miércoles, 13 de julio de 2011

MONS. WILLIAMSON: TRIBUNAL HIZO UN DESCUENTO DE CASI EL 50% DE MULTA POR AFIRMAR EL REVISIONISMO


Con una sentencia que aun no se encuentra jurídicamente firme, ya que será nuevamente apelada la próxima semana, un Tribunal de Ratisbona, en Alemania que entendió en la apelación interpuesta por el Obispo Mons. Richard Williamson dispuso que el prelado debiera abonar 6.500 Euros por sus afirmaciones de revisionismo histórico sobre la matanza de judíos durante el III Reich alemán.
En el año 2008 el Obispo dijo en una entrevista que "las evidencias históricas contradicen masivamente la tesis de que 6 millones de judíos murieron" en los campos de concentración nazis, tras lo cual fue condenado por un tribunal alemán, en 2010, a pagar una multa de 10 000 euros.
La decisión del Tribunal fue dada a conocer el 11 de julio de 2011 y es el resultado del proceso de apelación que presentó Mons. Williamson.


LOS HECHOS
El obispo de 71 años cuestionó en 2009 en un canal de televisión sueco la cifra de judíos muertos durante el régimen nazi, sosteniendo conforme el revisionismo histórico que perecieron unos 300.000 judíos. Además, negó la existencia de cámaras de gas en los campos de concentración, y que en éstas se hubiesen matado a 6 millones de judíos.
El periodista había convocado al Obispo para una entrevista donde los temas habían sido preacordados, pero al final de la misma se despachó con preguntas que sorprendieron a Williamson y a las cuales respondió en la situación creada por el periodista.
Williamson había dicho que "las evidencias históricas contradicen masivamente la tesis de que 6 millones de judíos murieron" a manos del régimen nazi. El Obispo de origen británico Williamson negó la existencia de las cámaras de gas en los campos de concentración alemanes. La entrevista con la televisión pública sueca se llevó a cabo en una localidad cercana a Ratisbona, en Baviera.
La retransmisión de la entrevista en enero de 2009 provocó un considerable escándalo al coincidir con el levantamiento de la excomunión papal que pesaba sobre Williamson y otros tres obispos de la Fraternidad San Pío X. La entrevista se difundió profusamente a través de Internet, con la consecuente repercusión internacional debida a la globalización del medio.
El obispo de 71 años había solicitado expresamente a los periodistas suecos que fueran "cuidadosos", ufanándose de que "decir esto es ilegal en Alemania". En total, Williamson cifró en "unas 200.000 o 300.000" el número de víctimas judías de la política racista de Adolf Hitler hasta 1945.
Los dichos de Williamson fueron expresiones personales y realizadas en forma privada, no pública, y tras la entrevista el Obispo pidió que la misma no se difundiera en Alemania, en atención a que ya estaba grabada por los periodistas. Televisada en Suecia, su reproducción en Youtube hizo que la causa fuera abierta en Alemania, aunque no hubiese sido tampoco subida desde Alemania a Youtube la referida nota.
El Tribunal sostiene que habiendo sido grabada en Alemania, y con una difusión de Youtube en Alemania (y sin considerar que se trata de material público que puede verse desde cualquier parte del mundo), se inició una causa contra el Obispo, imponiéndosele inicialmente una multa de 10 mil Euros por realizar afirmaciones siguiendo el Revisionismo Histórico, mientras los fiscales en la apelación solicitaron la aplicación de una multa de 12 mil Euros, en tanto que como fruto de la apelación la misma fue reducida a casi la mitad de esta última solicitud.
Tras una primera condena de 10.000 euros en 2010, el tribunal de Ratisbona confirmó la sentencia pero rebajó la multa a 6.500 euros. El Código Penal alemán castiga con hasta 5 años de cárcel "la negación o banalización" pública del genocidio nazi.


DELITO DE PENSAMIENTO
En una conversación telefónica con el diario El País de España, el reportero sueco Ali Fegan explicó en 2009 que "no esperaba" entrevistar a Williamson, cuyos pensamientos ya eran conocidos por entonces. Fegan asegura que "no conocía" las intenciones del Papa de rehabilitar al obispo, aunque muchos sospechan que se trató de una operación premeditada, y que la nota salió a difusión en un momento calculado para una difamación contra el Papa y contra Mons. Williamson a la vez.
En la referida conversación telefónica con El País, Fegan también explicó en 2009 que su equipo estaba en Alemania investigando para un reportaje relacionado. Asegura Fegan que "no conocía" las intenciones de Benedicto XVI de rehabilitar a Williamson. Los meses transcurridos entre la grabación y la retransmisión de la polémica entrevista fueron "los necesarios para editar el reportaje" en el que se incluyó.
Durante el año 2009, el obispo de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X fundada por Mons. Marcel Lefebvre, había declarado que antes de realizar nuevas afirmaciones sobre el genocidio del III Reich alemán tiene que revisar las pruebas históricas y que no cambiaría de opinión a pesar de la petición del Papa.
También había reiterado su rechazo al Concilio vaticano II, afirmando que los textos que salieron del mismo son ambiguos. "Eso es lo que ha llevado al caos teológico que tenemos actualmente", dijo el obispo.
También se había mostró crítico con la idea de la validez universal de los Derechos Humanos: "Donde son algo objetivo que el estado tiene que imponer, se llega siempre a una política anticristiana", dijo Williamson.

