lunes, 5 de marzo de 2012

EL GENERAL, EL DOCTOR Y LA DAMA...




Por Horacio R. Palma

Claro que podría encarar el trámite de escribir esta semana con temas banales. Qué se yo, hablar del calor, que en las noticias siempre es agobiante asfixiante o infernal.

Colgarme de la pésima fama y la mala prensa de los calores de cada verano y sumarme al coro redundante hasta el cansancio que titula: Arde la ciudad, o la ciudad es un horno… o ampararme en la inimputabilidad del Alerta naranja que imponen los 37 grados centígrados a la sombra. Y hasta puedo sumarme al coro plañidero de los que piden agua para los campos, y hacerme el preocupado por las pérdidas económicas de la seca de este verano… aunque ayer, una de las voces principales de los pedidores de agua me pasó casi por encima en la ruta con su poderosa camioneta BMW Nosécuáto!!, y a decir verdad, no se lo notaba muy preocupado por una cosecha magra.

Bueno, es comprensible… las cien lucas verdes que lo traían a Gualeguay sobre cuatro cubiertas desmesuradas, hablaban mucho de unas cuantas temporadas de buenas cosechas y muy poco de este verano más seco que lengua de loro. ¡Viva la república de la soja!... que ya  va siendo hora de pensar en cambiar el sol de nuestra bandera por una imagen del poderoso yuyito verde esperanza… y verde dólar, claro.

Cuando lo pienso juro que dudo. Digo, a veces me embarco en el juego de pensar al General Belgrano concibiendo la Enseña Patria en nuestros días. Y no puedo dejar de imaginar que tal vez hoy hubiera elegido poner en el listón blanco un brote de soja en lugar del sol. Claro que hoy el régimen no le hubiera permitido un par de cosas al General Belgrano. Ni enfundarse en su uniforme, ni plantarse frente a las barrancas de Rosario con sus gloriosos del Regimiento de Patricios. Nada de eso… nada de uniformes, ni de armas, ni de formaciones marciales. Eso resume “represión”. Hoy la televisión pública le hubiera impuesto a Belgrano un centenar de colectivos rentados con muchachada y banderas de La Cámpora.


Ay perdón perdón y otra vez perdón!!. Me referí a Manuel Belgrano y le dije General. Y resulta que el régimen, justo antes de internarse Ella, firmó un decreto que prohíbe llamar General a Manuel Belgrano. Bueno, puede ser que mi visión sobre el referido decreto sea un tanto gorila. Después de todo, el decreto no dice “se prohíbe”, el decreto apenas si impone las formas en que debe nombrarse al prócer nacional.

Es que así como el año 2011 fue declarado por el régimen “El año del trabajo decente…” (justo el año del escándalo Hebe de Bonafini y Schocklender, de Zaffaroni y sus departamentos alquilados para prostíbulos…etc.), el 2012 ha sido declarado "Año de homenaje a Manuel Belgrano". Exactamente: “Año de homenaje al doctor Manuel Belgrano" porque se cumplen 200 años desde la creación de la bandera nacional el 27 de febrero de 1812, día en que a las orillas del río Paraná se realizó la primera jura.

Así lo dice el decreto 292/2011, del 28 de diciembre, que firmaron la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro del Interior, Florencio Randazzo. Según reza la página del gobierno nacional: “se declara al 2012 como el año en que se le brinde homenaje a Manuel Belgrano, quien creó la escarapela, la bandera nacional y fue el organizador del hecho conocido como éxodo jujeño. Por tal motivo, todos los documentos oficiales, en el margen superior derecho, deberán llevar la leyenda "Año de homenaje al doctor Don Manuel Belgrano".

Así de clarito. A Manuel Belgrano se lo nombra solo doctor y con minúsculas. El citado decreto hace un recorrido por “los hechos más importantes de su vida”. Señala que nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770, y que cursó sus estudios en el Colegio de San Carlos y luego en las Universidades de Salamanca y Valladolid en España, donde se graduó como Abogado. "El 1794, ya de nuevo en Buenos Aires, asumió como Secretario del Consulado, desde donde, entre otras actividades, fomentó la educación”, señala el texto de la norma y recuerda que durante las invasiones inglesas, en 1806,  Belgrano "se incorporó a las milicias criollas para defender la ciudad". Indica además que cumplió un rol protagónico en la Revolución de Mayo de 1810 siendo nombrado vocal de la Primera Junta, cargo que dejó el 22 de septiembre del mismo año para asumir el mando de la expedición al Paraguay con el grado de General en Jefe. El texto explica que se decretó el 2012 como año de Manuel Belgrano porque se cumplen 200 años desde que "el Primer Triunvirato dispuso la utilización de una escarapela nacional de dos colores: blanco y azul celeste, conforme al diseño propuesto por Belgrano, quien la hizo lucir a sus tropas". "El 27 de febrero de 1812, creó una bandera con los mismos colores de la escarapela, reuniendo a sus tropas en Rosario, a orillas del río Paraná y les ordenó a sus oficiales y soldados que le juraran fidelidad". Ni Salta ni Tucumán, batallas claves en nuestra Independencia… el decreto destaca de manera muy especial en sus considerandos (se ve claramente aquí la mano de Felipe Pigna de reescribir la historia, el historiador oficialista que no se cansa de poner en cada referencia al General Belgrano la siguiente frase: “su carrera militar no lo entusiasmaba demasiado”. Y se refiere al Éxodo Jujeño siempre, como un hecho “heroico del pueblo”), el episodio que se conoce como el “Éxodo Jujeño”, en el cual el día 23 de agosto de 1812 el pueblo jujeño comenzó su heroica retirada de Jujuy con dirección a Tucumán, del que también se celebra el bicentenario.

De a poco, en todos los ámbitos, el régimen no descansa en su tarea de intentar reescribir la historia. El odio hacia lo militar, ciega al régimen hasta el punto de tergiversar la historia.

No sé sí el Éxodo jujeño fue heroico o no. Sí sé que el General Belgrano sí fue General de carrera.

Les dejo parte del bando que el General Belgrano emitió al pueblo jujeño en 1812. Hagamos un trato: Usted lo lee, y luego saca sus conclusiones. Aproveche, porque me parece que ni Randazzo ni la presidenta lo leyeron nunca.

“…Entended todos que al que se encontrare fuera de las guardias avanzadas del ejército en todos los puntos en que las hay, o que intente pasar sin mi pasaporte será pasado por las armas inmediatamente, sin forma alguna de proceso. Que igual pena sufrirá aquel que por sus conversaciones o por hechos atentase contra la causa sagrada de la Patria, sea de la clase, estado o condición que fuese. Que los que inspirasen desaliento estén revestidos del carácter que estuviesen serán igualmente pasados por las armas con sólo lo deposición de dos testigos… Que serán tenidos por traidores a la patria todos los que a mi primera orden no estuvieran prontos a marchar y no lo efectúen con la mayor escrupulosidad, sean de la clase y condición que fuesen… No espero que haya uno solo que me dé lugar para poner en ejecución las referidas penas, pues los verdaderos hijos de la patria me prometo que se empeñarán en ayudarme, como amantes de tan digna madre, y los desnaturalizados obedecerán ciegamente y ocultarán sus inicuas intenciones. Más, si así no fuese, sabed que se acabaron las consideraciones de cualquier especie que sean, y que nada será bastante para que deje de cumplir cuanto dejo dispuesto.”
Cuartel general de Jujuy 29 de julio de 1812”.

