SE AVECINAN CAMBIOS POLÍTICOS Y MILITARES EN BRASIL

 En la foto: Antonio Gramsci

Por el Centro de Estudios Regionales

Informe Nº3040811

Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos.

Manuel Belgrano

1. Brasil

1.1. Militar

   

Soplan vientos de cambios Políticos y Militares en Brasil

Renuncia del Ministro de Defensa.

Los constantes desencuentros políticos entre la Presidente Dilma Rousseff y el Ministro de Defensa Nelson Azebedo Jobim tuvieron su fin esperado.

Es sabido que el ex presidente Lula Da Silva, se apoyó  en  Jobim  y aceptó su programa político en materia de defensa, muy involucrado en un “acuerdo estratégico” con Francia, el cual tenía como base el “intercambio de información tecnológica”, algo muy buscado por los brasileros a la hora de lograr acuerdos bilaterales.

Durante la gestión al frente de la cartera,  Jobim encabezó un ambicioso plan de reequipamiento de las FFAA, que fue puesto en marcha siguiendo las directrices del “Plan Nacional de Defensa”.  Así, consiguió colocar el tema de defensa en el centro de los debates nacionales y también fue fundamental en el renacimiento de la industria de defensa brasilera, un sector en baja durante toda la década de los noventa. Pero lo más importante, es que desde el punto de vista político, fue un interlocutor experimentado que contaba con el respeto de los militares, siendo considerado por muchos de ellos como el mejor ministro de defensa en los últimos treinta años.

Pero llegó Dilma y todo cambio, su posición en materia de relaciones exteriores se volcó fuertemente hacia los EEUU y  como era de esperar, el Plan Estratégico de Defensa Nacional, se frenó.  Ahora parece que en lugar de adquirir los aviones de combate franceses “Rafale”, la presidente quiere abrir otra licitación para que tengan lugar los norteamericanos F-18 de la Boeing.

No solamente el cambio en el ángulo político en materia de defensa que proponía Rousseff fue lo que molestó a Jobim sino también los constantes anuncios de recortes presupuestarios; situación que le incomodaba ya que tenía que salir a explicar a los comandantes de las FFAA y a aquellos ligados al sistema de defensa que los planes seguirían llevándose a cabo a pesar de las restricciones económicas.

Según la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, Jobim será reemplazado por el ex canciller Celso Amorín, quien dirigió la política exterior del Brasil durante los ocho años del gobierno de Lula Da Silva. Este hombre, que, junto al polémico ex ministro de defensa José Viegas aproximó militarmente a Brasil y Rusia, en materia de equipamientos, habría despertado una resistencia ideológica entre los militares de alta graduación, algunos de los cuales, reservadamente, ha opinado que fue “la peor elección posible”, mientras otros, no la entienden, en el contexto actual de reaproximación brasilera al eje occidental, luego de los coqueteos de Lula y Amorín con el universo bolivariano e islámico.

Con este caso, ya son tres los ministros que caen en este gobierno, a tan solo siete meses de haberse hecho cargo. Lo que es importante a tener en cuenta es que todos mantenían fuertes vínculos con Lula, con lo cual se confirma que la presidente desea mostrar  firmeza, seguridad y lograr mayor independencia de su mentor político.

Situación política de las FFAA

La decisión de colocar al ex canciller Celso Amorin en el  Ministerio de Defensa demuestra la importancia del movimiento en el cuadro político solo que existe el inconveniente de que al colocar a un diplomático para conducir a los militares, pues el hecho de pertenecer a una carrera de Estado, así como los militares, los incomoda.

En la actualidad parece claro que existe una dificultad de encarar el reequipamiento militar como una necesidad del Estado Brasilero, y no una militarización del país.

Existe una concordancia entre los estudiosos en materia militar, estos dicen que “los militares, hoy, se preocupan más por lograr su reequipamiento, o su desfasaje salarial, que de las cuestiones políticas”. 

Sin embargo para calmar a las cúpulas militares, dada su reacción negativa en la elección de Amorin, la Presidente Dilma Rousseff se reunió tanto con el Jefe de Estado Mayor de las FFAA, el General de Ejército José Carlos De Nardi, como los comandantes de las tres Fuerzas, el General de Ejército Enzo Peri, el Brigadier del  Aire Juniti Saito y el Almirante de Escuadra Moura Neto. En la conversación ella garantizó que el nuevo ministro no va a concretar cambios en los comandos militares y a cambio les solicitó que “mantengan la normalidad institucional”;  por su parte los militares dejaron en claro “que  están al servicio del Estado  y no sirven a personas y que las FFAA tienen las misiones definidas por la Constitución”.

Paralelamente el nuevo Ministro de Defensa declaró, durante un evento  en la Universidad Estadual de Paraíba, en la ciudad de Joao Pessoa, que pretende reunirse con los Comandantes en Brasilia para discutir el rumbo y agradeció la invitación de la Presidente, elogiando el trabajo hecho por su antecesor.

“Ejército Brasilero – Trinchera a ser neutralizada”.

Recientemente el General de Ejército en la Reserva, Carlos Alberto Pinto Silva, el cual ocupara los cargos de Comandante del Comando Militar del Sur (CMS); Comandante del Comando Militar del Oeste (CMO) y Comandante del Comando de Operaciones Terrestres (COTer), realizó declaraciones, en las cuales resalto la importancia de la imagen que debe dar a la sociedad el Ejército Brasilero y que este viene sufriendo una fuerte ofensiva, sea esta por la exploración sensacionalista de los hechos ocurridos que repercutieron y repercuten todavía, de manera contraria a los intereses de la Fuerza o sea por la divulgación periódica de noticias repotenciadas de su nivel verdadero .

Sin embargo defendió la idea que las FFAA constituyen una importante “trinchera” de la democracia a ser neutralizada y las ideas fuerza  y los temas explorados, que,  para afectarlas  son “apoyados en las indicaciones de Gramsci”  y que estas tienen presencia constante en los medios de comunicación de masas.

Para este general, la Institución debe mostrar una posición fuerte, dentro del marco constitucional, preservando la imagen del Ejército, por cuanto es fundamental  su valor estratégico imbatible y para que cada uno de sus integrantes  deba tener una conducta moral intachable. A esto debe acompañarse que tiene que poseer una “postura de protagonista nacional” ya que es indispensable estar en la mente del  pueblo, la cual es esencial para la sobrevivencia de  la Nación.

Finalmente destacó que “un Ejército para preservar su imagen precisa de acción, de aptitud y eso depende de sus integrantes”.