Por Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com
Buenos Aires, 05 de Agosto del año 2010 - 987
Está en marcha un plan para la colectivización de todos los campos en la Argentina. Lo ha elaborado la Presidencia de la Nación, a través del Ministerio de Agricultura y el primer paso para su cumplimiento ha sido la preparación de un texto denominado PLAN ESTRATÉGICO AGROALIMENTARIO Y AGROINDUSTRIAL (PEA) que se ha enviado a todos los gobiernos provinciales, a las municipalidades de las zonas rurales y a las sociedades y federaciones de productores agropecuarios exponiendo los lineamientos básicos del proyecto y pidiendo la opinión de todos ellos.
Ahora bien, como se verá más adelante, esa opinión no se pide porque esta tiranía esté dispuesta a modificar un ápice lo que ya tiene resuelto, sino para detectar a los posibles “enemigos” y proceder en consecuencia.
Usando un lenguaje engañoso, plagado de eufemismos, revela, sin embargo, para información de los agentes del dramático cambio, cual es la intención final del Plan.
Me adelanto a decir que es pura y simplemente la abolición del derecho de libre iniciativa de los propietarios rurales y después el de propiedad privada del campo, para crear un sistema de producción agropecuaria en el que el Estado será el que tome las decisiones y los agitadores sociales lo apoyen mediante sus conocidas técnicas de "apriete".
Los productores rurales (no se los nombre jamás como “propietarios”) se dividirán en dos categorías:
a) los que colaboren con el sistema y
b) los que se opongan.
Los primeros, pasarán a ser una especie de "siervos de la gleba" del Estado, producirán lo que el Estado ordene, en la forma en que lo ordene y en los tiempos en que lo ordene. Pero no dispondrán del fruto de su trabajo sino que éste será incorporado a la masa "agroalimentaria" para ser distribuida con un "pensamiento humanista de carácter nacional y popular" (pag. 9).
* * *
La afirmación que acabo de hacer es gravísima y tanto que en caso de que ese plan sea llevado a la práctica, la Argentina se habrá convertido en un Estado marxista.
La colectivización del campo implica la estatización de la principal fuente de recursos de nuestro país y no hay duda de que, logrado ese objetivo, los inspiradores de este siniestro proyecto, no tendrán dificultad alguna para aplicar la ideología marxista en todos los demás campos de la actividad nacional, desde las empresas industriales hasta la simple propiedad de la casa-habitación de los argentinos.
* * *
Antes de analizar el texto del Plan, como éste usa un lenguaje deliberadamente engañoso y confuso, en el que los eufemismos son siempre preferidos a la afirmación directa de sus intenciones, conviene repasar la definición del Diccionario de la Real Academia sobre la palabra "eufemismo".
Eufemismo es la "manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o mal sonante".
Este sistema -porque es un sistema, vale la pena advertirlo- es el indicado para engañar a los argentinos, a sus clases cultas, especialmente a las más altas, entontecidas por un optimismo suicida que resiste toda evidencia en contrario.
Por eso, sé muy bien que mi interpretación del Plan en cuestión muy probablemente será rechazada por "exagerada", "dogmática", "pesimista", etc. No importa. Lo que diré quedará dicho y cuando sea tarde para reaccionar puede ser que alguien se acuerde que fue alertado a tiempo y no quiso reaccionar.
* * *
La "visión" del asunto –empieza diciendo el Plan- "se fundamenta en la soberanía decisional del Estado (potestad del Estado para articular los intereses sectoriales), el humanismo social, la seguridad alimentaria nutricional y la generación de riqueza con valor agregado en origen." (pag. 1)
Este galimatías quiere decir, traducido a lenguaje llano lo siguiente:
"Quedará abolida la idea de que el campo pertenece en propiedad privada a personas individuales que deciden qué hacer con él, a las cuales se supone guiadas por el deseo de obtener un beneficio propio de su explotación vendiendo sus productos. El "humanismo social" exige que ese poder del propietario de elegir qué hará en su campo y de sacar provecho personal del fruto de su trabajo, debe ser abolido porque la elección personal del destino de la tierra es un desorden y el beneficio que él obtiene es contrario al "humanismo social" que exige, no una venta a precios de mercado, sino una distribución digitada por el Estado (árbitro supremo del bien común) que en vez de reservar su poder para reprimir los abusos y aplicarlo sólo cuando los haya, lo debe ejercer permanentemente para prevenir los desórdenes y abusos que por definición integran el concepto de “libre iniciativa” y "propiedad privada". Sólo así se podrá dar "seguridad alimentaria" a la población puesto que el sistema de "propiedad privada" y "libre iniciativa" del propietario conduce a la inseguridad alimentaria".
