domingo, 1 de noviembre de 2009

AGUER: ARGENTINA NECESITA REVERTIR "UNA SITUACIÓN DE DECADENCIA CULTURAL"




En su reflexión semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (AMÉRICA TV), Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata y Presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, consideró “una decisión acertada de las autoridades educativas” que se haya “resuelto reestablecer y fortalecer el ciclo secundario” y observó que “la cuestión es cómo se va a hacer para lograr que todos los chicos terminen su secundario”.
El prelado platense comentó que “es necesario revertir incluso una situación de decadencia cultural que se advierte sobre todo en las últimas décadas”.
Mons. Héctor Aguer, Presidente de la Comisión de Educación Católica de la Conferencia Episcopal Argentina, indicó que “no es fácil armonizar la inclusión con la calidad” y que “tampoco es fácil armonizar una aspiración a la integración del saber de todas las disciplinas y, al respecto, el respeto de los objetos formales y de los métodos propios de cada disciplina”.
“Me refiero, por ejemplo, a esta creación de áreas que muchas veces ha hecho sufrir a las distintas disciplinas en el ámbito de las ciencias sociales que trasmitían finalmente una especie de sociologismo barato”.
También afirmó que “Es preciso encarar el proceso educativo como un verdadero proceso de educación, es decir, de la formación de la personalidad y no sólo transmisión de conocimientos. Habrá que ofrecer a los chicos una auténtica motivación, que tengan ganas de estudiar. Habrá que ayudarlos a que se empeñen con esfuerzo. Es decir otra vez reivindicar el valor de la voluntad y del esfuerzo en el arte de aprender”.

A continuación, el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer:
“En una decisión acertada las autoridades educativas han resuelto reestablecer y fortalecer el ciclo secundario después de la experiencia fallida del Polimodal que, en la Provincia de Buenos Aires, se aplicó con todo rigor”.

“La cuestión es cómo se va a hacer para lograr que todos los chicos terminen su secundario”.

“Se habla mucho de la inclusión, pero hay un problema muy serio respecto de lo que se llama la inclusión porque no es fácil armonizar la inclusión con la calidad educativa. ¿Cómo haremos para facilitar que los chicos terminen el secundario y no se bajen las metas de excelencia, que no sufra desmedro la calidad educativa que tanto necesita la Argentina?”.

“Los problemas no son fáciles porque habrá que resolver unas cuestiones que han resultado crónicas. Son cuestiones y problemas familiares, sociales; es necesario revertir incluso una situación de decadencia cultural que se advierte sobre todo en las últimas décadas”.

“Además será necesario también cumplir con el número de días de clases previsto por ley. Habrá que contar con el financiamiento suficiente y los profesores, en el caso del ciclo secundario, tendrán que actualizarse y perfeccionarse incesantemente si es que de veras nos queremos proponer una meta de calidad educativa”.

“Tenemos también que hablar del rol de los padres de familia. ¿Qué hacer con los padres de familia de los alumnos? ¿Sería demasiado pensar en un nuevo secundario en relación con algo así como una “escuela de padres”? En definitiva este es otro segmento fundamental que tiene que ver con el éxito de un proceso educativo”.

“Decía que no es fácil armonizar la inclusión con la calidad. Tampoco es fácil armonizar una aspiración a la integración del saber de todas las disciplinas y, al respecto, el respeto de los objetos formales y de los métodos propios de cada disciplina”.

“¿A qué me refiero? Me refiero, por ejemplo, a esta creación de áreas que muchas veces ha hecho sufrir a las distintas disciplinas en el ámbito de las ciencias sociales que trasmitían finalmente una especie de sociologismo barato”.

“Así han quedado menoscabadas asignaturas como Geografía y Historia, de manera que muchos chicos, en la actualidad, no conocen la geografía física del país donde viven y no tienen mucha idea de su Historia. Esto por no hablar de la Geografía o la Historia del mundo”.

“Además creo que es bueno pensar que si vamos a empezar una etapa nueva no hay que limitar lo del secundario al ámbito de la mera instrucción. Hay algo más, algo en cierto modo imponderable. Es preciso encarar el proceso educativo como un verdadero proceso de educación, es decir, de la formación de la personalidad y no sólo transmisión de conocimientos. Habrá que ofrecer a los chicos una auténtica motivación, que tengan ganas de estudiar. Habrá que ayudarlos a que se empeñen con esfuerzo. Es decir otra vez reivindicar el valor de la voluntad y del esfuerzo en el arte de aprender”.

“Por tanto habrá que procurar no nivelar para abajo sino mantener metas de excelencia y ayudar a que todos puedan cumplir con esas metas”.

“La enseñanza y la educación tienen que ser prácticamente personalizadas, sobre todo para ayudar a aquellos a los cuales les cuesta más, porque es muy fácil bajar la aspiración y que el rebaño pase inconcientemente por esos años escolares, pero después ¿qué es lo que queda?”.

“Aquí se juega algo muy importante, de mucho valor, por eso he ponderado al comienzo de esta columna la decisión de volver al secundario”.

“Podemos aplaudirlo aquellos que ya llevamos unos cuantos años encima y que hemos vivido un buen secundario que no sólo habría las puertas para la universidad sino que daba una visión amplia de las cosas y permitía que esa persona luego pudiera forjar, por el esfuerzo personal, su propia cultura”.

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