jueves, 12 de diciembre de 2013

DEMOCRACIA: AGUANTATE LA CALOR CON SACO.

 
 
Por Carlos Belgrano
 
lacuchillanacional808@gmail.com  
 
Amigos:
 
 
 
Deliberadamente he incluido un barbarismo gramatical en el intitulado de esta entrega, porque en mi Pueblo natal, los ancianos nos enseñaban rudimentariamente así, la sabiduría de la tolerancia.
Inveteradamente este día y desde hace treinta tediosos años, se festeja con pompas, esta conquista popular. 
Pero si desentrañamos este festival de urnas, votos y fraude ¿encontraremos la verdad?
En mi caso y con toda la subjetividad de la que puedan tildarme algunos, procuraré hacerlo.
Y lo hace con meros ejemplos estadísticos.
1) Accidentalmente de visita en Argentina, días pasados, como un automovilista más, fui cautivo en la Autopista Illia, durante varias horas.
Las suficientes para repasar el contorno de la población  zoológica que habita la "villa 31".
Nada me asombró, menos un aspecto y fue que de los cientos de vecinos de esa abominación inmobiliaria, emergían de tanto en tanto, flameantes banderas peruanas, bolivianas y paraguayas.
Y las concordantes voces de esas nacionalidades, eran las más numerosas entre esa gentuza contestataria.
Se estima que entre todos esos barrios periféricos, separados apenas, por la red ferroviaria, habitan unas cien mil personas.
En 1983, eran apenas un mil quinientas, dentro de una sola manzana.
2) Actualmente la deuda externa supera en mucho, los trescientos cincuenta mil millones de dólares.
En la postrimería Militar era de apenas treinta y cinco mil, incluyendo diez mil millones, por el abultado endeudamiento de armamento, cuando el conato bélico con  los chilenos por el Beagle.
3) En igual periodo, la población económicamente activa era del 97%, ergo la desocupación apenas rozaba el 3%.
Hoy es del 75% con una desocupación real y efectiva del 25%, si descontamos a los que reciben el asistencialismo estatal.
4) El índice de criminalidad del periodo 1976/1983 exhibe la supresión física de siete mil seres humanos, incluyendo a los "cinco mil desaparecidos", puntillosamente inscriptos por la Conadep en su libro Nunca Más.
Desde 1983, setenta y cuatro mil Argentinos, fueron ultimados por malvivientes en ocasiones de robos y o secuestros extorsivos.
Lo que nos arroja un saldo comparativo, si lo dividimos por cuatro, de diez en Democracia por uno, durante el proceso Militar, exceptuando a los extremistas ejecutados.
5) Hasta 1983, toda la estructura de las Escuelas Primarias y de Enseñanza Media Estatales, eran un modelo para toda Hispanoamérica, por sus adelantos edilicios, y por la autofinanciación de sus gastos ornamentales y mobiliario, merced a las desinteresadas "Cooperativas de Padres", que recurriendo a las legendarias rifas, solventaban las necesidades más elementales.
Hoy el derrumbe educativo, con baños y aulas destrozados por los propios "educandos", nos asemejan a los establecimientos de formación de Bosnia, Irak y cualquier republiqueta que se precia de tal.
Otro tanto e idéntico se puede advertir en las Universidades,  pintarrajeadas, plagadas de carteles obscenos, que tornan en abstracta la vida y el clima estudiantil de aprendizaje, por los anarquizados Centros de Alumnos y los constantes paros del personal no docente.
6) Hasta 1983, salvo el interregno 1973/1976, la Judicatura era una profesión de altísimo prestigio.
Los Magistrados, no solo eran probos, sino estudiosos, decentes y con una vocación laboral, que los disponía a trabajar más de doce horas hábiles diarias.
Para las promociones a Jueces, una vieja costumbre que se remontaba a principios del siglo veinte, era que las Cámaras de Apelaciones de los distintos Fueros, se reunían en plenario y luego de ternar a varios candidatos, elevaban al Ministerio de Justicia, las nóminas de los más capacitados para el cargo, por haber rendido honrosamente las encuestas a las que eran sometidos.
Hoy los Oyarbide y tantos otros como este invertido, son los que deciden sobre nuestra tutela estatal.
7) Hasta 1983, nadie temía transitar libremente, hasta por los distritos más lúgubres, porque el control social y el disuasivo policial, estaba presente en las calles y barrios.
Hoy animarse a salir de paseo aun a los sectores más emblemáticos, es toda una aventura. Y
8) Hasta 1983, se suicidaban los deudores; ahora lo hacen los acreedores.
Y estos desmanes que padecemos todos por igual desde hace menos de una semana, nos acredita, que el otrora ciudadano común, hoy muto en un "saqueador de bienes suntuosos".
No es difícil de imaginar, las causales de esta psicosis colectiva por apropiarse de lo ajeno, y la selectividad de esos despojos.
Las policías, al acuartelarse, no hicieron más, que poner al desnudo la "anatomía cultural" del ciudadano promedio.
Que imitando a sus gobernantes, opta por fraccionar la ley como ellos lo hacen de continuo.
La ecuación es bien simple.
Los últimos, se encuentran indemnes de castigo, merced al encubrimiento judicial.
Y los primeros, se afectaron al pillaje, por encontrarse libres de temores de una inmediata represión.
Sintetizando, no debemos esforzarnos demasiado, para estar contestes que la tonicidad de este republicanismo bananero, nada hizo por civilizar al hombre común.
Por el contrario lo ha embrutecido.
En 1942, Roberto Marcelino Ortiz, por su ceguera y la participación cercana de apenas un puñado de sus correligionarios, en el asunto de los terrenos del Palomar, sin tener ninguna participación ni directa ni indirecta, dimitió, luego de abonar de su peculio, lo salarios de todo el personal de la Residencia Presidencial de la calle Suipacha.
Porque con  la distinción de un Hombre con mayúsculas, era de la idea, que el Contribuyente no debía afrontar los gastos de un "Presidente Invidente".
Cuando en 1995, falleció don Arturo Frondizi, sus dos nietos, tuvieron que recurrir al Turco, para solicitarle que los gastos del funeral, los asumiera el Estado, porque no contaban con dinero para sufragarlos.
Luego de la Capilla Ardiente en el salón Azul del Congreso, unos pocos de sus seguidores, seguimos junto a su féretro hasta el Cementerio de Olivos, en donde en un reducido catre de una bóveda prestada, descansarían sus restos.
Algunos balbucearon algunas frases, hasta que una humilde mujer portando una bolsa de supermercado y que no formaba parte de nuestra comitiva, exclamó VIVA LA PATRIA.
Todos quedamos enmudecidos, por cuanto al menos para mí, fue el discurso más conmovedor de los que había oído hasta esos días.
Hoy se debate sobre la "ruta del dinero K".
De si la detenta Báez, o el que formateo la externación de los Fondos de Santa Cruz, un tal Juan Manuel Campillo, ex cáfila del grupo de homosexuales que lideraba Néstor en Gallegos.
De si los veinte mil millones de dólares, propiedad de la "Dueña del Sem*n del Congreso", están en la bóveda del tuerto, en el palacio del Calafate, en Rio Gallegos, en Venezuela, Cuba o Andorra la Vieja.
Con estos contrastes, a mi entender demasiado altisonantes, solo me resta una reflexión
DEMOCRACIA: AGUANTATE LA CALOR CON SACO.
Atentamente Carlos Belgrano.-
 
 

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