No les alcanzó con el saadismo
Por: Guillermo Rojas
Cuando ya estaba entrado el debate en el Senado por la dichosa cuestión de las retenciones y la banca de Ramón Saadi lucia sin su ocupante, comenzaron a desfilar en la mente de muchos legisladores como de la gente común los peores fantasmas que han sumido en el absoluto descrédito al parlamento y a sus beneficiarios actuales y pasados.
Todos imaginaron que el hoy teñido personaje se encontraría navegando en esos momentos en medio de un mar de promesas políticas y valijas con una verde y crematística carga. Ya había trascendido que su hermana Alicia Saadi de Dentone, tenia un fluido dialogo con la presidente, y a pesar de las promesas del senador catamarqueño de votar por la negativa a convertir en ley las gabelas confiscatorias, todos los que seguían las alternativas del debate (en la calle y en el recinto) comenzaron a sospechar que “Ramoncito” se habría rendido ante los contundentes y sesudos argumentos de nuestra experta en vacas y soja y su marido Bombita Rodríguez. Lógicamente, que su voto seria positivo. Solamente ese voto necesitaba la pareja para liquidar la cuestión en su favor. Luego de confusas fundamentaciones, luego de ocupar muy tarde su asiento, Saadi cumplió con lo pactado con el aparato kirchnerista.
A pesar que ya unos cuantos senadores K se habían dado vuelta y votado en contra, con el voto saadico, el gobierno obtenía el triunfo. Pero no todo estaba dicho pues uno de los legisladores radicales kirchneristas, el Senador Rached de Santiago del Estero produjo un empate inesperado. El delegado del Poder Ejecutivo el senador Pichetto, rechazó llegar a una resolución consensuada y elípticamente apretó e insultó al vicepresidente, entonces, Cobos, que debía desempatar, rechazo la ley con media sanción de Diputados, convirtiendo la victoria cantada del gobierno en una derrota total. Un balde de agua helada cayó sobre la pareja gubernamental y sus secuaces. Las organizaciones rurales festejaron lo que veían como el triunfo de su lucha de mas de cien días. Hasta aquí los hechos que son públicos.
A contrapelo de lo que se baraja como un triunfo de la Democracia, tenemos que darnos cuenta que esta resolución del conflicto planteado por el gobierno de una forma necia y arbitraria, no se debió a lo bien que funcionan esos mecanismos institucionales ni mucho menos. No se debió a que se respeta la constitución y se sigue el camino legal establecido por el sistema formal que gobierna la Argentina. No se resolvió de esta forma, por la mejor calidad de gobierno que se trata de exhibir desde las mas altas esferas del poder kirchnerista. Es dable destacar que justamente ese poder envió el tema de las retenciones al Congreso justamente por que sabia que en ese recinto la mayoría de los legisladores tenían “el si fácil”, que no había independencia alguna en relación al Poder Ejecutivo. Envió el proyecto para sacarse de encima la presión que soportaba y justamente por que sabían que no había independencia de criterios, que no existe la mentada “calidad institucional”
Para ser mas claros, tenemos que explicar que no fue el espíritu abierto y pluralista de Cristina y Kirchner y el buen funcionamiento de la Democracia lo que posibilito zanjar el conflicto, de lo contrario no hubiera sido necesario el mantenimiento de la zozobra por cuatro meses, que ha ocasionado ingentes daños a la Nación, tanto en lo referente a la economía como a la concordia de sus habitantes.
Es evidente que este resultado fue fruto de mecanismos que están fuera de la formalidad legal del sistema, fuera de su lógica intrínseca que sufrimos permanentemente, fuera de los enjuagues permanentes a los cuales sus ejecutores y beneficiarios son tan adictos en tanto encarnan su misma naturaleza.
La verdad es que el sistema formal no tuvo mas remedio que adecuarse a la realidad para poder sobrevivir, para poder salir del encierro al que lo había sometido estúpidamente el kirchnerismo, llevándolo a los limites de su existencia, a la posibilidad de fenecer definitivamente a manos de la gente enfurecida, a pesar de que esa gente no tuviera nada de recambio para suplantarlo.
