Por Claudio Izaguirre*
Como presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina me siento en el deber de comunicar la verdad sobre Duhalde y las drogas, tras analizar los distintos expedientes en los que aparece su nombre. Esta resonante historia de mentiras que apuntan a Eduardo Duhalde desde la década pasada, es menester desmenuzar en cada uno de sus capítulos, que fueron escritos por distintos mitómanos que transitan la vida política y psiquiátrica de Argentina.
Un papel importante juega en esta cuestión el septuagenario periodista de Página 12 y líder de las comunicaciones del kirchnerismo, Horacio Verbitsky, quien siempre tuvo una tendencia liberalizadora con respecto a las drogas y que desde ese diario en forma permanente y sistemática, apunto con malicia a todos aquellos que dedicamos nuestra vida a la lucha frontal contra los mercaderes de la muerte.
Fue desde aquel diario que surgió la idea de destrozar a Eduardo Duhalde, eligiendo la confección de un libro a tal efecto, que tendría una gran cobertura periodística y llevaría a la fama a un ignoto redactor de Página 12. Hernan López Echagüe (empleado de Verbitsky) sería el encargado de rasguear esas líneas, lo que convenía a un Menem que necesitaba al igual que “El Príncipe” de Maquiavelo, aplastar a quien lo había llevado a la presidencia de la Nación y por otro lado esta acción favorecía las intenciones del propio Horacio Verbitsky de maniatar a uno de los principales actores de la lucha contra las drogas en la República.
Dos vías de razonamiento se unieron a través de los años para endilgarle a Eduardo Duhalde el mote de narcotraficante, por un lado la política partidaria y por el otro la liberalizadora de drogas; de lo producido por ambas, se colgaron algunos políticos en esta última etapa con un único fin, abatir al presidenciable Eduardo Duhalde.
Los juicios que Duhalde inicio a cada uno de estos personajes finalizó demostrando que no solo el caudillo era inocente, sino que además sus detractores habían mentido en forma orgánica y armónica, dando información en algunos casos a personas de conocida enajenación mental, que actuaron como conejillos de indias en los estrados judiciales.
LAS COLUMNAS
Las columnas sobre las que se edificó la mentira política más saliente de los últimos años, fueron dos hechos; la primera sobre el fallecido Bujía y la segunda sobre un expediente supuestamente perdido.
El primero de los casos a mostrar fue la investigación de las acciones de un señor de apellido Bujía quien era en los años ´90 uno de los secretarios de Eduardo Duhalde, que falleció en un accidente automovilístico y al que un adversario político conocido como Coco Mouriño, adjudicaba la comercialización de drogas en oficinas del Congreso Nacional.
El otro asunto a investigar fue una causa judicial que llevaba el número 2860 y que se ventilaba en los tribunales de Mar del Plata, afirmando que el entonces juez Pettigianni, había perdido el expediente adrede, porque sus fojas afectaban la vida pública de Eduardo Duhalde y que en agradecimiento a ese hecho, el entonces gobernador de Buenos Aires, había catapultado al juez como Ministro de Seguridad de la provincia, luego que le permitiera ser candidato a Intendente de Mar del Plata.
Todas estas cuestiones son develadas en 4 juicios cuyos acontecimientos dieron por tierra con las pretensiones de los detractores del dirigente bonaerense.
CAUSA RITA MOLINA
Rita Ester Molina es Fiscal Federal en los tribunales de San Isidro, quien actúa de oficio contra Eduardo Duhalde tras leer en los medios de comunicación las denuncias de Luís D´Elía, agregando al expediente la denuncia de Cesar Abel Matoso, el libro El Otro de Hernán López Echagüe, el libro El Entorno de Daniel Otero y el libro Narcogate de Román Lejman, además de artículos periodísticos de Horacio Verbitsky, Raúl Kollman y Jorge Lanata.
También la investigación se centró en dos supuestos informes de la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado) y de la DEA (Drug Enforcement Administration).
En esta causa el testigo Luís D´Elía, afirmó que el policía Claudio Smith, custodio de la esposa de Duhalde había sido procesado por narcotráfico, comprobándose que en aquella causa Smith no fue ni siquiera procesado, además de demostrase ampliamente que el policía no tenía relación alguna con las denuncias formuladas por el piquetero.
Otra imputación del kirchnerista fue la supuesta desaparición del expediente Nº 2860 caratulado “Div. Atlántica/s solic. Interv. telefónica que se ventiló en el Tribunal Federal Nº 1 de Mar del Plata, donde supuestamente se habían grabado conversaciones entre narcotraficantes que mencionaban a Eduardo Duhalde.
