lunes, 17 de mayo de 2010

CORTARAN LA RUTA EN LA ROTONDA DE ALPARGATAS EL MARTES Y VIERNES POR “COOPERATIVAS SIN PUNTEROS”

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En un comunicado, sectores piqueteros agrupados como “Frente de lucha por cooperativas sin punteros” expresan que “ante la falta de respuesta por parte del gobierno y luego de meses de reclamos, continúa el plan de lucha por cooperativas sin punteros: ¡¡BICENTENARIO DE LOS POBRES!!”

Por tales motivos, informa que “los próximos días martes 18 y viernes 21 de mayo, desde el mediodía: trabajadores/as del programa Argentina Trabaja, cortaremos la Ruta 2, a la altura de la Rotonda de Alpargatas”.

Los trabajadores exigen “el reconocimiento de nuestras cooperativas sin más trámite. Todos los compañeros/as inscriptos trabajando y cobrando en Mayo. Nacionalización del programa. Inmediata apertura de las inscripciones en La Plata y La Matanza”.

“Más allá de la propaganda oficial, el Programa Argentina Trabaja se ha convertido en un botín político cuyo manejo ha sido acaparado, por los jerarcas intendentes del conurbano bonaerense y los movimientos sociales oficialistas velozmente engordados desde el poder”, denuncia el comunicado.

Los trabajadores detallan “la aplicación real del programa es ineficaz respecto a el comienzo de los trabajos, el cobro de los/as cooperativistas y la ejecución de las obras públicas tantas veces mencionadas por el gobierno. Los punteros amigos de los intendentes cobran sin trabajar y se quedan con gran parte del ingreso de terceras personas que no trabajan, mientras quienes propusimos cooperativas autónomas, respaldadas por años de documentada experiencia cooperativa, y presentamos proyectos de obras para beneficio de los barrios, no somos reconocidos. Se nos niegan los materiales, las herramientas, la ropa de trabajo, el seguro laboral y la obra social; aspectos positivos que el programa contempla por ley. Al mismo tiempo, es un secreto a voces que los intendentes se están quedando con la plata de los materiales, las herramientas, los seguros y el monotributo social de la gente”.

“El programa pautó como fecha de inicio diciembre de 2009. Estamos en mayo y aún más de la mitad de los inscriptos no han empezado ni siquiera las capacitaciones. La palabra "Argentina" en la denominación del programa parece estar de más, porque el gobierno sólo lo implementó en el conurbano para sus intendentes aliados, excluyendo a millones de trabajadores/as desocupados/as de las provincias más castigadas del país”, refiere el Frente.

Concluye el comunicado expresando: “¡Queremos Cooperativas sin punteros!”

¿HASTA CUANDO?

a Cristina Kirchner y Bonafini se rien

Por Enrique Avogadro

"Vosotros ...
"Vosotros, que invadisteis nuestros pueblos y ciudades,
"Vosotros, que incendiasteis nuestras iglesias y templos,
"Vosotros, que quemasteis nuestras cosechas,
"Vosotros, que matasteis a nuestros padres,
"Vosotros, que esclavizasteis a nuestros hijos,
"Vosotros, que violasteis a nuestras mujeres e hijas,
"¡No abuséis!, ¡No abuséis!"


