jueves, 29 de marzo de 2012

UN LARGO PASO HACIA EL ESTADO COMUNISTA




Por Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 29 de marzo del año 2012 - 1096


La demolición del país sigue adelante. Inexorablemente. Además de caerse a pedazos por deliberada desidia, abandono e inepcia en todos los ramos de la economía; además del caos social que dificulta hasta la locura el movimiento por las vías públicas y las relaciones laborales, existe un evidente plan de demolición elaborado por la secta marxista que gobierna (no la que se ve sino la que está detrás y a la que me he referido varias veces) que se está llevando a cabo con insistente cadencia. Un paso atrás del otro, siempre en la misma línea y con la misma inspiración ideológica atea, marxista, agnóstica e inmoral.

La obra destructiva tiene incontables colaboradores, surgidos de la nada, elegidos con no se sabe qué criterios, aunque no son difíciles de imaginar. Son siempre de la misma tendencia ideológica de la tiranía o personajes dispuestos a transar con ella. En todo caso todos actúan bajo la dirección indiscutida de los autores del plan.

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Ahora le toca el turno al Código Civil, que es la principal ley del país y la que más influye en la vida cotidiana.

El Código Civil argentino es una aceptable ley o lo era cuando lo redactó ese gran jurista que fue Dalmacio Velez Sarsfield y antes de las diversas reformas que sufrió, entre ellas, la del divorcio vincular impuesto por Alfonsín.

Está basado en la tradición jurídica del mundo occidental, que arranca con el derecho romano y fue fuertemente influido por el cristianismo, aunque también fue manchado por la ideología liberal de la revolución francesa.

Sin embargo, ante le enormidad de los errores y deformaciones ideológicas que se han impuesto en estos días, la mancha liberal es de menor gravedad, sobre todo si se la corrige con una buena interpretación judicial a cargo de los buenos jueces que había antes. Lamentablemente esos jueces son cada vez menos, y si a eso se le suma una revolución destructiva del Código Civil, puede decirse que el Derecho habrá desaparecido.

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Un cambio en ese Código tiene repercusiones enormes en la sociedad. Acabo de mencionar el divorcio vincular. La supresión de la indisolubilidad del matrimonio ha traído consecuencias devastadoras en la vida civil. Han aumentado las separaciones, los adulterios, el desamparo de los niños hasta hacerlos víctimas de los odios que se tienen los padres (como el caso de ese pobrecito de 6 años asesinado en estos días por su madre por odio al padre),  el mal ejemplo que reciben de sus mayores, la creación de un modelo imaginario de "familia precaria" para los jóvenes y con eso, la disminución del número de matrimonios. Si a eso se agrega el "homonomio" disparate inmoral y repulsivo, las cosas ya están suficientemente mal como para suponer siquiera que una reforma global del Código Civil imaginada por esta misma gente puede ser buena. Va a ser una catástrofe.

Si algo faltaba para confirmar esa sospecha, acaba de revelarse que existe una comisión para reformar el Código Civil y el Código de Comercio íntegramente, presidida por Ricardo Lorenzetti, cabeza de la Corte Suprema (una criatura de Kirchner), que se ha revelado como un verdadero delincuente jurídico, inmoral, jactancioso, vocero de todas las maldades que esta tiranía comete en el plano legal y agresivamente injusto. 

Ha firmado sentencias inicuas, como la última sobre el aborto que más que una sentencia es un panfleto abortista como lo decía en el número 1093 de este periódico, además de haber tirado por la borda, en otras pseudo sentencias, principios tan elementales del derecho como la cosa juzgada, la no retroactividad de las leyes penales y la igualdad ante la ley, a raíz de lo cual ha mantenido secuestrados a más de mil militares y es responsable de la muerte en las mazmorras del régimen de más de 200 otras víctimas de sus fantasías perversas.

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El 27 de Marzo ppdo. la usurpadora presidencial organizó un acto en la Casa Rosada para solemnizar la presentación del proyecto preparado por esa ominosa Comisión y "100 juristas de distintas especialidades, de todo el país. El texto será analizado por el Poder Ejecutivo y presentado como proyecto de ley para ser debatido en el Congreso "("La Nación" 28/3/2012, pag. 9).

¿Quienes son esos "juristas" anónimos? Obviamente, y como dije más arriba, son gente de la misma ideología del régimen o entreguistas dispuestos a pactar con ellos. Si esos "juristas" fueran realmente tales se habrían dado, aunque más  no fuera, sus nombres para saber quiénes son y cuales son sus títulos.

En cuanto al "análisis del Poder Ejecutivo" eso quiere decir que el último toque al engendro se lo darán el Secretario Legal y Técnico, el comunista revolucionario Zannini y sus cómplices. Es decir, negativo más negativo, igual a ultranegativo...