En este caso se comprobó que la causa jamás se había perdido, que fue investigada y que finalmente fue archivada al no encontrarse ninguna conexión entre las escuchas y el líder peronista.
La valoración que se hace respecto de la causa Nº 2860 es que no existe causa concreta y comprobable que puedan imputar a Eduardo Alberto Duhalde con ese expediente. También se expresó que no existe contemporaneidad entre el paso del Dr. Pettigianni por ese tribunal y la causa en cuestión.
El piquetero D´Elía también afirmó que se habían investigado varias pistas clandestinas en la zona de Necochea y que eran propiedad de Eduardo Duhalde, lo que fue investigado por la denuncia de Rita Molina y dio resultado negativo.
En el expediente se aclara que ninguna de estas cuestiones alcanza siquiera para ser tomadas como indicio y que en todas ellas no existe ningún grado participativo de Duhalde.
También D´Elía afirmó en el expediente “Rita Molina”, que la DEA investigaba a Duhalde en relación al trafico de drogas entre Argentina y España, pero al responderles desde la oficina en Buenos Aires de la DEA, que nada de eso era cierto y que jamás se elaboró ningún tipo de informe respecto de Eduardo Duhalde y las drogas, se comprobó una vez más que la mentira reinaba en el expediente.
Aparece también en la causa “Rita Molina” la condena de la que fuera objeto Hernán López Echagüe y Editorial Planeta por las calumnias vertidas sobre Eduardo Duhalde en el libro El Otro, texto que fuera ofrecido como prueba fundamental por D´Elía.
CAUSA DANIEL SARWER
El Dr. Daniel Sarwer presentó una serie de denuncias sobre Eduardo Duhalde y el narcotráfico sosteniendo entre otras cosas una supuesta investigación de la DEA sobre la persona del líder peronista.
Se afirma en la investigación judicial que otro magistrado el Dr. Daniel Rafecas, ya había investigado la denuncia de Sarwer y en el expediente quedo plasmada la dolencia que sobrelleva el denunciante, donde se aclara que se trata de una persona que presenta un cuadro de síndrome delirante crónico y sufre ideación delirante de contenido megalómano persecutorio y posee juicio desviado, siendo su madre la curadora.
CAUSA CESAR ABEL MATOSO
Matozo adjudicó (dentro del expediente Sarwer) a Eduardo Duhalde haber vendido en persona un cargamento de cocaína a Europa y que luego ordenó (el mismo Duhalde) decomisar su droga para que no llegue a Alemania.
En ese expediente, Matoso acepta haber estado internado en el Hospital Neuropsiquiátrico Borda, aunque su diagnóstico fue producto de una “coima” que recibió el médico que lo atendía.
Mas adelante aclaró que era testigo del caso AMIA y que esta causa deberían investigarla las fuerzas armadas y el comando montoneros.
Aclaró además Matoso que había sufrido un atentado en su domicilio por parte de Duhalde, con una descarga de 380 voltios que había destruido su computadora que estaba sin el correspondiente estabilizador, dado que el idiota de su hermano lo había vendido para comprar comida.
Los comprobados problemas mentales de Matoso eximen cualquier tipo de análisis.
CAUSA LUIS D´ELIA
En declaraciones periodística Luís D´Elía afirmó que “el duhaldismo era un gran cártel de la droga”, y en la audiencia conciliatoria dijo que ratificaba todos sus dichos.
Pero cuando se inicio el juicio oral y se le preguntó si el había dicho que el duhaldismo era un cártel de la droga” el piquetero dijo “…no recuerdo porque pasaron muchos años”.
También le preguntaron si vinculaba o no a Duhalde con el narcotráfico y D´Elia respondió “que el juez (Pettigianni) que perdió la causa tuvo una carrera política meteórica de la mano de Duhalde”.
Se le preguntó si había dicho que Duhalde y el narcotráfico son dos caras de una misma moneda, contesto que “no recordaba”.
Se le preguntó si sabía del narcotráfico por medios suyos o por terceros, respondiendo que “lo único que conozco del narcotráfico es por la bibliografía existente. Algunos, como López Echagüe, no llegaron a tener más pruebas, como las que tenemos nosotros”.
Se le repreguntó ¿QUIENES SON NOSOTROS? Respondiendo que “hablaba de un sentido de equipo”
Se le preguntó si sabía del narcotráfico mas allá de los libros y contestó “NO”.
Se le preguntó si sabía como estaba manejado el narcotráfico en la Provincia de Buenos Aires y contestó “no se mas que lo que dicen los siete libros”
Una nueva pregunta fue si el narcotráfico lo manejaba Duhalde o el duhaldismo, respondiendo “lo único que conozco del narcotráfico es por la biografía existente que la he leído toda”.
