clase". Hebreos 13:17

Obedezca a sus dirigentes en el trabajo, a la autoridad, y a la ley.

Obedezca las enseñanzas de nuestro padre bendito en la fe, el Papa, y del Magisterio.

• Tenemos que respetar la vida en todos los sentidos, desde la concepción hasta la muerte natural.

• Un buen católico, hace su voto inteligentemente es Pro-Vida y Pro-Dios. Un voto para el derecho de vida es decirle Si a Dios. Recuerde, María, Nuestra Madre amantísima dijo "Si" a Dios. Haga que su voto cuente por la Vida!

No practique la Contracepción, al menos que sea por Planeación Natural Familiar, como nos enseña la Iglesia. El Papa Paulo VI escribió una Encíclica en 1968 en la que enumero las consecuencias funesta si la contracepción continuara. Se llama Humanae Vitae. Asegúrese de leer el párrafo #17, ya que predijo exactamente lo que pasaría y esta sucediendo hoy, unos 30 años después. Contracepción es la mentalidad drogada que lleva al aborto y mas.

• Los padres tienen la responsabilidad de enseñar a sus hijos la diferencia entre el bien del mal a una temprana edad, y de asegurarse que tengan una educación católica adecuada. Enséñeles sus obligaciones dominicales, sus oraciones, que Dios los ama, etc.,

Por el ejemplo de los padres, ellos aprenderán. Nuestros niños cuando no están bien preparados y no tienen modelos positivos que emular, entran al mundo como presas fáciles de muchas religiones falsas y los cultos que esperan capturarlos. En su ignorancia de la verdad, son seducidos por la falsedad y sucumben a sus enseñanzas. Ponga a sus niños en un buen programa educativo religioso.

• Tenga una devoción amorosa por Nuestra Madre Amantísima la Virgen María.

Rece el Rosario todos los días.

Ore todos los días. Diga el Acto de Contrición cada noche.

Apoye a la Iglesia económicamente. Cada persona deberá de saber que es lo que puede contribuir.

Anuncie a los demás el Reino de Dios. Todos los católicos estamos obligados a continuar expandiendo el Reino de Dios entre los hombres

Visite a los familiares amigos o conocidos enfermos y ore por ellos.

De limosnas a los pobres.

• Enfrentar los problemas de la vida y las enfermedades con serenidad y confianza en Dios.

Vive mas sobriamente. Confórmate con lo que tienes. Frena las ambiciones y los caprichos.

Huye de las malas compañas.

Búscate un Director Espiritual. Aunque te parezca que tu principal obstáculo para ser un buen cristiano está en el ambiente que te rodea, irás comprendiendo que tu peor enemigo lo tienes dentro de ti.

Fórmate. Es necesario formarse y aclarar dudas, para poder dar razón de nuestra fe ante este mundo descreído que nos rodea.

Practicar la virtud, desenraizar el vicio ¿Qué virtudes nos faltan? En estas nos tenemos que centrar. Elige una de las virtudes en las que detectes que flaqueas y trabájala a diario. Si mejoramos en esa virtud, por lo general, mejoramos en todas las demás.

Actúa alegre sin importar las circunstancias. Es fácil decirlo pero no hacerlo. La alegría es una actitud (virtud) no un sentimiento. No hay que confundir alegría con momentos de felicidad terrena que van y vienen. Podemos ejercitar la alegría con actos de la voluntad, siempre contando con la gracia. ¿Cómo podría la Madre Teresa de Calcuta servir a los más pobre entre los pobres, a pesar de que sufría profundamente en su alma? Con alegría.

Santifica la vida familiar. Para ello mejora primero tu propia conducta hacia los tuyos (Efesios 5:21-32).

Defiende con valentía los principios cristianos cuando sean atacados o ridiculizados por la sociedad o por corrientes religiosas o ideológicas distintas a la tuya, pero hazlo con amor, inteligencia y sabiduría.

Da  buen testimonio de vida católica a los demás. Con la fuerza de Cristo resiste al pecado y procede rectamente. Viendo tu ejemplo la gente buscará a Dios (Mateo 5:13-16).

Dios te bendiga.

TRES DÉCADAS DE DEMOCRACIA COLONIAL Y DE DESMALVINIZACIÓN



Por Patricio Lons 
"En el Viejo Continente un mal se ha alzado, que destruye y consume su esencia y su tradición y de esta manera, nuestra herencia, pero en esas mismas tierras nacerá un David que derribará a este Goliath... Su principal inspiración será un pueblo hiperaustro que por el ´82 enfrentó a Goliath y demostró que se le podía vencer. Se levantará la hidalga Terrae Argentum de la Gran Restauración."



