sábado, 27 de marzo de 2010

AVISO IMPORTANTE

En la foto: El otrora "omnipotente" Fidel Castro, viejo y enfermo a quien un día sobrevendrá la muerte como a cualquier ser humano

Por Cosme Beccar Varela
Buenos aires, 26 de marzo del año 2010 - 961





Con la ayuda de un experto en computación he conseguido publicar íntegramente en la Sección "Documentos" de "La botella al mar" el magnífico libro de Enrique Encinosa tiutulado: "HÉROES DEL ESCAMBRAY. Historia ilustrada del heroico levantamiento popular contra el comunismo en Cuba desde 1959 hasta 1966".

Recomiendo vivamente su lectura. Es posible que no lo pueda imprimir (yo no pude) de manera que debería abrirlo y grabarlo en la memoria de su computadora y leerlo de a poco.

Para abrirlo debe ir a la portada de "La botella al mar" (www.labotellaalmar.com) y, en la barra inferior, verá la palabra "Documentos". Haga "click" sobre esa palabra y se abrirá la lista de "documentos". El último es el libro "Héroes del Escambray". Haga "click" sobre el casillero de la derecha que dice "guardar documento" y se abrirá el texto.

Le adelanto la "Introducción" que escribí para esta publicación del libro para que tenga una idea de qué se trata.

INTRODUCCIÓN

Publico esta historia de los heroicos cubanos que se levantaron contra el régimen de Fidel Castro apenas éste se desenmascaró y se reveló comunista. Es una historia emocionante y gloriosa con ejemplos de coraje y de audacia inauditos.

La guerrilla contra Castro abarcó las seis provincias cubanas y duró desde 1959 hasta 1966 y sólo fué vencida por la ayuda masivamente provista por la URSS al chacal del Caribe.

Es admirable ver la valentía de esos hombres, los enormes riesgos que corrían, la forma en que se proveían de armas quitándoselas a los propios castristas, la serenidad con que conspiraban en medio de las ciudades controladas por la tiranía y la forma heroica con que peleaban y morían.

El carnicero Castro mató a miles de ellos antes de lograr derrotarlos y lo consiguió exclusivamente por la falta de armas, municiones y otros pertrechos que padecían los alzados. La falta de medios de comunicación modernos impidió que pudieran coordinarse los diversos grupos que se levantaban espontáneamente en toda la isla.

Y, sobre todo, la traición de JFKennedy que abandonó a los cubanos que desembarcaron en la Playa Girón a los que les quitó el apoyo aéreo y los dejó a merced de Fidel Castro. Si esos valientes hubieran logrado entrar en la isla (la Playa Girón estaba casi aislada de la tierra firme con la que sólo se comunica por una estrecha lengua de tierra), si hubieran podido tomar contacto con los alzados del Escambray y de otras regiones de Cuba, Castro hubiera caído en 1961.

Este es uno de los misterios de Dios comparable al hundimiento de la Armada Invencible que Felipe II envió contra la hija adulterina de Enrique VIII, la reina usurpadora Isabel I de Inglaterra. Si esa Armada no hubiera sido destruida por una tormenta descomunal, Inglaterra hubiera vuelto al catolicismo y la colonización de América del Norte, de la India, de Australia hubiera sido realizada por una Inglaterra católica y hoy el mayor poderío mundial sería el de las naciones católicas. El hundimiento de la Armada Invencible lo impidió.

Algo similar ocurrió con los bravos cubanos que desembarcaron en Playa Girón. Todo estaba perfectamente planeado para derrocar el tirano, pero a último momento Kennedy prohibió el despegue de los aviones de apoyo desde territorio norteameticano y todo se perdió.

Debo decir que leyendo estas páginas me avergüenzo horriblemente de mí y de mis compatriotas. ¿Cómo pudimos caer tan bajo que una gesta como la de los cubanos es aquí impensable? Ni siquiera se consiguen 100 hombres que se tomen el mínimo trabajo, sin riesgo alguno, de integrar la Asociación Patriótica para luchar contra la tiranía kirchnerista mediante una acción cívica de acuerdo a la Constitución.

Esto es vergonzoso, sobre todo cuando se compara tanta cobardía, tanto egoísmo con la épica valentía de aquellos cubanos del 59/66 que lucharon contra Castro, casi sin nada, pero con una decisión inquebrantable. Sólo los quebró la muerte.

Esa sangre derramada es una promesa de que Cuba será libre. No puedo creer que tanto coraje se haya perdido junto con la libertad de Cuba. Tengo esperanzas de que la Santísima Virgen del Cobre, por Su misericordia y en consideración a esos bravos y a los sufrimientos de los que padecen el yugo siniestro del comunismo desde hace 50 años, tenga preparada una gran resurreción para Cuba.

Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com

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