Esto es lo que quiere decir el eufemismo cabalístico con que empieza la exposición del Plan. Lo de la "generación de riqueza con valor agregado en origen" quiere decir que el Estado se empeñará en crear industrias -igualmente dependientes de él ya que él será el único proveedor de la materia prima-, que elaboren los productos agrícolas para exportarlos o distribuirlos entre los habitantes según entienda que debe ser hecho para dar "seguridad alimentaria". Huelga decir que las ganancias de las exportaciones con valor agregado beneficiarán al Estado y no al productor, que siempre es designado así y nunca como "propietario", en todo el texto del Plan.
Considerando el poco espacio de este artículo no puedo analizarlo página por página (tiene 40, casi todas sin numerar en forma sucesiva de manera que las he numerado a mano para facilitar las citas) me parece innecesario recorrerlo íntegramente. Todo el texto confirma, siempre con eufemismos, la intención matriz que es la que acabo de citar como "visión" de sus creadores, obviamente marxistas.
Lo dejo para el caso de que alguien contradiga mi interpretación. Contestaré todas las objeciones siempre y cuando el objetante cite alguna frase del Plan que defienda la propiedad privada y la libre iniciativa del propietario.
Como dato interesante y siniestro menciono que la difusión "sotto voce" del proyecto tiene como primera intención movilizar a los agitadores sociales (a los que llama "actores políticos...sociales" (pag. 1) o "actores del sistema social" (pag.2) para crear un ambiente favorable a la estatización avizorada y sobre todo para detectar a los opositores a los cuales habrá que reprimir con el poder del Estado.
"Partiendo del contexto global...se pretende llegar a una análisis de amenazas y oportunidades para luego determinar posibles planes de acción. Se construye un mapa de actores que incluye en primer lugar su identificación y caracterización, es decir, quién es quién, y luego se elabora la matriz de afinidades y rechazos entre actores. Por último se confecciona la matriz de comportamientos de actores que permitirá identificar las oportunidades y amenazas que los mismos presentarán al subsector" (pag.4)
"En dicho proceso (de construcción colectiva del futuro) se irán generando diferentes mecanismos (cooperación, cooptación), conflicto, PERSUASIÓN, negociación, mediación, DISUASIÓN) en relación a un actor principal que es llamado Estado..." (pag. 11)
(Será)..."un tipo de planificación que se inscribe necesariamente en el marco de la LUCHA POR EL PODER" (pag. 11)
"Este tipo de planificación requiere hacer explícitas las RESISTENCIAS de los otros al plan propio (N: este Plan del Estado) y sortearlas lo cual implica un CÁLCULO POLÍTICO permanente y un proceso interactivo entre situaciones de conflicto, concertación y consenso" (pag. 11)
"La elección se define en la competencia con el ADVERSARIO (N: del Plan). El otro es un OPONENTE cuyas decisiones se trata de influir mediante DISUASIÓN o recompensa. Se trata de una competencia donde el éxito de las acciones estratégicas se mide por la influencia ejercida sobre las decisiones del OPONENTE". (pag. 12) (Esta frase, según dice en nota al pié, pertenece al neo-marxista Jürgen Habermas, de la escuela de Frankfurt).
Además del mencionado Habermas, entre las fuentes de inspiración del Plan se cita a Perón y Carlos Matus, alto funcionario del gobierno marxista de Salvador Allende en Chile y mentor de la Planificación Estratégica Situacional (PES). Según Matus debe entenderse -dice el texto- "el concepto de situación como unidad DIALÉCTICA necesaria para la transformación de entidades antagónicas" (pag. 10)
"El problema del planeamiento consiste en que cada fuerza tiene que VENCER LA RESISTENCIA activa y creativa del otro para alcanzar la situación-objetivo, para lo cual tiene que construir diferentes estrategias". (pag. 12)
"El planeamiento estratégico debe procurar esclarecer el mapa de actores y sus estrategias desplegadas en el juego social. El PEA determina la importancia que reviste el conocimiento de los actores sociales, sus antecedentes, pensamiento, principios, posición política, capacidad para operar un medio social, etc. lo cual permitirá tener una mejor aproximación a las jugadas que los actores pueden desarrollar" (pag. 14)
Los "actores" del PEA son, además del principal, que es el Estado auxiliado por los 4 "Consejos" estatales a crearse (pag. 2), los "actores del sistema social" (pag.2), eufemismo para designar a los agitadores capaces de crear posiciones de fuerza intolerables para los productores, quienes no son considerados sino a través de las asociaciones rurales las cuales, a su vez, son manejables a través de líderes "persuadidos" o "cooptados", como dice el Plan.
