viernes, 14 de diciembre de 2012

HOAX: FALLECIÓ LA ACTRIZ DE "LA CHILINDRINA" EN UN CASO DE INSEGURIDAD


AFIRMA EL HOAX: 

La actriz Mexicana ha sido victima de un asalto seguido de muerte. 
Esta mañana en el lugar de residencia de la Actriz mexicana María Antonieta de las Nieves, ella escuchó gritos en la calle. 
Los gritos primero eran de su "hija", después de sus nietas. Y no dudó. Salió apurada y, aún dentro de su casa, en un pasillo, vio la escena que le costaría la vida: un ladrón amenazaba con un revólver a su hija. 
La actriz no dudó y quiso defenderla. 
La reacción terminó en tragedia porque, al forcejear, el delincuente le disparó dos veces. 
Una bala le dio en el hombro. La otra, en la cabeza .

En paz descanse, María Antonieta de las Nieves. (Chilindrina.) 

Sin embargo, esta noticia que circula en Internet, es falsa.
En la página oficial de Facebook de "La Chilindrina", podemos leer la aclaración de la actriz:
MIS ADORADOS FANS.......ESTAMOS BIEN TODA MI FAMILIA Y YO.
ME ESTAN HABLANDO AMIGAS MUY MORTIFICADAS PREGUNTANDO SI ES CIERTO QUE ANOCHE SE METIERON A LA CASA A ASALTAR Y QUE ME DIERON DOS BALAZOS. !!!!!!!!!!.........ES TOTALMENTE FALSO AFORTUNADAMENTE.
SI ES CIERTO QUE COMO A LAS CUATRO DE LA MADRUGADA SONO LA ALARMA DE LA CASA.......TODOS NOS ASUSTAMOS Y MI PERRA CHIQUITA EMPEZO A LADRAR FURICA.
..
....LLAMARON POR TELEFONO LOS DE LA ALARMA PREGUNTANDO QUE SI ESTABAMOS BIEN Y ESO FUE TODO.
EL VELADOR DE LA PRIVADA CHECO TODA EL AREA Y NO HABIA NADIE .
POSIBLEMENTE UN GATO O UNA ARDILLA ROZO LA LOS CABLES ELECTRIFICADOS Y POR ESO SE DESATO LA ALARMA.

MUCHAS GRACIAS A MIS AMIGOS Y A LOS MEDIOS POR PREOCUPARSE POR MI.


