lunes, 11 de julio de 2011

EL PENSAMIENTO DE BENEDICTO XVI- I



Por Mons. Richard Williamson
Obispo de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X
COMENTARIO ELEISON 208 (9-VII-2011)



El "Comentario Eleison" del 18 de Junio prometió una serie de cuatro números del "Comentario" que mostrarían cuán "desorientado" está el Papa Benedicto XVI en su "modo de creer". Ellos presentan de hecho un resumen del precioso tratado acerca de su pensamiento escrito hace pocos años atrás por Mons. Tissier de Mallerais, uno de los cuatro obispos de la Fraternidad de San Pio X. El tratado del obispo, La Fe Puesta en Peligro por la Razón, le llama "sin pretensiones", pero de hecho pone al descubierto el problema fundamental del Papa - cómo creer en la Fe Católica de manera tal que no se excluyan los valores del mundo moderno. El tratado muestra que esa manera de creer necesariamente está desorientada, aún si el Papa de alguna manera continúe en algún modo de creer.



Se divide en cuatro partes. Después de una importante Introducción a la "Hermenéutica de la Continuidad" de Benedicto XVI, Mons. Tissier revisa brevemente las raíces filosóficas y teológicas del pensamiento del Papa. En tercer lugar expone sus frutos para el Evangelio, para el dogma, para la Iglesia y la sociedad, para el Reinado de Cristo y para los Novísimos. Concluye con un juicio moderado de la Nuevafe del Papa, altamente crítico pero en su totalidad respetuoso. Empecemos con una síntesis de la Introducción:



El problema básico para Benedicto XVI, como para todos nosotros, es el choque entre la Fe Católica y el mundo moderno. Por ejemplo,  el ve que la ciencia moderna es amoral, que la sociedad moderna es secular y la cultura moderna multi-religiosa. El especifica que este conflicto se da entre la Fe y la Razón, entre la Fe de la Iglesia, y la Razón tal como se concibió a partir de la Ilustración del siglo XVIII. Sin embargo, él está convencido de que estas pueden y deben ambas ser interpretadas de manera que se puedan unir armoniosamente. De ahí su participación intensa en el Vaticano II, un Concilio que también intentó reconciliar la Fe con el mundo actual. Mas los Tradicionalistas dicen que el Concilio falló, debido a que sus mismos principios son irreconciliables con la Fe. De ahí la "Hermenéutica de la Continuidad" del Papa Benedicto, un sistema de interpretación para demostrar que no existe ruptura entre la Tradición Católica y el Vaticano II.



Los principios de la "hermenéutica" de Benedicto se remontan a un historiador Alemán del siglo XIX, Wilhelm Dilthey (1833-1911). Dilthey sostenía que debido a que las verdades se presentan en la historia, pueden ser entendidas únicamente en su historia, y las verdades humanas no pueden ser entendidas sin el involucramiento del sujeto humano contemporáneo en esa historia. Así es que para trasladar la esencia de las verdades pasadas al presente, uno necesita quitarle todos los elementos que pertenezcan al pasado, hoy en día irrelevantes, y reemplazarlos con elementos de importancia para el presente que se vive. Benedicto aplica a la Iglesia este doble proceso de purificación y enriquecimiento. Por una parte la Razón necesita purificar a la Fe de sus errores pasados, por ejemplo su absolutismo, mientras por otra parte la Fe necesita lograr que la Razón modere sus ataques a la religión y recuerde que sus valores humanos, libertad, igualdad y fraternidad, se originaron todos en la Iglesia.



El gran error del Papa en esto es que las verdades de la Fe Católica, sobre las cuales se fundó la civilización Cristiana y sobre las cuales sus restos débiles aún descansan, tienen sus orígenes de ninguna manera en la historia humana sino en el eterno seno del inmutable Dios. Son verdades eternas, desde la eternidad, para la eternidad. "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán", dice Nuestro Señor (Mateo XXIV,35). Ni Dilthey ni, aparentemente, Benedicto XVI puede concebir verdades más allá de la historia humana y por encima de todo su condicionamiento.



Si el Papa piensa que al hacer dichas concesiones a la Razón sin fe, atraerá a sus adeptos hacia la Fe, que lo piense de nuevo. ¡Simplemente despreciaran a la Fe aún más! En el próximo número, las raíces filosóficas y teológicas del pensamiento de Benedicto.   

Kyrie Eleison.

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