miércoles, 20 de abril de 2016

“Time Wrap”, la “fiesta” que mata almas y vidas



Por Emilio Nazar Kasbo

Se está tratando de impedir una investigación profunda ante la muerte de cinco jóvenes y otro tanto de hospitalizados por consumo de “drogas de diseño” como se denomina a las metaanfetaminas en el predio público de Costa Salguero en la Capital Federal.

Inexplicable explicación
Ante la presión de la legislatura y de la opinión pública, el macrismo presentó a un funcionario que no aportó ninguna respuesta. Las pocas respuestas que dio, agravaron más las cosas.
Entre tales respuestas que complican más los hechos, se cuenta: que los testigos hablan de hacinamiento, calor insoportable y exceso de personas; pero que el gobierno se dio prestó conformidad con el número de supuestos 10 mil asistentes que fue informado por una Declaración Jurada a las 3 de la mañana confeccionada por los mismos organizadores de la fiesta. Además, los fiscales que fueron al lugar encontraron todo como si fuese normal. Pero nada tiene que ver esta descripción con lo relatado por los mismos testigos que han estado en esa “fiesta”, si se puede llamar de ese modo. Que todo ello sea “normal”, sólo puede afirmarse en el marco de la aceptación de que existe una “zona liberada”.
Testigos que han estado en el lugar, ahora desfilan mediáticamente, explican cómo ponen pastillas en las bebidas “como regalo” incluso sin que lo sepa el que la va a consumir. Efectivamente hubo drogas circulando en ese ambiente, y tales drogas inducen a una voraz sed insaciable, como uno de sus efectos inmediatos, provocando daños a quienes no pueden resistir tal consumo de drogas.
Si los dealers y quienes gestionan el salón hacen escasear el agua para poder hacer un negocio con su venta, implica una premeditación: sabiendo del consumo de tales sustancias y sus efectos, el agua se torna un bien escaso y de valor, y que no haya agua en las canillas de los baños y sólo dos dispensers para esas 10 mil personas, es más que un despropósito: señala una connivencia. Y nuevamente, para que esto sea considerado “normal”, debe haber una “zona liberada”.
 
Responsables irresponsables
A su vez, el Estado es el responsable final de la “zona liberada”, puesto que el lugar es público aunque con una gestión particular. Las muertes y hospitalizados frutos de esa “fiesta” que evidentemente no es sana, porque hasta las ambulancias del SAME está en alerta y en situaciones así de multitudinarias entran en colapso si la situación se desborda, porque incluso si hubiese un incendio en el lugar hasta los bomberos verían dificultada su acción debido al hacinamiento de tal cantidad de individuos que además están fuera de sí, y por tanto nada pueden disfrutar sanamente de aquello que denominan “fiesta”. Es decir, es el Estado el que permite por omisión o por corrupción de funcionarios, la organización de semejante operativo de intoxicación masiva de la juventud. Intoxicación que no sólo es biológica, no solo es física, sino que es mental, cultural y espiritual.
Los jóvenes que asisten a semejantes antros son responsables, porque no pueden alegar carencia de discernimiento. Sus padres también son responsables, porque no han sabido velar por la integridad de sus hijos, expuestos al lucro ciego de los empresarios que organizan esto a la vista de todos los que pueden hacer algo para evitarlo. A su vez, Costa Salguero es una concesión completamente irregular, ya que fue aprobada para un polideportivo, siendo su fin desviado por los concesionarios. En 2009 fue clausurado por la justicia. Y el gobierno de Macri desconoció el fallo.
El balance es que están siendo apañados funcionarios y empresarios. Y en el medio de todo esto, surge el tema profundo de las drogas. Que si se deben prohibir, que si se deben liberar, es la cuestión de fondo. Hay quienes quieren liberar las drogas, para terminar instalando morideros de jóvenes cuya vida carece de sentido, o ellos mismos creen que es así, desatendidos por el Gobierno, por las instituciones, por sus mismos padres... y en algunos casos hasta por la misma Iglesia que parece hoy mirar complaciente todo lo que viene del mundo para aprobarlo... en sintonía con los medios de incomunicación social. El gran vacío juvenil no se llena con el debate de prohibir o liberar las drogas. Pero la liberación acaba en la muerte de los consumidores, tal como sucede en Europa.
El narcotráfico es un delito nacional e internacional, y si es un delito, debe ser prohibido. Todo lo que daña a la salud no sólo biólógica, sicológica y espiritual, debe ser prohibido por el Estado, porque de lo contrario el mismo Estado alentará la destrucción de su población. Por lo visto, semejante despropósito se está logrando...