VARONES Y MUJERES, O ANDRÓGINOS Y MACHONAS…



Por Emilio Nazar Kasbo

Vivimos en una sociedad donde las mujeres hacen cosas de hombres, y los hombres de mujeres. Las mujeres imponen al varón que haga cosas de mujeres... sometiendo al varón y convirtiendo al matrimonio (en caso de que haya uno) en un barco sin timón. Hombres andróginos, mujeres machonas… sociedad de invertidos
DESORDEN ANTINATURAL
Dios castiga el desorden antinatural. Así de simple. El modelo para la familia, es la Sagrada Familia. Solo hay que mirar a San José, a la Virgen María, cómo San José habrá conducido a la Virgen María a visitar a la prima, Santa Isabel, porque se ayudaban entre las mujeres cuando estaban a punto de dar a luz... eso ya no existe.
¿A qué se dedicó la Virgen María cuando Jesús ya era grande? ¿A hacer dinero? No, se dedicó a la vida contemplativa y de oración, en lo cual indudablemente colaboró en la obra expansiva de la Fe Católica en los primeros años del cristianismo, ya que su oración habrá valido tanto como sus dolores.
El desconocimiento del sentido de la vida humana lleva a errores de apreciación, como por ejemplo, el trabajo fuera del hogar como “entretenimiento”, cuando la persona ha sido creada para amar y alabar a Dios, en lo cual halla sentido su vida en este mundo. Las personas que no conocen la realidad de Dios, indudablemente se “aburren”, porque les falta oración y Sacramentos.
LIBERALES
Es el liberalismo el que lleva a ridiculizar el modelo de la Sagrada Familia. Es el liberalismo, fruto de la ambición calvinista, el que ha marcado con un sello la explotación del hombre por el hombre, sin el freno de los gremios medievales a los cuales disolvió, atomizando la familia y dejándola desamparada. Es el liberalismo el que tacha de “fundamentalista” a toda protección de la familia y de las entidades intermedias, en particular de los gremios, así como a todo intento de que la espiritualidad católica ilumine las realidades temporales. Cuando en la Edad Media los Caballeros juraban defender a los pobres, a las viudas, a los desamparados y necesitados, llega el liberalismo con sus burlas para sostener el individualismo, de modo que una viuda que queda a cargo de 8 hijos debe salir a trabajar para mantenerlos, porque la sociedad y las instituciones miran para otro lado. Lo mismo la descomposición familiar, que impulsa a mujeres o varones a abandonar a su propio cónyuge para ir detrás de aventuras, porque el matrimonio no se fundaba en las virtudes ni en Cristo, sino en intereses personales o en mera lujuria, muy distante del ideal católico de matrimonio. La injusticia social trae la desgracia familiar cuando la familia no sabe resistirla recreando los cuerpos intermedios dañados.
Por el otro lado, el resentimiento producido por el liberalismo acaba en la “lucha de clases” marxista, que es llevada al campo cultural por la Escuela de Frankfurt. Lo que en el liberalismo parece “voluntario”, en el comunismo es forzado. Efectivamente, la tiranía comunista extirpaba a los bebés de su núcleo familiar para “educarlos” a su medida, mientras que el mundo liberal produce la “obligación” de la mujer de estar fuera de su hogar (imposible para ella evitarlo), y por ello “voluntariamente” abandona desde los 45 días a sus hijos en manos ajenas para su crianza. Ambos modelos coinciden.
El liberalismo lleva a decir que “cada familia es diferente, y tienen situaciones distintas y no por eso se les debe juzgar de malos católicos”. Efectivamente, confunden el análisis moral general con el caso particular que depende de un buen director espiritual bien formado. La atomización casuística del concepto de familia, es utilizada como estrategia para atacar la naturaleza de la familia, tergiversar su definición de modo que la misma pueda ser desnaturalizada por una confusión intelectual, que llevará a un obrar acorde a tal confusión.
LA SAGRADA FAMILIA
El “católico” liberal, en realidad, no es católico, ya que el liberalismo ha sido condenado por el Magisterio y es una herejía. Por ejemplo, tales modernistas herejes que pretenden estar dentro de la Iglesia Católica, alabarán a la Sagrada Familia, la elogiarán para luego destrozarla como modelo.
Veamos un ejemplo: “La Sagrada Familia es el ejemplo más perfecto de familia que existe, y debemos imitarla, pero eso no significa tengamos que hacerlo de manera literal o fundamentalista, sino ninguna familia tendría hijos. Se le imita en su fe, su oración, su amor, sus valores y virtudes que tanto la Santísima Virgen como San José poseían, y que los convirtieron en ejemplo para todos los católicos”.
¿Es eso lo único que ofrece la Sagrada Familia como modelo para los católicos? Existen quienes han afirmado que San José, para su dignísima misión como padre adoptivo del Hijo de Dios, también ha sido preservado del Pecado Original. Por otra parte, la Sagrada Familia no es sólo un modelo de piedad, o de “valores” (que cambian con las épocas), sino de Virtudes naturales y Sobrenaturales, han sido ejemplo de noviazgo, de matrimonio (que en este caso particular estaba centrado en Jesucristo), y de paternidad y maternidad.
El modelo de la Sagrada Familia es una muestra de la oración y de la Providencia en el descubrimiento del cónyuge. Además, es modelo de castidad en el noviazgo. Muestra cómo el matrimonio (cada matrimonio) tiene una misión confiada por Dios, sobre todo en la educación de los hijos (propios o adoptivos) que luego podrán llegar. El modelo de la Sagrada Familia descarta las uniones entre dos hombres o entre dos mujeres como si fuesen un “matrimonio. El modelo de la Sagrada Familia señala además cómo debe ser la célula básica de la sociedad, porque la familia es la unidad de la cual surgen por su unión otras entidades intermedias, elaborando el tejido social. La Sagrada Familia es un modelo de interacción personal y social, es un modelo en el modo de vestir, en la humildad, en el modelo de mujer aportado por la Virgen María, y en el modelo de varón señalado por San José, de modo que los hijos sean criados equilibradamente al contemplar a ambos. Podría seguir señalando numerosos ejemplos de cómo es modelo la Sagrada Familia, pero nos desviaríamos del tema. Resumiendo: la Sagrada Familia es modelo del orden natural y del orden Sobrenatural, integrados en la realidad temporal.
Efectivamente, a la Sagrada Familia se la imita en el Orden Natural y Sobrenatural que ha vivido. El fundamentalista es, por tanto, el liberal que critica. La sociedad hoy vive un orden invertido en la familia, de ahí las consecuencias sociales. El Diablo en esta sociedad no ha dejado de tentar, como lo hizo con Adán y Eva: "no moriréis"... El liberal llama “interpretación no fundamentalista” a la “interpretación modernista” del Evangelio, de la Biblia, de la Tradición, del Magisterio y de la Liturgia, pretendiendo que son algo simbólico, algo desactualizado e inaplicable hoy. Por ejemplo, dirá que ya no existe la sociedad en que Jesucristo nació, y que por tanto los elementos culturales deben ser descartados, quedando solamente una "tradición” de lo que sucedió en aquellos tiempos, como historia remota relatada para niños, incompatible con una “fe de adultos”, “científica”, “racional”, que no cree ni en Milagros ni en la intervención de Dios en el mundo y en la Historia. Los argumentos van hasta la burla: “¿acaso pretendes que hoy vistamos como San José y como la Virgen María?” (que por otra parte, lo que dicen en burla si se tomara en serio podría ser de gran valor moral, sobre todo en una sociedad donde las mujeres que andan por la calle con “calzas” mostrando sus intimidades mientras creen que están vestidas del modo más decente y pudoroso).
PECADO DEL DESORDEN ANTINATURAL
El desorden antinatural es pecado. Y el diablo dice: "peca, que no morirás" (arrastrando a todos los que van tras de ti). La responsabilidad por el pecado es tanto por los hechos propios, como de las consecuencias de dicho pecado respecto de terceros, en una dimensión social y en una dimensión histórica.
Una vez, un imprudente que conozco dijo que se iba a dedicar a "administrar campos" haciendo "trabajos de chacra". Cualquiera que sabe algo de manejo de campos, sabe lo que es una UTA (Unidad de Trabajo Agrupecuario), cuyo valor se obtiene en base al costo del combustible. Una vez, le pregunté al susodicho desordenado cuál era el valor de la UTA, y me respondió: "cada campo es distinto, no se puede dar un valor generalizado de las labores agrícolas, porque algunos tienen más zonas bajas que otros, y tienen distintas características, y por tanto, el precio se fija en base a cada campo". Es decir, tiró por la borda la base del conocimiento científico, para convertirlo todo en un conocimiento empírico puramente experimental de cada caso concreto de modo casuístico. ¿Por qué el imprudente que afirmaba ser "administrador agropecuario" afirmaba que no podía poner precio a la UTA? Simple: para no rendir cuentas. A río revuelto, ganancia de pescador, y a convulsión familiar, ganancia de Satanás. El principio individualista liberal, borra de un plumazo todo principio general, y EL LIBERALISMO ES PECADO, porque se basa en el individualismo. Una sociedad desquiciada, sólo sirve al pecado de quienes buscan vivir así. Precisamente, en base a tal criterio, se dedicó a ESTAFAR a ciertas personas que confiaban en él. Decir "cada familia es un caso especial", es despreciar el Orden Natural (que vale para todas y cada una de las familias), y el Orden Sobrenatural (que ha de servir, al final, sólo a quienes se salvarán, que no son "todos", sino MUCHOS).
Allí donde está tu corazón, está tu tesoro, y las familias hoy tienen su corazón puesto en el dinero, tal como lo exige la sociedad liberal. Sin embargo, la Doctrina Social de la Iglesia es absolutamente clara. Y LA SAGRADA FAMILIA ES EL MODELO DE TODA FAMILIA CATÓLICA, Y POR TANTO ES EL MODELO DE FAMILIA A IMITAR.
ARGUMENTO CASUISTA
Alegar que "cada familia es un caso particular", es abrir la puerta a la anarquía, y a negar todo principio de ejemplaridad, a negar el Orden Natural y Sobrenatural que Dios ha dispuesto para la sociedad y para cada persona, fuera del cual sólo se halla INFELICIDAD. Y en el Cielo, ante Dios, NO HAY INFELICES.
Lo dicho nada tiene que ver de modo principal, sino accesorio, con el trabajo de la mujer fuera del hogar. Nada tiene que ver con el descuido de la mujer de una adecuada formación espiritual e intelectual, tal como han sido muchas de las grandes santas de la Edad Media.
