miércoles, 4 de diciembre de 2013

INCERTIDUMBRE E IMPREVISIÓN EN LA POLÍTICA ARGENTINA.


La incertidumbre  y la imprevisión son temas clásicos de la acción y conducción política en Argentina que, por sus consecuencias y efectos, deben ser considerados  como trabas en la evolución  del país.

Por Tcnl. José Javier de la Cuesta Ávila (LMGSM 1 y CMN 73)

      Llama la atención el escenario político con el que se está terminando el año 2013 en nuestra Argentina, dado que el mismo parece signado por la "incertidumbre" y la "imprevisión". La incertidumbre, socio-lógicamente, es una de las características que aparece a lo largo de los tiempos, vinculada con la vida y evolución de la civilización, que  se muestra con claridad el estudiar las páginas de la historia. La "certeza" nunca aparece en las diversas situaciones que al no lograrla conduce al "riesgo" que es lo que el ser individual y dentro de una comunidad, intenta evitar, paliar o, meramente, controlar.

     Las naciones organizadas como comunidades jurídica con acciones en los más diversos campos del quehacer humano, encuentran en la ley la mejor manera de aportar certeza y, consiguientemente, eludir la incertidumbre. El "estado de derecho" originado en la "seguridad jurídica" es el ambiente  ideal de las realizaciones, pues el riesgo desparece en la medida que se actúa conforme lo que está determinado legalmente. Si bien en teoría se está ante una verdad absoluta, la aparición de la "corrupción" que ajusta o hace la ley conforme sus objetivos, crea alarma. La  innovación, en la cual se crean nuevas relaciones y diferentes alcances, impone evaluar los futuros para trazar los marcos que la evolución determinará. En un planeta que se integra cada vez más, impulsado por la globalización materializada en la tecnología y bajo el impulso de la universalización de los orígenes y los efectos, tratar de actuar dentro de lo que sea más posible certeza, para no caer en una permanente incertidumbre, es un accionar política que requiere para su conformación a estadistas. 

    Las estadísticas junto a las encuestas y los estudios de prospectiva son herramientas que sirven para señalar "tendencias" o alertar  sobre desarrollos que, unidos en la conducción, permiten encuadrar la "incertidumbre". Los análisis de mercado que realiza la actividad privada para sus desarrollos y productos, tiene características similares a las que requiere la conducción gubernamental. Recordemos, en este sentido, el plan de "consultas" que ha dispuesto el Vaticano para conocer la opinión y situación de temas vinculados a la acción religiosa y contar con antecedentes para obrar. Mientras no se hace este tipo de "consulta" se actúa en la teoría y no se lograr el accionar concreto. Lo realmente interesante es que en el presente ya se cuenta con "herramientas" y "tecnologías" aptas y confiables que el no usarlas es un error.

     Los políticos que están en el gobierno generalmente tienen la "iniciativa" con la que acotan los riesgos. Los opositores, con menor poder, por no contar con los medios oficiales, si bien aparecen como los débiles, pueden ser poderosos, si saben cómo actuar. La cuestión es qué personaje o grupo político se muestra más capaz, exitoso y hábil, para actuar dentro de los panoramas de la incertidumbre. Los gobernantes que no actúan conforme las tendencias, no aprovechan las circunstancias y no prevén los obstáculos para saber cómo salvarlos. A la larga se desgastan, pero ello no significa que pierdan poder. Los opositores que solo se dedican a ser los críticos y van detrás de las realizaciones, no tendrán posibilidades de lograr apoyo electoral. Los políticos en general, sean gobernantes u opositores, en una sociedad ilustrada y comunicada, que significa que tiene criterio formado, tienen que señalar no tan solo objetivos sino la forma o método bajo el cual se alcanzarán. Es decir, los futuros políticos se debaten en el largo plazo como debe ser. Aquellos que expongan con mayor claridad los mañanas eran los que de alguna manera muestran "certeza", con lo que aventan la "incertidumbre" y, seguramente, pueden esperar el apoyo de la ciudadanía.

      La Argentina de fines del año 2013 se debate en la búsqueda de solución de temas de coyuntura que afectan la vida de los ciudadanos, pero, no se observa que se muestren objetivos de estructura que signaron el futuro y, por lo tanto, estarán indicando los cursos de acción para lograrlos. Si no hay objetivos, no hay metas a alcanzar y, por lo tanto, lo que se hace en el presente no se sabe si es correcto o no para contribuir al logro de aquellos. Esta falta de guía, orden o responsabilidad, es, sin dudas, la causa de la Incertidumbre en la que está inmersa nuestra Nación. Esta situación dentro de la "incertidumbre" nos lleva a lo "inesperado". Lo inesperado es la situación, el hecho o la acción que se presenta sobre la cual no se tiene idea, conocimiento o supuesto. Este tema ha sido estudiado profundamente por sus consecuencias, generalmente pánico o parálisis que son reacciones naturales de preservación. Cabe saber que lo inesperado ha sido estudiado por Seymour Epstein (Universidad de Massachusetts, quien aconseja: Aceptarlo con una reacción, ser flexible ante el supuesto  y actuar de manera racional. El consejo de este profesor es hacer lo que la lógica dicta sin dejarse atrapar por la circunstancia. Si bien existe una diferencia entre la "incertidumbre" y lo "inesperado". Ambas situaciones pueden ser pensadas de  manera similar. Es decir cuando el escenario no es claro, sorpresivo o imprevisible, se debe actuar con cordura, calidad y efectividad, conforme la propia percepción. De esta manera se crea un nuevo y diferente escenario, que ya no está conducido por el tercero, sino que es propio y en el cual se procede utilizando las capacidades que se dispone adecuadamente. En síntesis, ante la situación actual, calificada como de "incertidumbre", con la posibilidad de lo "inesperado”, se debe desarrollar el propio plan, eludiendo ser aferrado, buscando la libertad de acción y llevando al tema los propios objetivos. Mientras los políticos que no son parte del gobierno actúen siguiendo a las autoridades y no siendo ellos los propulsores de los objetivos, estarán supeditados a aquella, no lograran crear su perfil propio y no sabrán aprovechar el espacio que les brinda la "incertidumbre" convirtiéndola en certeza y se dejarán llevar por la "imprevisión" que no les dará motivación para la propia acción.


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