            La decadencia moral de la sociedad argentina nunca ha quedado tan palmariamente demostrada como en estos tiempos, por la tolerancia generalizada a los mayores estropicios que, contra ella misma, se perpetran día a día. Parafraseando a Lugones, la nación argentina está muy escasa de laureles.
         Porque, reconozcámoslo, hemos perdido cualquier freno y toda repugnancia ante lo que nos sucede. Permitimos que nuestro futuro sea hipotecado y saqueado permanentemente, y las adiposidades que hemos desarrollado -plasmas, decodificadores, automóviles, motos, cocinas y calefones- nos impiden ver la realidad, esa que los Kirchner construyen ladrillo tras ladrillo, ante una oposición que, al menos hasta ahora, se ha mostrado como incapaz de frenar los abusos, las arbitrariedades y los crímenes de la pareja imperial.
         Veámoslo, desordenadamente, de esta manera:
         ¿Hasta cuándo permitiremos que los amigos del poder continúen quedándose con empresas que, en otras circunstancias, estarían invirtiendo verdaderamente en el país, creando empleos y pagando impuestos?
         ¿Hasta cuándo permitiremos que la caja de la ANSeS, que deberá pagar nuestras jubilaciones, sea saqueada para incrementar el gasto público?
         ¿Hasta cuándo nuestros actuales jubilados, que han aportado más de treinta años para gozar de una vejez tranquila, deberán soportar que, por clientelismo, se jubilen quienes nunca han aportado?
         ¿Hasta cuándo las exangües arcas del Estado deberán pagar por las obras públicas muchísimo más de lo que ellas valen?
         ¿Hasta cuándo las provincias que "hacen los deberes" deben soportar el despilfarro de aquéllas que sólo consiguen recaudar, en impuestos, el 10% de sus gastos?
         ¿Hasta cuándo el "federalismo" constitucional deberá depender de la voluntad del tirano de Olivos?
         ¿Hasta cuándo la sociedad deberá soportar que, negándolo, el ajuste se haga por la vía de una inflación ya descontrolada?
         ¿Hasta cuándo los más pobres deberán seguir subsidiando, por la vía de impuestos indirectos, el derroche estatal?
         ¿Hasta cuándo estaremos dispuestos a seguir con la fiesta de los precios reprimidos, sabiendo que, en pocos años, deberemos pagar por su sinceramiento?
         ¿Hasta cuándo estaremos conformes con una industria nacional cara y poco eficiente a la cual hay que sostener, permanentemente, con subsidios o con protecciones para-arancelarias?
         ¿Hasta cuándo estaremos dispuestos a permitir que nuestro país se haya convertido en una entidad indefensa, incapaz de garantizar siquiera la seguridad de sus fronteras?
         ¿Hasta cuándo estaremos dispuestos a tolerar que, embutidos en discursos revolucionarios con olor a naftalina nuestras Fuerzas Armadas sigan condenadas a la desaparición?
         ¿Hasta cuándo estaremos dispuestos a ignorar que están llegando a nuestro país las peores lacras sudamericanas: carteles de drogas, guerrillas indigenistas y maras?
         ¿Hasta cuándo los "barones" del Conurbano, campeones del clientelismo político y de su negociación en las mesas políticas, estarán dispuestos a tolerar la infiltración de la Tupac Amaru en La Matanza?
         ¿Hasta cuándo toleraremos que la política se financie mediante la falsificación de medicamentos para enfermedades terminales?
         ¿Hasta cuándo miraremos para otro lado mientras nuestros organismos de control del lavado de dinero permiten que los narcotraficantes compren propiedades y políticos?
         ¿Hasta cuándo toleraremos que el narcotráfico financie las campañas electorales del kirchnerismo?
¿Hasta cuándo permitiremos que sigan volando valijas con dólares generados por las coimas venezolanas?
¿Hasta cuándo los argentinos, en general, y los santacruceños, en particular, seguirán preguntándose dónde están los fondos desaparecidos?
¿Hasta cuándo diremos que vivimos en democracia, mientras se nos convierte en una monarquía absoluta y corrupta?
         ¿Hasta cuándo permitiremos que los Kirchner y sus cómplices se compren, a precio ruin, el país y sus empresas?
         ¿Hasta cuándo consentiremos que, con nuestro dinero, hagan autobombo, compren radios e inventen diarios?
¿Hasta cuándo seguiremos oyendo impávidamente que tenemos fútbol gratis cuando sabemos que se gastan en él mil millones de pesos por año, sólo para la publicidad del Gobierno?
¿Hasta cuándo dejaremos que don Néstor se haga dueño del petróleo, de la electricidad, del gas, del juego, y del país entero, con el producto de sus coimas y aprietes?
¿Hasta cuándo los empresarios argentinos tolerarán los modos y las amenazas de Guillermo Moreno?
¿Hasta cuándo se morirán de miedo y correrán a cumplir las órdenes más disparatadas que ese energúmeno les imparta?
¿Hasta cuándo dejaremos que jueces corruptos, comprados por dinero o videos en prostíbulos masculinos, sean señores de nuestras vidas, honras y haciendas?