Además, la misma familia es reducida a una cuestión de "modas", de modo que en cualquier momento aparecerán los varones en minifalda, afirmando que siempre fue masculino, y que ello se demuestra con los escoceses. La Virgen María vivió y murió por y para Jesucristo, no se hizo "rabina" ni se dedicó a ser "albañila". Se dedicó a la oración y a la vida contemplativa, habiendo sido encomendada a San Juan Evangelista, y vivió como vivían todas las mujeres de su tiempo en una sociedad algo más ordenada que esta, cuando además había sido ilustrada de modo particular por la Revelación del Verbo Encarnado.
El argumento liberal de que "no podemos conocer las situaciones de otros matrimonios", alude a que es "fundamentalista" el matrimonio de un hombre con una mujer, para toda la vida, para engendrar y educar a los hijos en una comunidad de vida, como una institución que es elevada a Sacramento, donde el varón tiene sus obligaciones y la mujer las propias (y en cumplimiento de lo que San Pablo afirmaba). La Sagrada Familia es el modelo a imitar, y la Edad Media se basó en ello, desde la forma de vida social hasta las modas en el vestir de la época. Ahora muchos pretenden que es tan pudorosa una exhibicionista de playa que hace "topless" o "nudismo" públicamente, como Isabel la Católica, y que las prostitutas entrarán al Cielo (como prostitutas)... porque sólo es cuestión de "modas".
RELATIVISMO HISTÓRICO-CULTURAL
Hay un argumento que además sostiene que “los tiempos cambian y la mujer puede trabajar, y es decisión de ella si quiere o no hacerlo, eso no le resta santidad siempre y cuando priorice a su familia”. En realidad, esto no es más que el relativismo cultural aplicado al matrimonio, a la familia, y a la naturaleza del hombre y de la mujer.
Negada la naturaleza viril del varón y la naturaleza femenina de la mujer, todo se convierte en un acto cultural, una especie de “moda” que puede cambiar, de modo que la operación sigue al ser, y deformada la definición el obrar será tan deforme tanto cuanto haya sido deformada la definición.
Erradicado lo propio masculino y lo propio femenino, todos pueden realizar las actividades propias del sexo opuesto, de donde surge una pretendida igualdad inexistente en la realidad, puesto que no se trata más que de una deformación. Una mujer, hombreando bolsas en el puerto, no realiza tareas femeninas, pero no deja de ser mujer por realizar tales tareas, en lo cual salta la contradicción. ¿Cuántas bolsas puede llevar una mujer sobre sus hombros, y cuántas un varón? ¿Cuál es el sentido de que una mujer pretenda realizar la misma tarea de un varón, cuando su misma naturaleza, por más fortachona que sea, indica que no podrá igualar al varón en la labor? Del mismo modo, exigir delicadeza femenina al varón, sólo contribuye a amanerarlo, a adquirir modales de los cuales carece por naturaleza. Fuerza y delicadeza se contraponen, son complementarios cuando el varón actúa con fuerza y la mujer con delicadeza, y son una desnaturalización del varón cuando éste actúa con delicadeza femenina, y una desnaturalización de la mujer cuando ésta actúa con fuerza masculina. Y esto ya se dijo desde el principio de la nota: vivimos en una sociedad de hombres andróginos, de mujeres machonas, en una sociedad de invertidos.
El hombre verdaderamente hombre, y la mujer verdaderamente mujer, prácticamente han desaparecido de las grandes ciudades, y tal vez quede algún resabio en algún campo alejado donde aún no haya llegado la TV Satelital o Internet, pero poco tiempo quedará hasta que los sitios más recónditos reciban la penetración cultural.
“TODOS LO HACEN”
Sí, existe un deber de colaboración mutua en el hogar, pero eso no implica suplir el hombre a la mujer, o la mujer al hombre.
El otro argumento, es el de la imposición social, el de que “todos lo hacen”, la imposición del número sobre el Orden natural. Veamos el argumento: “por si no los sabes, la mayoría de las mujeres y esposas de las personas casadas que conoces trabajan, y con lo que afirmas les estas diciendo indirectamente a ellos que eres mejor y ellos son invertidos, apúrales entonces, y diles que renuncien a sus trabajos”. Tal argumento, es a todas luces falso. El hecho de que “todos” o “la mayoría” de las mujeres trabajen, no comunica con la verdad, ni implica una realidad moral. Hoy está asumido socialmente por toda mujer que debe estudiar y trabajar como si fuese un varón, y eso se asume “voluntariamente” por cada una. Hay mujeres que por terapia pueden requerir alguna labor fuera del hogar, otras por ciertas realidades económicas, pero el hecho de que todas las mujeres abandonen su domicilio (su barrio) para dirigirse a otro sitio, ha producido un daño directo a las relaciones de vecindad. No hay niños en las calles, en los barrios, ni en los pueblos: todos se encuentran “internados” en guarderías, jardines de infantes, escuelas, colegios, universidades, instituciones culturales, deportivas, y hasta con esos fines se utiliza el Catecismo y los grupos parroquiales (lejos de su finalidad espiritual, se convierten en un modo de “deshacerse” de los hijos). ¿Era esta la finalidad? La mujer hoy desprecia ser madre, y ser ejemplo en el hogar para sus hijos, ya que por el tiempo que los hijos están junto a la mamá, es ella a quien imitan (o a quien la personalidad de los niños varones se contrapone), para formar su identidad. Sin la madre y el padre en el hogar, los modelos a imitar serán otros, aportados por una niñera, por quien toque en la institución donde se depositan los niños, o por los medios de (in)comunicación. Reitero que la cuestión del trabajo fuera del hogar es una cuestión accesoria a la central: la virilidad del hombre, y la femineidad de la mujer como esencia de su respectiva naturaleza. Por ello, el hecho de que una mujer renuncie o no a un trabajo, es una cuestión de prudencia… ya que la decisión, si existiera un Orden Social Justo, sería mucho más simple de la que se adopta en medio de un sistema liberal y de bombardeo cultural antinatural con falsos argumentos.
EL ABANDONO Y LAS NOVELAS
La frecuente pregunta: “¿Y qué pasa si te casas y luego te abandonan?”, sólo se realiza para justificar que la mujer trabaje o estudie fuera del hogar, que dude de su propio cónyuge, y que por tanto además al casarse no preste atención a los deberes en la casa, de modo que lógicamente producirá un choque con su cónyuge, del cual desde el principio desconfía. Ese no es el matrimonio católico.
Se promueve el camino de las novelas: infidelidades, rupturas, personas casadas que se fugan con otras, choque de intereses, la ira permanente en el hogar y tantos malos ejemplos que a veces hasta involucran a sacerdotes en el guión para poner un toque de “moralidad”... ¿ese es el modelo de vida que tienen las mujeres en la actualidad? Diría que muchas sí.
Las casas en "horario laboral" estén todas vacías, u ocupadas por sirvientas (personal doméstico).
ORDEN O DESORDEN
En una sociedad ordenada, las mujeres se ayudan entre sí en cosas de mujeres, y la vecindad es un importante elemento de esa ayuda. El hombre trabaja y sostiene su única familia, y la mujer en el hogar dispone todo lo que corresponde a la casa.
En una sociedad desordenada, el hombre y la mujer trabajan en busca de más dinero, evalúan las decisiones familiares en base a la disponibilidad de dinero existente, ninguno está permanente en el hogar, los hijos son puestos en guarderías o instituciones escolares y actividades deportivas o culturales para llenar su tiempo y crecen prácticamente sin contacto con sus propios padres.
En una sociedad desordenada, las cosas del hogar las hace una sirvienta, y si la mujer está embarazada ninguna vecina ayudará. En una sociedad desordenada, el hombre regresa del trabajo, no hay nadie en la casa, hace su comida y se va a dormir... todos generan dinero, y la distancia es cada vez mayor, se ven un rato por la noche, a la madrugada, y los fines de semana... ¿Misa y espiritualidad? ¿De qué sirven? ...y después se preguntan ¿qué falló?
FEMINISMO… ¿CATÓLICO?
¿Qué afirma una “feminista católica” (contradicción en los términos, si los hay)? Dirá: “Una mujer que trabaja no siempre es para generar más dinero, sino lo hace para sentirse más útil en la sociedad porque no vivimos en cuatro paredes y solo para el marido, también tenemos derecho a participar en labores encomiables como la medicina, la justicia, la educación, etc.” Ahora bien, si San Pablo enseña que la cabeza de la mujer es el varón, y que la cabeza del varón ha de ser para Cristo, y que en ese marco la mujer ha de ser sumisa al varón para poder criar a los hijos cristianamente y en el amor ¿existe algo más importante que la familia para la mujer?
Formar a los hijos espiritualmente en el Catolicismo para que luego ellos lo asuman con discernimiento y puedan fundamentar la Fe, sólo es una parte de la vida, ya que la mujer es para su marido, y su marido ha de amar a su esposa del mismo modo, en un proyecto conjunto de ellos en vistas al Plan de Dios en sus vidas. ¿Es más importante que el marido la medicina, la justicia, la educación o qué cosa…?
Siempre que el esposo no induzca a pecar, la mujer ha de someterse a él, y él ha de ser lo más importante para ella como medio para cumplir con la vocación que Dios mismo le ha dado. De lo contrario ¿para qué se ha casado?
Si la profesión o su actividad es más importante que su familia, y que su esposo, ¿por qué no se dedica de modo absoluto a lo más importante, en vez y de tener hijos y de casarse con un ser “inferiores” a tales intereses?
INFELICIDAD Y TASAS DE SUICIDIO
Las tasas de suicidio son cada vez más crecientes, porque las personas nacen y crecen abandonadas ¿y luego afirman que esta sociedad es normal y que no hay que tratar de cambiar una sociedad desordenada?
Si 12 apóstoles estaban solos en Pentecostés junto con la Virgen María, eran una minoría, pues esa minoría cambió el mundo (y debiera contabilizarse el porcentaje de los apóstoles sobre la población mundial…) La sociedad debe estar ordenada para Dios, y los liberales (junto con el Diablo), se oponen a eso. ¿Qué saben de la Edad Media sus críticos? ¿Con qué título hablan de la Edad Media? ¿Cuál es su fuente de información?
Por otra parte, las “feministas” hablan de destruir el “patriarcado”, es decir, buscan desarticular la naturaleza del hombre y su acción en la sociedad. Quieren eliminar a Jesucristo como verdadero hombre en su naturaleza humana, y omitir que Dios es Padre (con un amor mayor que el de una madre humana, por supuesto). Quieren "eliminarlos"... algo antiteológico, algo apocalíptico.