Horacio R. Palma
Publicado en: El Dia de Gualeguay
Ciudad de Gualeguay, Entre Rios

NOTA DE DIARIO PREGÓN DE LA PLATA: El bando transcripto del General Manuel Belgrano menciona “la causa sagrada de la Patria”. Cabe destacar que la palabra “Sagrada” es un término religioso, porque la Patria Argentina tiene su origen, raíz y esencia católica. “La causa sagrada de la Patria” es la causa de su Religión, de la Religión Católica.

ANGUSTIADA Y EXTRAVAGANTE



por Carlos Berro Madero
carlosberro24@gmail.com


Hemos escrito tantas veces en estos años sobre ciertos rasgos de la personalidad de Cristina Kirchner, que solo su insistencia por ocupar los primeros planos a todo evento, nos provee material renovado para no resultar reiterativos.

Cuando la oímos -intentando descifrar qué hay más allá de la teatralidad y las rabietas sobre el escenario que se monta para oír sus "filípicas"-, confirmamos que se trata de una persona totalmente dependiente de sus emociones, que da vueltas una y otra vez a las mismas ideas, lo cual debe causarle, con seguridad, una enorme depresión que termina nublando su mente.

A esta altura de su mandato no se sabe si entiende lo que ocurre a su alrededor o le "fabrican" un libreto que repite de memoria sin analizar.

Su extravagancia y su soberbia intelectual no le permiten serenar su espíritu y, por lo tanto, se asemeja mucho a un pájaro incauto posado en una rama, que serrucha la misma en su unión con el tronco del árbol que la sostiene con total inconsciencia, sin advertir que la caída consiguiente podría ser mortal.

Hay personas que tienen un entendimiento "defectuoso" por naturaleza, y suelen "torcer" la realidad en un vano esfuerzo por moldearla a su antojo. Su discurso resulta así una lucha frenética para "satisfacerse" sin lograrlo. El hábito las domina de tal manera que son incapaces de reflexionar, cometiendo muchos desatinos con su conducta personal.

En su caso, sería interesante que recordaran un sabio consejo de Jaime Balmes, el gran filósofo catalán, quien dijo que "la primera regla que se ha de tener presente en la vida es no juzgar ni deliberar con respecto a ningún objeto, mientras el espíritu está bajo la influencia de una pasión relativa al mismo objeto".

Podríamos agregar además, que suele distinguir este estado una insufrible locuacidad seguida de grandes dificultades para hilvanar racionalmente cualquier discurso.

Nos parece importante reiterarlo para no alimentar hipótesis falsas sobre acontecimientos que por su turbiedad visual impiden ver muchas veces las verdaderas características del cimiento.

Está visto que la Presidente no puede relajarse. Nada es suficiente para acallar las preocupaciones que comienzan a convertirse en pensamientos inquietantes para ella y la llevan a adoptar posturas críticas permanentes sobre todo y sobre todos.

Sus alocuciones se caracterizan por el "ametrallamiento" verbal a quienes disienten con "su" versión de las cosas. La inauguración de sesiones ordinarias del Congreso fue un nuevo escenario para poner en evidencia esta mono-manía.

Solo EL, su difunto esposo, es principio, razón y fin de todo lo que la rodea. Ella sabe de la muerte más que nadie. Del martirio que significa no poder abrazarlo como antes. De su amargura porque no sepamos reconocerlo como un prócer de la talla de San Martín o Belgrano (aunque con mucho más dinero que el que éstos obtuvieron en su vida pública, claro está).

Según su parecer, ni quienes hemos perdido un ser muy querido e irremplazable podemos competir con la profundidad de su sentimiento.

Esta activación nerviosa es en ella de tal magnitud, que termina en frecuentes ataques de angustia y llanto que deben obligarla seguramente a recurrir a medicaciones específicas para equilibrar su sistema neurológico.

Un gesto de Cristina, cuando interrumpió el discurso de la intendente de Rosario en la efemérides de la bandera, musitando con voz audible "vamos por todo, por todo", mientras parafraseaba cánticos de los "arreados" de turno, indica que está perdiendo hasta las formas que corresponden a su investidura.
La cara de la Intendente Fein fue de una sorpresa tal que nos exime de mayores comentarios.

Todo esto que describimos, terminará INEXORABLEMENTE en accesos cada vez más profundos de cólera seguida de depresión y consiguiente angustia. Y en el caso de la Presidente puede llevarla a cometer algún desatino mayor: la situación del país pone a la vista la magnitud del descuido, la ineficiencia y el marasmo en el que nos han sumergido los Kirchner.

Estamos convencidos que el PROBLEMA NÚMERO UNO de este momento en la Argentina es que la "reina" está desolada, desorbitada, confundida y su gestión es como una lucha contra los molinos de viento de un Don Quijote posmoderno.

Los Sancho Panza que tiene a su lado no pueden con ella. Tratan de complacerla y no saben cómo. Solo atinan a sentarse, pararse y aplaudir una y otra vez cuando la oyen hablar, asintiendo con la cabeza en forma entusiasta, festejando cualquier cosa que diga.

¡Claro! ¡Faltan todavía cuatro años!

¿Cómo hacen para tapar las brechas que se van abriendo en la nave insignia?

La ansiedad de Cristina por conseguir un pequeño éxito fácil en medio de una seguidilla de catástrofes que la han expuesto a la "vindicta pública", puede llevarla a perder el hilo de su "reconstrucción cognitiva", con lo cual terminará por desconocer qué le sucede y por qué la realidad se empeña en enviarle señales que ella no reconoce.

La verdad de una falla emocional está siempre en la "forma" en que una persona dice algo y no en "aquello" que dice.

Eso es lo que se advierte claramente en cada mini discurso. Ese ejercicio de "bombardeo oral" que lo único que destaca es su facilidad para hilvanar incoherencias producto de una falta de "sintonía fina" interior.

No es casual que haya elegido esas mismas palabras para describir lo que quiere hacer con el futuro. Está reflejando tácitamente la búsqueda infructuosa que realiza para ella misma, sin comprender que la VERDAD no negocia con nadie: es simplemente un producto de la realidad.

No sería extraño que en el momento que lo advierta, tome su cartera y se vaya para no volver.

Si la dejan, por supuesto.
Fuente: Tábano Informa

“LA BBC NUNCA SE BURLARÁ DE MAHOMA, PERO SÍ DE JESÚS”, DICE EL DIRECTOR




Lo curioso es que el propio director de la BBC dice que es católico, pero sus declaraciones han provocado un verdadero terremoto mediático.

En unas sorprendentes declaraciones, el director general de la BBC, Mark Thompson, afirmó el pasado 24 de febrero de 2012 que la BBC, el canal de televisión británico de carácter público, “nunca se burlará de Mahoma, pero sí de Jesús”.

Thompson justificó la diferencia de trato en que “para un musulmán, una representación, en particular, una representación cómica o degradante del profeta Mahoma podría tener la fuerza emocional de una pieza de pornografía infantil grotesca”, pero “sobre Jesús se puede hacer burla, porque el cristianismo tiene hombros anchos y un menor número de vínculos con el origen étnico”, añadió.

Thompson manifestó que en la BBC nunca acogería un programa como «Jerry Springer the Opera», polémica obra emitida en la BBC en la que se burla de Cristo, si el mismo protagonista fuera el profeta Mahoma.

LLUEVE SOBRE MOJADO

Ya en 2003, la BBC emitió -con una gran audiencia internacional- un documental titulado «El Sexo y la Ciudad Santa», que desfiguraba intencionadamente a la Iglesia y su enseñanza sobre los preservativos y el sida. Dos años después, emitía «Jerry Springer the Opera», un programa blasfemo y muy ofensivo que ridiculizaba a Jesús y a la fe cristiana en general.

