Por Cosme Beccar Varela
Buenos Aires, 16 de Noviembre del
año 2011 - 1071
Un inteligente lector, a quien
mucho aprecio, me ha escrito una carta sobre el último artículo titulado “Un
golpe de Estado casi perfecto” que me ha parecido de gran interés para ampliar
los fundamentos de ese artículo. Publico su carta y mi respuesta como artículo
1071 de “La botella al mar”.
16/11/2011
Estimado amigo:
Nro. 1070. "Un golpe de
Estado..."
Su página “Un golpe de Estado
casi perfecto” nos encuentra a los argentinos pensantes totalmente confundidos,
presos de la desesperanza y huérfanos de
hombres públicos de coraje tales como lo fueron, por ejemplo, durante el primer peronismo, los diputados Ernesto Sanmartino y Agustín Rodríguez Araya, el padre José María Dunphy, el director de “La
Prensa” Alberto Gainza Paz y el
empresario Arnaldo Massone.
Mientras no surjan figuras de
igual o parecido calibre para resistir tanto atropello y nuestra rebeldía se
limite a confrontaciones ideológicas, por valiosas que ellas fuesen, la
recuperación de la República Argentina estará cada vez más lejana y librada a
la “force des choses” (la fuerza de las cosas). Lamento ser reiterativo pero
las circunstancias no permiten vislumbrar otras alternativas, al menos por el
momento.
Le saluda con aprecio invariable
Jorge J.S. Bulleraich
CONTESTACIÓN
16/11/2011
Estimado amigo:
Agradezco su carta de hoy, aunque
me ha dejado un tanto desconcertado porque Ud. contradice la argumentación
desarrollada en mi artículo sin refutarla. Simplemente dice lo contrario a
pesar de que conozco su inteligencia y su capacidad de expresarse con claridad
como para haberse explicado de una manera que permita a todos, a mÍ y a los
lectores de "La botella al mar", saber por qué no coincide con mis
argumentos.
He dicho que hubo un fraude
gigantesco en las elecciones de este año realizado mediante un programa
electrónico provisto por INDRA. Es decir, niego absolutamente que la mujer de Kirchner haya obtenido el 54% de los
votos, ni mucho menos.
Es imposible saber cuál fue el
resultado real pero puede colegirse por los datos recibidos de aquí y de allá
de las personas que votaron en esos comicios, por el estado de la opinión
pública malhumoradamente contrario a la usurpadora, deshonesta, frívola e
inútil para todo servicio, etc. que jamás puede haber conseguido semejante
aprobación. Un fraude similar se hizo, por la misma INDRA, en Venezuela y por
esa u otra semejante, en Ecuador, Bolivia, Brasil y Nicaragua.
Este dato es esencial porque
modifica substancialmente el carácter de este gobierno o sea, no es un gobierno
legítimo sino una usurpación resultante de un golpe de Estado blanco, cometido
mediante cómputos electorales totalmente falsificados.
* * *
Este no es un asunto menor y si
fuera tomado en serio, al menos por "los argentinos pensantes", como
Ud. los llama, la situación política y las formas de acción serían muy
distintas a lo que son en un contexto de resignación ante una falsa y
supuestamente arrasadora victoria kirchnerista.
Esos "argentinos
pensantes" están "totalmente confundidos (y) presos de la
desesperanza" porque no quieren
admitir la posibilidad, muy probable, de que ese fraude haya existido.
El hecho de que no haya pruebas
categóricas sino apenas sospechas graves, precisas y concordantes, no debería
impedir que lo admitieran porque es lógico que los delincuentes, y más los
sofisticados autores de un fraude electrónico, nunca dejan huellas materiales y
verificables de su delito, a no ser que esa misma sospecha, planteada
seriamente por un gran sector de los "argentinos pensantes", les
ponga en evidencia.
Si la razón para no actuar en
consecuencia es que esas pruebas categóricas no existen ahora, puedo decirle
que el golpe de Estado ha sido exitoso ya que esas pruebas jamás existirán,
porque los que deberían actuar no actúan alegando falta de esas pruebas. Es un
círculo vicioso y el perfecto golpe de Estado.
* * *
Agrega Ud. que estamos
"huérfanos de hombres públicos de coraje tales como lo fueron, por
ejemplo, durante el primer peronismo los
diputados Ernesto Sanmartino y Agustín Rodríguez Araya, el padre José María Dunphy, el director de “La
Prensa” Alberto Gainza Paz y el
empresario Arnaldo Massone".
No sé qué hizo el Padre Dunphy, ni sé quién era Massone, pero de los otros tres que
nombra puedo decirle que eran personajes de malas ideas, enemigos del
catolicismo y muy probablemente masones. ¿Esos son los líderes que añora? ¿Cree
que fueron "padres" de los argentinos? ¿Ud. cree que eran superiores
a quienes ahora intentamos con mejores ideas y con mucho menos medios de
acción, orientar a los argentinos en la lucha contra la tiranía?
Creo que no. Por mi parte,
pecaría de falsa modestia si le dijera que soy inferior a esos hombres, de cuya
actuación me acuerdo bien. Sólo que yo no tengo todo un partido fuerte como el
radical de ese entonces (y las logias) detrás mío, ni tengo el diario "La
Prensa", con el que contaba Gainza
Paz. Y no tengo nada de eso porque soy su enemigo y los acuso de haber sido
culpables en gran parte de la tragedia que hoy vivimos en tanto y en cuanto
fueron enemigos de la Argentina verdadera, católica y tradicional y le
regalaron a Perón esas
banderas.
Es cierto que tengo mucho menos
poder que esos hombres, sería absurdo negarlo. En realidad, no tengo otro poder
que el de la Verdad y el Bien con el que trato de identificarme en mis escritos
y mis llamados a la acción. Pero Ud. escribe que mientras "nuestra
rebeldía se limite a confrontaciones ideológicas, por valiosas que ellas fuesen", nada
está hecho.
* * *
Ahora bien, ¿Ud. cree que las
ideas no preceden a la acción? ¿No cree que las ideas falsas inspiran acciones
nocivas y hasta criminales? ¿No piensa que combatir esas ideas falsas y
proclamar las verdaderas es el comienzo, esencial e ineludible, de toda acción
benéfica por la Patria? ¿No le parece que si muchos "argentinos
pensantes" resolvieran pensar en serio y adoptaran esas ideas para pasar
luego a una acción organizada, por modesta que fuera en sus comienzos, estarían
aplicando el único medio que nos queda de hacer algo por la Patria, luego que
esta tiranía se ha adueñado de la suma del poder público y de toda la prensa,
con la complicidad de la falsa "oposición", del empresariado venal y
de un alto clero complaciente?
Las alternativas no se vislumbran
porque no existen. Es esto o convertirse en sendos corchos a la deriva
arrastrados por la fuerza de una tiranía fríamente planificada para conducirnos
hacia el Estado socialista.
Lamento que esto que escribo no
son más que ideas, pero ardo en deseos de que se lleven a la práctica para
detener la ola artificialmente creada que amenaza sumergirnos. Y para eso,
abrigo la esperanza de convencer a los buenos argentinos como Ud.
Le saluda muy cordialmente
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com
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