En el debate (discusión) entre María y Marta, Jesús mismo dijo que Marta se equivocaba en su valoración de las actividades operativas humanas…
MI ERROR… PIDO DISCULPAS
Sin embargo, mientras escribía estas líneas descubrí mi error, el cual debo reconocer. NO HAY DIFERENCIA ALGUNA ENTRE HOMBRE Y MUJER, AMBOS SON ABSOLUTAMENTE IGUALES DESDE TODO PUNTO DE VISTA ¿VERDAD?
CONSECUENCIA: ambos hacen las mismas cosas porque son aptos para ello, ya que las diferencias que han existido en todo tiempo son solamente culturales (y ¡qué porquería esa Edad Media oscurantista donde la Iglesia oprimió a la sociedad por mil años pretendiendo que hay un Cielo para el cual la gente se preparaba!).
Siendo ambos iguales, la homosexualidad (en cualquiera de sus pretendidas formas) también es equiparada, porque ¿qué es sino la inversión sexual, la cual existe porque ambos son iguales, pueden hacer las mismas cosas y no hay diferencia alguna? Así que pronto veremos a quienes sostienen semejante aberración, en este corrimiento mundano.
Aceptado el principio, se aceptan todas las consecuencias. Quien afirma lo que se encuentra resaltado en mayúsculas, acaba aceptando la imposición social de la homosexualidad como un bien...
Decía Aristóteles: pequeño error al principio, grave error al final ¡Qué no sucederá cuando hay un grave error al principio! SE HA PERDIDO EL SENTIDO COMÚN: si todos (varones y mujeres) hacen lo mismo, no hay complementariedad. La mujer acaba no como "igual" sino imponiéndose al varón (la condena Bíblica de la mujer que se será sometida al varón tras el Pecado Original y la recomendación cristiana de San Pablo de que la mujer se subordine al varón, quedan entonces derogadas).
El varón, en ese contexto, se convierte en un pollerudo que es arrastrado donde la mujer le ordene, como si fuese un robot, falto de personalidad alguna. Y la mujer se convierte en un varón... sin bigotes. ¡FELICIDADES! ¡Has descubierto quién eres! La operación sigue al ser, se afirma en Filosofía (porque es la naturaleza del ser).
A pesar de todo, de las negaciones y de los invertidos y de la infiltración de las ideas de la Escuela de Frankfurt en la sociedad, el varón siempre será varón y la mujer siempre será mujer. Porque si así no fuese, y lo digo a toda persona que pretenda criticar, y se lo digo con toda humildad verdadera: ¿podrías enumerar las diferencias que existen entre un varón y una mujer, y la consecuencia de esas diferencias? ¿O hay diferencias que no tienen consecuencia alguna?
LA BASE ES EL RESPETO
Efectivamente, la mujer que se convierte en un hombre sin bigotes, que en nada se diferencia de un varón, que no sabe cuál es la diferencia de la actividad de una esposa y madre en una familia respecto de la actividad del esposo y padre en una familia: ESTÁ CONDENADA A LA INFELICIDAD, porque su felicidad no reside en lograr lo que produce humanas alegrías al hombre... ella es MUJER, y siempre lo será.
La felicidad humana de la mujer (elevada a lo Sobrenatural por el Sacramento del Matrimonio), está en el bien de su esposo y de los hijos, en un ambiente de amor y afecto, pero fundado en el primordial respeto que permite que ellos fructifiquen.
No hay posibilidad de amor, amistad o afecto, donde no hay respeto. Y hoy, las mujeres carecen de respeto por todo… excepto por el estudio y el trabajo.
Algo falla cuando se pretende ingresar un cuadrado en un círculo en esos juegos infantiles. Del mismo modo, la personalidad de una mujer no cuaja con las ambiciones masculinas. Casi el ciento por ciento de las mujeres no lo entienden. El problema no está en "trabajar o no" fuera del hogar (como si el trabajo en el hogar no fuese trabajo, que por otra parte es más digno que el otro), o por estudio vs analfabetismo. Parece que muchos no entienden lo que dicen los Papas, que ni leen la encíclica Mulieris dignitatem de Juan Pablo II, y todos opinan con autoridad de Magisterio por su juicio propio o por lo que dicen los diarios... pretendiendo de intérpretes de la Iglesia Católica.
¿FELICIDAD EXTRAHOGAREÑA?
La cuestión de la mujer trabajando fuera del hogar (porque dentro del hogar no hay dudas que trabaja), es secundaria y accesoria en lo general de lo que se está afirmando. Hubo una acción psicológica de reivindicación de una falsa felicidad femenina extrahogareña para que VOLUNTARIAMENTE las mujeres la busquen donde jamás la hallarán. La mujer que pretende que su felicidad está en todo lo que hace feliz a un varón, SE EQUIVOCA, y al final de su vida se encontrará con las manos vacías (pero algo peor que eso: hallará VACÍO su corazón)...
El espíritu que ilumina las Encíclicas, es el mismo de San Pedro y de todo el Magisterio continuo de la Iglesia. En lo que hace a la relación hombre-mujer, es el mismo de San Pablo, porque la Iglesia no predica otra cosa, y no puede predicar otra cosa. LA NATURALEZA DEL HOMBRE NO CAMBIA, y el modo general de salvar el alma tampoco, más allá de lo único e irrepetible de la propia vida y del carisma de cada uno.
De hecho, el “género” no existe: existe el varón y la mujer, junto con una particular clase de personas que nacen con defectos biológicos (hermafroditas). El “género” aplicado a lo masculino y a lo femenino, es gramatical (que incorpora al “neutro” gramatical), y es un eufemismo que se puede utilizar por razones prácticas, pero que goza de la imprecisión funcional a la invasión cultural.
AURIONS-NOUS PU
Ya se ha pronunciado sobre el tema el papa Pío XII en su Alocución Alocución Aurions-nous pu, del 20-9-1949 (es muy difícil de conseguir, no se encuentra en Internet, ni en la Página del Vaticano).
Separar la letra de su interpretación, y de la claridad con que todos los Papas se pronunciaron hasta Juan XXIII (en que empezaron a utilizarse eufemismos como “método pastoral”), podría llevar a graves problemas, porque la Tradición consiste precisamente en interpretar lo que SIEMPRE ha sostenido la Iglesia, y no otra cosa.
De lo contrario, caeríamos en la “libre interpretación” de Lutero (cuyas consecuencias muchos protestantes aún hoy no las ven, aunque las tienen a la vista en su propia atomización).
¿Qué es “machismo”? ¿Es “patriarcal”? ¿Dios Padre es “machismo”? ¿Jesús con naturaleza de verdadero hombre, es “machismo”? ¿Ser hombre o ser mujer es una cuestión “cultural”? Interpretar las Sagradas Escrituras y el Magisterio como siempre se hizo ¿es juzgar con espíritu mundano que cae en el “extremo” del “machismo”?
REALIZACIÓN COMO MUJER
Repito: no estoy hablando de “la felicidad en el matrimonio”, sino de que la mujer cree que su felicidad como mujer está en una realización “plena” idéntica a la del varón, cuando esa es una vía que atenta contra su propia naturaleza femenina, que por tanto es antinatural, y por tanto desvía a la mujer del camino hacia la santidad. La cuestión de “trabajo fuera del hogar”, o del “matrimonio” como realización de su vocación, REPITO, es accesoria.
Ahora: ¿para qué el matrimonio, si no estará ella nunca en el hogar, él tampoco, y los hijos serán criados por instituciones estatales o privadas y por personas ajenas al propio núcleo familiar?
Esa es la familia que hoy existe: ella sale tempranito a sus labores cotidianas, él también, y se turnan para depositar a su hijo en la cadena de guarderías, escolaridad, y academias extracurriculares, para volver a reencontrarse a las 20.30 todos en el hogar, completamente agotados, y sin nada que cenar (con suerte, algunos almorzarán en su casa, haciéndose su propia comida en tanto los horarios les permitan la alegre coincidencia), y así, no hay un alma en el barrio más que algunas empleadas domésticas, ya que los ingresos del “matrimonio” dan para ciertas “comodidades”.
Ellos, todos, se convierten en extraños conviviendo nocturnamente, agotados, en un mismo domicilio, eventualmente, se verán sábado y domingo (o de a ratos en ese espacio), y con muchísima suerte irán todos a Misa. Todos son extraños… y después preguntan ¿en qué me equivoqué, por qué fracasó nuestro matrimonio? Y luego… “tengo derecho a ‘rehacer’ mi vida ¡GRAN FELICIDAD DE LA SOCIEDAD! ¿Esto predicó San Pablo, San Pedro, y todo el Magisterio cada vez que se ha referido a la familia? La inserción de la Iglesia en el mundo era para su conversión, no para mundanizar a la Iglesia (lo cual acabó sucediendo). Una palabra define todo esto: AUSENCIA… ya nadie sabe qué era un HOMBRE y qué era una MUJER hace sólo 200 años...
COMPLEMENTARIEDAD
En sí, lo que digo es que la mujer no está actuando conforme a su propia naturaleza en la sociedad actual. Y quien no responde a su propia naturaleza, no puede ser feliz. Desnaturalizada la mujer, necesariamente se desnaturaliza el hombre, y no puede desarrollar normalmente su naturaleza, y por tanto tampoco puede ser feliz. "Ahora las cosas se hacen así", es la respuesta insuficiente... porque si "así" es contra la naturaleza, se está señalando un pecado. ¿Qué dice el sacerdote o la persona que asesora espiritualmente, en su caso?
Hubo una campaña modernista-materialista para hacer creer a las mujeres que "libremente" eligen ser "iguales" al varón, y que el varón debe "adaptarse" a ello... (no olvidemos que el Pecado Original tuvo como protagonista a la mujer entrando en diálogo con el Diablo, y es así supongo por la naturaleza femenina que sabe lo que NO QUIERE, pero NO SABE lo que quiere). Ya no hay vecindario porque no hay vecinos... y mientras más crece una ciudad menos vecinos tiene... se logró desnaturalizar la sociedad, desde la desnaturalización de la mujer y de la familia. Llegar al hogar... sin que nadie que reciba al varón con afecto, una casa vacía... y la mujer que regresa a su casa con la misma sensación… y los hijos también. ¿Esta es la “felicidad”? Refugiados en sus actividades cotidianas para no dar respuesta al profundo interrogante del abismo personal que se abre intrafamiliarmente
Si en la sociedad todos fueran zapateros... algo funciona mal porque no hay complementariedad de actividades y de funciones. Y si en una familia ambos están tras el dinero, o tras una "vocación" (humana) que es inferior a la vocación como "padres", también hay un desvío, hay un desquicio... hay algo que funciona MAL, porque NO HAY COMPLEMENTARIEDAD...
Podría escribir mucho más, porque hay mucho para aclarar, mucho queda en el tintero.
NOTA: Sólo se admitirán críticas racionales y críticas teológicas para su respuesta.

