Por: Alejandro Pérez Unzner
APUntes de mercados granarios y afines
Jueves 5 de agosto de 2010, 3 hs.
Más subas (EE.UU. 6%), ahora por temores en lo comercial
Antes que el Congreso local, “arde” el trigo mundial; y digo ardiente y no ardido: que se entienda. A esta altura, indicar que en una semana y media el trigo en Kansas City pasó de 231 a 273 u$s/t (Diciembre) o de 237 a 277 (Marzo) y que en Chicago hizo lo propio de 228 a 277 o de 238 a 283, respectivamente, es anotarse una suba de alrededor del 20%: nada mal para ocho ruedas.
Recordar que antes de que se desatara esta suerte de “tormenta de harina”, junio cerraba a niveles de u$s/t 188/195 y de 186/196 (Dic./Marzo) en dichos mercados y en el orden arriba indicado, es decir que el “planeta Trigo” era otra cosa… y no la fiesta del hoy, con más del 70% de incremento desde los mínimos de dicho mes.
La cuestión es que esta sequía furibunda en la cuenca del Mar Negro mueve el avispero del girasol también: en aceite y sobre Rótterdam, la tira Agosto/Septiembre pasó (desde el lunes 26-7) de u$s/t 980 a 1.040, un 6,1%, y la Octubre/Diciembre, de 965 a 1.010 (+4,6%); esta última, al 30-6, marcaba 895 dólares: ganó un 12,8%.
Si bien por ahora los pronósticos de cosecha no se han recortado, el empeoramiento de las condiciones ambientales en Rusia y Ucrania se empieza a sentir y entonces nacen las dudas sobre si el aumento de más de 1 mill./t de producción de semilla (sólo en Rusia) se efectivizará o no. Como para frenar el envión de un ciclo comercial que promete/ía ser récord en el rubro. Y mientras la semilla disponible, firme, rumbea hacia los 1.000 pesos: hizo 980.
Hablando de tormenta, planeta y sol, quienes venimos siguiendo hace meses la llamativa calma superficial en el astro rey, a mi juicio influyente en estos fríos severos de 2010 (primero en el Norte y ahora en estas tierras), no podemos quedarnos quietos ante la tormenta registrada hace unas horas, más allá de los apocalípticos mensajes consecuentes. Es que, para muchos, el sol no parece ser una variable a considerar cuando de variación térmica terrestre se habla. Y soslayarlo, francamente, es como pensar que todo-está-como-era-entonces (2008) a nivel Mesa de Enlace.
Lo que -de a poco- deja de estar como hace poco es el panorama estrictamente comercial, lo práctico: los mercados han pasado de temer por la menor oferta a temblar por la posibilidad de que se cierre alguna canilla de exportación (¿La de Moscú?) o aun de que no se cumplan contratos. En El Cairo siguen con atención el cuadro, si bien se supo que el mayor importador mundial volvió a comprar origen ruso. En otras capitales, los jefes de grandes compañías alimentarias también toman nota, la FAO recorta su estimación de cosecha global en un 3,7% a 651 mill./t y, además, de no llover regularmente en el entrante otoño boreal también la próxima campaña se verá comprometida en las planicies del E europeo, cuando aún no se termina de acomodar “La Niña”…
Eso sí, si algo sigue como (casi) siempre es la no-captación argentina de este tipo de situaciones: ¿Otro tren bala perdido por erróneas o al menos extemporáneas decisiones políticas?
De soja se habla poco, aunque tiene nuevo contrato
En verdad, se centra una creciente atención este jueves en Chacabuco, porque a mediodía la Sra. presidente inaugurará la 37ª. Fiesta Nacional del Maíz y han crecido los rumores sobre que puede llegar a conocerse, al fin, la fecha de inicio de reintegros a productores, de las retenciones oportunamente percibidas. Tanto, como sobre que casi seguramente replicará los dichos del titular de la SRA, de tan ácida prosa el último sábado en Palermo.
Más que momentos de polémicas, son éstos los de un necesario consenso, para sacar adelante e integrar debidamente -y dejando de lado caprichos- al expreso rural y, en plena discusión del plan sectorial estratégico, demostrar más grandeza y generosidad de miras que objetivos miopes.
En tanto, estrenado que fue el contrato Soja 30 en el MATBA, se aguarda el eco definitivo que esta herramienta a priori ágil y útil pueda hallar entre los actores del negocio, ajuste de sistemas mediante. El poroto se sostuvo no sin esfuerzo en pesos, a 1.030/1.050, y ganó (como afuera) un par de dólares en nueva cosecha, a hasta 245.
El maíz se intentó llevar a 135 u$s/t, el sorgo siguió afirmándose y con vendedores pretendiendo más de 420 pesos y el trigo, al fin (y exhibiendo el remanido desacople), lució enredado en torno de los 180 dólares pero con varios interesados más en cerrar negocios asegurándose con opciones que en continuar jugándosela con lotes y valores de incierta resolución, al fin y al cabo. Mientras se agotan, ahora sí, los plazos de siembra en el Sudeste.
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