Por Emilio Nazar Kasbo
Parece que hay quienes confunden la Verdad con fanatismo.
Sólo puede hacer eso un relativista: la verdad NO EXISTE, y por tanto cualquiera que afirme "La Verdad" es un fanático. “Nada es verdad ni es mentira, todo es según el cristal con que se mira”, pareciera ser su dicho preferido.
MEDIOCRES RELATIVISTAS
El relativista pretende presentarse como el hombre “científico”, el “racional”, el “equilibrado”… pero en realidad es todo lo contrario.
¿Es usted una persona? "Sí, cómo que no", responderá el relativista. Y a él se le responderá entonces: "pero como usted es relativista, usted es relativamente una persona, por lo tanto tendrá siempre relativamente derechos y si es objeto de un delito estará mal relativamente, pero a la vez relativamente bien, ya que todo es relativo. Como todo lo que usted dice está relativamente correcto y relativamente incorrecto, y como lo que yo afirmo es lo verdadero, no tiene más forma que adherir a lo que digo, porque no es relativo como lo que Usted afirma.
Veamos: ¿Lo que dice usted es relativo… en grado absoluto? Si afirma que sí, entonces usted está siendo fanático por afirmar un absoluto que contradice el relativismo que sustenta. Si usted afirma que no, entonces su afirmación es relativa, y cae ante quien afirme la verdad segura, ya que entre la inseguridad de sus relativos dichos que PUEDEN SER O NO SER, y la seguridad de quien sustenta la verdad de LO QUE ES, sólo cabe adherir a esta última.
Lo peor de todo, es que hay quienes pretenden aplicar el relativismo a la Fe y al mismo Catolicismo. Nada más errado, nada más alejado de la Verdad testimoniada por Santos y Mártires.
Señor y señora cornudos relativistas respecto de la verdad: por favor, dejen de mentir y de mentirse a sí mismos.
Mezclaos con Stravisky,
van Don Bosco y la Mignon,
don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín .
Los tibios timoratos no saben qué es la Fe Católica, que fuera de la Iglesia no hay salvación, y que se condenarán al infierno quienes no sean coherentes en la Fe Católica, quienes la desconozcan, así como quienes no sean objeto de la Misericordia de Dios por algún motivo en particular que sólo Dios conocerá.
LÁGRIMAS O RISOTADAS
¿Qué coherencia se le puede pedir en la Fe a esa gente que se vende al primer postor? ¿A esa gente que es capaz de decir que la verdad es relativa por una conveniencia momentánea? ¿A esa gente que dice que es relativo que quien está leyendo estas palabras que escribo es porque tiene ojos y que además sabe leer?
O Buda (en quien aludimos a cualquier otro culto no católico), o Jesucristo. Ambos a la vez son incompatibles. Y quienes no son hijos de la Iglesia Católica, pues serán hijos de Buda, con las consecuencias consabidas: que fuera de la Iglesia no hay salvación.
En esta vida se reirán, pero quien siembra entre lágrimas cosecha con alegría. Y en este mundo estamos para sembrar, y no nos queda más que este valle de lágrimas. Y aquellos que hoy ríen, después de morir vivirán entre llantos y rechinar de dientes, porque así lo dijo el mismo Jesucristo.
Que se sigan burlando, que se sigan riendo. Así fue antes del Diluvio, y todos se reían de Noé. Así fue antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra, y todos se burlaban de Abraham y su familia. Así hicieron con el mismo Jesucristo durante la Pasión y antes de Su Resurrección.
LOS TIBIOS “ANTIFANÁTICOS”
¿Y qué del fanatismo del "antifanático"? Dios sí, pero no fanáticamente… solamente un poquito. Yo soy católico, sí soy fiel pero no fanático. Y en mi familia lo mismo: soy fiel los lunes, los jueves y los domingos. Imagino que habrá hallado una esposa de igual calaña. Los felicito, señor cornudo y señora cornuda. ¡Esos son los "antifanáticos"!
El virtuoso es "fanático", y el vicioso es el hombre distinguido que merece las loas. Y encima después uno acaba viéndolos alarmados del grado de degeneramiento y corrupción… si es la consecuencia lógica de los que no son “fanáticos”!
Todo es igual; nada es mejor;
lo mismo un burro que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón;
los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición...
El que no es “fanático”, no se la juega ni por Dios, ni por la Patria, ni por su familia, ni por nadie. Sólo tiene su propio interés, y se vende al mejor postor… o por lo menos a la mejor promesa de mejor postor, que después lo dejará con las manos vacías. Tal como hacen los politiqueros con las promesas preelectorales que irán a parar a un tacho de basura.
EL INCOMPETENTE RESENTIDO
"Ya vas a ver cuando sea diputado…" dice el hipócrita, pensando que en ese momento podrá cobrarse venganza, accediendo a un puesto para el cual es absolutamente incompetente.