EL ISLAM, LA POLÍTICA Y EL DERECHO DESDE EL CORÁN (II)


 Se transcribe la segunda y última parte de la intervención del Presidente del Instituto de Filosofía Práctica –INFIP-, el Dr. Bernardino Montejano, en el Instituto de Filosofía del Colegio de Escribanos de la ciudad de Buenos Aires, titulada “EL ISLAM, LA POLITICA Y EL DERECHO DESDE EL CORAN”.

Por el Dr. Bernardino Montejano

a Lilí Goldfarb, la sufí de buenos recuerdos espirituales.
Después de la primera parte, nos han quedado muchas cosas en el tintero; trataremos de abordar algunas de ellas. Y seguiremos girando en torno del Corán, pues si el cristianismo “está centrado sobre una persona, Cristo; el Islam está centrado sobre un Libro, el Corán[1].
I.- Monoteísmo musulmán.
En primer lugar, insistiremos en destacar el monoteísmo musulmán, que entendemos fue un progreso respecto al politeísmo reinante a la aparición de Mahoma.
Así, ordena el Corán: “No os prosternéis ni delante el sol, ni delante la luna; arrodillaos delante de Dios que los ha creado sea a él a quien vosotros adoréis” (Sura XLI, Aleya 38)[2].
Hasta la irrupción de Mahoma, la Kaaba, el centro religioso de La Meca era una feria de ídolos. La “piedra negra” de origen meteorítico había sido convertida en un fetiche idolátrico; “estaba rodeada de un amplio y rústico claustro, en el que se hallaban representadas todas las divinidades tribales”. Como señala José Antonio Galera, “La Meca llegó a convertirse en un centro cultural y religioso de primera categoría, centro caravanero y lugar de peregrinación en momentos tradicionalmente establecidos, dentro del año lunar, para realizar sus ritos ancestrales”[3].
Es un progreso análogo al del cacique de la Curvita, Cornelio Segundo,  indígena Wichí que habita el norte salteño, quien le contesta a un curioso periodista que llegó al lugar en busca de indios “puros”, de pueblos originarios, y que requería la presencia del brujo de la tribu: “Brujo no hay. Sólo hay que creer en Dios. Antes la gente pensaba que al padre del pescao hay que hablarle para que nos dé pescao. Otros decían que el monte también tiene su dueño. Cada pájaro tenía su jefe. Igual los árboles. Ahora que estamos más dispiertos, se da que Dios es padre de todas las cosas”[4].
Desde una perspectiva cristiana es lo que canta nuestro poeta Miguel Angel Etcheverrigaray:
“Aunque te creas derrotado,
con este signo vencerás;
politeísmo fracasado
sólo con Uno triunfarás
los dioses son camino andado
polvo de tierra y nada más.
Yo soy aquel que bien te ama
y con mi signo vencerás”[5].
Respecto a Dios, como bien aclara el actual obispo de Montauban Monseñor Bernard Ginoux, en un texto que pareciera dedicado a un colega cursante, “no hablamos el mismo lenguaje. El Dios del Islam es ‘el Todo Poderoso creador’, pero no es el Dios del amor trinitario que Jesucristo, el Hijo, revela al mundo”[6].
II.- Respeto por el nombre de Dios.
Mahoma prohíbe jurar falsamente. “Ellos pronuncian falsos juramentos… Dios les ha preparado un terrible castigo” (Sura LVIII, Aleyas 14 y 15)[7].
En el juramento se pone en juego el honor de Dios; o se supone que no conoce la verdad o se lo quiere utilizar como cómplice de la mentira.
Los dos  juramentos más importantes son el asertorio y el promisorio. El primero, mira al pasado, es el de los testigos de los tribunales; el segundo, es un compromiso con el futuro, es el que prestan los gobernantes, los jueces, los miembros del Congreso, los profesionales al comenzar el ejercicio, entre ellos los escribanos.
El hecho de jurar es poner a Dios por testigo, es un acto religioso; por eso ya en la República española, los republicanos ateos, hombres cultos en general, jamás juraban, sino que prometían un buen desempeño del cargo.
III.- La adivinación.
“Ningún hombre sabe lo que le ocurrirá mañana; ningún hombre sabe en qué tierra morirá” (Sura XXXI, Aleya 34)[8].
No podemos conocer los futuros humanos contingentes. Podemos y es lícito tratar de anticipar el tiempo, el frío o el calor, la lluvia, la helada o el granizo, los eclipses y tantas otras cosas que dependen de sus causas que se encuentran en la naturaleza física. Pero nuestro futuro contingente, no; eso es adivinación, porque dicho porvenir lo conoce sólo Dios; querer saberlo sin una directa revelación divina es usurpar un derecho divino, convertirse en adivinos.
Pero no nos conformamos y recurrimos a los astros, a los demonios, a las brujas, a los horóscopos, al tarot, (ver en el diario La Nación, la sección “Astrología y Tarot”), y a cuanta imbecilidad pasa por la cabeza de nuestros contemporáneos.
Recordemos la sabiduría que Sófocles pone en boca de Teseo: “hombre soy y el futuro es tan incierto para ti como para mí[9].
El Corán insiste: “Está prohibido consultar la suerte por medio de flechas” (Sura V, Aleya[10] 3) y “Las flechas adivinatorias son una abominación y una obra del Demonio” Sura V, Aleya 90[11].
        