Poco antes, la BBC se había gastado dos millones de libras (3,13 millones de dólares) en un programa llamado «Popetown» – una serie animada en el Vaticano que ridiculizaba a la Iglesia e incluía escenas de bestialidad. Debido a las protestas, se prohibió en Gran Bretaña pero siguió emitiéndose en el extranjero y vendiéndose en Gran Bretaña en DVD.

LA MADRE DE THOMSON CREE QUE LA BBC ES ANTI-DIOS

Thompson, que es católico, recordaba cómo su madre sacudió la cabeza cuando se le dijo que su hijo había sido nombrado director general. «La BBC es anticatólica y anti-Dios», le dijo con palabras claras.

Pero tales etiquetas de anti-Dios, explicaba a su audiencia en Londres, «no están muy extendidas; incluso no son del todo verdaderas». Afirmó que, naturalmente, dentro de la BBC hay mucha gente «que tiene un punto de vista bastante escéptico respecto a la religión», pero también se puede encontrar a «miles de personas para quienes la religión juega un papel central en sus vidas».

Fuente: Religión en Libertad / Acción Familia

ANSIEDAD DEL COMBATIENTE.




Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 CMN 73 VGB).

Algunas veces me pregunto si los que opinan sobre los VETERANOS DE GUERRA saben que el soldado debe matar y puede morir por el honor y la gloria de la Patria.


"Juráis a la Patria seguir constantemente su bandera y defenderla hasta perder la vida" no es un compromiso insustancial, sino la aseveración que se dará lo mas precioso de un ser humano, si la Nación lo convoca a sus ejércitos por el bien y la salud del país. El SÍ JURO con que se responde crea una amalgama con la Patria.

   No  muchos argentinos han sentido la sensación de ser llamados ante una situación de guerra, ya que nuestro país, a lo largo de su historia, pocas veces se encontró ante una situación que imponga ser solucionada por las armas. Sin embargo, en el Siglo XX, si bien no se participó en las conflagraciones mundiales, si regionalmente, en defensa de nuestra soberanía en las operaciones que se denominaron "Soberanía" (Beagle) y "Malvinas". En ambas oportunidades, argentinos, cumpliendo el deber militar y el juramento patrio, marcharon a la guerra. En el caso con Chile, el despliegue en ambos países y la posibilidad de un enfrentamiento fraterno, llevo a la lógica de la "disuasión" y la paz prevaleció. En el caso de Malvinas, el choque militar se materializo, sangre argentina se mezclo en sus tundras para siempre, y la derrota ante las poderosas fuerzas inglesas fue la consecuencia, dejando nuestra islas en manos de sus usurpadores.

   En ambas situaciones, hubo quienes fueron  movilizados e incorporados a las unidades militares, como así también civiles que, sin adquirir el rol de soldados, debieron cumplir misiones de los mas diversos tipos. Tanto unos como otros ocuparon el lugar que se les asigno, algunos en las primeras líneas como también en sus instalaciones en la retaguardia. Cada uno cumplió, de esta manera, un rol asignado conforme las órdenes y disposiciones que se impartían. Todos, sin excepción, sabían que llegado el momento, si así se disponía, debería "matar" al tiempo que podía perder su "vida". Así son las guerras para sus ejércitos, que deben cumplir los planes que se dispone y en los cuales cada uno, quizás sin saberlo, es eslabón de una trama férrea que se materializa en el combate.

   Pese al valor, el patriotismo o el arrojo, los soldados se encuentran ante una presión psíquica que es tanto importante como los riesgos físicos. Esta presión que aparece con intensidad diversa se denomina "ansiedad de combate". Esta ansiedad es superada por algunos, pero no en otros, lo que lleva a convertirse en un "trauma de guerra". En nuestro país no se tiene antecedentes, pero, en el caso de los Estados Unidos de América si. En los ejércitos norteamericanos se estima que este trauma apareció en el 30% de los combatientes en Vietnam, 10% en los del conflicto del Golfo, del 6% al 11% en Afganistán y del 12% al 20% en Irak. Es lógico observar estas diferencias ya que los escenarios en los que se actuó fueron diferentes y, por lo tanto, con sus propias proporciones.

   Los "traumas de guerra" son  la repetición anímica de momentos o situaciones, con la sensación de que se los esta viviendo y, consecuentemente, las reacciones que se produjeron.  Estas reacciones, se muestra como cóleras, enojos, tristeza o, casi siempre, violencia que, en algunos casos, conduce al suicidio. Si se observa el caso de los Estados Unidos de  América con un 30% en los combatientes de Vietnam, ello se debió a la "ocultación oficial" de las bajas que, si bien apaciguaba el frente interno, creaba frustración en los soldados que estaban luchando.

   En nuestro caso, se observan dos conductas diferentes entre los combatientes en la  Operación "Soberanía" (Chile) de la Operación "Malvinas" (Inglaterra), ello se debe, posiblemente, al hecho de que los primeros regresaron con el aplauso de la sociedad, en cambio, los segundos, fueron ocultados y hasta avergonzados, por una inexplicable decisión gubernamental. Este diferente trato, seguramente, alentó a la superación el animo de unos y, lastimosamente, sumergió a los otros.

   El tema argentino no termina en esta lucubración de antecedentes, sino que se agrava en la consideración de los combatientes, al unir las situaciones de los mismos bajo una diferenciación territorial y asignar al veterano una pensión que si le correspondería en el caso de disminución física o psíquica probada que le disminuye en sus capacidades laborales.

   Últimamente, con un grado de sabor agrio, hay quienes confunden el tema del habitante en un territorio en guerra con la situación del veterano. La guerras modernas son amplias y abarcan a todo en los beligerantes, pero ello significa que los habitantes están expuesto a "morir" (victimas inocentes), pero no les alcanza la obligación de "matar" que si tienen los soldados. Esta diferencia en los alcances es lo que se tiene en cuenta en las calificaciones que se hace de los veteranos.

   En poco tiempo mas, Argentina recordara la "Operación Malvinas", momento en el cual aparecerán los aplausos y las criticas sobre la gesta, conforme la visión interesada o no de quien la emita, pero, esperemos, que el tema de los "héroes" no sea mancillado, ya que son conciudadanos que fueron al combate por el juramento realizado. Seria deseable que las  autoridades, en una muestra de honra y gratitud, procedan a legislar sobre los veteranos para pagar así una deuda que tiene la sociedad hacia aquellos que convocados cumplieron con su deber militar.

NOTA DE DIARIO PREGÓN DE LA PLATA: Hay quienes temen quedar inválidos o incluso morir en una guerra. Pero puestos a elegir, en la guerra se puede ejercer el derecho de legítima defensa. Mientras tanto, miles de personas padecen accidentes que los dejan inválidos, o que directamente provocan la muerte de las víctimas que nada pueden hacer. Tal es el reciente caso del tren Sarmiento donde hubo más de 50 muertos y cientos de heridos. Puestos a elegir: ¿no habrían preferido los sobrevivientes padecer su invalidez en defensa de la Patria, y no por un accidente que incluso el negligente Estado habría podido evitar si hubiese ejercido sus debidos controles?

