Por Daniel Martínez
En el último bimestre de 2011, una amiga peruana que había conocido hacía años en el Santuario de Schoenstatt me invitó a la primera comunión de su hija cuando me encontró en la Basílica de San Ponciano, asistí al evento a la mañana en la parroquia San Miguel Arcángel y allí al ver que la mayoría de la gente era de la colectividad peruana tuve temor de ser tratado como un bicho raro por no ser de la colectividad, del mismo modo que le había pasado a mi papá con otra colectividad en su provincia de Entre Ríos; pero para mi grata sorpresa nadie me hizo un desaire. Me asombré de conocer una comunidad parroquial sin conflictos internos.
Comprobé con asombro que siempre se hacía la oración a San Miguel Arcángel después de cada Misa, en una época era obligatoria en todas las parroquias.
Vi en la cartelera parroquial que invitaban a la "Navidad del niño peruano", erróneamente creí que era un Pesebre Viviente al estilo peruano y llegué a las 16.00 y descubrí que no empezaba a las 16.00 sino que terminaba a las 16.00 y además que no era un Pesebre Viviente sino una reunión con juegos para los niños de la colectividad. No quise comprar ni panchos ni gaseosas, hasta que descubrí que ¡Los panchos y las gaseosas no se vendían sino que se regalaban! Entonces casi al final me animé a comer y beber algo, al terminar todo lo que sobró se repartió entre los presentes. Para mi satisfacción me regalaron una docena de pan para panchos, media docena de salchichas aún sin abrir ni cocinar y media botella de gaseosa de naranja que habían sobrado de la fiesta.
No podía creerlo, me regalaron todo eso por solo estar los últimos cinco minutos y mientras en las peñas argentinas la comida y la bebida se venden caras, con la intención de vaciarle los bolsillos a los invitados, en cambio la colectividad peruana acostumbra que los gastos sean pagados por los organizadores del evento y la comida y la bebida se regalen a todos los asistentes.
En diciembre de 2011 asistí a la procesión de la Vírgen de la Puerta y me contaron que ya hay una generación de jóvenes nacidos en Argentina, hijos de peruanos; creo que esta generosidad de la colectividad peruana será una influencia benéfica para mi pueblo argentino.
Como anécdota cuento que una vez cargué una botella de 2 litros con 25 en una farmacia que regala el agua mineral en 6 y 44, le di la botella a una vendedora peruana en una esquina de La Plata y para mi admiración, a pesar de que le aclaré que la había conseguido sin que me costara un centavo, me dio la mitad que le quedaba de su bandeja de almuerzo, que o la había cocinado ella o la había comprado; así comí Chaufainita, una comida peruana similar a nuestro locro argentino, con la diferencia de que en lugar de ser el arroz blanco, es amarillo, quizá teñido con azafrán.
Actualmente a ella con frecuencia le compro sobres de Chicha Morada, un refresco importado de Perú, que tiene un sabor muy similar a la añorada Granadina, que actualmente no la vi en venta en La Plata, aunque sí la pude comprar una vez en Avellaneda.
Por último, ellos siempre suelen contestar el saludo, lo cual me parece muy bien.
"NO OPRIMIRÁS A LA VIUDA, NI AL HUÉRFANO NI AL EXTRANJERO PORQUE SI TÚ LES OPRIMES Y ELLOS GRITAN A MÍ, YO LOS ESCUCHARÉ, SE ENCENDERÁ MI IRA CONTRA VOSOTROS Y LOS HARÉ MORIR A ESPADA, VUESTRAS MUJERES QUEDARÁN VIUDAS Y VUESTROS HIJOS SERÁN HUÉRFANOS"
ÉXODO, CAPÍTULO 22, VERSÍCULOS DEL 20 HASTA EL 23, EN LA BIBLIA.
ATENCIÓN AL DATO DEL PLAN KALERGI
ResponderEliminarY DÉJENSE DE INGENUIDADES
además que estos inmigrantes le quitan fuentes de trabajo a los nativos argentinos
Empecemos entonces por analizar uno de los postulados de la exhortación que, aunque de poca difusión, hacen a la esencia de este Nuevo Orden Mundial. El punto propuesto es el siguiente:
210. Los migrantes me plantean un desafío particular por ser Pastor de una Iglesia sin fronteras que se siente madre de todos. Por ello, exhorto a los países a una generosa apertura, que en lugar de temer la destrucción de la identidad local sea capaz de crear nuevas síntesis culturales. ¡Qué hermosas son las ciudades que superan la desconfianza enfermiza e integran a los diferentes, y que hacen de esa integración un nuevo factor de desarrollo! ¡Qué lindas son las ciudades que, aun en su diseño arquitectónico, están llenas de espacios que conectan, relacionan, favorecen el reconocimiento del otro!”
Lo gravísimo de este punto, aunque no parece ser evidente para muchos, radica en el peligro de la pérdida de identidad de los pueblos sometidos a constante cambios culturales por la inmigración. Bergoglio llama a no tener miedo a la destrucción de la identidad para crear nuevas síntesis culturales. Sin ahondar en el tema, tenemos que mencionar el famoso plan Kalergi que fue elaborado con la masonería en 1923 para lograr que Europa acepte la inmigración masiva de musulmanes, asiáticos, mestizos latinoamericanos y negros de África, con el fin de conseguir una raza sin identidad ni tradición que sea pasiva, predecible y manipulable por la plutocracia judía, que como sabemos es una raza que promueve estas prácticas pero nunca aplicándola a su propio pueblo, ya que las tienen prohibidas por su cabalística religión. (Más información en Metapedia).
http://nacionalismo-catolico-juan-bautista.blogspot.com.ar/2013/12/evangelii-gaudium-el-sincretismo-y-el.html