IV.- Las criaturas humanas.
         Dios se ocupa de sus criaturas, en especial de las humanas más indefensas. Todo lo demás está al servicio del hombre y por eso dice el Corán: “Los animales son puestos a vuestro servicio para que vosotros proclaméis la grandeza de Dios” (Sura XXII, Aleya 37)[12].
Hoy, los dos lugares más peligrosos para la vida de los más débiles entre los débiles son el útero materno y la cama del hospital; el primero por el aborto, la segunda, por la eutanasia. Por eso, en el frontispicio de algunos nosocomios se podría escribir la frase que Dante coloca a la entrada del infierno: “Vosotros, los que entréis, dejad aquí toda esperanza[13].
Esa vergüenza que es el proyecto de Código Civil, en el cual ha colaborado más de un colega, no le concede personería jurídica a los embriones.
Mucho más respetuoso de esa vida humana es el Corán: “El Señor os conoce perfectamente cuando os ha creado de la tierra y cuando vosotros erais todavía embriones en las entrañas de vuestras madres” (Sura LIII, Aleya, 32)[14].
Aquí la concordancia con el Antiguo Testamento es llamativa: “Mi embrión tus ojos lo veían; en tu libro están inscriptos todos los días que han sido señalados sin que aun exista uno solo de ellos”, Salmos, 139, 16).
Esta es la venerable tradición musulmana, judía y cristiana, de la cual hoy renegamos por obra de algunos iluminados.
Pero también el Corán protege al ser humano contra el aborto y el infanticidio.
“Que los creyentes juren… que no matarán a sus propios hijos”  (Sura LX, Aleya 12)[15]. “Los dioses de numerosos politeístas les han hecho creer que estaba bien matar a sus hijos” (Sura VI, Aleya 137)[16] y “No matéis a vuestros hijos por temor a la pobreza” (Sura VI, Aleya 151)[17].
V.- El buen uso de los bienes temporales.
Pero además no sólo se ocupa, como hacen aquí algunos, “del niño por nacer”, sino también del niño nacido, con problemas de subsistencia. Buen ejemplo para la Argentina de hoy.
El Corán considera en general al hombre como administrador de los bienes terrenales y manda practicar esa virtud que llamamos liberalidad, término medio superador de la avaricia y de la prodigalidad: “No olvidéis de usar la generosidad los unos hacia los otros” (Sura II, Aleya 238)[18].
También dispone el Corán: “Una parte de sus bienes vuelve por derecho a los mendigos y a los desheredados” (Sura LI, Aleya 19)[19].
Esto es muy parecido a lo afirmado por Santo Tomás: “los bienes superfluos que algunas personas poseen son debidos por derecho natural al sostenimiento de los pobres” (Suma Teológica, 2-2, q.66, a.7)[20].
El avaro se queda sin lo suyo; por perseguir los bienes económicos, pierde el sentido de los verdaderos bienes, con lo cual se perjudica a él mismo; el tener más constituye un obstáculo para ser más: “Aquel que es avaro, es avaro en su propio detrimento” (Sura XLVII, Aleya 38)[21]; “El hombre es ingrato hacia su Señor, su amor por las riquezas es más fuerte” (Sura C, Aleyas 6, 8)[22].
Es lo que leemos en el Evangelio: “No se puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará a otro. No podéis servir a Dios y al Dinero” (Mateo, 6, 14).
El avaro se desentiende de la suerte de los demás y es acusado por el Corán: “Vosotros no honráis al huérfano, no os animáis mutuamente para nutrir al pobre, devoráis con avidez las herencias, amáis las riquezas con un amor sin límites” (Sura LXXXIX, Aleyas 17 a 20)[23].
Pero también es condenado el pródigo, que en el fondo, es un irresponsable falto de providencia. Por eso manda el Corán: “Da a tus parientes próximos aquello que les es debido, así como al pobre y al viajero; pero no seas pródigo. Los pródigos son hermanos de los demonios” (Sura XVII, Aleyas 26/27)[24].
El Corán manda: “Sed buenos con respecto a vuestros parientes, a vuestros prójimos, a los huérfanos y a los pobres” (Sura II, Aleya 83)[25].
Respecto de la limosna voluntaria se aconseja dar lo superfluo y hacer bien a los huérfanos que son nuestros hermanos (Sura II, Aleya 220)[26].
Como el hombre es dispensador debe “atribuir una parte de los bienes a los prójimos, a los huérfanos y a los pobres”; aquellos que devoran injustamente los bienes de los huérfanos, “tienen fuego en sus entrañas y caerán rápido en el Brasero” (Sura IV, Aleyas 8 y 10)[27]. Como destaca Louis Gardet: “el Corán insiste mucho acerca de la ayuda a dar a los huérfanos”[28]
No olvidemos que Mahoma era un guerrero y que sus huestes combatían no sólo por obediencia a los mandatos divinos, sino también por el botín, cuánto más abundante y jugoso, mejor. Pero esa presa no era toda para los combatientes, ya que el quinto correspondía “a Dios, al Profeta y a sus allegados, a los huérfanos, a los pobres y al viajero” (Sura VIII, Aleya 41)[29].
“Los servidores de Dios alimentan al pobre, al huérfano y al cautivo” (Sura LXXVI, Aleya 8)[30].   
VI.- La justicia en el comercio.
Mahoma recomienda un uso honesto de las pesas y de las medidas, el que hace posible la concreción de la justicia conmutativa: “Utilizad medidas exactas, no seas de aquellos que trampean. Pesad con una balanza justa, no causes daño a los hombres… no seáis malhechores sobre la tierra corrompiéndola” (Sura XXVI, Aleyas 181/184)[31].
También está considerado el tema de los depósitos y su devolución: “Dios os ordena restituir los depósitos y juzgar según la justicia cuando vosotros juzguéis entre los hombres” (Sura IV, Aleya 58)[32].
El hombre justo es aquel “que cumple con sus compromisos” (Sura II, Aleya 177); “Felices los creyentes… que respetan los depósitos confiados así como sus compromisos” (Sura XXIII, Aleyas 1, 8 y 9)[33].
VII.-Algunas penas especiales: la apostasía y la blasfemia.
         La apostasía es el acto por el cual el musulmán abjura de su fe; en cambio la blasfemia es una ofensa a Dios, a un ángel o a un profeta, proferida por un musulmán o un no musulmán, como el caso famoso de Asia Bibi en Pakistán.
         Como escribe José López Ortiz “el apóstata, probado suficientemente su crimen, es exhortado al arrepentimiento y se le concede un plazo de tres días, pasados los cuales, si no se retracta es condenado a muerte… Al blasfemo, probado su delito y calificado de grave se condena sin más a muerte, sin tener en cuenta su arrepentimiento”[34].
         VIII:- El consumo de vino.
         En la reunión pasada nos ocupamos del tema del vino, ahora veremos la insólita sanción como castigo, descripta por López Ortiz: “El musulmán que en pleno uso de sus facultades bebe vino o cualquiera otra bebida con la cual se pueda llegar a embriagar se hace acreedor a la pena de ochenta azotes. Ni aun el haber hecho uso de la bebida en cantidad insignificante, ni aun como medicamento le excusa de la pena[35]. ¡Otra que el control de alcoholemia, con un alcoholímetro, y el secuestro del auto, con márgenes de tolerancia!, sino ochenta azotes.
         Junto a la interdicción del vino se encuentra la prohibición de los juegos de azar invento del demonio. Según la escribana Bilbao, siempre moderada, no es tan así, porque alguno muy de tanto en tanto puede ir al Casino de Mar del Plata, pero nosotros entendemos que también debe ser demoníaco haber transformado a la Argentina en un gran garito, en una timba gigantesca, que contribuye a destrozar a muchos imbéciles que acaban arruinados.
VIII.- Una forma muy particular de combatir el error.
         Los musulmanes tienen una forma muy particular de combatir el error que si la aplicamos acá eliminaría a varios cursantes, uno de ellos hoy ausente afectado por la fiebre, cuya palabra refutativa esperábamos con ansiedad: Lanzamos contra el error la Verdad que le aplasta la cabeza, y he aquí que el error desaparece. ¡Desgracia a vosotros! Por causa de aquello que inventáis” (Sura XXI, Aleya 18)[36]
IX.- El sufismo: una heterodoxia del Islam.
Durante un tiempo estuvimos bastante cerca de una sufista; linda por dentro y por fuera; de ella nos quedó el libro “Las hazañas del incomparable Mulá Nasrudin” (Kalendar, Buenos Aires, 1969),  del cual hemos fotocopiado diversos cuentos, elocuentes y educativos, para los cursantes.
El sufismo es “un movimiento espiritualista de fe islámica que se traduce en modos y maneras ascéticos, dirigidos a provocar en este mundo la unión con Dios (cosa que para la ortodoxia islámica tradicional es algo impensable dada la pequeñez de la criatura humana)”[37].
Según esa ortodoxia el musulmán está llamado a someterse a Dios, no a amarlo, “el vive constantemente bajo la mirada de Dios, no una mirada de amor sino de vigilancia”[38].
Las características del sufismo han sido bien señaladas por José Morales, en su libro El Islam, (Riap, Madrid, 2001): “el sufismo ha sido para el Islam como la respiración que anima un cuerpo… Es un camino de perfeccionamiento interior, una fuente de fervor… significa una reacción frente al conformismo y la rutina de la enseñanza religiosamente establecida, y contra la esclerosis espiritual de una religión formalística”.
Los sufís han sido llamados “los místicos del Islam” y ya sus primeros círculos buscaban una “regla de vida” nutrida de una meditación interiorizada del Corán: “vestidos sea de una túnica remendada, sea de una bata de lana, los primeros ascetas se agruparon con rapidez. No era una vida monástica propiamente dicha, sino del grupo del maestro y sus discípulos”[39]-
El sufismo se apoya en un texto del Corán, el Sura III, Aleya 31, que dice: “Seguidme, si vosotros amáis a Dios; Dios os amará y perdonará a vosotros vuestros pecados. Dios es quien perdona, él es misericordioso[40].
Un sufí prominente, Hallâj une a la fe con el amor cuando afirma: “nadie adora a Dios por un acto que le sea más agradable que amándolo”, porque en el amor está la llave de todo misterio. Esto no podían soportarlo los escribas y fariseos del Islam, los doctores y los juristas y Hallâj fue condenado y ejecutado en el año 922. Estos leguleyos y juridistas afirmaban que “el creyente puede y debe amar la Ley de Dios, los Mandamientos y beneficios de Dios, pero no a Dios mismo, en Él mismo”[41].
Transcurrieron casi dos siglos hasta que Algacel (al Ghazzali), sufí prestigioso intentara una síntesis y “le dio al sufismo solidez y coherencia teológica… A partir de él empiezan a fundarse monasterios sufíes para vivir a su modo y manera el Islam… En tiempos del califato abasí, se convirtieron en promotores del conocimiento y estudio de ciencias: química, matemáticas, arquitectura, astronomía… Todo ello en las “madrasas” (escuelas superiores)”[42].
           Finalmente, cabe destacar que el sufí Ibn Arabî tomaba “como regla suprema de santidad a la vida de Jesús”[43].
          X.- Islamismo y cristianismo.
          Entendemos que como cristianos podemos tener un diálogo cultural con los musulmanes, y con los judíos, con mayor razón. De este diálogo tenemos que excluir a todos los fundamentalistas, porque ellos han renegado de la base cultural común; su verdad, como afirmaba Mao, “está en la punta del fusil”.
           Eso nos permitirá aclarar algunas cuestiones; así un problema preliminar al rechazo o no de la Trinidad, es precisar el concepto de persona que no existe en la lengua árabe.
           El Islam se preocupa por defender la unidad trascendente de Dios y el famoso Sura 112 dice: “Él es Dios Único, Dios él sólo. Él no ha engendrado y no ha sido engendrado[44]. Muchos musulmanes se sorprenderían si leyeran lo definido por el IV Concilio de Letrán, año 1215, cuando enseña acerca del Misterio de la Trinidad y dice que esta “suprema Realidad incomprensible e inefable es la substancia, esencia o naturaleza divina; que sola es principio de toda cosa, sin que ningún otro pueda ser; y esta Realidad no engendra ni es engendrada[45].