         ¿Hasta cuándo permitiremos que los poderosos entren por una puerta a los juzgados y salgan por otra diez minutos después, mientras que los pobres ladrones de gallinas permanecen por años en las cárceles?
         ¿Hasta cuándo los desposeídos contemplarán en paz como los dineros públicos terminan en los bolsillos y las empresas de cuatro vivillos?
         ¿Hasta cuándo seguiremos meramente sobreviviendo mientras vemos a nuestros políticos y gremialistas y sus familiares llenarse de casas, campos, joyas, aviones y yates?
¿Hasta cuándo los más míseros verán, sin reaccionar, como sus hijos mueren de desnutrición mientras los aviones presidenciales trasladan a los hijos del poder a fiestas patagónicas o viajan sólo para llevar medialunas o diarios?
         ¿Hasta cuándo quienes carecen de salud verán cómo se dilapidan fondos en subsidios a los más ricos, en gas y en luz o en créditos a empresas que no los pagarán?
         ¿Hasta cuándo los argentinos deberán pagar un millón de dólares diarios por la fiesta de Aerolíneas Argentinas?
¿Hasta cuándo los más pobres estarán dispuestos a pagar una Universidad para ricos, en la que no se estudia pero cuesta millones?
        ¿Hasta cuándo quienes no tienen escuelas dignas permitirán que se anuncien cientos de falsas inauguraciones de establecimientos de enseñanza?
         ¿Hasta cuándo los argentinos permitiremos que se nos envenene el aire comprando un fueloil teóricamente venezolano, lleno de veneno de azufre?
         ¿Hasta cuándo permitiremos que los Kirchner negocien con Hugo Chávez para poder robar y coimear sin medida y sin control?
         ¿Hasta cuándo permitiremos que se usen a los jueces corruptos como "camisas pardas" del proyecto oficial?
         ¿Hasta cuándo permitiremos que se combata contra el campo, nuestro más importante sustento, como si se tratara el sexto jinete del Apocalipsis?
         ¿Hasta cuándo permitiremos que, todos los días, se cercene nuestra libertad de prensa y de opinión, en nombre de una democratización falsa que pretende que la única palabra sea la oficial?
         ¿Hasta cuándo dejaremos que sigan falseándose las estadísticas nacionales, sin las cuales resulta imposible realizar diagnósticos y, mucho menos, pronósticos, indispensables para la inversión?
         ¿Hasta cuándo estaremos dispuestos a soportar el patoterismo de Guillermo Moreno, de Aníbal Fernández o de Luis D'Elía?
         ¿Hasta cuándo dejaremos que nuestras relaciones con nuestros hermanos uruguayos estén en manos de los piqueteros de Gualeguaychú?
         ¿Hasta cuándo permitiremos que los humores de don Néstor nos aíslen del mundo civilizado?
         ¿Hasta cuándo consentiremos que este verdadero genio del comercio exterior nos haga pelear con todos los países que nos compran mucho, pero nos venden poco?
¿Hasta cuándo soportaremos que, en el espectro internacional, se nos vincule a Nicaragua, Cuba, Venezuela, Ecuador y Bolivia?
         ¿Hasta cuándo permitiremos que los artífices del "modelo" kirchnerista y de todas las barrabasadas cometidas pretendan "venderse" como intérpretes del cambio generacional, como el camaleón Alberto Fernández?
¿Hasta cuándo seguiremos tolerando que se nos impida circular libremente, exhibiendo capuchas y palos?
Obviamente, esta lista de "¿Hasta cuándo .?'s" no agota los temas pendientes, que los argentinos nos debemos, pero corresponde que la amplíe un poco con otros.
         ¿Hasta cuándo permitiremos que los opositores continúen con sus personalismos y con sus egoísmos, sin ofrecer a la sociedad propuestas concretas y planes para el futuro?
         ¿Hasta cuándo permitiremos que los opositores se comporten como vírgenes vestales después de haber sido reiteradamente violados por el oficialismo?
         ¿Hasta cuándo olvidaremos que la oposición es incapaz de diseñar una agenda propia y, muchísimo menos, de poner frenos al despotismo no ilustrado de los Kirchner?
         ¿Hasta cuándo las provincias elegirán como senadores a individuos capaces de vender sus votos por dinero, por protección o por prebendas de todo tipo?
         ¿Hasta cuándo estaremos dispuestos a esperar de la oposición planes de gobierno serios y concretos, en lugar de meras poses para los medios de prensa?
         ¿Hasta cuándo estaremos mirando por televisión -eso sí, plasmas enormes, comprados a cincuenta cuotas sin interés- como la República desaparece y el país deja de ser viable?
         ¿Hasta cuándo consideraremos que aún podemos legar un país a nuestros hijos, del cual puedan sentirse orgullosos?
         En la respuesta a todos esos interrogantes, y a otros muchos similares, está el futuro de la Argentina que, como diría San Martín, será lo que deba ser o sino, no será nada. ¡Qué pena que debamos formularlos cuando ya han pasado casi doscientos años de historia y estemos entrando en este malogrado Bicentenario!
Bs.As., 16 May 10