Justamente en ello tuvieron una importancia preponderantes organizaciones que nosotros, los nacionalistas venimos sosteniendo son la real representación del pueblo, en este caso puntual, las organizaciones que nuclear a los productores rurales. Nada tuvieron que ver en esto los partidos políticos, los que se encuentran prácticamente disueltos en el mar del pan progresismo. No representan nada, como bien se vio de sobra. Ni si quiera la seudo alianza gobernante pudo disciplinar a sus legisladores. Los que comprendieron el mensaje se adecuaron a lo que el sentido común y la realidad determinaban, de lo contrario esta podía imponerse violenta y convulsivamente. Fueron inteligentes a diferencia del grupo de obtusos, obcecados y alcahuetes que circulan en el Poder Ejecutivo. En definitiva votaron por su propio pellejo.
Cristina y su marido Bombita Rodríguez tendrían que estar agradecidos a Cobo, le alargó la vida a su gobierno y al sistema.
Lo ocurrido es importante y tenemos que sacar una enseñanza política de esto. La Democracia aquí no funciona y la prueba es que se la tiene que empujar a base de puebladas. Sueñan los que creen que dicho mecanismo sin el concurso multitudinario de la protesta social hubiera funcionado de la manera en que funcionó en este caso. Sin la presión popular todo hubiera sido un trámite en la escribanía del Poder Ejecutivo.
Sueñan también los que piensan que esto se hubiera solucionado de la forma en que se solucionó sin la acción galvanizada y decidida de las organizaciones que genuina y naturalmente representan a los productores del campo. La representación real integrante de lo que nosotros denominamos la República Orgánica, que ya existe y es opacada, restringida y deslegitimada para hacer política, por la formalidad de un sistema contra natura.
Por ello los nacionalistas debemos sacar como corolario que la única forma de hacer política es desde la realidad y esa realidad es la gente de carne y hueso, el pueblo, en base al que debemos construir políticamente y son las organizaciones que realmente lo representan de forma acaba y natural. Asociaciones sindicales de trabajadores y de la producción, colegios profesionales, asociaciones de fomento en el orden municipal, etc Lo demás es dominio de la imagineria ideológica del liberalismo o del progresismo K y su penetrado saadismo.
Por: Guillermo Rojas
Cuando ya estaba entrado el debate en el Senado por la dichosa cuestión de las retenciones y la banca de Ramón Saadi lucia sin su ocupante, comenzaron a desfilar en la mente de muchos legisladores como de la gente común los peores fantasmas que han sumido en el absoluto descrédito al parlamento y a sus beneficiarios actuales y pasados.
Todos imaginaron que el hoy teñido personaje se encontraría navegando en esos momentos en medio de un mar de promesas políticas y valijas con una verde y crematística carga. Ya había trascendido que su hermana Alicia Saadi de Dentone, tenia un fluido dialogo con la presidente, y a pesar de las promesas del senador catamarqueño de votar por la negativa a convertir en ley las gabelas confiscatorias, todos los que seguían las alternativas del debate (en la calle y en el recinto) comenzaron a sospechar que “Ramoncito” se habría rendido ante los contundentes y sesudos argumentos de nuestra experta en vacas y soja y su marido Bombita Rodríguez. Lógicamente, que su voto seria positivo. Solamente ese voto necesitaba la pareja para liquidar la cuestión en su favor. Luego de confusas fundamentaciones, luego de ocupar muy tarde su asiento, Saadi cumplió con lo pactado con el aparato kirchnerista.
A pesar que ya unos cuantos senadores K se habían dado vuelta y votado en contra, con el voto saadico, el gobierno obtenía el triunfo. Pero no todo estaba dicho pues uno de los legisladores radicales kirchneristas, el Senador Rached de Santiago del Estero produjo un empate inesperado. El delegado del Poder Ejecutivo el senador Pichetto, rechazó llegar a una resolución consensuada y elípticamente apretó e insultó al vicepresidente, entonces, Cobos, que debía desempatar, rechazo la ley con media sanción de Diputados, convirtiendo la victoria cantada del gobierno en una derrota total. Un balde de agua helada cayó sobre la pareja gubernamental y sus secuaces. Las organizaciones rurales festejaron lo que veían como el triunfo de su lucha de mas de cien días. Hasta aquí los hechos que son públicos.