            Finalmente, la respuesta de un Papa a la demanda de un príncipe musulmán, que debería guiar a un verdadero diálogo: “Es esta caridad que nosotros nos debemos recíprocamente, porque nosotros creemos en un solo Dios, bien que de manera diferente, y porque nosotros Lo alabamos todos los días como el creador y gobernador del mundo”[46].                           
               XI.- La violencia, hoy.
               Ahora, haremos algunas referencias a las violencias musulmanas de hoy, concordando desde el vamos con nuestro querido colega enfermo, Hernán de Pablo en algo fundamental: No todos los musulmanes son terroristas ni todos los terroristas son musulmanes.
                Sin embargo, el programa de los “Hermanos Musulmanes”, de tanta influencia hoy, ratifica el carácter de totalidad clásico de su religión: “El Islam es dogma y culto, patria y nacionalidad, religión y Estado, espiritualidad y acción, Corán y sable[47].
                Para que valoremos  el nivel intelectual de algunos que no dejan día sin matar algunos cristianos o quemar alguna iglesia, colegio o institución religiosa cristiana, se destaca en el norte de Nigeria uno particularmente sanguinario, el llamado Boko Aram, que significa “los libros están prohibidos”, evidentemente todos, menos “el  Libro”, o sea, el Corán[48].
                Hoy, el terrorismo aparece muchas veces ligado con los musulmanes fundamentalistas: se secuestra, se tortura, se asesina, en nombre de Alá. Y a veces las mezquitas que deberían ser lugares de oración, se convierten en centro de reclutamiento y adoctrinamiento de futuros terroristas.
Un día antes de la masacre de las Torres Gemelas aparecieron las declaraciones del gran muftí sirio Ahmand Katfaro, quien bendecía en público los atentados contra Israel: “los heroicos mártires suicidas representan una reacción natural y legítima que es necesario bendecir del mismo modo en que nosotros rechazamos los crímenes sionistas que continúan golpeando a nuestra gente en Palestina[49]. Podríamos traerlo al muftí a Buenos Aires para un diálogo ecuménico con el rabino Abraham Skorka, nuevo doctor honoris causa de la Universidad Católica Argentina, quien hizo la apología del sionismo al aceptar su designación. El tema podría ser: ¿Sionismo impoluto o criminal? Y el moderador, el irresponsable rector Fernández, que entregó la distinción[50]. ¿A quién aplaudirán los aplaudidores?
Las declaraciones de Kaftaro fueron efectuadas después de un atentado en el cual murieron dos kamikazes y que causaron cinco muertos y más de cuarenta heridos. El muftí no es un personaje marginal ya que recibió a Juan Pablo II en la mezquita de Damasco y se fotografió con él, y debe estar bien seguro de lo que afirma, pues lo ratificó meses después: “las acciones de los mártires son el único medio de los palestinos para hacer frente al arsenal bélico sionista”[51].
La vinculación entre este terrorismo y el mundo musulmán, es reconocida por Abdel Rahman al Rashed, director de TV árabe, quien confiesa: “nuestros hijos terroristas son el producto final de la corrupción de nuestra cultura”; luego enumera una serie de atentados realizados por grupos extremistas islámicos en Rusia, Irak, Sudán, Arabia Saudita y Yemen; para concluir, afirma que “gran parte de los atentados suicidas en los ómnibus, en las escuelas y en los centros residenciales de todo el mundo han sido realizados por musulmanes. No podemos limpiar nuestra imagen  si no se admite este hecho escandaloso y si continuamos en vez buscando justificaciones. La situación es humillante, dolorosa y áspera para todos nosotros”[52].
Es muy importante este reconocimiento, por un musulmán, de la “corrupción de su cultura”. Porque el terrorismo no es un fenómeno aislado, sino que germina en un terreno abonado por una prédica religiosa errónea y falaz.
Como bien escribe Magdi Allam, “estos terroristas saben que pueden contar con la simpatía y el sostén de amplios sectores populares que han sido adoctrinados en la cultura de la ‘guerra santa’ y del ‘martirio’. Y pone el ejemplo de la política de Arabia Saudita, transformada “en un ingobernable nido de víboras”[53].
XII.- El decálogo del kamikaze.
En Italia, investigando a los aspirantes a terroristas, se descubrió un importante documento proveniente de una mezquita, que contiene el decálogo del kamikaze, las reglas “morales” para quien quiere hacerse explotar. Es un instrumento muy útil para tratar de entender cuál es el humus del aspirante al martirio, de quienes deciden madurar esta elección.
Las primeras imágenes del video muestran atentados realizados en Israel… luego se escucha la voz de imán Abu El Qaqaa: “Nosotros enseñaremos a nuestros muchachos, antes que todo a los varones, a ser amantes de la muerte, así América caerá y también caerán los opresores”.
Se interrumpe la prédica, aparece un campo de adiestramiento y el saludo del futuro kamikaze a sus amigos y a su familia: “No se pongan tristes… la llamada ha llegado y si incluso vosotros sois felices, mi misión tendrá más sentido”.
Luego, reaparece el imán y su voz recita: “Después del atentado, la madre ha dicho: ‘Dios es grande, sea alabado’ y luego ha lanzado gritos de alegría. Sí, señores, todos eran felices y la madre ha dicho: ‘si habéis venido a darme los augurios, sed bienvenidos; pero váyanse si han venido aquí para las condolencias’. No es una parábola. Es una historia verdadera. Y se presenta al “mártir”: Mohamed Farhat.
Después comienza la arenga del imán: “Es necesario morir, porque morir vilmente es un deshonor. Dios hace volverse nuestro cuerpo y nuestra sangre en una impronta para la victoria prometida y futura… Miren al mundo… ¿Por qué morir de muerte inútil y banal como la enfermedad o el accidente, si tu puedes morir por la Jihad?”.
Más adelante Abu El Qaqaa critica a los islámicos moderados, a los incrédulos y a los traidores, para finalmente enunciar una especie de decálogo, cuyas reglas principales son: “La palabra del Corán que no llama a la gente a la Jihad es una palabra vacía, palabra de traidores”; “Odio por los idiotas y los judíos, el Profeta ha dicho que serán nuestros enemigos, hasta Jesús, hijo de María, que resucitará destruyendo la cruz y aceptando al Islam como única religión”; “Enseñad a vuestros hijos a amar la muerte”; “Señores, ¿dónde está el grito de vuestros niños que llaman a la Jihad?; “Quien transmita estas improntas tendrá un papel importante para la victoria de nuestros hermanos en Palestina y en el mundo entero”[54].
XIII.- La apoteosis de la cultura de la muerte.
Nos encontramos con la apoteosis de la cultura de la muerte. El degüello, la decapitación y la exhibición de los cadáveres mutilados de los enemigos del Islam se han transformado en instrumentos de la “guerra santa”, atentando contra la sacralidad de la vida, base de nuestra civilización. Como señala Magdi Allam, en su artículo citado, “en la mente demencial de sus asesinos se trata de una condena eterna, porque el cuerpo mutilado de un ‘infiel’ no se recompone en el día del Juicio Universal”.
“Después de las autobombas y de los kamikazes, el terrorismo islámico ha pasado a un nivel más alto de ferocidad en lo que respecta a las personas individuales. Actos inhumanos, en todo consonantes con una ideología que legitima la masacre indiscriminada de civiles, por el simple hecho de formar parte de una sociedad acusada de ‘atea’ o ‘apóstata’… por eso es difícil ponerse de acuerdo con quien desconoce los valores fundamentales de la común civilización del hombre, con quien mira a imponer un poder teocrático, sanguinario, agresivo y expansivo”.
Nosotros entendemos que no es difícil, sino imposible, todo acuerdo con el fundamentalismo musulmán, porque ya no tenemos una base cultural común, un marco humano básico, como diría Perelman, que permita la comunicación.
XIV.- Mujeres exultantes por el éxito del “atentado de los atentados”.
La escritora rusa  Ljumilda Ulickaja, en la misma dirección, se refiere a lo que todo el mundo ha visto por TV, después del derrumbe de las Torres Gemelas: “una hermosísima mujer árabe exultaba por el éxito del “atentado de los atentados”. En aquélla hora estábamos pegados delante del televisor petrificados por el terror”. Lo que la lejana colega no pudo ver es que acá, en la Argentina, también exultaba, la veterana y no tan bella Hebe de Bonafini, líder de las Madres de la Plaza de Mayo, comisionista y vividora de particularísimos derechos humanos. 
La citada escritora señala que “los fundamentalistas islámicos nos han hecho saber que a ellos nuestro mundo no les gusta”. A nosotros tampoco nos gusta, y en muchos casos visualizamos sus pequeños defectos y sus grandes vicios y los criticamos.
Luego observa que “nuestro mundo, no islámico y más o menos cristiano, temblando ante tal delito, comenzaba a buscar justificaciones para los islámicos… Sería mejor tener más tacto, ser más políticamente correcto… Pensamiento más que justo: los elefantes y los asnos se comportan de manera tan torpe en el global negocio de porcelana y los cacharros vuelan por todas partes”. Aquí encontramos una clara referencia a los gobernantes norteamericanos, representados por un elefante (los demócratas) y por un burro (los republicanos).
Y continúa la escritora rusa: “¡Permitan a nuestro mundo torcido, manco y rengo, reparar los cacharros a nuestro modo! ¡Sin ser reprendidos por los islámicos que nos castigan porque nuestra fe está equivocada! Permitidnos un Dios equivocado a nuestro modo…Y a propósito de aquel Dios que constriñe a las mujeres  musulmanas a llevar cinturones llenos de dinamita, permitidnos no creerlo nuestro”[55].
Magnífica ironía de una mujer muy lúcida. Porque somos nosotros quienes debemos corregir nuestros errores, sin necesidad de esa especie de curatela universal que parece atribuirse el fundamentalismo musulmán, que mientras persigue y masacra a los cristianos en las regiones que gobierna, negando incluso a muy antiguas comunidades los derechos más elementales, pretende con soberbia imponer sus criterios y sus normas en los países que integraron la Cristiandad, y en los cuales son a veces pequeñas y otras considerables minorías, muchas veces recién llegadas. 
          XV.- ¿Cuál es la causa del terrorismo?
          Entendemos que hoy la causa principal es la pérdida de la imagen de Dios en nosotros mismos; si ella se esfuma, el hombre, apartado de la ley y de la razón, se vuelve el peor de los animales; desde su perspectiva pagana ya lo había señalado Aristóteles.
          Se trata de que el hombre recupere su humanidad, lo cual comprende a la ley y a la razón. Esta humanidad no se recupera afirmando como lo hace el experto norteamericano en bioterrorismo, Dennis Maki, que los habitantes de Hiroshima no “eran totalmente inocentes”, al ser “miembros de un país adversario”[56]. Si se recupera la humanidad volviendo a la doctrina clásica acerca de la guerra, expresada entre otros por Francisco de Vitoria, que efectúa varias distinciones, entre ellas la de culpables e inocentes.
          La pérdida de la imagen de Dios en nosotros mismos, afecta a la consideración de nuestra dignidad, incluso ontológica. Y esa pérdida impide ver la imagen de Dios en el otro y apreciar la dignidad, lo que pertenece al otro, lo que debemos respetar. Nos hemos vuelto incapaces de considerar el rostro del otro, de ponernos en lugar del otro, de compartir el dolor del otro.
          No hay remedios puramente humanos para esto. Sólo podemos salvarnos si volvemos arrepentidos, como el hijo pródigo de la parábola evangélica, a Dios y a su ley, porque Dios es un Padre que siempre espera y perdona.