ACTUALIDAD ECONÓMICA: EL AJUSTE INEVITABLE

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Por Héctor Blas Trillo

 
“En un mundo muy conflictivo en el que se han derrumbado paradigmas, donde vemos un mundo que está muy desarrollado pero que imagina las mismas soluciones que dieron los mismos resultados, creo que se requiere mucha inteligencia y no poner palos en la rueda” Cristina F. de Kirchner
      Asistimos en estas horas a una realidad que parece que ningún político quisiera reconocer: la necesidad de ajustar las economías de varios países integrantes de la Unión Europea, cuyos gastos han crecido a lo largo de varios años, al socaire de una situación general que así lo permitió.
      En sí misma la UE es una asociación  que establece pautas de ayuda mutua y complementariedad, lo cual permite que muchos desequilibrios provocados o naturales de la economía de sus integrantes,  se diluyan entre todos y por lo tanto no se noten demasiado.
     Durante unos cuantos años la fórmula funcionó, a nuestro criterio con enormes deficiencias, pero funcionó. Los Estados europeos vieron que su moneda se revalorizaba frente a otras, sus economías parecían sostenerse pese a la gastomanía reinante y la falta de competitividad se subsanaba cerrando fronteras, impidiendo que se muden industrias, poniendo cupos a las importaciones agropecuarias y limitando tanto como sea posible el ingreso de inmigrantes. Entre otras cosas, digamos.
     Hubo varias alertas en estos años. Desde la enfermedad popularmente llamada de la vaca loca (provocada por la alimentación de animales basada en harinas de origen óseo) hasta el llamado de atención en las votaciones por la Constitución Europea. Nada impidió que se siguiera adelante.
     Sin embargo, es bastante obvio suponer un final nada agradable. Cuando el gasto crece de manera sostenida y aumentan los déficit estruendosamente, cuando las exportaciones se resienten por el alto valor del euro, cuando las importaciones deben limitarse mediante artilugios que no hacen sino demostrar la falta de competitividad, y cuando en definitiva los números no cierran porque no hay a quien vender lo que intenta producirse en esas condiciones, el final es cantado.
      La UE está integrada por 27 países, de los cuales 17 (con la llegada de Estonia en estos días) corresponden a la llamada eurozona.  Se trata de naciones con distintos niveles de productividad y con composiciones diferentes de gasto público (en cuanto porcentaje del P.B.I.). La deuda de cada uno de esos países también es muy distinta con relación al P.B.I. Y además, el origen de tal deuda difiere sustancialmente de un país a otro.
     Históricamente la política ha recurrido a las devaluaciones como manera de ajustar ingresos y gastos. Ha sido la generosa válvula de escape  para corregir el dispendio.  La modalidad no es para nada nueva. Deviene del uso de moneda de curso forzoso sin garantía real. Los Estados modernos usan genuinos pagarés, pues eso y no otra cosa son sus monedas. Cuando la cosa se complica, recurren a la emisión y al consecuente deterioro del tipo de cambio.
      Es lo que ha ocurrido en la Argentina a comienzos de 2002. La devaluación y la salida de la convertibilidad hizo caer a la cuarta parte el valor de la moneda en poder de la gente. Ha hecho caer también a una cuarta parte el valor del patrimonio en bienes. También hizo caer a la cuarta parte el valor de las acreencias  pesificadas, las jubilaciones, los salarios, los depósitos en pesos, etc.
      Por eso, cuando ciertos políticos recurren a la conocida consigna de que ellos no habrán de ajustar, lo que cabe suponer es que, o bien están mintiendo descaradamente o pretenden que la estafa devaluatoria no es en realidad un ajuste.
     Como en estos días la situación europea ha puesto nuevamente en boca de esos políticos la malhadada consigna, reseñaremos brevemente lo ocurrido en la Argentina de estos años.