Señor incompetente: si usted en este gobierno no está accediendo a ningún cargo, es porque no califica ni para incompetente.
Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón;
cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón.
Las de tonterías que hay que soportar. ¿Qué se piensa? ¿Que en religión todo es lo mismo? Del otro lado se lo van a contar, pero para Usted ya será tarde.
EL RELATIVISTA MODERNISTA
No hay verdad fuera de la Tradición en el Catolicismo, transmitida por dos mil años de modo fiel. Jesucristo murió AYER, no hace dos mil años, ya que para nosotros el dato temporal resulta indiferente, porque el mensaje es de AYER. Y MAÑANA será el Apocalipsis. De allí el error del “progresista”.
El “progresista” dice también que todo es relativo en la Fe. Que la Fe “progresa” con el tiempo y se adapta a él. Que hoy la gente es más católica que hace 100 años o que hace 1000 años, porque hay más conocimientos, más tecnologías, más descubrimientos, más hipótesis… lástima que todo eso sea mentira.
No hay NADA que pueda agregarse a la misma Fe que Jesucristo transmitió a los Apóstoles. ¿Que la palabra Transubstanciación no la dijo Jesús? No la dijo, pero al partir el Pan en Emaús El mismo desapareció y se convirtió en la Eucaristía Consagrada por El mismo, mostrando en los hechos la Transubstanciación. No hay más que Misterio en ello, un Misterio al cual se describe con la palabra Transubstanciación, que no implica para nada un “avance” ni una nueva “aplicación” o “pedagogía” a la Fe. Eso es lo que siempre fue, lo que es, y lo que ha sido transmitido desde el mismo Jesucristo. Y quien lo contradiga, simplemente es un hereje. Cualquier niño que toma la Primera Comunión sabe que está ingresando en él el Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, y si un Cura no lo sabe… entonces no celebra Misa, ni hay Eucaristía. ¿Cómo es que un niño puede saber lo que ciertos curitas ignorantes desconocen? ¿Cuál es la “complicación” de la Transubstanciación? Hubo mártires que murieron por la Eucaristía, pues no es un “símbolo”, no es un “gesto vacío” ni una “parodia”, sino el verdadero Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor.
LOS NECIOS
¿Pero qué decirle a quien sabe todo esto y mira para otro lado? ¿Qué decirle a quien no teme morir en pecado mortal? Sobre todo, sabiendo lo que es el pecado mortal, y sabiendo que quien muere en esa situación sin arrepentirse conducirá directamente su alma al Infierno. Sí, a ese Infierno de los condenados cuya existencia muchos niegan... incluso muchos sacerdotes, que no creen ni en los ángeles, ni en los diablos, ni en el infierno. ¿En qué creen entonces? Tal vez en un libro de autoayuda, o creerán que la Biblia es un libro para “sentirse bien”, otro libro más de “autoayuda”, como Anselm Grün. Encima, por lo general, el que niega el Infierno lo vive y lo adelanta ya en esta vida. El pecado que niegan es su mismo infierno, sus mismos fracasos, sus mismos dolores, sus mismos llantos. No es gratis.
Dale no más, dale que va,
que allá en el horno nos vamo a encontrar.
No pienses más, echate a un lao,
que a nadie importa si naciste honrao.
El "tolerante" y "antifanático" no teme en calificar de "lacras execrables" a los demás, en particular a los católicos que afirman la verdad del Catolicismo. Luego, el “antifanático” se muestra absolutamente fanático y digno de tales calificativos.
PERFIDIA
Señor pérfido: usted que no tiene Fe, sabe que va a morir. Tenga fe en eso al menos. Y sepa que el infierno existe, y que también existe la vida en la Gloria prometida en la Bienaventuranza. ¿Tan seguro está de su anticatolicismo? ¿Y si el equivocado es usted?
Los fanáticos "antifanáticos" se parecen mucho a los gobernantes politiqueros: viven hipócritamente con odio y resentimiento, todo el tiempo enojados, ofendidos. Es que en el fondo, independientemente de que sean "antifanáticos" ideológicos o religiosos, los "antifanáticos" son todos iguales, unos infelices, y por eso se comportan de la misma manera.
Es que precisamente sucede que al Cielo, a la Gloria de Dios, no acceden los infelices. Las chicas buenas van al Cielo, las chicas malas van a donde quieren… menos al Cielo. Y no hay muchas alternativas: sólo queda el Infierno y el purgatorio. En el Cielo sólo hay Felicidad en Dios, fuente de toda Felicidad; los infelices, por tanto, jamás podrán estar allí.
¿Quiénes son los infelices? Preguntará alguien. Pues la respuesta es muy simple: los viciosos, los pecadores, los que actúan en odio a Dios y a Jesucristo en la Iglesia Católica.
LOS MATERIALISTAS
Los peores "antifanáticos", son los materialistas que se venden por dos palabras de halago, y después se gastan toda la guita en el barcito de la esquina elucubrando como “Pinky y Cerebro” el modo de hacer más plata y tener más poder, haciendo realidad la fábula de la lechera.