LO QUE EL PUEBLO ARGENTINO DEBE SABER SOBRE MALVINAS



 Por Roberto Daniel Fascia Tartabini
 VGM NR

A horas de conocerse la previsible negativa de Londres y de los Kelpers a la propuesta  del Gobierno Argentino de aumentar los vuelos a Malvinas, es necesario comprender en breve síntesis lo que esta sucediendo, sus causas y prognosis.
En primer termino la reiteración de una propuesta ya anteriormente rechazada en 2003, y al mismo tiempo , ya con dicho antecedentes, la muy mala oportunidad y contexto de la presentación de la misma que se ha vuelto como un peligroso boomerang para el Gobierno y los intereses nacionales ( los cuales, lamentablemente, en este país no son lo mismo).
Las dificultades argentinas no solo no se reducen sino que irán en progresivo aumento por lo espasmódico, incoherente y negativo de las acciones encaradas, todas ellas principalmente tomadas fuera de tiempo.

Acciones que distintos analistas piden, que son básicamente correctas debieron ser tomadas hace 2 años atrás. De esa fecha a hoy la situación ha cambiado sensiblemente. En lo relativo a las FFAA de Inglaterra,  y la incorporación de mas empresas exploradoras de petróleo y el aumento de inversiones. Hoy Inglaterra tiene un potencial económico estimado en 60.000 millones de barriles de petróleo y las primeras mas modestas predicciones de ingresos por impuestos mencionan la cifra de U$S 167.000 millones. NO VAN A NEGOCIAR NADA, el tema de los argumentos jurídicos e históricos los tiene sin cuidado y ya proyectan el reclamo de la Antártida. Mientras tanto, más allá de todo aunque Argentina les regalara 10 veces mas esa cifra, ellos poseen lo que constituye una de las columnas de su sistema de defensa, y de proyección de poder hegemónico que es mundial  en su BASE O FORTALEZA MILITAR de ultima generación.

En líneas generales, a través de los distintos acuerdos firmados, correctamente llamados por muchos “Los TRATADOS DE VERSALLES ARGENTINOS” y mediante la operación encubierta de distintos agentes de influencia y operadores vernáculos políticos, empresariales, intelectuales, se intento llevar adelante una política encubierta y silenciosa de DESMALVINIZACION. El objetivo era consolidar su presencia y explotación en las Islas, con o sin ayuda Argentina.

Lo UNICO que impidió (y sobre este aspecto se opero durante mucho tiempo para evitarlo) LA COMPLETA DESMALVINIZACION fue el accionar de los Veteranos de Guerra. La diplomacia británica sabe que apagando el reclamo argentino podrá completar el ciclo, como en el caso de  Alemania luego de la Segunda Guerra  Mundial, convirtiéndonos en ALIADOS Y COOPERADORES, para sus intereses.
De lo contrario, sucedería exactamente lo mismo que con Alemania, pero luego de la I Guerra Mundial, existiría un “tregua” solamente, por determinado tiempo antes que el conflicto se volviera a presentar. Para asegurar su proceso NEOCOLONISTA, opera para NEUTRALIZAR A LOS VETERANOS DE GUERRA  mediante la imposición encubierta de determinadas políticas. Por ejemplo: con fondos británicos se hicieron películas desmalvinizadoras, sus directores controlan el Sistema Nacional de TV, agentes británicos operan dentro del Ministerio de Seguridad bajo las ordenes de quienes previamente en el Ministerio de Defensa desmantelaron no solo las FFAA, sino sus fabricas y redujeron sus presupuestos y proyecciones a cero.

Hoy el Gobierno Nacional (Oficialismo y Oposición) conocen y apoyan esto y solo realizan acciones de enmascaramiento, tendientes a no actuar, pero que NO LOS OBLIGUE A RECONOCER la política real que TODOS LLEVAN DELANTE DE COMUN ACUERDO.
Nadie quiere hacerse cargo del muerto que estuvieron todos de acuerdo en matar. Que no aparezca el cadáver y sigan los torpes pobladores reclamando su “Aparición con vida”

Sin embargo no todo esta perdido, y puede revertirse con una POLITICA DE ESTADO, que seria fuertemente saboteada en caso de querer determinarla en la realidad. Esta NECESITA DE UNION y de objetivos claros a mediano y largo plazo en el que todas las fuerzas políticas estuvieran de Acuerdo en implementar a lo largo de los años y mas allá de los Gobiernos. NADA SE HACE en dicho sentido. Y ciertamente, la Sra. Presidenta, no parece tener el tipo psicológico necesario para escuchar ni consensuar.

En cuantos a las medidas HOY posibles y necesarias, tratando de ir al compás o anticipándonos a los hechos y no al contrario como deliberadamente pareciera que se actúa, se reducen a pocas cosas las que deben hacerse SINCRONIZADAMENTE Y TODAS AL MISMO TIEMPO
a)      Continuar los Reclamos en el Área Diplomática, buscar apoyos, expresiones de personas relevantes.
b)      DENUNCIAR y DEROGAR la TOTALIDAD DE LOS ACUERDOS de cualquier característica vigentes con GRAN BRETAÑA, cortando ABSOLUTAMENTE TODO vinculo Diplomático directo o indirecto, consular y económico. Es decir, asumir un AUTOBLOQUEO en las relaciones bilaterales. O lo hacemos nosotros primero o en 1 o 2 años será hecho por INGLATERRA al consolidar totalmente su posición, QUEDANDO RELEGADO NUESTRO ACCIONAR  solamente a COOPERAR Y COLABORAR con ellos en la forma que nos IMPONGAN
c)      Desarrollar en Plan de Crecimiento del País, y un mínimo equipamiento militar con tecnologías modernas, a la altura de las circunstancias, a modo de preventiva defensa y capacidad de control
d)      Asumir los costos que implicara la rescisión de todo tipo de vínculo comercial con empresas británicas
e)      En definitiva RECONOCER Y ACEPTAR nuestra realidad y cual es la UNICA FORMA  de modificarla, que consiste en ELIMINAR las causas que nos han llevado a esto, asumiendo que , de no hacerlo, con el tiempo solo llegaremos al mismo punto PERO POR DECISION DEL USURPADOR, SIN AUTONOMIA, Y SIN CAPACIDAD ABSOLUTA DE LOGRARLA
f)       ES DECIR: reconocer que seguimos siendo en la actualidad en los hechos ya no interdependientes, sino PROFUNDAMENTE DEPENDIENTES de las decisiones o represalias que nos impongan los ingleses.
g)      Más allá de ello, recordamos, que parte de este problema se debió también a las actitudes de todos los gobiernos desde 1983 con respecto a los Veteranos de Guerra de Malvinas. Hacer lo correcto no pareciera estar en el manual del político argentino, y ello siempre trae consecuencias que podemos buscar mas allá de la mirada superficial liviana y rastrear EN LOS ORIGENES DE LOS ERRORES,  máxime cuando hay cosas que aun pueden corregirse para lo cual es indispensable no resolverlas como se hizo anteriormente. En este caso menciono muy puntualmente la falta de Reconocimiento legal de los VGM de la Fuerza Aérea Sur y su Comando Aéreo de transporte, hecho que no es necesario aclarar no tiene vínculo alguno con los ex conscriptos movilizados del Ejercito Argentino.

Roberto Daniel Fascia Tartabini


VIDELA:"LA ÚNICA VÍA ES SACARLOS (A LOS K) DEL GOBIERNO"; “NO SALIMOS A CAZAR PAJARITOS, SINO AL TERRORISMO Y A LOS SUBVERSIVOS”



En esta segunda entrega de la entrevista concedida en exclusiva a CAMBIO16, el exdictador, lejos de moderar sus declaraciones, persiste en mantener una visión radical de sus actuaciones al frente del país y no se arrepiente de la “caza al terrorista” que causó miles de desaparecidos

Tras la publicación de la primera parte de esta entrevista en Cambio16, en Argentina se armó un revuelo de proporciones inimaginables. Cierta izquierda, que supuestamente dice defender los derechos humanos y los valores democrático, incluso llegó a censurar a quien suscribe estas líneas por haber entrevistado al general Jorge Rafael Videla, en un ejercicio por tratar de imponer la autocensura y el silencio acerca de los sucesos que acontecieron en Argentina en las décadas pasadas. El comienzo de la censura es el inicio del totalitarismo. Quien teme a la verdad e impone un discurso basado en el pensamiento único sin posibilidad de objetarlo está defendiendo una forma de dictadura sutil, supuestamente inocente y anclada en las ‘verdades’ oficiales aceptadas por todos; pero, en definitiva, estamos ante una nueva forma de dictadura bajo ligeros ropajes democráticos.