Luego del congelamiento del tipo de cambio durante 9 años, la imposibilidad legar de emitir billetes dio lugar a mayor endeudamiento y finalmente a la creación de las llamadas cuasimonedas.
La crisis de fines de 2001 fue una consecuencia directa de la situación señalada, pero a su vez fue empujada por la salida forzada del presidente del Banco Central, Dr. Pedro Pou, en abril de 2001, que provocó una progresiva corrida hacia el dólar y una salida de capitales de gran envergadura.
La cesación de pagos anunciada por el presidente interino Adolfo  Rodríguez Saa, señaló la bancarrota, la imposibilidad de cumplir con los compromisos adquiridos en moneda extranjera.
La devaluación, que el Dr. Remes Lenicov anunció en medio de un discurso en el que recurrió a sus antecedentes como economista como para garantizar que un tipo de cambio a $ 1,40 era suficiente, fue la forma de licuar activos y pasivos.
En poco más de dos meses tal devaluación llevó el dólar a $ 4.- demostrando que no sólo se equivocaron quienes pronosticaban un dólar de $ 10.- a fines de 2002, sino el susodicho Remes Lenicov, cuyo dólar a $ 1,40 duró menos que un soplo.
La deuda del Estado en pesos convertibles quedó reducida a la cuarta parte, y por supuesto lo mismo ocurrió con los ingresos del Estado.
Tales ingresos fueron rápidamente corregidos y mejorados mediante la instauración de las llamadas retenciones a las exportaciones.
En el año 2005 el gobierno anunció un canje de títulos nominados en moneda extranjera y consiguió quitas cercanas al 70% en la deuda, con una aceptación del 76% de parte de los acreedores.
El restante 24% fue declarado prescripto mediante la llamada “ley tapón”, que dispuso borrar de la deuda externa un monto cercano a los 24.000 millones de dólares.
Luego de calmada la situación inicial se dispuso el sostenimiento de un tipo de cambio  elevado artificialmente mediante la emisión de moneda para adquirir los dólares provenientes de las exportaciones.  De tal forma, las llamadas retenciones a las exportaciones provinieron en la práctica del valor artificialmente elevado al que el Estado adquiría las divisas.
Esas retenciones implicaron, casi al centavo, el superávit fiscal primario del que el gobierno se vanaglorió en todos estos años.
La utilización de ese dinero en gasto corriente, subsidios, promociones, obras y ayudas diversas, resultó por lo tanto inflacionaria.
La inflación es, como se sabe, el impuesto más injusto porque afecta primero a las personas con sueldos o jubilaciones fijos. Pero constituye un ingreso adicional para el Estado, dado que le permite licuar parte de sus gastos mediante el simple recurso de emitir billetes.
La situación planteada significó la falta de financiamiento externo, dando lugar a operaciones financieras verdaderamente insólitas, tales como la colocación de títulos públicos en Venezuela a una tasa del 15% en dólares en momentos en que el mundo tal tasa está cercana a cero.
También dio lugar a la toma de recursos de las AFJP y también de las reservas del Banco Central.
Dado que el Estado se endeudó mediante la colocación de Lebacs y Nobacs a tasas también cercanas al 15% en dólares, la conclusión es que la emisión de moneda para comprar dólares caros por parte del Banco Central dio lugar a una deuda que hoy supera los 15.000 millones de dólares. Tal deuda es la consecuencia directa de la política elegida, consistente en quitar de circulación los pesos emitidos adicionales para que no presionen sobre los precios.
Esos dólares fueron utilizados para, por ejemplo, pagar casi 10.000 millones al F.M.I. con lo cual se dejó de contar con créditos a tasas muy bajas por parte de ese organismo internacional del cual seguimos formando parte, para pagar tasas del 15% , siempre en dólares.