Son esos que después hablan de "vivir una ilusión que nada tiene que ver con la realidad", de “idealismo”, gente que come salchichón y eructa jamón serrano, gente que le agrada que les digan "qué grande sos" pero a cuyas espaldas todos saben de quién se trata semejante fulanito con complejo de megalomanía.
Pero bueno, es una cuestión de ignorancia que tienen algunos en particular, y que se demuestra en cada actitud.
Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro,
generoso, estafador.
Así que o los judíos tienen razón, o los católicos, o los musulmanes, o los ateos, o los budistas. Todos a la vez, es imposible.
¿QUIÉN TIENE LA RAZÓN?
Sólo una religión verdadera, abierta a quien tenga oídos para oír y ojos para ver, que proclama que fuera de ella no hay salvación, y que el resto se condenará: la Iglesia Católica. Quien salve su alma lo hará en unión con la Iglesia Católica exclusivamente. El resto no tendrá más remedio. Incluso algunos que pertenezcan formalmente en este mundo a la Iglesia y mueran en pecado mortal, condenarán su alma, porque el pecado mortal separa a la persona de la Iglesia.
Curas pederastas, Obispos traidores al mensaje del Evangelio, sacerdotes con mancebas, laicos que viven en la hipocresía, quienes mueran en pecado mortal no entrarán al Reino de los Cielos, como dijo Jesucristo.
Y esto es tan cierto, como que los mediocres, los tibios, los cobardes, los timoratos… están fuera de la Iglesia Católica.
LOS TIBIOS SERÁN VOMITADOS
Jesucristo mismo lo dijo: A LOS TIBIOS LOS VOMITARÉ DE MI BOCA.
Ese será el destino de los "antifanáticos": ser vomitados por Jesucristo al final de los tiempos.
¿O jamás han pensado que el día que tomaron la Primera Comunión no es Jesucristo quien entra en la persona, sino la persona quien entra en Jesucristo mismo en Persona? Porque lo accesorio sigue a lo principal, y al tomar la Comunión, Jesucristo es lo principal y la persona lo accesorio. Efectivamente: esos que por el Bautismo y por la Primera Comunión ingresaron en Jesucristo, y que no se la juegan, que lo desprecian, que lo atacan y lo persiguen, quienes deforman la Tradición, o que consienten los agravios hechos a Jesucristo porque son unos mediocres… todos serán vomitados, independientemente de su condición. Y no lo digo yo.
"Ah, es que vos te creés el dueño de la verdad", van a decir los pérfidos. No. No soy dueño de la Verdad: soy su ESCLAVO.
¿Y QUÉ ES LA VERDAD?
Quien se cree dueño de la verdad, pretende su manipulación para fines personales, es un mentiroso, engaña a la gente. Y el diablo es el padre de la mentira. Y decía mi abuela que el mentiroso es ladrón.
Tan esclavos debemos ser de la Verdad, que si cien veces nos preguntan cuál es la Verdad, cien veces hemos de repetir lo mismo, porque la Verdad no cambia.
Por eso, no es "tenés razón pero no toda, y la que tenés no alcanza", no sirve para aplicarla a los católicos, porque no es el católico quien tiene razón como dueño de ella, ya que la verdad es objetiva, no subjetiva. La verdad es ontológica, con un correlato gnoseológico que nos permite conocerla. Y en esta materia, la Verdad misma se ha revelado en persona. La Verdad es Jesucristo, y así lo dijo El: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, quien cree en mí no morirá jamás" (esto significa que quien no cree en Jesucristo y en la Tradición de la Iglesia Católica MORIRÁ).
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia contra un calefón
Los "antifanáticos" me rompen la paciencia. Me rompen la paciencia cuando leo esos planteos de "antifanático" ascéptico y agnóstico.
DOS MEJILLAS
Es que solo tengo dos mejillas. Recibo un cachetazo, ofrezco la otra mejilla… pero no tengo tercera mejilla. La tercera vas a cobrar.
Somos católicos, no tontos. Somos católicos pacíficos, no pacifistas. Somos católicos, no imbéciles.
A los mediocres “antifanáticos” tibios, que les garúe finito.
da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón
Estamos en tiempo de Cuaresma: hay una obligación mínima de confesarse y comulgar para estos tiempos. No lo olvide. Cuide su alma, no su bolsillo que lo dejará en su sitio al momento de morir.
Porque todos somos mortales en esta vida, aunque usted no lo crea. Y yo no pienso encontrarme con Usted en “el horno”. Allá Usted si quiere ir.
Prefiero a su relativismo en la opinión de lo que no sabe impera, la Verdad en Cristo que salvará mi alma. Salve la suya, ahora que está a tiempo.
¿Mi verdad? ¿Tu verdad? ¿Nuestra verdad? No. Jesucristo es La Verdad. Síguelo en la Iglesia Católica que El mismo fundó.