Por Emilio Nazar Kasbo
La recepción de un mail dirigido
a Pregón de La Plata, la consecuente indagación sobre el contexto del mismo
(independientemente de la veracidad o no de la fuente o del contenido del
mismo), nos ha llevado a la conclusión conjuntamente con todo el resto de los
medios oficiales y opositores, de que no hay suficiente información acerca de
la salud de la Presidente. ¿Está tan dopada que no puede tener presencia pública?
BLOQUEO INFORMATIVO
Pero no es sólo eso lo que se ha puesto
en evidencia: un sistema de bloqueo de la comunicación de la Presidente con el
mundo exterior, y no es la primera vez que sucede. En ese marco, aparecen “voceros”
que transmiten a toda la población que está “todo bien”, y son puestas como
excusas problemas de salud… cuando queda la sospecha de que en realidad se
trata de un problema neuropsiquiátrico. La presidente ¿padece o no de trastorno
bipolar? ¿Cuáles son las conductas que adopta en tal caso? ¿Cómo le afectan las
victorias y las derrotas? ¿Qué contexto tienen sus altibajos anímicos?
He aquí el punto que nos
interconecta con ciertas medidas de gobierno, cuyo alcance no se comprende a no
ser por un desvío psicológico profundo, al cual una serie de obsecuentes “aplaudidores
profesionales” llevan al máximo de concreción posible.
La Presidente vive en un “planeta
aparte”, en un “mundo aparte”, porque de la subversiva “imaginación al poder”,
ella pretende ser y hacer “todo”, apropiándose incluso de méritos ajenos. Al
inaugurar una fábrica, parece que ella sola la hubiese construido, puesto
ladrillo por ladrillo, junto a albañiles de Ingenieros. En su mente, se ha
apropiado de la Argentina toda, y ofrece estadísticas y números, calculando
cuántas personas dejan de aparecer como indigentes si se sube en tres centavos
el índice oficial, como si cada persona que no tiene qué comer en nuestro país
fuese una cifra de su estadística.
LA ESCUELA DE FRANKFURT AL PODER
No sólo la Presidente, sino todos
los obsecuentes que la secundan, se dedican a negar la realidad, produciendo
descalabros de todo tipo. Pero “la imaginación” es “la loca de la casa” y “no
tiene límites”. Este es el verdadero trastorno psicológico que tiene la
Presidente, y que el personal que la trata no sabe solucionar, debido a que
habrá existido una falla formativa del mismo.
En efecto, la mayoría de los
psicólogos, psiquiatras y neurólogos de la Argentina, tienen una formación
freudiana ortodoxa, aunque con diversos matices, sumado ello a la influencia de
la Escuela de Frankfurt y su influjo.
Así, la Presidente tiene en su
mente la “sociedad del futuro” que pretende concretar. Esa “sociedad del futuro”
no es más que la dictadura ejercida sobre el “hormiguero humano” que vendría a
ser los habitantes del país. El sentido común ha sido alterado, y en base a
ello, la imaginación arroja una sociedad en que la mayoría deja de reproducirse
de modo natural para hacerlo artificialmente, requiriendo leyes para su
implementación y además el presupuesto correspondiente, una sociedad donde la
manipulación genética desvinculada de la bioética, tampoco tiene límites, una
sociedad donde todos tienen una dieta saludable, hacen ejercicios y viven una
felicidad en este mundo proporcionada por la “abeja reina”… que asesina al “zángano”.
Lo que se acaba de afirmar, tiene
además su sustento en el Proyecto de Código Civil que el Gobierno piensa
todavía implementar. Allí se percibe la cosmovisión de la Presidente, sobre
todo en los artículos más polémicos del mismo.
INCOHERENCIA PSICOLÓGICA
Evidentemente, su sicólogo en
nada le advierte acerca de estas problemáticas, seguramente porque estará de
acuerdo con ellas. Seguramente sus estudios le indican que lo antinatural es
natural, que toda persona es neurótica sin excepción, y que no existe persona
normal en este mundo, ni siquiera el más santo.
La psicología freudiana no es
ciencia. Es una simple técnica que no tiene principios, que tiene algunos
diagnósticos, pero que no puede comprobar la eficiencia y eficacia de la
técnica en la curación de un solo paciente. Efectivamente, la terapia del
psicoanálisis no puede acreditar una sola curación porque resulta imposible
vincular la curación (en caso de que esta se produzca), con la terapia como
factor determinante. Es más, la terapia del psicoanálisis produce la
dependencia obligatoria del paciente con el profesional, graduada según el
caso, pero generalmente sin límite temporal.
En cambio, la Psicología
Aristotélica dispone que la terapia, como técnica de autoanálisis curativo de
tipo introspectivo asistido, no debe perdurar más de seis meses, que en su caso
puede ir acompañada de los correspondientes medicamentos. Pero no hay muchos
psicólogos Aristotélicos, o que apliquen la Psicología Simbólica, que es otro
nombre que se da a la misma, porque además no resulta tan rentable como el
obtener la completa dependencia de un cliente, que se convierte en verdadero
parásito de su propio terapeuta.
MÁS GRAVE QUE OTRAS VECES
La situación por la que atraviesa
la Presidente hoy, parece ser más grave que otras veces. O la demora en
reasumir se debe a problemas biológicos o a problemas psicológicos. En el caso
de los primeros, no hay explicación para que no de una sola señal de presencia
pública; en el caso de los segundos, puede explicarse que la Presidente no
tenga acceso a información que altere sus ánimos, pero no se puede explicar la
ausencia de su figura en la sociedad, puesto que ha sido designada Presidente
para ello.
En realidad, el problema de la
Presidente es espiritual. Y eso no se cura con sacerdotes sincréticos,
materialistas, modernistas, ni con payasos: se cura con verdaderos sacerdotes
fieles a la Tradición en el Rito y en la Creencia (lex orandi, lex credendi).
Pero la Presidente se dice católica y no lo es: cree en cualquier cosa, y ese
es su problema. Odia la Tradición de la Iglesia y la Ortodoxia (incluso la
porción de ortodoxia católica que iluminara la Doctrina Peronista), y vive la
angustia de su propia decisión. De malos pastores, no se puede esperar otra
cosa que malos frutos.
¿Qué es la persona humana para un
neurólogo materialista? Una simple masa biológica de nervios propia de un
animal cualquiera, pero que en el caso del ser humano le otorga ciertas
facultades como la capacidad de comunicación y de invención, gracias a la transmisión
bioeléctrica neuronal, siendo su destino la descomposición al momento de la
muerte. He aquí la “dignidad” de la persona humana para estos sujetos. He aquí
la explicación de muchas políticas gubernamentales desacertadas y dañinas para
el futuro de la Argentina, provocadas de modo irreversible.
Carlos Zannini es el principal
filtro de la Presidente, como se puede ver, en estas situaciones de colapso.
Pero detrás de él, está el psicólogo… ¿Cuál es la influencia del psicólogo de
la Presidente en su personalidad y en las medidas de gobierno? ¿Quién gobierna
realmente la Argentina hoy? ¿El cardiólogo, el sicólogo, el siquiatra o el
neurólogo?
Obvio que quien gobierna es el maoísta zanini. hijo de treintamil pes...
ResponderEliminarY vos tenés un catolicómetro?
ResponderEliminarMuy buenas sus lineas.
ResponderEliminarNadie se pregunta por lo importante en los medios, nos comemos el caramelito que nos venden a diario con papel y todo.
Lo felicito por mantener esta inteligente mirada de los hechos.