Las frases citadas (en las que he puesto en mayúsculas las palabras clave) y muchas otras que sería largo traer a colación, dejan en claro que lo que se propone esta tiranía es destruir la propiedad privada del campo y la libre iniciativa de los propietarios a los que se considera como "adversarios" u "oponentes" potenciales, mediante una lucha, una dialéctica, en la que la fuerza del Estado y sus variados poderes de "disuasión" y de "persuasión" deberá triunfar para implantar una nueva realidad política agropecuaria propia de un Estado socialista en el que el productor o se somete y es recompensado o se opone y es destruido. Pero en ninguno de los dos casos será propietario.
Como es sabido este es un método típicamente marxista: crear o exacerbar conflictos para poner en marcha la dialéctica materialista que dará origen a la Revolución colectivista.
El Manifiesto comunista de Marx y Engels dice: "El comunismo puede resumirse en esta sola proposición: abolición de la propiedad privada".
Por el contrario, la doctrina católica, garantía de la ley natural, dice:
"Es derecho de la naturaleza, sin excepción, la propiedad privada, fruto del trabajo o del ingenio, o por cesión o donación de otro; y cada uno puede disponer de él como le parezca (Rerum Novarum) " ("Fin dalla nostra prima Encíclica", San Pio X, Proposición nro. V)
El art. 17 de la Constitución Nacional ampara el derecho de propiedad. Es obvio que este Plan tiende a derogar ese artículo o a tornarlo inútil a través de los diversos mecanismos que la tiranía ha puesto en práctica desde hace rato. Por ejemplo, prohibiendo la exportación de carne y de trigo, creando impuestos confiscatorios, como las retenciones a la exportación de soja, dictando normas opresivas, haciendo al productor dependiente de subsidios distribuidos a discreción por el Estado, etc.
Este Plan es la consumación de esa política socialista y está pensado para abolir primero la libre iniciativa de los propietarios y luego, la propiedad privada de los campos.
Como he dicho muchas veces en estas páginas, detrás de estas iniciativas políticas de la tiranía hay un "think tank" marxista que está destruyendo la Argentina tradicional poco a poco. No es el "minus habens" de Kirchner capaz de crear esta red indestructible que nos va asfixiando.
Si miramos para atrás vemos que desde que asumieron el poder total en el 2003 por medio de sus títeres, los Kirchner, con la complicidad de la falsa "oposición", han avanzado inexorablemente en esa dirección. Estamos rodeados de las ruinas de las Instituciones que han destruido: FFAA primero y después el Poder Judicial. Hemos perdido libertades, siendo el caso más dramático el de los 600 presos políticos mantenidos implacablemente al margen del Derecho de los cuales ya han muerto 80 por homicidio, tal es la edad de las víctimas y las condiciones de su secuestro que esas muertes no pueden ser calificadas sino como homicidios; somos rehenes de la delincuencia; los malversadores, coimeros, negociantes políticos, pervertidores y toda clase de malvados monopolizan los cargos públicos que son para ellos ocasión infaltable de enriquecerse ilícita e impunemente con plata que se substrae a su destino natural que es la atención de la salud, de la seguridad, de le enseñanza, de la buena administración de Justicia, etc.
En el 2005 se dictó el decreto 1806/2005 aprobando un llamado "Plan Nacional contra la Discriminación en la Argentina" en el cual, desde hace cinco años, está dicho claramente (aunque también algunos eufemismos de los cuales el más característico es la palabra "discriminación" que les sirve para todo y que estiran como una goma) cuales son los objetivos de perversión moral y cultural que esta tiranía está poniendo en práctica desde entonces.
Ese Plan comprende la persecución de la Iglesia Católica, el aborto, el "homonomio", el fomento y la impunidad de los "piquetes", la corrupción moral de la juventud, el reconocimiento de la prostitución como legal y normal, la persecución a las FFAA, la represión de los "disidentes" de la ideología que inspira a la tiranía, etc. etc.
Si aquel Plan "cultural" se está ejecutando, ¿quién puede dudar que este otro, relativo al agro, se ejecutará también, caiga quien caiga?
Sólo pueden dudar los cobardes o los egoístas que esconden su cobardía o su desprecio por el bien común de la Patria bajo el velo de un optimismo infundado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.