La crisis Argentina de la década de los setenta
¿Cómo juzga a la figura de Héctor Cámpora (1973)?

Los jóvenes peronistas más radicales le llaman al presidente el “tío Cámpora”, lo cual revela la afinidad entre este sector del movimiento con el presidente. Centenares de montoneros que habían perpetrado delitos y habían sido arrestados por las fuerzas de seguridad salen en libertad por decisión del presidente Cámpora. Esta gente, desde luego, no sale arrepentida ni con deseos de integrarse en el sistema democrático, sino directamente con la idea de continuar con la revolución y seguir por la vía violenta, incluso matando.

Simultáneamente a estos hechos, el Congreso refrenda ese indulto y queda, digamos, legalizado de facto. Ni que decir tiene que estos jóvenes estaban armados e iban a continuar por la vía violenta su objetivo de hacer la revolución.

Amnistía y olvido quedaban así refrendados. Ese fue el comienzo de los hechos que vinieron después; Perón no estaba en el país y, cuando tuvo conocimiento de los hechos, parece que no le agradaron. Estos jóvenes no actuaban de acuerdo con los principios que tenía Perón, que pasaban más por un reencuentro, un acuerdo entre todos los argentinos para solucionar los problemas, y tampoco estaban en la línea de su pensamiento.

Este desacuerdo se confirma cuando llega Perón a Argentina y no puede aterrizar donde estaba previsto, debido a que se había desatado una batalla campal donde estaba programado aterrizar y porque los propios peronistas se habían enfrentado entre ellos por el liderazgo del movimiento; se habla de que hubo entre un centenar y dos centenares de muertos.

La recepción a Perón degeneró en un enfrentamiento entre la derecha y la izquierda del peronismo por monopolizar la figura del líder y controlarlo durante su llegada.

Y el liderazgo, siguiendo sus patrones, tenía que dirimirse por la fuerza de las armas. El avión de Perón tiene que aterrizar en un aeropuerto militar por razones de seguridad y le recibe el vicepresidente que estaba en Buenos Aires.

Perón toma conciencia de que las cosas no le van a resultar tan fáciles como él pensaba y que está juventud maravillosa de antes le iba a traer problemas; tendría que tomar medidas para evitar que la situación se desbordase y ya toma posiciones, considerando que estos jóvenes no eran tan idealistas sino revolucionarios, claramente. Tiempo después, consciente de la situación tan adversa que asume, provoca la renuncia de Cámpora y se hace un llamado a elecciones, en donde Perón sale elegido mayoritariamente con su esposa como vicepresidente. Perón, en esas elecciones, sale elegido con un alto porcentaje de votos, más del 62% del censo, y decide poner orden en un estado de cosas y en un movimiento que ya no compartía sus ideas.


Videla cree que Perón no controlaba aún la situación tras la muerte de José Ignacio Rucci

Hay un episodio que lo conmueve a Perón, que es el atentado contra el dirigente gremial José Ignacio Rucci, que es asesinado y ahí, el presidente dice: “Me cortaron las piernas”. Fue un acto doloroso y mostraba que Perón no dominaba todavía la situación, mostrando a las claras que el oponente ya no tenía miramientos y estaba dispuesto a llegar hasta el final. Perón, entonces, en una reunión secreta con los dirigentes peronistas, en Olivos, da a entender a través de una directiva que se acabaron los miramientos hacia estos actos y que había acabar de una vez, incluso por la violencia, respondiendo a este tipo de acciones violentas y terroristas.

Esta decisión dio lugar a que se produjeran una serie de acciones encubiertas. Y lamentablemente la mano ejecutora de este grupo que operaba bajo las órdenes y el consentimiento de Perón era el ministro de Bienestar Social, José López Rega, que organiza la Triple A, las famosas tres A (Alianza Anticomunista Argentina), un hombre de confianza del presidente que se dedica a ejecutar las órdenes que le da el viejo general y que no siempre se atienen a la legalidad. De esta manera, se van dando los primeros pasos y pone orden en el país, pero, sin embargo, el líder ya no es el de antes y tiene la salud muy desgastada.

Hasta el último aliento da todos sus esfuerzos por normalizar y por trabajar en su proyecto, que desde luego no era el de los jóvenes “idealistas”, sino el de normalizar el país de una vez por todas tras los excesos cometidos.

Mará Estela Martínez de Perón, expresidenta de Argentina
¿Como juzga el papel de María Estela en todos estos acontecimientos?

El general Jorge Rafael Videla, tras María Estela Martínez de Perón

Perón muere y le sucede automáticamente su mujer, María Estela Martínez de Perón, tal como se preveía legalmente. La mujer de Perón, desde luego, no estaba preparada para ser presidenta, y mucho menos en las circunstancias en las que estaba viviendo el país.

Para afrontar la situación que vivíamos, se necesitaba carácter, conocimiento, capacidad para tomar decisiones y prestigio, rasgos de los que carecía totalmente esta señora. El gobierno de María Estela va perdiendo fuerza. Era una buena alumna de Perón, eso sí, ya que desde el punto de vista ideológico se situaba en la extrema derecha del peronismo y el marxismo le provoca un rechazo total.

En un almuerzo con varios generales, una treintena si mal no recuerdo, llegó a ser muy dura con el marxismo. En ese sentido, no quedaban dudas de que la dirección ideológica estaba encaminada, pero le faltaban fuerzas y conocimientos para llevar a cabo el combate, la lucha, y poner orden.

Incluso para poner coto a las actividades de López Rega, que mataba por razones ideológicas, pero que también lo hacía por otras razones para cobrarse algunas cuentas pendientes. La situación, como ya he dicho antes, era muy difícil, reinaba un gran desorden. A Isabel se le hizo saber este estado de cosas y destituye finalmente a López Rega, que lo envía de embajador itinerante al exterior. Así se cumplía el deseo de muchos, entre los que me encontraba, que no queríamos que este hombre siguiera al frente de sus responsabilidades.

La acción del terrorismo sigue por su cuenta. Aquel calificativo de que eran “jóvenes idealistas” por pensar distinto hasta el extremo de masacrarlos quedó en evidencia, era una vulgar patraña.

Esta gente estaba entrenada en el exterior, principalmente en Cuba, Siria, Libia y otros países, y luego dentro del país con instructores foráneos; además tenían armamentos y equipos de alto nivel ofensivo, incluso de tecnologías avanzadas. Todo ello reforzado con fábricas de armas y explosivos que llegaron a operar y tener dentro del territorio argentino. Tenían capacidad para matar y hacer daño a la sociedad argentina. Como remate a toda esta estructura, estaba la crueldad que les distinguía, no eran ángeles sino terroristas.

Incluso la revista Time, en un artículo de la época, establecía que si comparábamos a terroristas argentinos, alemanes e italianos, en términos de crueldad, los europeos eran infinitamente más humanos que los de nuestro país.

Huelgan más comentarios. Con esos “jóvenes idealistas” y sus crueles métodos nos teníamos que enfrentar entonces.

