MERCADO GRANARIO: SOBRE MUROS Y PRECIOS CAÍDOS

APUntes sobre mercados granarios
Por Alejandro Pérez Unzner
Lunes 9-11-9, a las 11.

Pasaron 20 años de la caída del Muro de Berlín y está claro que urge aquí derribar otros muros, como el del desinterés, el de la mala educación y el que todavía separa al campo de la ciudad. Sin que se levanten nuevas barreras, como la que -presuntamente- implicaría el proyecto de Ley de Arrendamientos que está por tratarse en Diputados y que se estima sólo conseguiría desalentar más aún las inversiones en el agro y llevaría a varios grupos productivos a sembrar cada vez más en Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia. Un “Mercosur agrícola” mal entendido, creemos.
Más al Norte, con Rusia todavía expandiendo sus errores y Obama no tan bien en cuanto a índices de popularidad y encima con algunas cifras de la macroeconomía que le juegan en contra y terminan pegando contra las intenciones de recuperación en los precios granarios, la cuestión es que lo bueno que se había insinuado por momentos la semana pasada terminó sin plasmarse el viernes. Entonces, temprano nos parecía difícil que Chicago repuntara, pese al “serrucho” de estos días, y al cabo se terminó por concretar todo pronóstico bajista.
Hablando de “bajones”, en el mercado muchos vieron en los recientes episodios meteorológicos “mucho trueno y poca agua”, si bien para hoy se anuncian (y ya se están produciendo) precipitaciones. La Bolsa de Cereales sigue previendo un final de temporada lluvioso, por “El Niño”, pero lo que preocupa, y bastante, es el mientras tanto… con los muros psicológicos y anímicos que la seca levanta.
El 6, por el feriado gremial no hubo bancos, así que la operatoria de por sí se vio reducida, más allá de los mensajes externos. El ambiente entre los protagonistas del mercado, que no viven sino en el medio nacional, no es el mejor, dado el clima de confrontación social que se vive, con cortes de vías y de medios de transporte, amenazas sindicales, presión contra la prensa, creciente inseguridad jurídica, caradurismo y clientelismo político, etc., etc., etc.. Si el martes llegamos a ver soja a 980 $/t y 227/230 u$s/t en Rosario, después de las fuertes tensiones previas al informe USDA (que saldrá mañana y se espera a priori de tono bajista), la semana cerró a 940 y 220, respectivamente. El maíz marcó apenas 110 u$s/t, lejos de la paridad, y el trigo siguió regalando jornadas prácticamente huecas.
Vemos que de a poco el mercado va pensando que la posibilidad de una cosecha argentina inferior a la inicialmente esperada sigue latente, si no llueve a tiempo y donde hace falta. Expertos del INTA ya están, en este sentido, hablando de complicaciones para el ciclo del maíz y del girasol. En suma, la soja parece (una vez más) volver a favorecerse por estas circunstancias, y a afianzarse como la “locomotora” de la producción agrícola. Y, lamentablemente, en ciertos sentidos, edificando otra vez muros a modo de frontera con buena parte de una sociedad que día a día continúa evaluando cómo salir de una crisis de fondo, en medio del “bombardeo piqueteril” que la acosa.

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