miércoles, 25 de agosto de 2010

¿QUÉ SON LOS CHEMTRAILS? ¿NOS ESTÁN ENVENENANDO?

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Son líneas que cruzan el cielo, y se convierten en una incógnita, en un misterio sin resolver.

Muchos las ignoran por considerar que se trata de un fenómeno natural y propio de los vuelos de aeronaves a gran altura. Pero otros desconfían, y hablan de una conspiración química.

 

Hay quienes consideran que se trata de una conspiración química desde el cielo: las especulaciones van desde el envenenamiento hasta la inoculación de la población.

Lo cierto es que el fenómeno tiene nombre propio. Se llama "Chemtrails", y es estudiado y "denunciado" por quienes ven en esos trazos algo más que el efecto del vuelo de un avión.

El material no es el único que circula por la red de Internet, y las conjeturas sobre qué significan son muchas. Según Wikipedia se trata de un fenómeno denominado "Chemtrails", una supuesta técnica que consistiría, de acuerdo a sus partidarios, en estelas compuestas por productos químicos.

Para los partidarios de esta teoría de conspiración, la verdadera naturaleza de las chemtrails sería conocida por sólo unos pocos y su objetivo sería causar daños de algún tipo a la población.

Ciencia y escepticismo

Por su parte, según el mismo artículo de la Wikipedia, “la comunidad científica se muestra escéptica respecto a la existencia de las chemtrails, y considera que se trata en realidad de simples estelas de condensación”.

Los partidarios de la teoría conspirativa aseguran que el fenómeno está extendiéndose, a la vez que se expande también la red de quienes denuncian su existencia.

Chemtrail es una abreviación del inglés de chemical trail, que traducido literalmente significa estela química. El vocablo fue utilizado por vez primera por el periodista William Thomas en 1999, aunque la primera descripción del fenómeno data de 1997, por Richard Finke. Algunos partidarios de la conspiración defienden que en realidad las chemtrails comenzaron años antes.

Los chemtrails son rastros químicos dejados en el aire. La gente se preguntará qué forma hay de comprobarlo. La mejor forma es mirar al cielo e investigar.  Para ser objetivos, esas marcas no son dejadas por aviones comerciales. El cielo no es la pista de los coches de choque. Los aviones comerciales nunca cruzan sus trayectos. Dejan el cielo plagado de “X”, y es un síntoma de que todos los Estados gastan cientos de millones de dólares o de euros al año en dejar nuestros cielos plagados de marcas.

¿Qué indican los chemtrails?

  • Control del clima
  • Usos militares
  • Comunicaciones
  • Guerra biológica/química (experimentos de guerra biológica relacionados con patógenos producidos en laboratorio).
  • Propagación de enfermedades

El cambio climático es una de tantas farsas, fraudes científicos que no buscan más que modificar la conducta humana, nuestras virtudes, y conducirnos a un gobierno mundial que firmó sus bases en la Cumbre de Copenaghue.

Con el cambio climático como telón de fondo, se impondrá en todo el mundo por decreto una subida de impuestos por las emisiones de CO2. Suena increíble además, sabiendo que los únicos que no respetan el hipócrita Tratado de Kyoto son precisamente China y USA, reunidos recientemente mediante sus ‘presidentes’ de cara a la galería. Éstos impuestos acabarán matando de hambre a los habitantes de los países más pobres, y favorecerán no sólo la creación de un perverso gobierno mundial, sino que se enriquecerán a costa de una mentira.

Incluso el ser humano puede ser objeto de impuestos en base a esos tratados que se están desarrollando, ya que cada persona es considerada como una plaga que produce CO2 (dióxido de carbono), y por tanto es un elemento contaminante del planeta que debe ser controlado. El control se basa en evitar el nacimiento de seres humanos (promoviendo por ejemplo el aborto, anticonceptivos naturales o antinaturales). Inventada una “escafandra” que midiera el aire consumido y su calidad, hasta podrían fijar impuestos a cada ser humano ¡por respirar!

Aquí el único problema son ellos. Y la solución somos nosotros.

¿Qué es la Hoja de Ruta de Bali?

La conferencia de la ONU sobre el cambio climático celebrada en Bali concluyó con un acuerdo de negociación en la lucha contra el calentamiento que debería concluir en 2009. La llamada “Hoja de Ruta de Bali” dispuso negociaciones para un nuevo tratado que sustituya al protocolo de Kioto, cuando éste expire en 2012, que debían comenzar a más tardar en abril de 2008 y finalizar en 2009.