Así llegamos a finales de agosto de 1975, en que soy nombrado Comandante en Jefe del ejército argentino, y en los primeros días del mes de octubre, a principios, somos invitados los comandantes de las tres fuerzas a una reunión de gobierno presidida por Italo Luder, que ejercía como presidente por enfermedad de María Estela, en las que se nos pide nuestra opinión y qué hacer frente a la desmesura que había tomado el curso del país frente a estas acciones terroristas.

Con acuerdo de las otras dos fuerzas, yo hube de exponer cuatro cursos de acción, que no viene al caso detallar ahora, que culminó con la selección de parte del doctor Luder del cuarto curso de acción, que era el más riesgoso, en cuanto que confería más libertad de acción, pero que garantizaba en no más de un año y medio que el terrorismo sería derrotado.

Los cursos de acción del 1 al 3 eran más contemplativos, pautados con el fin de evitar errores, pero –de ser seguidos– irían a dilatar sin término el caos en el que se vivía.

El acuerdo se firmaba, bajo estos decretos, para combatir el terrorismo en todas sus formas y hasta el aniquilamiento definitivo; por otras razones, más tarde, cuando fuimos juzgados, se le preguntó a Luder por el término aniquilar e hizo un excelente exposición en términos semánticos sobre la cuestión, que se resume en reducir a la nada; no tiene otra interpretación. A partir de ese momento, de hecho y de derecho, el país entra en una guerra, pues no salimos como Fuerzas Armadas a cazar pajaritos, sino a combatir al terrorismo y a los subversivos.

Estamos preparados, como militares, para matar o morir, estábamos en una guerra ante un enemigo implacable, aunque no mediara una agresión formal, estábamos en una lucha. Así, a principios de octubre de ese año, entramos en una guerra de una forma clara. Desde el punto de vista del planeamiento no fue sorpresa porque el ejército ya jugaba con hipótesis de conflicto, una de las cuales era un desborde sorpresivo terrorista que sobrepasara a las fuerzas de seguridad y que se tuvieran que emplear a las Fuerzas Armadas para detener la amenaza. Teníamos esa contingencia prevista y, ante tal eventualidad, lo único que teníamos que hacer era salir a luchar con los planes previstos.

El Proceso de Reorganización Nacional
¿Qué lograron en términos económicos durante el llamado Proceso
de Reorganización Nacional (1976-1982) que usted lideró?
En lo económico, también se había mejorado, aunque teníamos riesgos inflacionarios que no voy a ocultar ni minimizar. Pero sí se había logrado la confianza del exterior, sobre todo a través de créditos para la Argentina para remozar el aparato productivo del país que estaba seriamente desatendido. Había, además, una gran paz social y se aceptó, mediante un acuerdo con los gremios, que los salarios estuvieran sujetos a la productividad y no a otros elementos; el que más trabaja más ganaba, simplemente.

Teníamos un desempleo peligroso, podemos decir, pero no alto, del 2,5%. Digo peligroso porque no permitía flexibilidad en el mercado de trabajo. Y la clase política no daba muestras ni ansiedad de que el periodo se agotase y se iniciase una nueva etapa política; nos seguían con atención y desconocían cómo había sido la guerra, que parecía haber ocurrido en una nebulosa. Los políticos no querían meterse mucho en estos asuntos y los dejaban para aquellos que manejaban la seguridad del país, responsabilidad que recaía en nosotros en aquellos momentos.

Entonces, y volviendo a los retos planteados tras el 24 de marzo de 1974, si el Proceso había cumplido sus objetivos, ¿por qué no abandonaron el poder?
El Proceso había cumplido sus objetivos a mediados del año 1978, este es un punto crucial que quiero destacar. La pregunta era: si el Proceso había cumplido sus objetivos, ¿por que no darlo por terminado? No había otra razón de ser, las cosas ya se habían hecho. O había que darle otro sentido. Y si así era, el Proceso iba a languidecer porque no tenía otra razón de ser en aquellos momentos.

Nunca se planteó oficialmente esta cuestión que era crucial y fundamental. Había un sector perfeccionista de las Fuerzas Armadas que decía que ahora las cosas están bien y vamos a embarcarnos en otros problemas, a seguir trabajando hasta que las cosas sean perfectas, pero no era así, creo yo, porque los hombres no llegan nunca a la perfección absoluta. Los hombres no son perfectos, solo Dios lo es.

Era tan sólo una forma de justificar el quedarse en el poder por quedarse. Y había un sector que decía que a este Proceso que habíamos
comenzado había que darle otra razón de ser.

¿Hablamos, entonces, de que las Fuerzas Armadas estaban divididas en ese momento?
Este asunto sobre la naturaleza del Proceso no fue tratado oficialmente, pero el debate estaba ahí, subyacía esa división acerca de que dirección se quería tomar y había sus matices sobre cómo afrontar el futuro.

Había que dar otra naturaleza, otro contenido al Proceso, pero también estaba la posibilidad de abandonarlo de una forma definitiva. Luego estaba el conflicto con Chile por las islas del canal de Beagle, y tenga en cuenta que estuvimos a punto, en diciembre de 1978, de llegar a una guerra. También quedaba el camino de una salida política ordenada de un Proceso que se había mostrado exitoso en el desempeño de sus funciones; en ese momento se podía negociar desde una posición óptima. Yo mantenía que el Proceso, en esos momentos, tenía que ser capaz de dejar su descendencia, es decir, hacer política de una forma que las Fuerzas Armadas transcendieran más allá del periodo histórico que ya habíamos superado.

¿Cómo? Dejando la herencia de un Proceso exitoso a los políticos que eran nuestros aliados y amigos, ese era el camino de entonces que yo defendí. Pero hay hubo otros problemas, ya que la política se hace con ideas y con hombres; las ideas eran las del Proceso, que llevamos adelante, y luego estaban los hombres, que tienen nombre y apellidos.

Si en aquellos momentos se hubieran antepuesto los nombres y apellidos de algunos que estaban participando en el proceso, se hubiera
roto la cohesión de las Fuerzas Armadas y este era un valor que no podíamos poner en juego y arriesgar. No podíamos darnos el lujo de romper la cohesión de las Fuerzas Armadas, estaban todavía en juego muchas cosas. Lamentablemente, en ese dejar pasar el tiempo el Proceso en sí languideció y llegó muy desgastado, sin presión externa, hasta fines del año 1979, en que la Junta hizo públicas las bases políticas del Proceso y las sometía a la opinión de toda la comunidad argentina a cuyo frente se situaría el ministro del Interior de entonces para escuchar a todas las voces cualificadas de la sociedad argentina para consultarlos sobre esas bases o modificarlas. O, en su defecto, después de escuchar a todas las partes, enriquecerlas con nuevos aportes. Se trataba de establecer un diálogo productivo entre las autoridades y la sociedad argentina sobre estas bases políticas, pero había dos preguntas ineludibles:

1) ¿Si era conveniente la revisión del acuerdo en la guerra que habíamos librado contra la subversión?; y
2) ¿si estuvo justificado el levantamiento militar del 24 de marzo de 1976? La respuesta a la primera llegó al 70 por ciento y a la segunda al
80 por ciento del acuerdo nacional, respectivamente.

Las víctimas del terrorismo
¿Por qué ustedes no le dieron un reconocimiento a las víctimas del terrorismo en Argentina, cuando es un asunto importante y todavía no resuelto en su país?
Tiene usted razón, tenía que haberse abordado este asunto. El término víctima del terrorismo no fue tenido en cuenta, se veían muertos y víctimas por atentados, pero los consideramos víctimas como tales de estas acciones subversivas.

