miércoles, 12 de octubre de 2016

LENGUAJE, IDEOLOGIA Y PODER: SE PUBLICO LA SEGUNDA EDICION DEL LIBRO



La palabra como arma 
de persuasión ideológica:
cultura y legislación


Por Juan Carlos Monedero (h)

"Repárese en que, en ninguna otra época de la Historia Universal, 
se han prodigado tanto las palabras como la presente: 
 torrentes inagotables de palabras por medio de la prensa, del libro, de la radiotelefonía, 
de la cátedra, de la tribuna, en una proporción jamás soportada antes, 
invaden, penetran y cubren la vida entera de los hombres y de los pueblos..."
Jordán Bruno Genta

Las escuchamos todos los días. Y nos aturden, nos aturden con las palabras interrupción voluntaria del embarazo, violencia de género, homofobia, pre-embrión, derecho al aborto, derecho al consumo de estupefacientes. Se nos atropella y arrincona con los términos abierto, cerrado, tolerante, extremista, retrógrado, medieval, progresista, derechos humanos, discriminación, femicidio y tantos otros.
¿Qué significa cada uno de estos vocablos? ¿Qué hay detrás de este uso mediático que hoy por hoy –y hasta la náusea– se les da? ¿Qué papel juega este vocabulario en esta auténtica revolución cultural, al servicio de la cultura de la muerte, en expresión del Papa Juan Pablo II? ¿Qué oscuros intereses enmascara estos vocablos?
El libro LENGUAJE, IDEOLOGÍA Y PODER (2° edición, Ediciones Castilla, 2016), prologado por el Padre Alfredo Sáenz y el Dr. Antonio Caponnetto, nos da una clara y certera respuesta a todas esas preguntas.
Parado en la auténtica filosofía cristiana y ejercitando el noble arte de las definiciones, el autor desmenuza las motivaciones ocultas de los ideólogos promotores del aborto, la anticoncepción, la naturalización de la homosexualidad, la banalización de las drogas, etcétera. Despliega asimismo no sólo una crítica feroz de tales presupuestos ideológicos sino también una sólida fundamentación de las verdades del Orden Natural, hoy puesto en tela de juicio –todos los días– por innumerables comunicadores sociales. Asimismo, Juan Carlos no sólo toma ejemplos del campo filosófico sino también del periodístico, cultural, político, histórico y hasta del eclesiástico. Quienes consideraron su formación personal signada por la Apologética, han visto un renacer de la misma en la primera edición de este libro.