Allí se subrayó “la urgencia” de una acción internacional frente al calentamiento del planeta, sin indicar las medidas a tomar, a la vez que encargó a un equipo de expertos internacionales que estudie la evolución del clima. A su vez, impuso un proceso global que, por primera vez, implicó a países industrializados y a los que están en vías de desarrollo con el fin de reducir sus emisiones contaminantes.

Allí hubo una sección dedicada a la financiación e inversiones para acciones encaminadas a disminuir las emisiones, en maniobras que someterán financieramente a los países.

En Bali se impusieron mecanismos que permitirán actuar a los poderes internacionales en el futuro posterior al protocolo de Kioto. También creó grupos de “expertos internacionales” para trabajar en los diferentes aspectos, y puso en marcha mecanismos de medición de los éxitos alanzados o no por los países, que serán sometidos a evaluación por el Fondo para la Ecología Mundial (FEM), que se encargará de diseñar “programas estratégicos”.

La Cumbre de la ONU sobre el cambio climático de Bali 2007 (COP 13) abrió el camino (vía Poznan 2008, COP14) hacia Copenhague 2009 (COP15), donde se tenía que negociar la continuación del Protocolo de Kyoto, que vence en 2012. Tras la COP 15, se prepara la COP 16 de Cancún (México, 29/11-10/12/10).

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En la foto: arco iris formado por dibromoetano. La refracción o fluorescencia que se observa en la foto en un área de nubes ocurre por la caída de las sustancias de los chemtrails.

 

Los Chemtrails

Es muy probable que esas estelas en forma de “X” que vemos en el cielo sean marcas que dejan los pilotos para que puedan ser visualizadas desde los satélites, para hacer un seguimiento de la evolución de la dispersión de las estelas químicas.

El clima y sus estados no son más que intercambio de calor. La generación de calor puede ser inducida artificialmente en la atmósfera, añadiendo polvo de óxido de hierro magnético al  polímero, para después calentarlo por medio de la energía que desprenden las antenas HAARP o cualquier otra fuente más localizada. 

Según el investigador de chemtrails Tommy Farmer, en los análisis que llevó a cabo examinó unos filamentos llamados “cabello de ángel” bajo un potente microscopio, y vio unas aureolas hechas por el hombre (es decir, que no son naturales) de color rojo amarillento impregnadas en los filamentos de material. Farmer está convencido de que se trata de una aleación de hierro oxidado empleada en experimentos de modificación del clima.

De manera que la modificación del clima se podría estar llevando a cabo sin la ayuda de las antenas de HAARP, sistemas que según el Dr. Nick Begich, se activa aparentemente sólo durante cortos periodos al año. La modificación climática se puede inducir vertiendo ciertas sustancias al aire, mezcla de metales y polímeros.

Según Eastlund, el inventor de HAARP y el poseedor de la patente original, esto era teóricamente posible, y los aditivos de polímero para absorción de microondas se comercializan.

Muy probablemente el proyecto HAARP está relacionado con los efectos que se producen por encima de los 50 km; sin embargo los chemtrails se producen en los límites de los 10 km de altura.

Incluso hay quienes afirman, basados en la revelación de Documentos del Pentágono, que éste está muy interesado en “sistemas de tormentas dirigidas” para la modificación del clima y en emplear aerosoles para oscurecer el cielo.

En su composición, los Chemtrails contendrían, además de sustancias como bario, aluminio, polímeros (que contienen silicio) y un cocktail de fuel del tipo JP8 + 100, mezclado con 1,2 Dibromoetano. Este pesticida químico fue prohibido en 1983 por la Agencia para la Protección del Medioambiente de EEUU (EPA) como un cancerígeno y una toxina química.

La exposición a estas sustancias puede provocar los siguientes síntomas:

- problemas en el tracto respiratorio

- dolores de cabeza

- sinusitis

- hinchazón de las glándulas linfáticas

- tos- incapacidad respiratoria

- fallo respiratorio generalizado

- daño al corazón y al hígado

En un estudio de investigación de las Fuerzas Aéreas de EEUU, Weather as a Force Multiplier, que se publicó en Agosto de 1996, siete oficiales militares de USA subrayaron cómo HAARP y la germinación aérea de nubes desde los los aviones cisterna permitiría a las fuerzas Aeroespaciales de USA “poseer el clima” (“own the weather”, como aparece en el informe wn inglés) para el año 2025. Entre los objetivos buscados estaban “aumento de las tormentas”, “ Modificación de tormentas” y “Sequía inducidas”. Según ese informe, “en los Estados Unidos, la modificación del clima será con toda seguridad una parte de la política de seguridad nacional con aplicaciones domésticas e internacionales”.

 

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