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En el acto de presentación habló Lorenzetti durante 20 minutos dando escasa información sobre el intento legislativo en ciernes. Lo poco que dijo es engañoso, equívoco y amenazador. Según él, "este va a ser el Código de la igualdad real" ("La Nación" ibidem). Es decir, será un violento impulso hacia el igualitarismo, objetivo permanente del pensamiento marxista que brega por la abolición de las clases sociales y la nivelación de todas en el proletariado (excepto los jerarcas de la tiranía que, al igual que en todos los países comunistas, tienen una vida de lujo y de privilegios).

Dio un ejemplo de ese igualitarismo al mencionar el nuevo concepto de "familia" que propicia la reforma.  Dijo: "nadie puede imponer el modelo (de familia) de un sector" ("La Nación" ibidem).

Con eso quiso decir que la familia como institución natural que viene desde la noche de los tiempos, que es lo que todo el mundo entiende cuando se dice la palabra "familia", debe ser igualada con otras formas de unión de personas, como el rejunte de homosexuales, el concubinato, y hasta la "familia" creada entre un vientre alquilado para cultivar un embrión formado por un óvulo y un espermatozoide lanzados al exterior por sendos actos de onanismo y guardado en una heladera.

El proyecto sostiene que "la vida comienza en el seno materno" y "reconoce el estatus de persona al embrión concebido por técnicas de fertilización asistida implantado en un vientre". Pero los embriones no implantados en un vientre, no son persona, según estos criminales abortistas. Por lo tanto pueden ser eliminados sin escrúpulos, aunque sin duda son personas, sólo que reducidas a su mínima expresión y a una máxima indefensión. 

"Hay un gran dilema con los embriones que no son usados, pero el Congreso se encargará de elaborar una ley especial para regular ese tema", dijo la Presidenta. "*No es materia del derecho civil*" comentó por las suyas el prevaricador Lorenzetti ("La Nación", ibidem, pg. 9).

Agregó otra serie de animaladas morales y jurídicas que me abstengo de mencionar por repugnancia invencible.

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La usurpadora no dejó de agregar su aporte de veneno pavote y mentiroso. Dijo, entre otras cosas: "¿Quién puede imponer a las parejas qué es lo moral y lo inmoral? No todos pueden vivir como yo, que soy católica, ni como José que es judío:" ("Clarín", 28/3/2012, pag. 3).

¡Inconcebible desparpajo! Si es católica, como dice, y vive como tal (afirmación extremadamente inverosímil) debería saber que ese "Quién" es Dios, Creador de todas las cosas, inclusive de ella misma y de todas las "parejas", a las que dictó una ley natural y divina que les indica claramente lo que es moral y lo que es inmoral. Y en la tierra, es la razón natural y la Iglesia Católica quienes dicen lo que es moral y lo que es inmoral. Esto lo sabe cualquier chico de Catecismo, pero la que pretende ser presidente de la Nación finge no saberlo y basada en esa ignorancia osa reformar la totalidad del Código Civil.

"Que se queden tranquilos los argentinos, que no les metan miedos en la cabeza de que se van a  sancionar cosas a sus espaldas" ("Clarín",28/3/2012, pag. 6) dijo la usurpadora probablemente guiñando un ojo a sus cómplices que la rodeaban, sentaditos en sus sillas de adulones, incluyendo a los socialistas y a los radicales.

¡Como si no supiéramos todos que es exactamente eso lo que están haciendo todo el tiempo y sin duda harán con esta reforma preparada en las tinieblas! Los supuestos "representantes del pueblo" que se sientan muy de vez en cuando en el Congreso, no son tales, ni sesionan, ni debaten nada. Se limitan a votar lo que les mandan.

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El invento de un nuevo tipo de Código Civil surgido de cabezas deformadas por el marxismo y el agnosticismo ateo e inmoral, equivale a un paso gigantesco rumbo a la creación de un Estado comunista.

No sólo la familia desaparecerá sino también todas las otras relaciones civiles que forman el tejido social: la propiedad y los demás derechos reales, todos los tipos de contratos, el derecho sucesorio, la vigencia de la ley y muchas otras cosas más.

Ese es el peligro que está detrás de esta reforma inopinada y elaborada en las sombras. De nada sirve “debatirla” como piden algunos tibios opositores a la idea, porque el “debate” ya tiene las cartas marcadas y se hará lo que quiera el gobierno. Lo que hay que hacer es deslegitimarla y rechazarla de plano y en su totalidad, trabajando valientemente para acabar con esta tiranía. 

Cosme Beccar Varela

e-mail: correo@labotellaalmar.com

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