En otro momento de la audiencia se le preguntó a Joaquín Morales Solá si tenía alguna versión respecto de Duhalde y las drogas, respondiendo que “nunca me llegó al respecto una versión mínima fiable”.
A su tiempo el testigo interrogado fue el periodista Román Lejman a quien se le preguntó que había escrito respecto de Duhalde y las drogas en su libro Narcogate, respondiendo que “en mi investigación no encontré ningún vínculo entre Duhalde y las drogas. No surgieron indicios en ninguno de los viajes que hice por Argentina y varios países del mundo con motivos de mis investigaciones de una vinculación del Dr. Duhalde con el narcotráfico y que por el contrario las declaraciones de éste último plantearon un conflicto de poder al mencionar a funcionarios de Menem presuntamente vinculados al narcotráfico. Siendo el Dr. Duhalde quien planteó el problema de la familia del entonces Presidente Menem con el narcotráfico”.
La defensa le preguntó a Lejman quien había nombrado en Aduana a Ibrahim al Ibrahim y este respondió “Duhalde, por pedido de Amira Yoma”.
Luego fue traída al estrado Amalia Beatriz Yoma de Marchetti alias (Amira) a la que se le preguntó si sabía de alguna vinculación entre Duhalde y el narcotráfico, contestando que “no existe ninguna vinculación”.
Sobre el nombramiento de Ibrahim al Ibrahim al frente de la Aduana, Yoma respondió que “el decreto lo había realizado Menem con quien tuvo una fuerte discusión y que lo refrendó Duhalde porque el entonces presidente estaba de viaje”.
Llego el turno de escuchar a Jorge Vanossi quien fue Ministro de Justicia cuando ocupó la Presidencia de la Nación el Dr. Eduardo Duhalde quien a firmo que “por orden del Presidente Duhalde puso en funciones dentro de la orbita de su ministerio la UIF (Unidad de Información Financiera), que tenía por objeto denunciar, investigar maniobras de lavado de dinero y operaciones sospechosas.” Agregó además que “durante el gobierno del Dr. Duhalde hubo reducción de la oferta y la demanda de drogas”.
Más tarde se avino a declarar Hernán López Echagüe autor del libro “El Otro” a quien se le preguntó si su libro establecía una conexión entre Duhalde y las drogas a lo que respondió que “el libro no establece una conexión” y agregó que en su libro “El hombre que ríe”, reproduce declaraciones de Coco Mouriño quien afirmó que Alberto Bujia secretario de Duhalde distribuía y vendía drogas a la sazón en el Congreso Nacional.
Se le repreguntó en que modo vinculaba a Duhalde como jefe el cártel del narcotráfico, a lo que respondió “No me consta”.
Tras la comprobación del bagaje de mentiras expuesto por Luis D´Elía en este expediente se lo condenó.
CAUSA ELISA CARRIO
La causa Elisa Carrió, de por si es breve pero contundente. Dijo en los medios de comunicación “yo nunca hubiera hecho una alianza con Duhalde, porque siempre dije que controlaba la droga en la provincia de Buenos Aires y lo reitero, jamás hubiera hecho una alianza con el poder mafioso”
La dirigente del ARI hizo varias afirmaciones a lo largo de su declaración en juicio “pido perdón al Dr. Duhalde si se ha sentido ofendido por mis declaraciones”, “nunca desee afectar el honor de nadie y menos el de la familia de Duhalde”, “nunca imputé a Duhalde delito criminal”
CONCLUSIONES
A lo largo de la amplia lectura de los expedientes no solo se comprueba las insostenibles mentiras del bloque antiduhaldista que D´Elía referencia con el nombre “nosotros”, sino que en ninguno de los expediente surge un solo atisbo de una presunta relación entre Duhalde y las drogas; es más, su ultima acción contra el narcotráfico durante su presidencia fue la creación de la UIF.
Creo que todos los argentinos debemos una extensa disculpa al caudillo bonaerense y todo el desprecio para aquellos que mediante engaños impusieron la idea de que Duhalde era un narcotraficante.
Creo que los mezquinos personajes de esta dolorosa historia no han sido suficientemente castigados por la opinión pública.
Hoy sabemos que hay detestables personajes, que a través de la mentira destruyen la vida de quienes queremos luchar contra las drogas. Lo hicieron con Eduardo Duhalde, con Alberto Lestelle, con José Ramón Granero y con quien escribe estas líneas.
Buenos Aires, julio 26 de 2010
* Presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina
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