* Por el Dr. Marcelo Castro Corbat
El Estado existe para salvaguardar la Nación y sus valores culturales, armonizar los inevitables conflictos sociales y asegurar a la población los beneficios de su libertad y creatividad, que son las bases del progreso y bienestar general.
En Argentina esos objetivos no se dan. El Estado está convertido en el botín de políticos en el poder, de la dirigencia corporativa sindical que los apoya, de los asociados a funcionarios y de sus testaferros. Ignoran y alteran las funciones del Estado declamando la infamia que todo es “en defensa del pueblo”. Nadie es mas mentiroso que un político en campaña electoral, dijo un ex Presidente. Han transformado al Estado en una estructura amorfa, enferma, penetrada de corrupción e incontrolable. Se requerirán décadas para ordenarlo y que pueda cumplir los objetivos indelegables para los que fue creado.
Los políticos que prometen resolver los problemas sociales desde el Estado, llevan al país a una nueva frustración y ellos serán otro fracaso. Lo que deben hacer es dar libertad a la ciudadanía para que en un proceso de no menos de dos décadas, el país se afiance en la senda de la prosperidad, mientras se reestructura el Estado para que responda a sus obligaciones.
Argentina sigue en decadencia y ningún político circunstancial la revertirá. El daño ha sido profundo y es una tarea de más de una generación.
10.08.09
* segundarepublica@fibertel.com.ar
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