La presión inflacionaria dio lugar a que el gobierno intentara el clásico remedio de controlar los precios, a lo que se sumó la prohibición de importaciones, la aplicación de retenciones diferenciales para obligar a vender productos en el mercado local a bajos precios, etc.
Mientras tanto, se mantuvieron congeladas tarifas de servicios públicos y precios de combustibles como el gas, la nafta y el gasoil, desincentivando la inversión en exploración , e incentivando su consumo, llegándose así a importar gas y fueloil en algunos casos a valores insólitamente caros, como el caso del gas licuado importado a Trinidad y Tobago en barcos en los que llegan a la zona de Bahía Blanca en donde se reconvierte el producto como gas natural y se inyecta en los gasoductos a un costo de 17 dólares el millón de B.T.U. mientras se pagan 7 dólares a Bolivia por el gas que llega del país vecino y sólo 2 dólares por el producido localmente.
Finalmente el Estado ha reabierto el canje de la deuda, suspendiendo la ley tapón para intentar de ese modo hacerse cargo de la deuda borrada de las cuentas públicas en 2005 e intentar reinsertarse en el mercado financiero mundial a fin de obtener créditos adicionales dado que una devaluación en estos momentos produciría casi con seguridad un desbarranco inflacionario de proporciones.
Al mismo tiempo, a comienzos de 2007 el Estado resolvió intervenir el I.N.D.E.C. con el objeto de falsear los datos de inflación y asegurarse de pagar menos por las Nobacs indexadas por C.E.R..a cargo del Banco Central.  A su vez, el falseamiento de datos le permite ocultar la verdadera dimensión de la pauperización de los sectores más postergados.
También decidió en estos últimos tiempos negar la existencia de un proceso inflacionario.
La aplicación de planes de ayuda de diverso calibre, lo mismo que los subsidios, sirvieron y sirven para tapar la justa dimensión del proceso inflacionario y crear la sensación en  la población de que el Estado se ocupa de todo.
El incremento que se ha venido produciendo en los últimos dos años en la cantidad de beneficiarios de planes, a los que se le suma la llamada asignación universal por hijo, muestra a las claras el deterioro de la situación, producto de la falta de inversión ante la arbitrariedad de los funcionarios a cargo de secretarías como la de Comercio Interior.
Ahora bien, cabe entonces definir si los puntos enumerados no constituyen lo que se llama un ajuste, y en caso de una opinión negativa fundamentarla. Si se coincide con la idea básica, producto de la más pura lógica, que indica que si alguien gasta más de lo que tiene de manera reiterada termina en bancarrota, entonces el punto está en cómo salir de esa bancarrota.
Pues bien, la Argentina ha venido saliendo de ella a lo largo de 9 años, y todavía no ha concluido el proceso. Ni siquiera concluirá con el arreglo con los llamados holdouts, porque todavía falta acordar con el Club de París. En  el camino ha quedado el tendal de acorralados, defaulteados, expropiados, desocupados, infartados y mil etcéteras.  Particulares y empresas perdieron fortunas en la Argentina como consecuencia directa de la política devaluatoria para licuar las obligaciones contraídas. ¿Es esto lo que se propone desde la presidencia de la Nación  cuando se afirma que acá no hay ajuste una y otra vez? ¿Este es el consejo que se da a los países del llamado Primer Mundo? ¿Esto es lo que hay que hacer?
Simplemente si es así, nosotros disentimos seriamente. Más bien consideramos el ajuste como algo inevitable. Y nos remitimos a las pruebas vertidas en este comentario. Y a la experiencia histórica en todo el mundo.
Ahora, si lo que pretende afirmarse es que hay ajustes políticamente correctos y otros que no lo son, entonces debería reconocerse que es así. Y no pretender que acá no hay ajuste. Simplemente porque eso no es cierto.    