Escribano Bernardino MONTEJANO. Instituto de Filosofía del Colegio de Escribanos. 6 de diciembre de 1912.
                                             


[1] Gardet, Louis, “L’Islan religión et communauté”, Desclée, París, 1967, p. 41.
[2] Utilizamos la traducción de D. Masson, editada por Gallimard, París, 1967, T. II, p. 595. Conf. Sura XXVII, Aleya 24, en T. II, p. 465.
[3]Diálogo sobre el Islam”, Palabra, Madrid, 2006, p. 17.
[4] Clarín, Buenos Aires, 9/1/2001.
[5] Canción del signo victorioso, en El Canto, Medina del Río, Buenos Aires, 1953, p. 70.
[6] Islam et christianisme: un dialogue nécessaire, en La nef, Feucheroles, septiembre de 2012. 
[7] Edición citada, T. II, p. 681.
[8] Edición citada, T. II, p. 509.
[9] Edipo en Colono, en Las siete tragedias, Porrúa, México, 1976, p. 165.
[10] Edición citada, T. I., p. 125.
[11] Edición citada, T. I, p. 143.
[12] Edición citada, T.II, p. 413.
[13] La Divina Comedia, Canto III, 7, en Obras Completas, B.A.C. Madrid, 1956, p. 41.
[14] Edición citada, T. II, p. 657.
[15] Edición citada, T.II, p. 690.
[16] Edición citada, T.I, p. 172.
[17] Edición citada, T. I, p. 176.
[18] Edición citada, T. I., p. 47.
[19] Edición citada, T. II, p. 647.
[20] Tratado de la Justicia, B.A.C., Madrid, 1956, T. VIII, p. 506.
[21] Edición citada, T. II, p. 633.
[22] Edición citada, T. II, p.765.
[23] Edición citada, T. II, p. 754.
[24] Edición citada, T. I, p. 343.
[25] Edición citada, T. I., p. 16.
[26] Edición citada, T. I, p. 42.
[27] Edición citada, T. I, p. 93.
[28] Ob. cit., p. 139.
[29] Edición citada, T. I., p. 218.
[30] Edición citada, T. II., p-732.
[31] Edición citada, T. II, p. 460. En un texto complementario manda: “Dad una justa medida cuando vosotros midáis. Pesad con la balanza más exacta” (Sura XVII, Aleya 35 en edición citada, T. I, p. 344.
[32] Edición citada, T. I, p. 102.
[33] Edición citada, T. II., ps. 32 y 419.
[34] López Ortiz, José, “Derecho musulmán”, Labor, Barcelona, 1932, p. 96.
[35]  Ob. cit., p. 99.
[36] Edición citada, T. II, p. 397.
[37]  Ob. cit., p. 99.
[38] Laurent, Annie, “Le marasme de l’Islam”, La Nef, Feucheroles, septiembre 2012, n° 240, p. 24.
[39] Gardet Louis, “Conaître l’Islam”, Libraire Fayard, París, 1958, p. 88.
[40] Edición citada, T. I., p. 64.
[41] Gardet, Conaître…. cit., p. 89.
[42] Galera, ob. cit., p. 154.
[43] Gardet, Conaître… cit., p. 93.
[44] Edición citada, T. II, p. 171.
[45] Denzinger Enrique, “El magisterio de la Iglesia”, n°432, Herder, Barcelona,. 1963, p. 156.
[46] La carta es de 1076, del Papa Gregorio VII al príncipe al-Nasir Ibn Alennâs, en Gardet, Conaître…, cit., p. 154.
[47] A. L. “Islam et islamisme”, en “la neuf”, Feucheroles, n° 240, septiembre de 2012, p. 24. Los “Frères Musulmans”, fueron fundados en 1928 por el egipcio Hassan-El Bann.

[48] Marc Fromager, “Lady Gaga et l’islam”, en “la neuf”, Feucheroles, n°239, 2012, p. 16.
[49]Gli attentati sono legitime”, Corriere della Sera, Milano, 10/9/2001.
[50]  Puede verse acerca del tema la declaración del Instituto de Filosofía Práctica del 23/11/2012.
[51]Quei kamikaze sono dei martiri”, Corriere della Sera, Milano, 7/4/2002. Aquí cabe aclarar que durante la Segunda Guerra Mundial el kamikaze era el aviador japonés que ofrendaba su vida en el ataque a objetivos militares enemigos. Hoy, los nuevos kamikazes son suicidas que mueren para matar mejor a civiles indefensos.
[52]L’amara verità: tutti i terrorista sono musulmani”, Corriere della Sera, Milano, 5/9/2004.
[53]La cultura della morte”, Corriere della Sera, Milano, 19/6/2004. Debemos agradecer a la escribana Marta Ignatiuk el haber aportado el texto de la Constitución de Arabia Saudita que se puede consultar en el Instituto de Filosofía Práctica.
[54]Il decálogo dei kamikaze: fate amare la morte ai vostri figli” Corriere della Sera. Milano, 11/5/2004.
[55]Tenetevi il vostro orrore e lasciateci vivere nel mostro mondo di errori”, Corriere della Sera, Milano, 4/9/2004.
[56] Reportaje de Graciela Navarra en La Nación, Buenos Aires, 3/9/2004.