Por Guillermo Rojas
Y Usted que opina?…por que yo tengo mi parecer que tratare de hacerlo conocer en este breve espacio que me ceden los amigos de Milo. Tratemos de empezar por el principio como quien diría, describiendo lo que se ve. Aquellos que aceptamos el Orden Natural estamos siempre en inferioridad de condiciones. Hay miles de ejemplos de lo que digo. Los más vívidos son aquellos que se referencian al acontecer en el Congreso de la Nación, donde se cocinan las trapisondas mas infames contra la familia natural, motivo de nuestros desvelos.
Aquellos que llevan la lucha contra la disolución de la familiar siempre están tratando de tapar las grietas del dique. Siempre tratando de detener iniciativas. Siempre intentando que no se lleven a cabo otras. ¿No habrá que avanzar mas que retroceder? Así fue con el divorcio, luego con el casamiento homosexual y sigue aun con el aborto. No quiero ser agorero pero los resultados van a ser los mismos en el último caso que en los dos primeros. No se puede defender la familia y al mismo tiempo sustentar las premisas culturales de aquellos que la destruyen, no se puede restaurar la familia si al mismo tiempo no se restaura la Patria en su política y cultura, en lo social y económico Menos aun si no se conquista el Estado para evitar que desde el mismo se instrumente la destrucción contra la que se lucha. Es tan simple como eso.
Babel Política
Pero…siempre hay uno… ¿Vio?
La mayoría de la gente, por lo general católica, que lucha a lo mejor denodadamente contra los flagelos que tratan de deconstruir la institución familiar, no lo ven así, son una Babel política o quieren creer que son apolíticos (lo común es escuchar no politicemos el tema como si se tratara de algo meramente religioso), y desgraciadamente en medio de esa Babel muchos adolecen de una gran inconsistencia. Podría decirse que en algunos casos es ignorancia o desconocimiento de cosas fundamentales. Desconocimiento que tiene causas cuyo análisis excedería nuestra nota
Por lo general y para empezar no pocos, se definen como democráticos
¿Sustentando los principios de la Democracia se puede defender a la familia? Tendremos que decir que no, por que si ello supone hacer concesiones al principio de la Soberanía Popular indudablemente que en esos extremos la gente, el pueblo, es soberano entendiéndose con ello que no está atado a nada para decidir en cualquier materia que se lo consulte y justamente eso es lo que se aplica para disolver la familia y la cultura. No hay límite alguno sobre lo que el pueblo puede decidir o pronunciarse por si o por medio de sus representantes.
Si apoyamos entonces a la democracia y con ello nos embanderamos con el liberalismo, por más que hoy participemos en una enorme manifestación de defensa de la familia, las bases en que se sustenta esa movilización serán raquíticas. Entraremos en una contradicción insoluble. Es difícil sino imposible defender la familia anclada en el derecho natural, si nos embanderamos con las ideologías de la modernidad (liberalismo o marxismo). Por ello no es lo mismo ser partidario de un modelo político que de cualquier otro o no querer comprometerse con la política, con referencia a la familia tienen su consecuencia. No se puede defender la familia haciendo concesiones a regimenes políticos que permiten como algo válido y legitimo destruirla. Convengamos que desde 1983 con el discurso del progresismo y la democracia se ha destruido a la familia en su permanencia sancionando el divorcio vincular, en su esencia con el denominado matrimonio homosexual y finalmente se permitirá la destrucción del fruto de la unión del hombre y la mujer con el aborto. El sistema en si es un atentado al Orden Natural.
El proyecto ideológico del Sistema y la familia
Pero hay mas, el Sistema en si es un canto a la destrucción del hombre como criatura de Dios. Con la democracia de masas como religión o mejor dicho como idolatría el hombre queda relegado a ser solo un número desligado de Dios y del prójimo. Cosificado. Es un hombre- un voto en el mercado en que se convierte la política, un mercado ideológico donde está en pie de igualdad la verdad con el error. En el liberalismo todo tiene que ver con un mercado donde se ofertan y demandan cosas, religiones, ideas, etc. Por eso, estando en igual condición la verdad y el error convertidas en meras opiniones, ¿Como haremos para aceptar esto y sostener que el aborto es un crimen inenarrable? esa solo será una opinión entre otras. ¿De allí que muchos católicos- incluso algunos curas y obispos - pidan un plebiscito para estas y otras cuestiones sobre la familia? ¿Todo esta sujeto a discusión?