Treinta años atrás, la guerra de Malvinas y Atlántico Sur constituyó un conflicto patriótico que enfrentó a la Argentina semicolonial de entonces, gobernada por un gobierno cívico-militar, con una de las principales potencias del planeta, respaldada por todo el Commonwealth y el bloque de naciones centrales, encabezado por los Estados Unidos. Más allá de las intenciones de los ingleses, que precipitaron el conflicto bélico como ellos mismos lo reconocieron y que quedaron sorprendidos —según sus propias declaraciones—, por el coraje argentino, la naturaleza del conflicto no puede ofrecernos dudas, el deber de todos los patriotas está del lado de la patria que libra la batalla contra los dominadores. 

La derrota política
El autoengaño de quienes estaban al frente de la Junta Militar (la idea de que Estados Unidos desempeñaría un papel mediador entre dos aliados privilegiados y que el gobierno conservador inglés no se embarcaría en un conflicto bélico) y la verdadera naturaleza de la guerra, estableció las condiciones de la derrota, cuyo origen fue, ante todo, político. En ningún momento nuestro gobierno tuvo en cuenta que para recuperar las Malvinas, por vía militar o mediante negociaciones, era imprescindible una política nacionalista. Mantuvieron en todo momento el conjunto de ideas que los llevaron a sostener un programa antinacional, destinado a destruir nuestra independencia económica. La permanencia de Roberto Aleman al frente del Palacio de Hacienda, representante del capital financiero internacional y de las corporaciones monopólicas, como antes lo había sido Martínez de Hoz, constituyó el presagio más claro del desenlace del conflicto. Nunca se dieron cuenta que este ataque era la continuidad del apoyo inglés a la subversión apátrida que nos atacó en Tucumán y en todo el territorio nacional.

Como no podía ser de otro modo, las consecuencias de la derrota política y militar comenzaron a pesar de un modo abrumador sobre el destino del país, apenas cesó el tronar de los cañones. La política de desmalvinización fue la principal de esas consecuencias. En torno a esa política se organizó el conjunto de significaciones imaginarias que habría de predominar en los años venideros. Su objetivo fue restablecer los mecanismos de dominación y hacerlos perdurables en el tiempo. 

El verdadero significado del 2 de abril
Tras la caída de Puerto Argentino y del subsiguiente colapso político, los círculos influyentes de la burguesía local y el capital extranjero comprendieron la necesidad de imprimir un giro en el manejo de los asuntos públicos, así como en el sentido de los mensajes que se enviarían desde la escuela y los medios para anular el pensamiento patriótico entre nosotros los argentinos, en correspondencia con los nuevos tiempos que se avecinaban. En primer término, era imprescindible que la nueva democracia en curso, hija de Margaret Tatcher y de Isabel II, es decir, impuesta por los vencedores, impidiera cualquier posibilidad de adquirir conciencia nacionalista para entender la política que encerró el conflicto bélico, inconfundible a la luz del comportamiento de Gran Bretaña, Estados Unidos y de sus aliados europeos. Le podemos agregar a la Bonafini, que se ensaña con todo uniformado así sea empleado de un delivery y que hubiese deseado que todos los conscriptos que pelearon en Malvinas no hubiesen vuelto.
Actúa desde siempre como una agente de destrucción de las FFAA, sabiendo que eso significa la indefensión de la patria y la pérdida de nuestra soberanía.

Apuntando en esa dirección, la recuperación de Malvinas fue presentada como una decisión irracional, y los militares que la llevaron a cabo, demonizados. De acuerdo con el nuevo discurso, inspirado en usinas ideológicas del exterior, con amplia repercusión interna, se decía que constituía un verdadero despropósito que un país subdesarrollado y dependiente pretendiese enfrentar militarmente a una potencia de primer orden. Es decir, que nos conformáramos con ser esclavos. De forma tal, el 2 de abril fue explicado, en reiteradas ocasiones, creando el mito de un borracho irresponsable. No importó que la decisión se tomara entre todos los comandantes (donde no cabe el infundio estúpido de una supuesta decisión estratégica basada en una hipotética mente nublada por el alcohol), no importó  que hasta ese momento las guerras de liberación nacional en China, Vietnam o Argelia (así como hoy las presentes luchas de los pueblos en Palestina, Irak y Afganistán), hubiesen demostrado que la supuesta imposibilidad de enfrentar al colonialismo y al imperialismo, constituía una falacia. En este sentido, también la guerra de Malvinas arrojó enseñanzas instructivas. Por ejemplo, en marzo de 1984 The Economist sostuvo que, sin ayuda de Estados Unidos, no sólo Gran Bretaña no habría podido ganar la guerra, sino que tampoco hubiera podido organizar la campaña militar. Asimismo, son abundantes los testimonios de origen británico sobre lo cerca que estuvieron de la derrota las fuerzas de su graciosa majestad. De hecho los ingleses reconocen 1032 bajas pero ocultan por lo menos dos mil más contra 180 soldados argentinos, el resto de nuestras bajas son aviadores y marinos con lo cual llegamos a 649.


