Por el Lic. Héctor Giuliano
Análisis desde el Presupuesto Nacional
El presupuesto para el Ejercicio 2009 prevé Transferencias Corrientes por 60.700 millones de Pesos. (M$)
Esta cifra es un poco mas baja – 3,5% menos – que la del 2008, que fue de 62.900 M$.
El desagregado de estas Transferencias tiene tres grandes destinos:
1.- Transferencias al Sector Privado - Tarifas de Servicios Públicos, Obras Sociales, Asignaciones Familiares, Becas, etc. - que este año son unos 36.400 M$ (60% del total).
2.- Transferencias al Sector Público – Universidades, Provincias, Empresas del Estado y Fondos Fiduciarios – que son 23.900 M$ (casi 40%).
3.- Transferencias al Sector Externo – que son esencialmente pago de cuotas a los Organismos Internacionales – cuyo monto no es relevante: 400 M$ (menos del 1% del total).
El primero de estos tres rubros – las Transferencias al Sector Privado – abarca los subsidios que paga el Estado; y su monto es superior al Superávit Fiscal Primario - (la diferencia entre ingresos y gastos antes del pago de los intereses de la deuda) – que es de unos 33.600 M$ : 24.500 de Intereses + 9.100 de Superávit Financiero
El año pasado -2008- el total de estos subsidios o Transferencias Corrientes al Sector Privado fue de 40.000 M$. Por ende, este año hay una reducción del 9% (3.600 M$ menos)
La mayoría de las reducciones de subsidios para el 2009 corresponden a la baja de subvenciones a las tarifas de Gas y Electricidad.
En la práctica, esta reducción de subsidios significa el traspaso directo de Gasto Corriente a los usuarios de Servicios Públicos, aunque dicho traslado no es lineal sino con criterio progresivo en función del nivel de consumo.
La evolución de las subvenciones tuvo un ritmo fuertemente creciente en los últimos años. Según la ASAP, el importe de subsidios no era relevante en 2004, pasó a unos 3.500 M$ en 2005, 6.500 M$ en 2006, 14.600 M$ en 2007, y 31.200 M$ en 2008 (luego aumentado a 33.600).
El uso de subsidios por el Gobierno de Kirchner tiene la finalidad declarada de favorecer el Crecimiento Económico, mejorar la Distribución del Ingreso, Fomentar el Crecimiento Industrial y Contener la Inflación.
Pero los resultados de esta Política de Subsidios son discutibles porque, en definitiva, los subsidios son parte del Gasto Público que se financia con Impuestos, de modo que los Contribuyentes de todo el país subsidian así a los usuarios, que son en gran medida pobladores metropolitanos (caso de los ferrocarriles urbanos de Capital y Gran Buenos Aires).
El uso discrecional y/o pródigo de los subsidios ha sido motivo de fundadas críticas al Gobierno.
La mayoría de estas subvenciones van al Sector Energético (Gas y Electricidad) y al Transporte Público (Trenes, Subtes y Colectivos Metropolitanos).
Esto, en lo tocante a los subsidios formales y regulares, porque hay otro tipo de subsidios que se dan por razones extraordinarias, como el caso del sostenimiento de gastos operativos de Aerolíneas Argentinas.
Por otra parte, la existencia de subsidios no es una dádiva neutra por parte del Estado, ya que tales subsidios implican una importante y doble transferencia de recursos; por un lado, la ya citada de los contribuyentes a los usuarios ( todos los que abonan impuestos sufragan parte de los precios o tarifas que pagan determinados usuarios); y por otro , del Estado hacia determinadas empresas o sectores, que obtienen así la cobertura de sus precios de servicios merced a un pago mixto ( directo, del usuario, e indirecto, a través de la distribución del Gasto Público, que es resultado del pago de Impuestos).
La utilización de mecanismos generalizados de subsidios, además, es siempre muy discutible porque la administración de los mismos implica preferencias de trato sectorial o empresarial que maneja unilateralmente el Poder Ejecutivo.
La actual política de freno a la expansión de Subsidios y tendencia a su disminución es producto de un gradual cambio de Política Financiera de los gobiernos Kirchner hacia la reducción del Gasto Público, en línea con una disminución de Ingresos como resultado de la desaceleración económica interna y de menores recursos por Derechos sobre el Comercio Exterior.
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