viernes, 28 de septiembre de 2012

NO HAY INSUMOS MÉDICOS IMPORTADOS, RETENIDOS EN LA ADUANA


Por Rodolfo Amolio
raamolio@yahoo.com.ar
DNI 4.544.964
 
Por esta vez zafé, pero uno comienza a ver las cosas de distinta manera. El sábado 28 de julio, a las 3.30 de la mañana comencé con un fuerte dolor en el pecho que no podía aminorar con ninguna postura. A las 8 desayuné y me fui a dar clase a la Universidad Popular de Belgrano. Pero a eso de las 11, les dije a mis alumnos: “Chicos, hasta aquí llegué”. Llamé a mi mujer y le pedí que me viniera a buscar con el coche y fuéramos al Sanatorio de Osplad.
En menos de lo que hubiese esperado estaba en la Unidad Coronaria, diciéndome que había tenido un infarto de miocardio. A partir de allí, lo de siempre: cama con el arbolito de Navidad, los pitos y matracas que suenan en caso de irregularidades, electrodos, etc. A las 48 horas me hicieron un cateterismo y encuentran una seria obstrucción en la arteria derecha y me piden autorización para introducirme un stent. Debí volver para combinar la fecha para otro más en la otra arteria, pero que no es de la urgencia del anterior. Y aquí es donde debo hacer un alto para poder elaborar este comentario, ya que para estas dolencias todos estamos en lista de espera con la vida que llevamos.
Al terminar la operación del cateterismo, el jefe del Servicio de Hemodinamia, me dijo: “Señor Amolio, debe saber que se lleva en su pecho un stent de última generación con liberación paulatina de droga, especial para diabéticos y de la marca más prestigiosa del mundo, importado. Teníamos tres en stock y uno es del diámetro de su arteria. Sólo nos quedan dos y luego no hay más”. A lo que respondí: “¿Cómo qué no hay más? “¿No se fabrican más?”, dije. Y mirándome fijo y esbozando una sonrisa de resignación, me respondió: “La Aduana está llena de stents, no están aquí donde pueden salvar una vida de inmediato”.
¿Hasta cuándo vamos a tolerar que un funcionario trastornado y trasnochado tenga en su puño la salud y la vida de todos?
Rodolfo Amolio
27 de agosto de 2012

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