CARLOS “INDIO” CASTILLO FUE DETENIDO POR DELITOS DE LESA HUMANIDAD

El ex miembro de la agrupación ultranacionalista Concentración Nacional Universitaria (CNU) Carlos Ernesto "el Indio" Castillo fue detenido y será indagado por la justicia federal por dos asesinatos cometidos en 1976, junto a su mujer y a su bebé, que también fueron detenidos y puestos a disposición de la justicia.

El titular del juzgado federal N° 3 de La Plata, Arnaldo Corazza, había pedido la captura internacional de Castillo por dos causas que se tramitan en su juzgado.

Según fuentes propias, Castillo fue detenido por la Interpol. Fue sacado de su domicilio sin permitirle empacar ropa ni ninguna otra cosa. Familiares y amigos están solicitando que quien desee realizar un acto de Caridad con el mismo le lleven abrigos y ropa en general, de talle 46 aproximadamente.

Castillo, de 60 años, integró la banda paramilitar CNU, que operó en esta capital antes del golpe y luego colaboró con las fuerzas conjuntas de la policía bonaerense y el Ejército. Durante los 90 estuvo vinculado a Aldo Rico. En 1991 fue detenido con un arsenal en Olivos que pertenecía a los carapintadas.

Nuevo preso político en Bouwer

El carapintada Carlos Ernesto Castillo fue detenido en la localidad cordobesa de Villa General Belgrano a raíz de una orden de captura de la justicia de La Plata en una “causa por delitos de lesa humanidad”.

La detención se produjo a partir del exhorto tramitado por el Juzgado Federal de La Plata, y estuvo a cargo del personal del Juzgado Federal 1 de Córdoba de Ricardo Bustos Fierro y actualmente se encuentra alojado en el penal de Bouwer hasta tanto sea trasladado a La Plata, precisaron desde la Justicia Federal.

Castillo fue detenido en una vivienda de la ciudad turística de Villa General Belgrano, distante unos 89 kilómetros al sur de la capital cordobesa, en momentos que se encontraba acompañado por una mujer y un chico menor de edad, quienes quedaron preventivamente a disposición de la justicia.

Acusaciones

El carapintada colaborador cercano de Aldo Rico, está sindicado de participar en la explosión de la Amia, de haber participado en lo que el régimen K llama “la noche de los lápices”, en el copamiento de Magdalena, en la masacre de Ezeiza y de haber sido “torturador” en varios centros de detención.

Castillo estuvo con Rico a partir de Semana Santa donde en 1987, participó de la rebelión carapintada y posteriormente, en 1991, fue detenido en una vivienda cercana a la quinta presidencial de Olivos con un arsenal.

Castillo fue a la cárcel tres años y al salir, ocupó un despachó en el Congreso Nacional con el cargo de interventor del Modin (Movimiento por la Dignidad Nacional) que lideraba Rico y dijo ser quien recibió el dinero con el que Eduardo Duhalde le habría pagado a Rico sus votos para conseguir la reforma de la Constitución bonaerense y su reelección.

Injusticia

Según informan los medios, el nuevo preso político tiene en su haber varias causas penales relacionadas con “robos, abusos de armas, lesiones y agresiones” además de ser “señalado por su participación en homicidios”, y de su presunta participación en el crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas, asesinado el 25 de enero de 1997.

Según las denuncias de los “testigos calificados” de siempre, Castillo fue “torturador de los centros de detenciones "La Cacha" y el "Pozo de Banfield", y “fue reconocido por Pablo Díaz como uno de los secuestradores de la noche de los lápices”.

Aseguran que también tiene pedidos de captura por tentativa de homicidio del intendente de Monte Caseros, Eduardo Galantini en Corrientes, y causas en los juzgados de La Plata por los supuestos delitos de asociación ilícita y abuso de arma, robo, falsificación de documento, intento de hurto y tenencia de armas de guerra.

Mientras Horacio Verbitsky y Mario Firmenich son absueltos por la prescripción de causas, en las mismas circunstancias Castillo es detenido para ser juzgado. Porque o van todos presos, o no va preso nadie. La “justicia a medias” no es justicia.