ARZOBISPADO PLATENSE AGRADECE LA ADHESION Y DIFUSION DE LA DECLARACION CIUDADANA POR LA VIDA Y LA FAMILIA

El Arzobispado agradece la adhesión y difusión de la Declaración Ciudadana por la Vida y la Familia.

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Declaración Ciudadana por la Vida y la Familia

Los firmantes, abiertos al diálogo con nuestros conciudadanos de buena voluntad, queremos manifestar públicamente que adherimos a los siguientes principios y valores fundamentales para la convivencia social:

1. La dignidad de la vida humana debe ser protegida sin distinciones de ningún tipo desde su concepción hasta la muerte natural.

[Derecho a la vida] La vida del ser humano es siempre un bien. La vida de todo ser humano es inviolable desde el inicio de su existencia en la fecundación hasta su muerte natural. Esta inviolabilidad se expresa, en términos jurídicos y sociales, en el denominado “derecho a la vida”.

[Dignidad del ser humano] Cada ser humano, posee una intrínseca dignidad con independencia de su edad, sexo, raza, religión, rasgos físicos o genéticos, origen o condición socioeconómica. [Reconocimiento jurídico-positivo del derecho a la vida] El derecho a la vida del ser humano desde su concepción ha sido expresamente reconocido por el derecho argentino en su Carta Magna y en los Tratados Internacionales de Derechos Humanos (Arts. 29, 33, 75 inc. 22, 75 inc. 23 de la   Constitución Nacional). También en numerosas leyes y disposiciones nacionales y provinciales. La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha ratificado esta inviolabilidad de la vida humana (Fallo “Portal de Belén”).

[Derecho a la vida y derechos humanos] El derecho a la vida es el presupuesto de todos los derechos. Su privación implica la supresión o negación de todos los demás derechos humanos. Por ello, nadie, ya sea juez, legislador, funcionario o simple ciudadano, tiene derecho a disponer, bajo ningún pretexto, de la vida de un ser humano.

[La injusticia del aborto] El derecho protege la vida humana por nacer en todos los niveles: penal, civil, administrativo. El aborto procurado es siempre una conducta injusta que priva a una categoría de seres humanos, los niños por nacer, de su derecho a la vida. En tal sentido, la despenalización del aborto equivale, en los hechos, a su legalización y se configura como gravemente contraria a la dignidad del ser humano, a sus derechos fundamentales y a la misma Constitución Nacional.

[Aborto y discriminación] Todos los hijos, sin distinción de origen o nacimiento, tienen igual derecho a la vida (Art. 3°, Convención sobre los Derechos del Niño). No es lícito discriminarlos según sean “deseados” o “no deseados”. La despenalización o legalización del aborto introduce en la dinámica social mecanismos de exclusión y discriminación entre los niños por nacer.

[Apoyo a la mujer, niñez y adopción] Es necesario un renovado compromiso del Estado y de las organizaciones de la sociedad civil para brindar el apoyo   (sanitario, habitacional, económico, psicológico, espiritual) a toda mujer que ha sufrido un ataque a su integridad sexual. A tal fin, en el supuesto de un embarazo que se origina en una violación, es compromiso ineludible ayudar a la víctima a llevar a término su embarazo. En el caso que se viere imposibilitada de asumir la crianza de su hijo luego del nacimiento, apoyarla integralmente para que pueda asumir y desarrollar la maternidad. Si la madre no está en condiciones de cuidar a su hijo, ella le habrá dado la posibilidad de vivir y de ser criado por una de tantas familias que anhelan tener hijos y no pueden concebirlos.

[Promoción de la vida] La dignidad de cada ser humano merece medidas positivas de promoción, ya sea desde el nivel estatal como desde la sociedad civil, particularmente en los desafíos más urgentes como la pobreza, la desnutrición infantil, la trata de personas, la drogadependencia, la manipulación biotecnológica, etc.

2. El Estado y la sociedad tienen el deber de proteger el matrimonio, comunidad de vida y amor entre un varón y una mujer.

[La institución matrimonial] El matrimonio se funda en el vínculo, libre, permanente y exclusivo entre un varón y una mujer, en orden a la ayuda mutua y a la procreación y educación de los hijos. Conforma un auténtico bien para la sociedad. El vínculo matrimonial responde a un dato fundamental de la realidad humana: su condición sexuada. No es fruto del arbitrio humano, ni se puede reconfigurar según las épocas, culturas o intereses de grupos particulares.