Parte II

En el marco de tantas mentiras en los años de posguerra, los soldados argentinos perdieron su condición de combatientes de una causa nacional, que nos permitiría aumentar nuestro amor patrio y fueron presentados como “los chicos de la guerra”, criaturas inocentes, arrojadas al infierno del conflicto militar en situación de indefensión por la supuesta ineptitud y cobardía de una oficialidad incapaz de afrontar el peligro. No importaba que la proporción de bajas en los distintos rangos de las fuerzas armadas argentinas, no probara en absoluto el relato desmalvinizador y mostrara en realidad el coraje de oficiales, suboficiales y soldados de nuestra patria. Por ejemplo, en la Fuerza aérea el 95 % de las pérdidas fue de oficiales y suboficiales.
Una mezcla de pacifismo, democratismo y antimilitarismo burgués, de la cual el alfonsinismo fue la expresión política más decidida, impregnó los distintos aspectos de la vida política nacional, y caló hondo en el ánimo de una clase media desmemoriada y desmoralizada, base social necesaria para el discurso organizado en torno a la falsa antinomia democracia/totalitarismo. Aquí es donde aparece la tercera madre de la democracia argentina, Hebe de Bonafini, madre de dos guerrilleros exiliados en España, con todo su odio antimilitar que alcanza, de manera demencial a los ex combatientes conscriptos a quienes, ella les deseaba que no hubiesen vuelto de la guerra. 
Fue bajo esta influencia que se aseguró la continuidad de las transformaciones de fondo iniciadas por el programa de Martínez de Hoz en 1976, y que han perdurado hasta el presente, destrozando nuestra economía y fraguando un sistema político falaz que provoca la desazón de todos nosotros y que nos hace bajar los brazos. 

Pero así como esa continuidad no está asegurada, ni mucho menos; el 2 de abril y la guerra en el Atlántico Sur recuperarán su lugar en una historia verdadera, servirán de punto de partida para la conformación de una conciencia nacional, y para la gestación de un gran movimiento cristiano y patriótico de amor argentino orientado hacia la liberación de la patria. Será la manera de ganar la posguerra. Debemos tener en cuenta que, como muy bien explicaba el almirante Carlos Büsser, los ingleses no están hace 180 años en Malvinas, ese período se lo cortamos a los 149 años, sino desde el 14 de junio de 1982, ya que ejercimos plena soberanía durante 74 días. Ahora quieren avanzar sobre el continente, nuestra minería y nuestras riquezas, explotándolas de manera contaminante para que le dejemos el terreno vacío. Hay muchas maneras legales y valientes que tenemos los argentinos de defender nuestra patria. Fortalezcamos nuestra educación con conciencia nacional, nuestra economía y nuestro sistema de defensa y nos haremos respetar. 
Sumémonos en una verdadera Reconquista patriótica que sea el resurgir de nuestra nación.
Ruego a Dios, como el más pobre de sus hijos, que reciba en el Cielo a todos los que fueron a pelear en el 82. Y al valiente que volvió a poner la bandera argentina en las Islas Sandwich del Sur, después de la guerra, demostrando un coraje inigualable, le digo, ¡¡Muchas gracias, estoy orgulloso de ser vuestro compatriota!! No se como lo habrá hecho. Me saco el sombrero ante el. Y a todos los valientes que siguieron dando testimonio de patriotismo en nuestros mares del sur, como el navegante Toni López con quién hoy lamentablemente estoy distanciado, que llegó dos veces a Puerto Argentino demostrando que se podía quebrar el bloqueo naval inglés, como el capitán Tarapow, que al salvar al rompehielos Irízar del incendio, puso al descubierto la maniobra del gobierno de abandonar nuestros intereses antárticos.
Por todos ellos y por los que en su corazón no se rinden y están dispuestos a defender nuestra enseña, ¡¡¡VIVA LA PATRIA, ACÁ NO SE RINDE NADIE, MIERDA !!!
e-mail: patriayliniers@yahoo.com.ar

QUILMES: CONVOCAN A MANIFESTACIÓN ANTE EL MUNICIPIO EL 1 DE FEBRERO CONTRA AUMENTO DE TASAS Y ÑOQUIS


En una convocatoria popular para el 1 de febrero a las 10 hs, los quilmeños se manifestarán ante la Municipalidad contra el aumento de tasas y la cantidad de "ñoquis" designados.
Los manifestantes se congregarán en calle Alberdi al 500 de Quilmes, e irán munidos con la boleta de la tasa abrochada a la ropa, según informa la convocatoria. Su única consigna será gritar "NO!" al aumento de tasas y al ejército de ñoquis.
El texto de la convocatoria, que se está difundiendo en las redes sociales, es el siguiente:

SI SOS DE QUILMES, COMPARTIR
CONVOCATORIA POPULAR
1 de Febrero a las 10.00 HS.
nos encontramos en la Municipalidad
Alberdi 500, Quilmes- Nos identificamos
con la BOLETA DE LA TASA ABROCHADA A LA ROPA
y con una única consigna, gritar:
¡NO!
Al aumento de tasas
¡NO! Al ejército de ñoquis
NO PERMITIR ESTE ABUSO