A contrapelo de lo que se baraja como un triunfo de la Democracia, tenemos que darnos cuenta que esta resolución del conflicto planteado por el gobierno de una forma necia y arbitraria, no se debió a lo bien que funcionan esos mecanismos institucionales ni mucho menos. No se debió a que se respeta la constitución y se sigue el camino legal establecido por el sistema formal que gobierna la Argentina. No se resolvió de esta forma, por la mejor calidad de gobierno que se trata de exhibir desde las mas altas esferas del poder kirchnerista. Es dable destacar que justamente ese poder envió el tema de las retenciones al Congreso justamente por que sabia que en ese recinto la mayoría de los legisladores tenían “el si fácil”, que no había independencia alguna en relación al Poder Ejecutivo. Envió el proyecto para sacarse de encima la presión que soportaba y justamente por que sabían que no había independencia de criterios, que no existe la mentada “calidad institucional”
Para ser mas claros, tenemos que explicar que no fue el espíritu abierto y pluralista de Cristina y Kirchner y el buen funcionamiento de la Democracia lo que posibilito zanjar el conflicto, de lo contrario no hubiera sido necesario el mantenimiento de la zozobra por cuatro meses, que ha ocasionado ingentes daños a la Nación, tanto en lo referente a la economía como a la concordia de sus habitantes.
Es evidente que este resultado fue fruto de mecanismos que están fuera de la formalidad legal del sistema, fuera de su lógica intrínseca que sufrimos permanentemente, fuera de los enjuagues permanentes a los cuales sus ejecutores y beneficiarios son tan adictos en tanto encarnan su misma naturaleza.
La verdad es que el sistema formal no tuvo mas remedio que adecuarse a la realidad para poder sobrevivir, para poder salir del encierro al que lo había sometido estúpidamente el kirchnerismo, llevándolo a los limites de su existencia, a la posibilidad de fenecer definitivamente a manos de la gente enfurecida, a pesar de que esa gente no tuviera nada de recambio para suplantarlo.
Justamente en ello tuvieron una importancia preponderantes organizaciones que nosotros, los nacionalistas venimos sosteniendo son la real representación del pueblo, en este caso puntual, las organizaciones que nuclear a los productores rurales. Nada tuvieron que ver en esto los partidos políticos, los que se encuentran prácticamente disueltos en el mar del pan progresismo. No representan nada, como bien se vio de sobra. Ni si quiera la seudo alianza gobernante pudo disciplinar a sus legisladores. Los que comprendieron el mensaje se adecuaron a lo que el sentido común y la realidad determinaban, de lo contrario esta podía imponerse violenta y convulsivamente. Fueron inteligentes a diferencia del grupo de obtusos, obcecados y alcahuetes que circulan en el Poder Ejecutivo. En definitiva votaron por su propio pellejo.
Cristina y su marido Bombita Rodríguez tendrían que estar agradecidos a Cobo, le alargó la vida a su gobierno y al sistema.
Lo ocurrido es importante y tenemos que sacar una enseñanza política de esto. La Democracia aquí no funciona y la prueba es que se la tiene que empujar a base de puebladas. Sueñan los que creen que dicho mecanismo sin el concurso multitudinario de la protesta social hubiera funcionado de la manera en que funcionó en este caso. Sin la presión popular todo hubiera sido un trámite en la escribanía del Poder Ejecutivo.
Sueñan también los que piensan que esto se hubiera solucionado de la forma en que se solucionó sin la acción galvanizada y decidida de las organizaciones que genuina y naturalmente representan a los productores del campo. La representación real integrante de lo que nosotros denominamos la República Orgánica, que ya existe y es opacada, restringida y deslegitimada para hacer política, por la formalidad de un sistema contra natura.
Por ello los nacionalistas debemos sacar como corolario que la única forma de hacer política es desde la realidad y esa realidad es la gente de carne y hueso, el pueblo, en base al que debemos construir políticamente y son las organizaciones que realmente lo representan de forma acaba y natural. Asociaciones sindicales de trabajadores y de la producción, colegios profesionales, asociaciones de fomento en el orden municipal, etc Lo demás es dominio de la imagineria ideológica del liberalismo o del progresismo K y su penetrado saadismo.
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