Hubo también secuestros y asesinados, pero nunca se les vio como víctimas del terrorismo.

En este momento, y visto con esta perspectiva, es algo que no se hizo.

Se reivindicó a los combatientes, también se trabajó en la reivindicación de los presos políticos, que somos nosotros, y ahora se trabaja en esta última reivindicación, en la de las víctimas del terrorismo. Al margen de los combatientes y muertos, y de los presos políticos que estamos pagando un servicio a la patria, faltaban las víctimas del terrorismo y hay ya gente que está trabajando en este asunto, en la búsqueda de esa reivindicación, aunque si bien es cierto que todavía no se ha tenido éxito en lograr ese justo y merecido reconocimiento a ese colectivo por el que usted pregunta.

Videla critica que la presidenta de Argentina no persiga a las víctimas “del otro lado”

Es un trabajo en el que se lleva trabajando desde hace años, pero este gobierno se niega a reconocer sistemáticamente que existieran víctimas del otro lado, ya que si lo hiciera tendría que juzgar a los terroristas que produjeron aquellos hechos y actos que provocaron la existencia de víctimas. Fíjese que hasta en el gobierno de Menem había paridad y cierto respeto a las fuerzas de las dos partes que lucharon o se enfrentaron en aquellos años, incluso emite varios decretos que tienen una dirección simétrica hacia las dos partes.

Reconoce con exactos argumentos a las dos partes. Pero el gobierno actual se ha caracterizado por la asimetría y nos ha considerado solo a nosotros como la parte beligerante, como el demonio que tiene que ser condenado y encarcelado. El otro demonio, los terroristas o los guerrilleros, no existen, eran simplemente “jóvenes idealistas”. Y los esfuerzos que se han hecho en presentar casos de víctimas con nombres y apellidos siguen abiertos esperando el sueño de los justos; la justicia, en un caso, llegó hasta la segunda instancia, pero ahí se extinguió la acción y la lucha sigue. El gobierno sólo reconoce a las víctimas de una de las partes, pero les niega todos los derechos a la otra.

Hay un tema importante: ¿es cierto que se intentó recrear la Cámara Federal en lo penal y que no se encontraron jueces voluntarios?
Fue real, fue tal como dice. La comunidad judicial de entonces estaba amedrentada. A partir de la amnistía de Cámpora, que terminó con todos los condenados por actos violentos en la calle, los jueces, por el contrario, fueron asesinados, cesanteados y tiroteados.


Esa era la realidad de entonces, de antes de que llegáramos al gobierno.
Este asunto no se llegó a tratar oficialmente, pero quiero señalarle que tampoco se encontraban los jueces que quisieran trabajar en el desarrollo del proyecto. No se pudo hacer, simplemente. Aunque quiero decirle algo, los decretos de Luder nos dieron todo el poder y competencias para desarrollar nuestro trabajo e incluso excedían lo que habíamos pedido; Luder, prácticamente, nos había dado una licencia para matar, y se lo digo claramente. La realidad es que los decretos de octubre de 1975 nos dan esa licencia para matar que ya he dicho y casi no hubiera sido necesario dar el golpe de Estado.

El golpe de Estado viene dado por otras razones que ya expliqué antes, como el desgobierno y la anarquía a que habíamos llegado.

Podía desaparecer la nación argentina, estábamos en un peligro real. No es que los militares nos levantáramos un día de la cama y nos hubiéramos dicho: ¡vamos a ir de cacería o a matar “jóvenes idealistas”! Nada de eso, había otras razones de otra índole. Pero realmente Luder nos había dado para la guerra todas las formas y medios que necesitábamos, en nosotros estaba el ser prudentes o no, queriendo reconocer que en algunos casos hubo excesos.

El papel de las Juntas Militares
¿Por qué la Junta no dio instrucciones más precisas, incluso por escrito, de lo que estaba haciendo y de las órdenes que impartía?
Creo que órdenes existieron y fueron precisas, no puedo entrar en detalle ahora en todas ellas. Las órdenes estaban y los que las impartieron, que fueron asumidas por cada uno de los miembros de la cadena de la mando que las dieron. Creo, sinceramente, que fue así.

¿Cómo juzga al almirante Eduardo Massera? ¿tuvo diferencias con él?
Hubo diferencias, claro, él era esencialmente un hombre político, algo que yo no era. Era un hombre muy político, quizá se equivocó eligiendo la profesión de militar y se dedicó a la profesión equivocada.

¿No es sorprendente también que se hayan juzgado a oficiales y suboficiales que aquellos días tenían apenas una veintena de años o algo más?
Mire, yo digo que si el juzgado en este caso, independientemente de su edad, lo es en función de haberse excedido en el cumplimiento de una orden está bien juzgado.

Los demás, le aseguro, son todos juicios políticos, como parte de esa venganza, de esa revancha, como parte de ese castigo colectivo con que se quiere castigar a todas las Fuerzas Armadas. Este plan sigue una política gramsciana que esta gente cumple de punta a punta, disuadiendo a unas instituciones que han tomado como rehenes, creando desaparecidos que nunca existieron y vaciando de contenidos a la justicia. Hoy, la República está desaparecida, no tiene justicia porque la que tiene es un esqueleto sin relleno jurídico; el mismo parlamento no tiene contenidos, está compuesto por ganapanes que temen que les vayan a quitar el puesto y se venden al mejor postor. No hay nadie en la escena política con lucidez capaz de hacerles frente. El país tampoco tiene empresarios, porque están vendidos al poder. Hoy, las instituciones están muertas, paralizadas, mucho peor que en la época de María Estela Martínez de Perón. Lo que me permite decir que no tenemos República porque no tenemos a las grandes instituciones del Estado funcionando.

La justicia, el Congreso y las demás instituciones, por no hablar de otros aspectos, no existen; las realidades no son así.

El futuro del país
¿Cómo ve la Argentina de hoy, tiene esperanzas de que haya algún
cambio?
La suerte nuestra, la de los militares detenidos, está en que el país se encamine por otra dirección. Si el país cambia hacia otro rumbo, seguramente, no estaríamos presos.

Yo digo que estamos en una situación hoy muy negativa, totalmente negativa, hemos perdido una gran oportunidad en las últimas elecciones de sentar puntos de apoyo a una oposición sólida y que actuara responsablemente para cambiar este estado de cosas al que me refería antes. Hablo de un cambio, claro, por la vía democrática, ya no es el tiempo de los golpes de Estado, aunque tampoco habría Fuerzas Armadas para darlo ni vocación para hacerlo. Esta situación de inmediato no va a cambiar, lamentablemente, porque no veo el actor, el líder, y no creo en los iluminados.

La política se hace con hombres e ideas y ahora no los hay, ahora Argentina no los tiene.

No hay tampoco movimientos de opinión sistemáticos contra este gobierno, todos viven bajo el temor del qué dirán, de que les dejen hacer, en definitiva. Todo es miedo y temor, y vivimos permanentemente
bajo ese miedo. Y cuando una sociedad vive bajo el miedo no puede esperar que esté en un actitud de coraje para enfrentar un gobierno que de por sí no tiene reparos y no se detiene ante nada. Un gobierno arbitrario, con espíritu totalitario, y que no se detiene ante nada y ante nadie, que ha perdido la vergüenza y etcétera, etcétera, etcétera. Este es el panorama de la Argentina de hoy y de seguir, que todo parece que seguirá igual, permanecerá en el futuro inmediato.

