Conviene recordar este discurso de Jacques Mitterrand, que quizá desconozca la Santa Sede, con la esperanza de que no se vuelva a citar a Teilhard nuevamente(*). S.S. Benedicto XVI ha señalado que la Santa Sede dará más importancia a las notas de internet para estar más actualizada. Esperamos que ésta le sea turnada por sus colaboradores.
Bajo el pontificado de Juan XXIII, el Santo Oficio, el 6 de diciembre de 1957, decretaba que los libros del Padre Teilhard de Chardin, S. J., debían ser retirados de las bibliotecas de los seminarios y de las instituciones religiosas y que no debían ser puestos a la venta en librerías católicas; incluso, que no era lícito traducirlos a otras lenguas. Esta prohibición -por cierto, totalmente en vigor- fue acatada en vida por el jesuíta que dejó de publicar lo que escribía, pero dejó instrucciones para que sus obras se editasen a su muerte, a fin de evitar cualquier censura, en virtud de ya no estar en este valle de lágrimas. Mostró, así, su rebeldía y habilidad para evitarse problemas personales con Roma. A continuación reproducimos la nota del discurso de Jacques Miterrand(**)(dicho hace 47 años), tal como lo recordó ROCA VIVA hace 27 años:
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Durante la intervención en la Asamblea General del “Gran Oriente de Francia”, habida en París, del 3 al 7 de septiembre de 1962, Jacques Mitterrand, Gran Maestro de la Masonería, ha reivindicado para la secta la publicación póstuma de las obras de Teilhard de Chardin y - hecho de capital importancia para un juicio de conjunto sobre el pensamiento teilhardiano- ha afirmado que la concepción de este infausto autor coincide con el humanismo naturalístico masónico.
Mitterrand pone, sin ningún rebozo, en Teilhard el comienzo de la negación de la Tradición y del acentuado culto al hombre, a costa del culto a Dios, que -desde hace casi veinte años- han invadido, como epidemia mortal, tantos ambientes intelectuales católicos, eclesiásticos y laicos, y han introducido la confusión en la Iglesia.
He aquí un pasaje importantísimo del discurso de Mitterrand:
“A diferencia de nosotros los masones, los católicos, en nombre del ecumenismo, no se atienen ya firmemente a su pasado para sacar de allí la lección de la sabiduría. Hacen, por el contrario, todo lo que pueden para renegar de su Tradición, con el fin de adaptar su religión a la renovación. ¿Por qué ha sucedido esto? Prestad atención a lo que voy a decir y sabréis cómo ha empezado esta mutación. Un buen día ha surgido de sus filas un científico auténtico, Pierre Teilhard de Chardin. Quizá sin que se diese exacta cuenta de ello, ha cometido el crimen de Lucifer de que la Iglesia de Roma con frecuencia ha acusado a los masones: ha afirmado que en el fenómeno de la hominización, o - para usar la fórmula de Teilhard- en la Noosfera, esto es, en la suma total o masa de la conciencia colectiva, que circunda el globo terráqueo como el estrato más bajo de la atmósfera, es el hombre quien tiene la precedencia y no Dios y es el artífice principal de este proceso".
"Cuando esta conciencia colectiva alcance su apogeo en el punto Omega - como dice Teilhard -, entonces habremos producido el nuevo tipo de hombre, como lo deseamos: libre en su carne y sin trabas en su mente. Así Teilhard colocó al hombre sobre el altar, y puesto que adoraba al hombre no pedía ya adorar a Dios”.
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(ROCA VIVA, Madrid, año XV, n. 171, marzo 1982.)
(*) Sorprendentemente S.S. Benedicto XVI hizo una referencia elogiosa a un concepto de Teilhard, en su Homilía de Vísperas, el 24 de julio de 2009; aunque ello no significa que apruebe toda su obra, sin embargo muchos modernistas dirán que el veto contra Teilhard ha sido ya levantado como si el error pudiese dejar de serlo. Esto -naturalmente- puede causar confusión, pues se trata de un escritor heterodoxo que fue vetado enérgicamente por S.S. Juan XXIII y sus libros prohibidos por sus erróneos conceptos de teología-ficción, que inciden en un panteísmo contrario al dogma católico.
(**) La nota se refiere a Jacques Mitterrand, Gran Maestro masón, pariente del presidente François Mitterrand. Tanto Jacques como François Mitterrand, pertencían entonces a la masonería. Al final de su vida se señala que François Mitterrand se convirtió al catolicismo, de esta manera las exequias del que fuera presidente francés pudieron ser religiosas (ver:http://www.hispanidad.tv/noticia.aspx?ID=5603).
Para profundizar más en el tema, ver:
http://www.juliomeinvielle.org/libros/articulos/la%20cosmovision%20de%20teilhard%20de%20chardin.pdf
Fuente: Catolicidad
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