Un contingente de 170 de familiares de caídos en la guerra de Malvinas participaron de una jornada memorable el mediodía del 3 de octubre de 2009 en el marco de la Misa oficiada en el cementerio de Darwin, en la que quedó inaugurado formalmente un cenotafio en homenaje a los muertos durante el conflicto bélico.
En la ceremonia inaugural, el titular de la Comisión de Familiares, Héctor Cisneros expresó que "el diálogo encima del conflicto hace extraordinaria esta inauguración", y remarcó que "nos une con los isleños el respeto por los que dieron su vida por la Patria ".
LA PRESIDENTE
Al despedir a los familiares de los caídos en las Islas Malvinas en la guerra de 1982, la Presidente Cristina Fernández sostuvo que "ustedes no solamente van a ver a sus muertos, sino a los muertos de todos, porque los muertos de ustedes son también nuestros muertos". Además, dijo que el tema Malvinas "debe ser una lucha inclaudicable de todos los argentinos en el marco del derecho internacional".
En el aeropuerto de Río Gallegos, Cristina dijo: "quiero que vayan con mucha fuerza, con mucha entereza, y que sepan que hay 40 millones de argentinos que les rinden homenaje junto a ustedes".
Ante un grupo importante de ex combatientes del centro de Veteranos de Guerra local denominado "José Honorio Ortega", quienes despidieron a los familiares con banderas y entonando el Himno de Malvinas, la Presidente aseguró que "la recuperación de las Islas Malvinas debe ser una lucha inclaudicable de todos los argentinos".
Por su parte, la Presidente se retiró del aeropuerto de Río Gallegos a bordo del Tango 01 para trasladarse a la localidad de El Calafate, donde pasa su fin de semana.
POR DIOS Y POR LA PATRIA
Antes de partir, algunos familiares manifestaron su "orgullo y emoción" por participar del tributo que se realizará esta tarde en el cementerio de Darwin.
Regina Mayor, de la localidad salteña de Campo Quijano, visitó el camposanto malvinense por primera vez para rendir homenaje a su hijo Marco Lama, suboficial voluntario de la Marina, muerto en la isla en 1982. "Estoy orgullosa porque mi hijo haya dado la vida por la Patria", dijo nerviosa a Télam y agregó que "tenía la necesidad de estar aquí hoy, abrazar al resto de madres y hermanas porque puede ser la última vez para cualquiera de nosotras".
Gladys Albarracín, llegó desde Córdoba para rendir homenaje a su hijo Eduardo Sosa, que integró el comando de Infantería 8 de Comodoro Rivadavia. Esta madre manifestó su "orgullo y emoción" de participar en el homenaje a los caídos en Malvinas y señaló que "si bien es la segunda vez que viajo, hoy vengo a despedirme porque no estoy bien de salud".
El vuelo con los 170 familiares de los caídos en la guerra de Malvinas aterrizó a las 9.30 en el aeropuerto Mount Pleasant, para participar de la inauguración del cenotafio en el cementerio de Darwin. Al aterrizar, los 170 familiares que aplaudieron el momento en que la nave tocó pista, envueltos en una intensa emoción.
ARGENTINOS EN MALVINAS
En tanto, antes de la ceremonia en Darwin, el vicegobernador de las islas -invitado a participar del acto por la Comisión de Familiares- dijo que se trataba "de un evento humanitario, que el gobierno de las islas "no quería politizar". Asimismo supeditó la realización de próximos viajes de familiares al resultado de las elecciones legislativas del 5 de noviembre que renovarán la conformación del Consejo Legislativo de las islas.
Entre los presentes en Darwin estaba también el joven Sebastián Socodo, oriundo de Quilmes, que se casó con una isleña y desde el año 2007 es el encargado del cuidado y mantenimiento del cementerio. Para Socodo, no hubo "ningún gesto de hostilidad" de parte de los isleños hacia el viaje.
El contingente estuvo integrado también por psicólogos, un médico, traductores y una veintena de periodistas que cubrieron las alternativas de la visita.
Entre los reporteros gráficos, se encontraba el fotógrafo de Télam, Sergio Quinteros, que combatió durante la guerra y volvió a las islas por primera vez desde el conflicto bélico para disparar con su cámara a todos los objetivos que hallaba. Quinteros -nacido en Lanús- recordó el combate de unas horas que vivió en Monte Williams, y se convirtió en el único ex combatiente en participar de la histórica ceremonia.
MADRE EJEMPLAR
Delmira, quien reside en La Tablada, aseguró que "la gran diferencia entre los viajes anteriores (26) y el de ahora es, por un lado la cantidad de Familiares que vamos a viajar, pero lo más importante es que ahora van a poder viajar los familiares que tuvieron a sus caídos en alta mar. Porque hasta ahora sólo podíamos viajar quienes tenemos Familiares caídos en tierra en las Islas", reveló y agregó que por esta posibilidad "estamos todos muy contentos por esta posibilidad y la magnitud de este viaje. Era hora que se reconozca a los héroes que dieron su vida por su país", reconoció.
Delmira se quedará en las Islas toda la semana a la espera de la segunda tanda de Familiares, ya que ella es una de las encargadas de las cuestiones organizativas.
El hijo de Delmira era el soldado Julio Rubén Cao: docente de 21 años oriundo de Laferrere, quien daba clases en una escuela primaria cuando convocaron a su clase para ir a combatir a las Islas y él aceptó la convocatoria. Al respecto, su madre comentó: "Él eligió su destino. Su convicción y su amor por su país lo llevaron a tomar esa decisión", además, Delmira recuerda las rezones que le dio su hijo a la hora de transmitirle su decisión. "Me dijo: '¿Cómo voy a enseñarles a los chicos qué es el patriotismo si no acepto este llamado?'", relató Delmira en relación con la vocación de docente de su hijo.
Finalmente, Delmira concluyó aludiendo a la recuperación de las Islas Malvinas. "Así como mi hijo luchó por las Islas y por tanto esta madre va a seguir luchando hasta el último de sus días para que se puedan recuperar las Islas".
LA MISA
Durante la Misa, en el momento de las ofrendas, los familiares acercaron al altar rosarios, flores, fotos y estampas, que fueron colocadas en una urna empotrada en el piso frente a la gran Cruz de 3 metros que se alza justo en medio de los dos muros curvos que rodean el cementerio. El sacerdote oficiante será reemplazado en el segundo contingente que viaja el sábado 10 de octubre próximo por el obispo de Río Gallegos, Mons. Juan Carlos Romanín.
El sacerdote argentino dijo durante la homilía que "las cruces no son signo de muerte sino de esperanza y resurrección" y señaló que "el contemplar este cementerio nos estimula e interpela a abandonar actitudes egoístas y a ser ciudadanos comprometidos con la Patria como lo fueron los caídos, para aportar al Bien Común".
El sacerdote concluyó afirmando que "hoy nuestra Patria también necesita de héroes que den su vida por una Argentina más justa y solidaria, que den su sangre también para alcanzar una Patria mejor".
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