En la foto: Alberto Assef, quien se opone a la reforma política del oficialismo, que llevará a un bipartidismo obligado
El presidente del PNC UNIR -Unión para la Integración y el Resurgimiento-, Alberto Asseff, declaró que "en estos 26 años, desde 1983, sólo una vez tuvimos bipartidismo a pleno. Fue cuando triunfó Alfonsín. Después, el escenario mostró a tres o cuatro actores principales y, si sumamos a los protagonistas provinciales, las corrientes políticas más destacadas son más de treinta. No se puede arrancar el bipartidismo con fórceps y menos hacer una reforma política engañosa, pensada a la medida de Néstor Kirchner, tal como expresamos hace un mes. Antes que introducir una reforma falaz lo que tendrían que hacer es gobernar bien y con un mínimo de honradez".
"Llama la atención que la más sencilla y honesta reforma, la boleta única de votación, no esté prevista en los planes del gobierno. En Chile y Uruguay, que siempre se ponen como modelos democráticos, hay tres grandes fuerzas políticas y también otros partidos que se hacen oír. Una cosa es evitar la fragmentación, algo plausible, y otra echar del sistema político a esfuerzos organizados que sirven como escuelas cívicas, expresan líneas genuinas del pensamiento y se erigen en ámbitos de actuación y militancia", continúo Asseff.
"Una buena y leal reforma política debería estimular la formación de confederaciones de partidos o de alianzas estables, lo cual mitigaría la atomización, y elevar las exigencias para participar en una elección presidencial, pero sin mandar al tacho de los residuos a propuestas políticas organizadas que cumplen con ser canales de participación cívica y portavoces de propuestas. Por otra parte, la publicidad oficial debería prohibirse durante todo el lapso de la campaña electoral".
"Una cosa es fortalecer a los partidos y otra amañar a la democracia, hoy agobiada por el clientelismo y los notorios abusos del poder", finalizó Asseff.
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