Hoy Pregón de La Plata no se
distribuye, sólo se puede obtener en la sede del Diario.
La primera vez que se escuchó el
grito de un vendedor de diarios fue en 1867 cuando anunciaba: “¡La República!
¡La República!”. Éste era el nombre de un diario de la época que ideó aquella
forma de venta directa. Debido a su éxito, esta costumbre fue adoptada por
otros diarios, creándose así una nueva fuente de trabajo.
El día del canillita comenzó a
festejarse el 7 de noviembre de 1947, en conmemoración a la fecha de muerte de Florencio Sánchez. Este dramaturgo
uruguayo dio origen a esta denominación en su obra "Canillita". En
ese libro designa así a un chico de piernitas flacas y pantalón corto que
vendía diarios.
Hasta hace algún tiempo, no se
editaban ni se vendían diarios ni revistas en este día. Actualmente, si bien la
fecha se sigue celebrando, las publicaciones se venden como cualquier otro día. Hasta los noventa, ese día fue de descanso y festejo para los canillitas. Así fue hasta que los gobiernos liberales de los noventa y su espíritu de lucro consecuente, que no respeta ninguna ley y pasa por encima derechos de trabajadores, permitió la edición de diarios. Para esta fecha, debiera alcanzarse un acuerdo entre todos los editores de diarios, para que en la fecha no sean editados, con motivo de su falta de distribución.
Asimismo, deben reivindicarse otros feriados que debieran incluirse en semejante medida, tales como el 2 de noviembre, o el 15 de agosto, fechas de importancia para la población argentina que otrora fueran no laborables, así como la no edición ni distribución en los correspondientes días feriados. Negar esto es violar los derechos del trabajador de una u otra rama de la actividad periodística, ya que se convierte la actividad en una agotadora carrera sin tiempos para sí ni para la propia familia.
Asimismo, deben reivindicarse otros feriados que debieran incluirse en semejante medida, tales como el 2 de noviembre, o el 15 de agosto, fechas de importancia para la población argentina que otrora fueran no laborables, así como la no edición ni distribución en los correspondientes días feriados. Negar esto es violar los derechos del trabajador de una u otra rama de la actividad periodística, ya que se convierte la actividad en una agotadora carrera sin tiempos para sí ni para la propia familia.
En 1902, inspirado en el ambiente
de su trabajo, Florencio Sánchez escribió una pieza cuyo protagonista era un
niño de flacas piernas que vendía periódicos: “Canillita”.
Según el diario Los Andes de
Mendoza, cuando más tarde fue presentada por la compañía de Jerónimo Podestá la
repercusión superó toda expectativa. Las críticas fueron elogiosas y además, se
empezó a identificar el oficio con el nombre del personaje. Conmovido, Sánchez
propuso una función gratuita para todos los vendedores de diarios.
El escritor alternó su vida entre
Montevideo, Buenos Aires y Rosario. Fue en estas ciudades donde desarrolló una
intensa labor periodística y teatral.
Recordamos los nombres de los
últimos canillitas de Diario Pregón de La Plata: Renzo, Mauricio, Héctor, Nahuel y Mariano.
Felicidades en su día a todos los
canillitas, y a quienes en este día también cumplen años, que de un modo u otro
están vinculados así a la prensa.
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