No hay solución en el corto plazo. Luego está la pretensión permanente de seguir escarbando en el pasado, colocándonos a los militares en la vereda de enfrente como unos indeseables. Hay que comenzar a pensar en el futuro, pero sin concordia no hay futuro. En consecuencia, creo que tiene que haber un diálogo amplio y superador de todos los sectores de la opinión pública para lograr abandonar esos puntos de fricción que
están impidiendo en este momento esa concordia. Por ejemplo, hay que encontrar una solución para resolver el famoso problema de los desaparecidos y ofrecérsela a la sociedad argentina. Son una realidad, son un invento, son una especulación política o económica, ¿qué son realmente los desaparecidos?

Así sucede con otras cosas más que no han sido cerradas y siguen presentes en nuestra vida. Repito: ese diálogo tiene que blanquear esa situación conflictiva que vivimos hoy, superar a través de la concordia nuestras diferencias y tirar hacia adelante con un proyecto de nación basado en un proyecto de vida en común, algo que le falta a la Argentina de hoy. Lo que decía Ortega y Gasset: un proyecto de nación y de vida en común. ¿Qué político ha dicho lo que quiere para la Argentina de hoy? Nadie. Estamos en el puesto que ganamos sin ansias de cambiar nada. Tenemos que despertar, apagar las pasiones y mirar hacia el futuro con otras miras, pensando en los próximos diez años cuando menos. Y en ese encuentro que debe de buscar un punto en común para el diálogo hay que dejar de lado todas tensiones y rigideces que nos han paralizado.

A punto está de que en Argentina estamos sin oposición y un país no puede vivir sin oposición. Los que ejercen el gobierno lo hacen con pretensiones de crear un caudillato sin que nadie los critique y todo el mundo asienta. ¿Se saldrán con la suya?


El presente de Argentina bajo los Kirchner
¿En qué ha fallado este gobierno, qué le diría a los argentinos sobre el mismo?
Si algo tiene Argentina es su riqueza agropecuaria, somos o éramos el granero del mundo, y el agro ha sido borrado de la estructura nacional. Este gobierno ha asociado el campo con la oligarquía y como enemigo de ese socialismo que ellos pregonan, no podemos esperar de esta gente una solución, la única vía es sacarlos del gobierno y no a través de un golpe de Estado, sino a través de los cauces democráticos.

Yo, en las últimas elecciones habidas en el país, esperaba a que apareciera un líder o un movimiento para hacer frente a lo que vivimos, que todos los dirigentes de la oposición se unieran para combatir esta lacra y salir hacia adelante, pero bueno, no apareció y no fue así. Quisiera ser optimista, pero no puedo, aunque siga peleando desde la cárcel, desde aquí. Quiero dar a conocer al mundo lo que pasa. La consigna del prisionero de guerra es la evasión, mientras que para el preso político la lucha es otra, que es el campo de la política y que es antipático quizá para los militares.

Hoy hay que ganar la guerra política a través de los mensajes y los medios de comunicación, y esa es nuestra función: no quedarnos de brazos cruzados.

Desde que está en prisión, ¿le visitan sus antiguos aliados y amigos, o lo han olvidado desde entonces?
Algunos, algunos, pero no pasan de cinco. Nuestra sociedad, que la componen también mis amigos, la argentina, fue la protagonista de la tremenda guerra que vivimos, porque era un combate contra la sociedad argentina y cambiarla a través del modelo marxista que preconizaban esos grupos alzados en armas. Ese proyecto estaba en plena expansión en América Latina y la sociedad argentina fue objeto y sujeto de ese proyecto totalitario.

Esa sociedad se defendió a través de su brazo armado de esa agresión que sufría de unos grupos armados bien conocidos. Luego está la figura del chivo expiatorio, que han sido los militares, y la sociedad argentina actuó de una forma cobarde y dejando abandonado a su ejército, que fue el principal actor en ese conflicto defendiendo a su país de esa verdadera agresión.


Las fuerzas armadas argentinas hoy
¿Cómo se explica ese proceso de destrucción de las Fuerzas Armadas y de indefensión de la Argentina que denuncian algunos militares?
Porque es la revancha de los derrotados, de los “jóvenes idealistas” de Perón, que no lograron sus objetivos, que pasaban por tomar el poder. Con Cámpora lo habían conseguido, en parte. Como ese proyecto revolucionario que tenían de hacerse con el poder se vio frustrado por las Fuerzas Armadas (que, cumpliendo órdenes de un gobierno constitucional, salieron a reprimirlos y a enfrentarlos), fuimos los ejecutores de parar ese proyecto. Nos preguntaron qué hacer ante la amenaza armada que tenía el Estado y dimos la respuesta que había que dar, que era que nos sacaran a nosotros a hacer frente a esa amenaza. No queda otra vía, claro. Y los derrotamos con las armas en la mano, claramente, y eso los actuales gobernantes, que son herederos de aquellos grupos subversivos, no nos lo perdonan.

¿Por qué, en definitiva, en ninguna parte de América Latina se da esta situación de más de un millar de militares detenidos, procesados y condenados?
Es cierto, esta situación no se da en otras partes del continente. Así es, como usted dice. La explicación es el espíritu de revancha y venganza que anima a este gobierno.

¿Cómo es posible entender actitudes como la del general Martín Balza sobre las fuerzas armadas, e incluso las tareas en las que él participó entonces?
La sensación es que es un canalla, un hombre que se vendió al enemigo para escalar posiciones. Pregunto: ¿cuántos años lleva de embajador? Siete u ocho años. Un trepador vendido por poder y dinero. Él me envió tres cartas en el pasado y muestra su subordinación, afecto y aprecio hacia mí. No eran unas cartas burocráticas, sino escritas sinceramente
y algunas incluso a mano deseando mi libertad, solidarizándose conmigo y esperando un “nuevo amanecer”. Ahora se vende por ansias de poder y denigra a sus antiguos compañeros, ¡qué miserable!


¿Qué mensaje le daría a los soldados que están detenidos actualmente y a sus familias, que también sufren en sus carnes esta situación?
Yo creo que el mensaje explícito y tácito, que es al que yo me atengo, que es la conducta, el ejemplo y el modo de vida, que siempre han sido mis guías, en los buenos y en los malos momentos.

¿Por qué renunció su abogado defensor cuando iba tan avanzado su proceso?
Entrábamos en otra etapa, pasábamos de la etapa instructora a la de los juicios orales y públicos. Era más de lo mismo, con público y publicidad, más de lo mismo, un circo, en definitiva. Entonces, llamé a mis abogados y les dije: ustedes cumplieron su tarea y ahora se trataría de que dejaran para la historia, por escrito, todas las irregularidades y arbitrariedades de las que hemos sido objeto. Que quede escrito y haya constancia de todo lo sucedido para que la gente, en el futuro, conozca lo que realmente sucedió. El abogado soportaba un enorme sacrificio para el desempeño de sus funciones y casi tenía que dejar su trabajo.

La real motivación por la que se fue, para que no quedara duda, era que no se prestaba gratuitamente a esa parodia de juicio sin justicia y sin derecho.

¿Recibiría a algún líder montonero en aras de llegar a la concordia?
Tal como están las cosas, en estos momentos, definitivamente no. En un proceso final, llegado el caso, no aceptaría un diálogo de igual entre unos militares que luchamos por defender a las instituciones de la nación con los cabecillas de una organización armada formada por subversivos, creo que ese no es el punto de partida.

No creo que se puedan equiparar las dos partes, no se puede establecer una concordia desde un punto de partida en que todos somos iguales. Yo hablo, además, de un diálogo entre las partes que sea representativo en la sociedad, pero no de establecer una concordia sin justicia.

Ricardo Angoso
Corresponsal de Cambio 16