EL PRECIO DEL REVISIONISMO
Williamson apeló la multa impuesta en el año 2010 por 10,000 euros, mientras los fiscales alemanes exigieron aumentar la multa a 12,000 euros durante el proceso de apelación.
Los abogados del obispo dijeron que él nunca acordó expresamente la distribución de la entrevista y que se había sorprendido con el enfoque temático de la misma. “Williamson no tenía intención de negar el Holocausto”, dijeron sus abogados.
La reducción de la multa llega casi al 50% de la solicitada por los fiscales en la apelación.
La sanción que se impone a Williamson, es el precio de afirmar el Revisionismo Histórico sobre el III Reich, de realizar afirmaciones científicas sobre la cuestión, de cotejar la demografía con la cantidad de judíos que se declaran muertos durante el genocidio, de cuestionar la cifra de 6 millones, o de afirmar que el funcionamiento de cámaras de gas era ilógico para su uso e impracticable en los hechos, así como cualquier otra afirmación que hace el revisionismo histórico en la búsqueda de la verdad, a la cual nadie debiera tener. Al presente, las afirmaciones del revisionismo histórico valen 6.500 Euros… a no ser que después se logre su anulación o una nueva rebaja de la multa.

INCITACIÓN AL ODIO RACIAL
En Alemania se presume que cualquier afirmación efectuada por el Revisionismo Histórico es una incitación al odio racial, lo cual es absolutamente falso.
¿Cuál es el bien protegido por la figura que reprime la “incitación al odio racial”? El bien protegido, se supone, es que no se discrimine injustamente por motivo de raza a persona alguna, ya que además las virtudes no son una cuestión racial, sino moral, ética y religiosa.
¿Afirmar que el genocidio no fue de 6 millones de judíos todos muertos en cámaras de gas, sino que fueron 300 mil que murieron de diverso modo en el marco de un genocidio donde también murieron católicos y gitanos es incitación al odio racial? Si se está afirmando una verdad histórica, no puede ser considerada la afirmación como una vulneración del bien jurídico protegido, ni se incita a acto de injustamente discriminatorio alguno.
Evidentemente, hay una falta de relación entre la “incitación al odio racial”, la afirmación científica del revisionismo histórico, y la afirmación privada aunque filmada por periodistas, efectuada por Mons. Williamson. Sin embargo, la figura legal es una presunción de dudosa racionalidad, por la cual se pretende sancionar al Obispo. Más bien, se trata de una “policía del pensamiento” al estilo orwelliano.
Es decir, si los muertos no fueron 300 mil sino 6 millones, deben haber elementos que lo puedan comprobar, y eso forma parte de un debate científico, no de una imposición legal. Y si hubieran muerto aproximadamente 300 mil, y se afirma tal circunstancia, eso no es ni minimizar ni maximizar o exagerar, sino simplemente consignar datos de la realidad. Pero precisamente esto está penado por Ley.
En la entrevista con la televisión sueca en 2008, el obispo reconoció que los nazis mataron judíos, pero negó la existencia de las cámaras de gas.

DESDE EL VATICANO
El escándalo desató una fuerte crisis en la Iglesia católica, puesto que la emisión de la entrevista coincidió con la decisión del Vaticano de anular la excomunión del obispo y de otros tres miembros de la Hermandad Pío X, motivo por el cual algunos sospechan que se trató de un hecho planificado.
La Santa Sede consignó en un comunicado del 4 de febrero de 2009 que la fraternidad San Pío X "no goza de ningún reconocimiento canónico en la Iglesia Católica. Además los cuatro obispos, si bien ya no están excomulgados, no tienen una función canónica en la Iglesia y no ejercitan lícitamente un ministerio en ella".
Sobre Williamson la nota señala que sus declaraciones sobre el genocidio del III Reich "son absolutamente inaceptables y firmemente refutadas por el Santo Padre, como él mismo remarcó el 28 de enero último" (de 2009) en la Audiencia General de ese día.
"El obispo Williamson, para una admisión a las funciones episcopales en la Iglesia deberá también tomar distancia públicamente y de modo totalmente inequívoco sobre sus posiciones en cuanto a la Shoah, no conocidas por el Santo Padre al momento del levantamiento de la excomunión", añadía el texto.
Desde la Iglesia católica se habló incluso de una "campaña de desprestigio" contra el Vaticano.
Semanas después, en marzo de 2009, el papa Benedicto XVI envió una carta a los obispos católicos en la que lamentaba "la turbación de la paz entre católicos y judíos" que provocó el levantamiento de la excomunión de Williamson.
Los abogados de Mons. Williamson anunciaron que volverán a apelar la sentencia y que seguirán buscando la absolución, si es necesario hasta llegar a la Corte Suprema alemana, tras la sentencia del Tribunal de Ratisbona.