[El matrimonio y su relevancia social] La íntima vinculación entre amor y vida que caracteriza al matrimonio, y que da origen a la familia, hace de él una realidad de una enorme relevancia social. El matrimonio es el ámbito privilegiado donde no sólo se genera la vida humana, sino también se la acoge, gesta, fortalece y humaniza. Allí la persona se capacita para entablar vínculos interpersonales y para desempeñarse en la sociedad desplegando sus dones y capacidades.

[Matrimonio y protección jurídica] El matrimonio es una institución social con perfiles jurídicos precisos. Cumple con vitales funciones sociales, por lo que merece protección del Estado. Las uniones entre personas del mismo sexo son esencialmente distintas e incompatibles con la institución matrimonial fundada en la unión de varón y mujer. Tales uniones no prestan la misma función social ni pueden ser equiparadas al matrimonio.

[El matrimonio en el derecho constitucional] La Constitución Nacional promueve la familia fundada en el matrimonio (cf. artículos 14 bis y 20 de la Constitución Nacional). A la luz de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos, la noción constitucional de matrimonio refiere a la unión de varón y mujer. Cualquier modificación del Código Civil (art. 172) que eliminara el requisito de heterosexualidad para la celebración del matrimonio sería inconstitucional.

[Política familiar] Las funciones sociales del matrimonio suponen una responsabilidad para sus miembros, en la que deberían ser ayudados por la sociedad. La autoridad civil, ha de considerar como deber prioritario el reconocimiento de la verdadera naturaleza del matrimonio y la familia. Es necesario desarrollar políticas tendientes a fortalecer y ayudar a la perdurabilidad de los lazos. El matrimonio debe ser protegido y ayudado con políticas de fomento, seguridad social, económicas y tributarias (Art. 14 bis CN y Tratados Internacionales concordantes).

3. Los niños tienen derecho a crecer en una familia fundada en la unión estable entre varón y mujer y a ser educados según las convicciones de sus padres.

[El derecho del niño a crecer en una familia] La familia integrada por un padre y una madre es el mejor ámbito para el desarrollo pleno del niño. Con ese fin el Estado ha de adoptar medidas de promoción y consolidación del matrimonio. Es importante establecer redes de contención para las parejas en conflicto y ayudar a los padres para que puedan ellos a su vez estar a la altura del don maravilloso de la paternidad y maternidad.

[El derecho del niño a ser educado por sus padres] El niño tiene derecho a ser educado por su padre y su madre, quienes a su vez, tienen la responsabilidad de guiar la educación de sus hijos conforme a sus convicciones. La Constitución Nacional y los Tratados Internacionales de Derechos Humanos reconocen la responsabilidad primaria e indelegable del padre y la madre en lo concerniente a la educación de sus hijos (cf. artículo 75 inc. 19 Constitución Nacional y tratados con jerarquía constitucional).

[El niño desamparado y la adopción] En los casos en que, por diversas circunstancias debidamente justificadas, el niño se encuentra en situación de desamparo, la adopción se presenta como una institución privilegiada para garantizar al niño su derecho a crecer en el seno de una familia formada por un padre y una madre. La pretensión de adopción por parte de dos personas del mismo sexo desdibuja la finalidad de esta institución, que deja de estar en función del interés superior del niño.

[Apoyo a la niñez] Ante las situaciones de particular vulnerabilidad de la niñez y la familia, es necesario el apoyo de la sociedad y la autoridad política, a fin de garantizar la dignidad y derechos fundamentales de cada ser humano.

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Estimados, entrando en este link,

http://www.uca.edu.ar/index.php/site/index/es/universidad/facultades/buenos-aires/matrimonio-y-familia/declaracion-ciudadana-por-la-vida-y-la-familia/formulario-de-adhesion/

encontrarán los formularios de adhesión más fáciles de completar.

Saludos cordiales a cada uno,

INSTITUTO para el MATRIMONIO y la FAMILIA
         Alicia Moreau de Justo 1400 - 4º ofic. 426
                     Tfno. 4338-0827
www.uca.edu.ar/imf.htm