Rave, Love Parade, Time Wrap...
Hasta hace unos años se llamaba Rave a las “fiestas electrónicas”, y hoy tienen un nombre más “cheto” y en inglés, “Time Wrap” que le dicen. Igual, es todo lo mismo. Es cambiar la vida por las drogas.
Este tipo de eventos surgió en Alemania, y fue introducido en Buenos Aires, en los cuales hay una multitud de jóvenes escuchando ruidos repetitivos a los que ellos llaman “música”, sonidos que acompañan el “parkinson” artificial que impulsa a saltar eléctricamente a todos en conjunto fruto del consumo de metanfetaminas.
En esas fiestas, abundan travestis, y se reparten “Bichos”, tal como se denomina al éxtasis, que induce a entrar en “trance”, porque todo es sensibilidad y excitación.  Y donde hay “bichos”, hay deshidratación, fiebre elevada, y una gran sed insaciable.
Quien consume estas drogas “de diseño” está varios días sin dormir, y le genera un gran agotamiento. Los días siguientes al consumo de esa droga, empieza otra pesadilla tras la resaca. Y es que la reacción por semanas en los varones es la impotencia, que lleva al consumo de Viagra.
Todo esto es información pública. Las autoridades deben estar en conocimiento de todo esto, y que la muerte ronda esta clase de eventos.
 
Habla un testigo
Según informa bigbangnews.com en una nota titulada “Testigo de la Time Warp: ‘Quisieron probar las pastillas con nosotros’”, a los asistentes les “dieron pastillas de prueba, no hay dudas. El efecto duraba cuarenta minutos, era una bomba pero de corto efecto. En general dura más el efecto pero seguramente concentraron las sustancias y por eso pegaba tanto”, según un testigo de identidad reservada por dicha fuente, un amigo “de fiesta” de uno de los internados.
El testigo reconoce que consumió en otras oportunidades la pastilla “Superman” pero que algo salió mal el sábado pasado. Según BigBang, los narcos, según creen los investigadores, usaron a los jóvenes de esa fiesta como especie de "conejillos de indias" para probar su " nuevo producto". Por eso habrían vendido las pastillas a 200 pesos, cuando en realidad se consiguen a 400.
Y es que si las botellitas de agua llegaron a venderse a $100 cada una, era previsible que la sed iba a producir que cada consumidor comprara más de dos botellitas. Y es más barato y legal vender el agua con tal sobreprecio, que continuar proporcionando tales drogas. La cuenta no es muy compleja.
Además, la fiesta siguió pese que los jóvenes pedían ayuda según informa dicho medio. “Eran pastillas mal producidas, hay que saber de dónde vienen. No lo hago seguido, pero si un día voy a comprar, lo hago a un conocido, con una persona que conozco de donde las consigue. Yo sé que mi vida está en riesgo. Todos lo sabíamos”, sostuvo el joven.
Sobre lo ocurrido a su "amigo", aclara que no entiende de dónde sacó las pastillas que consumieron los que se intoxicaron. “...Se nota que querían probar con nosotros. Era muy barata y los que no tienen experiencia y no saben compran, piensan qué es una oferta y es lo peor…”, informa el medio.
La droga “Superman” sintética pertenece a la familia de las anfetaminas y metanfetaminas. Es conocida como el nombre del superhéroe pero en realidad es parametoximetanfetamina (PMMA), una droga de diseño que combina dos estimulantes como lo son el éxtasis y la metanfetamina.
Para concluir su relato, el testigo remarca que la falta de agua fue el factor terminal: "Si se hubieran hidratado mejor quizás esto no pasaba, pero ya no hay forma de saberlo". Sostiene otra consumidora en diálogo con BigBang: "Hay que hacerse cargo, no estamos haciendo nada seguro. No deberíamos consumir".

Malos pasos europeos
El “Love Parade” era un festival de música electrónica y desfile que se originó en 1989 en Berlín Oeste, Alemania. Fue apoyado anualmente por Alemania entre 1989 y 2003, y posteriormente del 2006 al 2008. Su propósito era juntar miles de personas en una manifestación pacífica donde la música fuese su principal protagonista, y claramente circulaban drogas y el desenfreno en dichos ambientes. Debido a la tragedia acontecida en Duisburgo en la edición de 2010, la organización decidió que esa sería la última edición. Duisburgo una avalancha humana que se cobró la vida de 21 personas y dejó 511 heridos mientras los sonidos continuaron aturdiendo hasta las 23 hs indiferentes al suceso.
La policía de Berlín normalmente es bastante tolerante en este evento, lo cual disfraza la “zona liberada”. En esas reuniones masivas, el exceso de drogas o desmayos debidos a deshidratación o sofocos han sido una constante.
Buenos Aires se sumó a esa “movida,  organizando “Love Parade” en los años 1999 y 2000, contando con 450.000 y con 750.000 asistentes respectivamente. Este festival tuvo una nueva edición en el 2000, (con 14 camiones y 170 djs) la cual contó con la presencia de uno de los creadores del Love Parade, Westbam desde Alemania, junto a Dr. Motte y “Mr. X & Mr”, ya que las identidades son ocultas. Indudablemente, la Escuela de Frankfurt siempre dice "presente" en todos estos eventos, ya que llevan su impronta.
Seguramente el colapso económico argentino impidió continuar con esas reuniones, aunque tras ellas comenzaron a actuar grupúsculos que fueron creciendo en manifestaciones antieclesiales.
La experiencia europea, no nos sirve y nos muestra un pésimo futuro al que arribaremos de seguir por este camino.