Por el Dr. Cosme
Beccar Varela
Buenos Aires, 27 de Septiembre del año 2012 -
1129
Hay un asunto que la supuesta "prensa
opositora", de la que tanto y tan sospechosamente se queja la usurpadora
presidencial, jamás menciona. Ni siquiera serviría que lo mencionara apenas una
que otra vez, como por estudio, sino que debería hacerlo objeto de una
campaña, de esas campañas que la prensa
sabe hacer con insistencia demoledora cuando quiere difamar a alguna persona
"non grata" para el "cuarto poder".
Sin embargo es un asunto de vida o muerte, de
libertad o tiranía, de bienestar general o de miseria generalizada, de primacía
de la justicia o de dominio de la iniquidad. ¿Cual es el asunto? Nada más y
nada menos que el juicio político a la supuesta presidente de la Nación, única
manera de forzar legalmente su salida del poder que usurpa y desde el cual,
ella, sus mentores y cómplices estan destruyendo el país.
Todos los demás asuntos en los cuales abunda la
"prensa opositora" son prólogos del juicio político, conclusión
necesaria de las premisas que esa misma prensa esta exponiendo diariamente. Sin
esa conclusión, las premisas no son más que ensayos enervantes de apariencia
opositora. ¿Cual sería la crítica literaria que merecería un autor cuyo libro
se compusiera exclusivamente de sucesivos e interminables prólogos sin entrar
jamás en materia?
El art. 53 de la Constitución (versión 1994),
en el Capítulo referente a las facultades de la Cámara de Diputados, dice así:
"Sólo ella ejerce el derecho de acusar
ante el Senado al presidente, vicepresidente, al jefe de gabinete de ministros,
a los ministros y a los miembros de la Corte Suprema, en las causas de responsabilidad
que se intenten contra ellos, por mal desempeño o por delito en el ejercicio de
sus funciones; o por crímenes comunes, después de haber conocido de ellos y
declarado haber lugar a la formación e causa por la mayoría de dos terceras
partes de sus miembros presentes."
Hay varias causas graves desde hace tiempo como
para iniciarle juicio político a la Sra. de Kirchner. Ya el 17 de Febrero 2010
he dado una lista de algunas de ellas en el nro. 955 de este periódico, al cual
me remito "brevitatis causa" (www.labotellaalmar.com). Además, allí
he explicado por qué su acceso al cargo presidencial ha sido una clara
usurpación mediante un acto de fuerza en abierta violación del art. 36 de la
Constitución, por lo cual es nulo de nulidad absoluta como lo son también,
consecuentemente, todos los decretos que ha dictado y los nombramientos que ha
hecho.
Desde entonces se han agregado nuevas causales
para su destitución de las cuales se ocupa diariamente la prensa aunque,
lamentablemente, sin sacar nunca la consecuencia lógica y necesaria de que es
urgente iniciarle juicio político. Entre esas causales está la de dificultar la
salida del país, usar el poder fiscal para perseguir opositores y fomentar
leyes repulsivamente inmorales como el "homonomio", sin olvidar que
en materia de corrupción administrativa la Sra. Kirchner y sus funcionarios
están batiendo todos los días todos los records.
Es tal la incoherencia que hay entre las
acusaciones y la pasividad frente a la permanencia en el cargo que usurpa la
Sra. de Kirchner que no se puede menos que sospechar que esos ataques de la
prensa no son honestos ni constituyen el ejercicio sincero del deber de
informar del que tanto se ufanan.
Es cierto que gracias al gigantesco fraude de
Octubre del 2011 los “kirchneristas” tienen una mayoría (nula por fraudulenta)
en el Congreso. Es cierto, peor aún, que los partidos de "oposición"
tuvieron mayoría desde el 2009 hasta el 2011 pero ni siquiera intentaron
cumplir su deber de acusar a la pseudo-presidente conforme lo establece el
artículo 53 de la Constitución. Es cierto, para colmo, que tanto el
"kirchnerismo" como la "oposición" han insinuado un
alzamiento contra nuestra Constitución al repudiar en forma arbitraria la
destitución del ex-Presidente paraguayo, por juicio político iniciado y
sentenciado por el Congreso paraguayo conforme lo establece la Constitución de
ese país. Si repudiaron el legítimo ejercicio del poder constitucional del
Congreso del país vecino de destituir a un presidente indigno, es claro que los
políticos de aquí están dando entender que no tienen la menor intención de
defender el derecho de los argentinos a verse liberados de un gobierno que
desde hace rato está fuera de la ley.