Sigamos. El capitalismo actual es el fruto mas decantado de la avaricia usurera y materialista del liberalismo y decimos esto e identificamos a este sistema económico con el liberalismo por que es el único capitalismo operante en la realidad. La existencia de un capitalismo bueno está solamente en la cabeza de algunas buenas personas y en ciertas encíclicas papales, pero en la realidad no existe otro que este que sufrimos. La historieta del capitalismo bueno nos trae a la memoria lo del socialismo con rostro humano. Otra irrealidad más de las tantas que se propalan
Nos preguntamos entonces ¿Se puede defender a la familia y al mismo tiempo defender un sistema económico por el cual se las expolia, y se expolia a las naciones? ¿No hemos visto los resultados del mismo en nuestro país con el 50% de los argentinos sumergidos en la pobreza? ¿Cómo puede desarrollarse dignamente una familia en la miseria, con un padre y una madre que no trabajan o lo hacen por migajas o recibiendo mendrugos que les da el Estado democrático para mantenerlos como clientes electorales?
No todo es aborto, divorcio y casamiento gay. Muchas veces pareciera que la defensa de la familia estuviera solamente limitada esos temas y lo que es curioso a un determinado sector social que se preocupa por ellos (cosa que esta muy bien) pero que mira para otro lado en otras cuestiones.. El capitalismo moderno es Darwinismo económico que hace befa de la justicia social y del bien común. Por eso tenemos los que matan a los no nacidos y aquellos que matan a los que ya nacieron y esto último es también un ataque a la familia. ¿Es que no lo ven o no quieren verlo?
Resulta casi obvio referirse al aparato de donde salen las iniciativas, de todas y cada una de las medidas políticas contra el orden natural, si, nos vamos a referir al progresismo el tercer elemento del Sistema que nos oprime, la izquierda sistémica basada en premisas Gramcianas o Marcucianas lo mismo da, se trata de la izquierda intelectual que baja al común de la gente el mensaje políticamente correcto que puede salir desde el mismo Estado, desde los medios de comunicación y en muchos casos desgraciadamente de personajes vinculados de alguna forma con el ambiente católico, pero que en definitiva proviene del poder mundial (llámese ONU, Fundaciones Europeas o yanquis, Estado norteamericano, Centralidad etc.). Es un mensaje que no admite ningún discurso en contrario. Es el discurso único de aquellos que, curiosamente, peroran sobre la diversidad y los derechos de las minorias. Es el que le da base a la cultura actual que desprecia a la Religión, a la Patria y justifica con artilugios propios del jacobinismo liberal o del marxismo la destrucción de la familia. El divorcio fue al principio, el casamiento gay y hoy pretende legalizar el crimen del aborto o el control de la natalidad. La izquierda cultural (y la otra también) irónicamente, ha convertido los deseos y órdenes del Imperialismo- contra quien declama luchar- en derechos inalienables de todos los hombres (aborto, casamiento homo, divorcio vincular, control de la natalidad, etc.). Son estos los nuevos derechos que les llaman.
Combatir integralmente contra esta peste intelectual es un deber irrenunciable que no admite declamaciones de apoliticismo que valgan. No hacerlo es desertar.
Miedos
Mucha gente tiene miedos referentes a emprender una batalla como la que nosotros pedimos y queremos que se realice. Miedos de los medios de comunicación, miedo de ser tildados de anti democráticos o de violentos. Muchos esconden ese miedo debajo del pacifismo o del “no queremos quedar como ellos”. Esos ellos son los mismos que critican, apoyan las iniciativas anti familia y que ejercen la violencia o el insulto cuando lo desean. Para entablar esa batalla tendremos que sacarnos el burgués de adentro y arriesgarnos a “quedar mal” delante del mundo, cosa que francamente importa muy poco. De lo contrario estamos luchando una batalla ya perdida de ante mano.
Preguntas finales
Como esto es algo abierto a la opinión de los que lo lean es que me gustaría finalmente hacer una serie de preguntas que creo pertinentes.
¿Creen que se puede combatir contra los modernos flagelos anti-familia siguiendo las premisas filosóficas y culturales del Sistema?
¿No creen que adhiriendo a este sistema político y económico se esta ayudando a la destrucción de la familia directa o indirectamente?
¿No creen que no hay un problema del aborto, del casamiento homo o del control de la natalidad. Sino que hay un problema general que determina esas cosas que reseñamos y que ese problema general es el Sistema de Dominación del cual es tributaria la ideología anti vida y anti familia?
¿Sabe de donde provienen esas iniciativas mencionadas tanto de orden económico como culturales?
¿Cree que puede combatir alguna de esas iniciativas votando a los partidos del Sistema?
Si esta medianamente esclarecido al respecto
¿Por qué no hacemos algo global contra el Sistema que es el causante de la destrucción de la familia?
Aparecido en MILO año 1 Número 1 abril de 2011
Fuente: Red Patriótica Argentina
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