Pero aún así, si la prensa supuestamente
crítica fuera leal a la Constitución, debería haber empezado hace rato a exigir
el juicio político de la Sra. Kirchner y antes, del difunto Kirchner que era
culpable de análogas ilegalidades. Ni siquiera el tan admirado Lanata hace eso.
Se dice que la prensa es el "cuarto
poder". Es verdad, para bien o para mal, generalmente para mal. Este
"cuarto poder" es importante en este momento porque los otros tres
poderes están usurpados por el "kircherismo" de una manera más o
menos clara y total. Si es verdad que la
prensa es independiente, debería suplir ese vaciamiento de la Constitución que
deja a la población inerme frente a los atropellos del poder y debería usar su
poder para defender el Derecho y reclamar a la Cámara de Diputados que cumpla
con su deber.
La prensa podría explicar cómo funciona el
sistema republicano cuando un presidente viola la ley, desatiende dolosamente
sus obligaciones dejando que el país caiga en el caos social con un espantoso
aumento de la delincuencia criminal, oprime al pueblo y, peor aún, amenaza "ir
por todo", es decir, acabar con las instituciones y, dadas su ideología y
sus alianzas con tiranías comunistas como la de Cuba y de Venezuela, con la
intención de implantar un Estado marxista-leninista en el que habrán
desaparecido los derechos individuales, entre ellos el de propiedad privada y
las libertades más elementales.
Además de explicar todo esto, la prensa debería
concientizar a la población sobre el derecho que le asiste a ser liberada del
flagelo de un gobierno cuyas características tiránicas van en un
"crescendo" ominoso.
Esa tarea es esencial para que la gente se dé
cuenta de su derecho a protestar mediante "cacerolazos" y marchas,
como lo ha hecho hasta ahora en forma esporádica y desorganizada.
Esas manifestaciones serían mucho mayores y más
eficaces si la prensa colaborara anunciando los días, horas y lugares y si les
diera cabida a quienes organizan esos actos.
Dar la noticia "a posteriori" cuando
no se tiene más remedio por la enormidad de una marcha como la del 13 de
Septiembre es mejor que nada, pero no es suficiente porque la tiranía ha
cerrado filas y tiene todavía todo el poder en la mano.
Lo temible para la tiranía sería darse cuenta
que la prensa está dispuesta a difundir las nuevas convocatorias y los nombres
y palabras de sus organizadores. Eso sí haría temblar las bases del poder
ilegítimo que nos oprime porque las marchas serían mayores, mejor organizadas y
centrarían sus reclamos en el juicio político que cortara de raíz todos los
abusos de que hoy se quejan con justicia los manifestantes.
El país está en un enorme peligro de acabar
como Cuba. No hay quien pueda negar que la Constitución está siendo violada
todos los días de una manera flagrante, que el poder se concentra cada vez más
en manos del Ejecutivo, que los otros dos poderes son sus sirvientes, que la
"oposición" no es confiable ya sea porque comparte la ideología de
izquierda del "kirchnerismo" y lo apoya en su deriva hacia el Estado
socialista o porque son oportunistas sin principios. Entre estos últimos están
los "peronistas disidentes" y el "centrismo" tipo “pro” o
tipo “Carrió”.
Y lo peor es que la tarea no acaba con la
legítima destitución de la Sra. de Kirchner y de sus ministros porque la
sucedería Boudou o, peor aún, la senadora Alperovich, que es un personaje
nefasto. La tarea debería seguir hasta que el requisito de idoneidad moral e
intelectual del art. 16 de la CN se cumpla en todos los cargos de los tres
poderes. Tarea ciclópea, pero indispensable. Hay gente buena de sobra en el
país para ocupar esos cargos, pero la “dirigencia” corrupta e inepta no la deja
ni acercarse.
Ante la falencia de todas las instituciones y
de todos los políticos, si la prensa no asume el gravísimo deber que le cabe en
esta hora crepuscular de la Patria, deberemos reconocer que estamos librados a
nuestras propias fuerzas y que de aquí en adelante deberemos defendernos y
defender la Justicia como podamos, siempre dentro de las normas para casos
excepcionales que hay en la propia Constitución.
Cosme Beccar Varela
e-mail: correo@labotellaalmar.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los mensajes son moderados antes de su publicación. No se publican improperios. Escriba con respeto, aunque disienta, y será publicado y respondido su comentario. Modérese Usted mismo, y su aporte será publicado.